jueves, abril 29, 2010

Snuff: Una pornográfica historia de amor

Cassie Wright fue una de las actrices de cine para adultos más importantes de su época. Puedes llamarlo entretenimiento erótico. Pornografía. Porno. Cine para machacarábanos, pelaplátanos y engrasamanubrios. Con decenas de películas, Cassie se convirtió en una de las actrices más reconocibles de la industria y en una verdadera estrella para los onanistas de medio mundo. Lo consiguió gracias a películas como Horizontes Marranos, o Taladrar a un ruiseñor, o El cartero siempre se corre dos veces, o Chitty Chitty Gang Bang. Cada película rodada por ella se convertía en un verdadero acontecimiento de la industria y sustentaba un lucrativo negocio de réplicas de partes concretas de su anatomía o de su figura entera. Gracias a su entregada labor en películas como La dimensión descoñocida, o Historia de dos suciedades, o El nabo de Oz, o Los melones de la ira. Pero la juventud de Cassie Wright fue languideciendo al mismo tiempo que su fama y los esfuerzos por mantenerse bella, joven y en el candelero la fueron conduciendo a producciones cada vez menos sofisticadas. Nada de continuar con su serie bélica Primera Zorra Mundial: Dentro de las Trincheras o Segunda Zorra Mundial: El Desembarco, ni de Moby Dick: Batalla de arpones. Su última producción conocida apenas fue un estreno de tapadillo titulado ¡Lassie, córrete, ahora! Nada mejor para resucitar la carrera de una estrella del porno en decadencia que tener una buena idea, y la persona de la gran idea fue...


Sheila tiene un conocimiento enciclopédico sobre las hazañas y desviaciones sexuales de muchos personajes históricos, desde la antigua Roma, pasando por el Medievo hasta llegar a la moderna industria del porno. Orgías, venganzas sexuales y trucos de tocador rudimentarios para mantener la belleza y la vitalidad sexual. En homenaje a la emperatriz romana Mesalina, Sheila propone a Wright una hazaña sexual que la colocará en los libros de historia, un record que nadie más querrá batir por los sacrificios que entraña. Sheila organizará los detalles, montará la producción y será la asistenta personal de Cassie Wright en el rodaje del mayor gang bang jamás rodado, reventando por mucho el record establecido por Annabel Chong. Cassie Wright se enfrentará al reto de mantener relaciones sexuales continuadas de cualquier clase con 600 hombres. Sin parar. Hasta que su cuerpo aguante y su nombre se convierta en leyenda. Pero para ello se necesitan candidatos como...


El joven marcado con el número 72 lleva un ramo marchito de rosas que va deshojándose al tiempo que los candidatos van entrando de tres en tres en el set de rodaje. Con su cuerpo joven y esmirriado en calzoncillos, con los dedos manchados de salsa para ganchitos, mira las pantallas que emiten la filmografía completa de Cassie Wright incesantemente y suspira por conocer a su madre. Porque él es esa leyenda urbana que afirma que existen niños del porno, niños concebidos durante el rodaje de una escena que luego fueron dados en adopción porque sus madres no podían hacerse cargo de ellos. El número 72 va a conocer a su madre y la va a sacar del mundillo aunque tenga que hacer añicos para ello su sueño de batir records, aunque tenga que arruinar las esperanzas de fama y notoriedad de gente como...


El número 137 toma una pastilla estimulante de color azul tras otra. Ignorando los efectos secundarios como la taquicardia, el sudor frío o la ceguera toma más y más pastillas para lucir una erección que destaque por encima de las de sus compañeros. Porque necesita volver a estar en el candelero. Porque necesita acabar de forma pública y notoria con las sospechas de homosexualidad que han destruido su carrera como actor de televisión de éxito en una serie policíaca. Ansias de volver a la fama y de escapar de los propios fantasmas, de huir del pasado y de demostrar que se es mejor que los demás aspirantes a famosos de medio pelo u onanistas con ganas de conocer íntimamente a su estrella favorita, de demostrar que es mejor tío que ese mierda de...


El número 600 va a hacer todo lo que tenga que hacer para volver a las andadas, para cabalgar de nuevo como uno de los miembros más importantes de la industria pornográfica. Branch Bacardi fue el primer compañero de rodaje de Cassie, el tipo que lanzó su carrera, el miserable que arruinó su vida. Y ahora está en el punto final de la misma para asegurarse de que Cassie Wright logra el lugar que se merece en el olimpo de las estrellas porno y que él, como parte de su hazaña, recupera parte de la atención y de los proyectos que con el tiempo ha ido perdiendo. Porque el bronceado de Branch ya no luce también como antes, porque su virilidad ya no resulta tan espectacular como muestran los monitores en todas las escenas que compartió con Cassie Wright a lo largo de los años.


600 tíos esperando en un sótano. Cubiertos de loción bronceadora o de aceite para la piel. Con los dedos manchados de colorante amarillo para ganchitos o de salsa para nachos. Con el aliento oliendo a gominolas o a nubes de azúcar. Todos y cada uno de ellos esperando para conocer a una diosa en decadencia, a la única novia que les ha acompañado durante cada día de su vida, a la figura materna que nunca conocieron, a la leyenda de una industria con más esqueletos que glamour en el armario y con más juguetes rotos que viejas glorias. Bienvenidos al último puñetazo al estómago de nuestra sociedad perpetrado por Chuck Palahniuk.


Con dos años de retraso llega a nuestro país la penúltima novela de Chuck Palahniuk, algo que para un autor con su tirón mediático carece de toda explicación más allá del escabroso contenido de la novela, una inmisericorde mirada a las entrañas de una industria que vende belleza y sensualidad a costa en muchas ocasiones de la salud, la integridad y la dignidad de los que en ella participan. Un gran teatro de marionetas destinado a alimentar las fantasías de hombres y mujeres de todo el mundo que Palahniuk nos describe con su habitual sentido del humor, su habilidad para componer imágenes desagradables y fascinantes y el talento de contar una historia en primera persona desde cuatro puntos de vista diferentes y prácticamente en tiempo real. Dejando de lado el componente fantástico de sus anteriores novelas (Nana, Diario, Rant) y optando por una estructura más próxima a la novela que al libro de relatos (Fantasmas), Snuff nos cuenta el asalto de Cassie Wright al record mundial de sexo en grupo sin que en ningún momento la actriz tenga voz más allá de estos videos virales en los que el escritor entrevista a un trasunto de la actriz. Conocemos la historia y la motivación de los personajes a través de las voces divergentes de Sheila, 72, 137 y 600, que componen una peculiar triada de personajes mostrando cuatro facetas de la industria claramente diferenciadas: el consumidor habitual de las películas y productos derivados, el neófito forzado por las circunstancias y marcado por ello de por vida, el tipo metido hasta las trancas en una industria que da pocas opciones a los que no salen de ella a tiempo y la persona crítica con sus entresijos y sus consumidores a los que desprecia profundamente.


Los seguidores de Palahniuk estamos de enhorabuena al poder leer y disfrutar finalmente esta novela que mantiene al cien por cien el estilo del escritor, y sigue al pie de la letra las directrices de su estilo minimalista, las repeticiones de mantras o frases a lo largo de la narración o la enumeración de anécdotas referidas a la sexualidad en la historia, a la industria del porno o a las técnicas -en algunos casos crueles, dolorosas y macabras- empleadas para mantener la belleza y la carrera en el Hollywood dorado de los años 20 y 30, emparentando de esa manera la industria actual del porno con el nacimiento del cine. Cruel y divertido, irónico y reflexivo, escéptico e inmisericorde, el libro da pocas salidas a sus personajes pero sí muchas al lector que ve desarrollarse ante sus ávidos ojos un particular teatro griego de rencillas, venganzas, decepciones, miserias y tragedias humanas y, porqué no, también amor devoto e incondicional y ansias de redención en un mundo que en ocasiones da poca o ninguna esperanza para ello. Como no podía ser menos, el libro que cualquier lector de este blog debería leer ahora mismo. O mañana a más tardar. Podéis creerlo.

martes, abril 27, 2010

Galería de portadas: ¿Que le sucedió al Cruzado Enmascarado?

Este es uno de esos casos curiosos en los que editorialmente se promueve la publicación, partiendo de cuatro únicas ilustraciones, de una gran variedad de portadas para diferenciar las cubiertas variantes de las diferentes reimpresiones que un título de esta repercusión debería -y suele tener-. Así pues, disfruten ustedes del arte de Andy Kubert y de Alex Ross -algo que en particular le hizo especial ilusión a Gaiman, según refleja en el prólogo, contar con su primera colaboración con el ilustrador-. Particularmente me quedo con la primera portada, que sirve además para ilustrar el tomo recopilatorio, y es que refleja de forma magistral el sentimiento de respeto, pesadumbre y homenaje al difunto Batman, cuyo espíritu es una parte fundamental de la ciudad por la que entregó su vida no una vez, sino decenas de veces en decenas de historias. Y además Kubert tiene la amabilidad y el gracejo de incluir a un séquito de felinos que contemplan la escena con la curiosidad propia de los gatos, con lo que para mí el resultado es verdaderamente redondo. Buenas noches, Batman.... Buenas noches, amigos...







lunes, abril 26, 2010

Luminoso lunes

Anda por esta zona últimamente el tiempo primaveral regalándonos unos días largos y llenos de luz que, salvo paréntesis noctámbulos quasi vampíricos de fin de semana, invitan a disfrutar todavía más de todas aquellas cosas que nos gustan y nos entretienen. Y claro, con tanta luz es imposible mostrarse tristón ante la reincorporación de cada lunes o no mostrarse optimista ante los próximos días, aunque nada especial haya de suceder en ellos. Por lo menos en un plazo relativamente breve.

Todo se andará y las cosas por venir se irán comentando con la misma alegría y dosificación con que los Guardianes del Universo reescriben el Libro de Oa a su antojo, y por el momento les avanzo los contenidos que podrán ver aquí a lo largo de los próximos días. Dado que la semana pasada casi casi cumplí con todo lo prometido, sólo me queda por satisfacer mi deuda con Chuck Palahniuk. Dado que me temo jamás escribiré la gran novela à la Chuck española, sí me gustaría dejar una reseña en condiciones de Snuff, adornándola con algún que otro alarde literario de escritorzuelo frustrado, y claro, uno lo va dejando para no incumplir las propias expectativas. Pero si se diera el caso que no llegara a atreverme con esa empresa, no duden que aparecerán a lo largo de los próximos días entradas con la galería de portadas de ¿Qué le sucedió al Cruzado Enmascarado?, un sketch mágico y el repaso a Kick Ass, tebeo que finalmente he devorado ante las ansias insatisfechas de ver la peli. Mucho me temo que, salvo efecto Wanted -o sea, dejar de lado por completo el tebeo salvo por el punto de partida y ofrecer una historia completamente diferente-, me he destrozado las pocas sorpresas que la película iba a ofrecer y que, para ser sinceros, ya me figuraba tras ver los diferentes trailers.

La luz, la paz y la tranquilidad con que afronto esta semana -y que para ser sincero, espero que dure porque se vive la mar de bien en ese estado anímico- se reflejan en una canción que me ha tenido obsesionado a lo largo de la última semana y que puedo haber escuchado un centenar de veces sin exagerar. Oída fugazmente en algún garito de fin de semana desgraciadamente no la había localizado hasta que Buenafuente la empleó en su última campaña publicitaria. De ahí llegué a la Spinto Band y de ahí a enamorarme de esa Mandy que les lleva locos a ellos y a mí y que me ilumina aún más si cabe las mañanitas de trabajo en el bosque oscuro. Que ustedes la disfruten por lo menos la mitad que yo, que ya será muchísimo.




Oh Mandy
The Spinto Band

I got a gnome in the backyard
I put him right on the X mark
he’s supposed to show me where the money is
hey wont you show me where the money is
I got it all on the back of my hand
I want your answer so I won't forget
then show me right where your heart is
oh right now tell me where your heart is

Oh Mandy, Oh Mandy
Oh Mandy, Oh Mandy
So Dreamy, Oh Mandy
So Killing, Oh Mandy

Sure I had trouble from the onset
I tried to chase things I couldn't get
Show me a rerun on the W
Show me a rerun on the WB
So What's it like to be in it
and move away to the Midwest
I gotta message for your auntie
I gotta message for your auntie

Oh Mandy, Oh Mandy
Oh Mandy, Oh Mandy
So Dreamy, Oh Mandy
So Killing, Oh Mandy
Oh Mandy, Oh Mandy
Can read me, and has me
Oh Mandy, Oh Mandy’s
Completely out of reach

And now I know I’m at the end of my wits
don't gotta tell me where this is going
cus I know nothing ever falls apart
yeah I know nothing ever falls apart
remind me once more where this is going
before I fling it out into the ocean
it’s kind of level but its wavy
Its looking more blue than it is green
it’s looking quiet as I jump in
so I can finally hear you scream
You got a gnome in the backyard
you put him right on the X mark
you’re eating brains out the back of my head
oh yeah, that's where the money is

Oh Mandy, Oh Mandy
Oh Mandy, Oh Mandy
So Dreamy, Oh Mandy
So Killing, Oh Mandy
Oh Mandy, Oh Mandy
Can read me, and has me
Oh Mandy, Oh Mandy's
Completely out of reach




domingo, abril 25, 2010

¿Qué le sucedió al Cruzado Enmascarado?: Las muchas muertes de Batman

En el Callejón del Crimen cae una noche más oscura de lo normal. A un bar infecto van llegando sin prisa ni pausa algunos de los elementos más notorios y característicos del hampa criminal de Gotham. Catwoman, Dos Caras, el Acertijo, el Joker, todos ellos preguntan a Joe Chill, el barman del garito, donde es el velatorio. En la parte de atrás del barucho un ataúd conteniendo el cadáver del Caballero Oscuro es velado respetuosamente por Alfred, su confidente y leal mayordomo durante décadas. La concurrencia, dividida entre aquellos que se enfrentaron a él y los que le llamaron aliado y amigo se prepara para darle el último adiós y presentarle sus respetos.


El funeral de Batman comienza y uno a uno, los asistentes van desgranando un particular panegírico funerario en el que recuerdan alguna historia memorable sobre los encuentros o enfrentamientos que tuvieron con el héroe fallecido. Resulta curioso que todas y cada una de las historias terminan con la muerte de Batman, una muerte diferente cada vez y con distintos protagonistas pero que conduce al punto de la historia en el que nos encontramos y que refleja en todo momentos la férrea voluntad, la determinación absoluta y el inconmesurable valor de un luchador nato cuyo final estuvo implícito en todos y cada uno de los actos de su vida. Dos voces contemplan la escena y comentan las historias de Catwoman, Alfred, Batgirl, Joker o Robin, señalando las inverosimilitudes e incongruencias de la historia. Quiénes son esas voces y cuál es el sentido de todo es algo que todo seguidor del Hombre Murciélago o aficionado al comic en general debería descubrir leyendo la historia.


Batman: ¿Qué le sucedió al Cruzado Enmascarado? es una historia muy especial publicada en dos partes (Batman 686 y Detective Comics 853) con la que se pretende hacer un sentido homenaje a Batman en un punto de inflexión especialmente crítico para el personaje, y que además es obra de dos verdaderas figuras del comic contemporáneo: el guionista estrella Neil Gaiman y el dibujante estrellita Andy Kubert. La intención de la editorial era similar a la que en su momento sirvió para cerrar las colecciones de Superman y renovar al personaje tras Crisis. Los encargados entonces de repasar la leyenda del Hombre de Acero y darle un final a la altura de las circunstancias entre la nostalgia, la melancolía y la grandeza, fueron Alan Moore y Curt Swan, y la historia resultante es una joya que merece leerse una y otra vez: ¿Qué le sucedió al Hombre del Mañana? En este caso no se han cerrado ninguna de las cabeceras de Batman, ni se va a refundar el personaje partiendo de cero, pero sí es cierto que tras Batman RIP y Crisis Final la vida de Bruce Wayne ha sufrido una verdadera conmoción que lo ha colocado en una situación realmente particular que -espero- todavía nos permitirá disfrutar de grandes historias con el personaje.
Teniendo claro desde la editorial este particular momento vivido por el personaje, resultaba más que oportuno una suerte de punto y seguido que celebrara las décadas de buenas historias y el rico universo que rodea a Batman y llena Gotham City de maldad y mallas de colores y de los más variados traumas psicológicos y tics criminales. El elegido para crear una historia a la altura de esas intenciones fue Neil Gaiman, un escritor capaz de lo mejor así como de embarcarse en productos más comerciales y asequibles al gran público que llevaba unos años alejado del mundo de los comics, más centrado en su faceta de novelista. Con un punto de partida contundente -Batman está muerto y sus amigos y enemigos se reúnen para rendirle tributo-, Gaiman concibe una historia atemporal que no es un otros mundos al uso, sino más bien una suerte de todos los mundos en los que recoge decenas de historias y personajes y los condensa en un universo que es el de todos los Batmans de todas las épocas y le da un final que es, al mismo tiempo, un nuevo comienzo. Historia circular y contenida en su plasmación de los sentimientos de una Catwoman que llora por su amor frustrado, perdido antes siquiera de llegar a materializarse, o de un Alfred capaz de la más sutil y artera de las manipulaciones con tal de mantener la cordura -o alimentar la locura, en una peculiar doble lectura del mismo relato- de su señor y amigo, ¿Qué le sucedio al Cruzado Enmascarado? es en grado último la plasmación escrita del amor y la devoción de un escritor hacia uno de los mitos más poderosos y persistentes del comic a lo largo de los últimos 70 años.


Acompañando a Gaiman en tan meritoria empresa nos encontramos al menor de la saga de los Kubert, Andy, que ya había dado muestras de su buen hacer con el personaje en los primeros compases de la etapa de Grant Morrison y que aquí deja de lado sus problemas con el calendario de entregas -al tratarse de un proyecto de dos números- y ofrece un trabajo antológico, una maravilla de dibujo y composición en la que el estilo puede sufrir leves alteraciones de viñeta en viñeta y en función de las necesidades de la historia, asumiendo una labor similar a la de Gaiman en el guión homenajeando a los dibujantes y diseños de Batman a lo largo de las décadas anteriores. Hay momentos en que Kubert remite a Brian Bolland, a Dick Sprang, a Jim Aparo, a Neal Adams, y a sus respectivas misiones de un mismo arquetipo que, pese a las diferencias siempre mantenía una esencial y poderosa iconografía.


La edición española, en tapa dura, hace honor a la calidad y merecimientos del comic, incluyendo un prólogo del autor sobre la génesis y las intenciones de la obra y un repaso final a los bocetos conceptuales y a la labor de confección del arte de cada página, complementos de lujo que permiten echar un vistazo a los entresijos artísticos de un tebeo que, si bien creo que no es una obra maestra, sí se constituye en una historia imprescindible para todos aquellos que amamos a Batman como personaje y que lo hemos acompañado a través de unas cuantas décadas en sus alegrías y tragedias, en sus avatares editoriales y en sus momentos de crisis. Hasta la vista, Caballero Oscuro, seguro que nos veremos pronto.

viernes, abril 23, 2010

Subasta benéfica Bridgewater PBA

Hacía tiempo que no me daba un paseo por esos campos virtuales de allende los mares en busca de subastas temáticas o benéficas, y hete aquí que me he encontrado con una más que interesante iniciativa promovida por el Fondo Benéfico de la Policía de Bridgewater. Esta asociación, que reúne fondos para las paraolimpiadas o para becas escolares para familias necesitadas ha logrado la colaboración de casi doscientos dibujantes, que han donado trabajos de diversa calidad (desde dibujos de convención hasta ilustraciones pasando por páginas originales) con el fin de ayudarles a recaudar fondos para proseguir con su labor benéfica. Siempre que me hago eco de una de estas iniciativas comento lo mismo, pero me sigue asombrando esa mentalidad de buen vecino y colaborador cívico con la que palían muchas de las carencias de su sistema, tanto educativo como médico. E igualmente me llama la atención la generosidad con la que dibujantes consagrados, independientes, novatos con ganas de comerse el mundo o ilustres desconocidos donan su esfuerzo y los beneficios de su trabajo para ayudar a gente a la que seguramente jamás llegarán a conocer. Han sido varias las subastas ya realizadas, y aún quedan piezas más que interesantes por subastar -como podéis comprobar en la galería de CAF que reúne los 182 donativos-. Me encanta perder el tiempo echando un ojo y disfrutando de estos dibujos, que como digo varían en calidad desde dibujos que se podrían conseguir en la cola de un salón cualquiera de nuestro país (como sería el caso de Peterson, Dodson, Sienkiewicz) hasta ilustraciones con un nivel de acabado y detalle mucho mayor que las aproximan hasta lo que podríamos considerar casi una commission (Raney, Sprouse, Ramos, Cheung). Os dejo con una selección de los dibujos subidos a subasta en esta tanda, pero podéis echar un vistazo a todos ellos en este enlace. Otra cosa no, pero por el momento, mirar y disfrutarlos es gratis, y pujar por ellos es contribuir a una buena causa.















miércoles, abril 21, 2010

Sketch-busters CXLIV: Scott Hampton (I)

Uno de los artistas más esperados y buscados el pasado año en Avilés fue sin duda alguna Scott Hampton. La altísima calidad de su trabajo -más relacionado con la ilustración y la pintura que con el dibujo- y su cercanía como persona -algo a lo que contribuían su simpatiquísima esposa y sus educadas maneras de caballero del sur- hacían que a su alrededor siempre hubiese una decena larga de pacientes aficionados esperando su turno para conseguir una dedicatoria del ilustrador. Y menudas dedicatorias. Todo el talento que el caballero podía poner en ilustrar cualquiera de sus obras lo desplegaba de forma generosa y magistral en cualquiera de las mesas de las terrazas avilesinas, con un arsenal de pinceles, colores y materia prima con la que trabajar -agua, cafe con leche y un par de pinchitos para mantener la máquina en marcha-, ante los ojos del espectador aparecían una tras otra verdaderas obras de arte, independientemente del sujeto plasmado o de la forma elegida para hacerlo. Fue todo un placer verle a lo largo de las más de ocho horas que estuvimos disfrutando de su trabajo y esperando nuestro turno, en una sensación muy parecida a la que tuvimos en Madrid con Barry Kitson, la de ver a un artista que disfruta con su trabajo, que se entrega a fondo con su público y que da lo mejor de sí de forma totalmente desinteresada para dejar un grato recuerdo en prácticamente todos los que pudimos cruzar unas palabras con él. Cuando llegó el turno de miss Sparks -tras seis buenas horas de espera-, esta eligió un personaje con el que el ilustrador de Carolina del Norte ya había trabajado previamente, y es que él fue el encargado de ilustrar las primeras aventuras de Lucifer en solitario ilustrando los guiones de Mike Carey. Y el espectacular resultado es el que podéis ver acompañando estas líneas. Qué digo acompañando. Dignificando, más bien.



Eso sí, el año que viene ya llevaremos específicamente hojas de alto gramaje para acuarelas -por si las moscas-, porque las nuestras resisten el agua de forma regulera, y maravillas como estas es preferible conservarlas de la mejor manera posible.

lunes, abril 19, 2010

Lunes reactivo y reactivado

A estas horas, previo pase por boxes (léase cama y siesta reparadora) puedo decir que he superado aceptablemente la vuelta al curro después de diez días de abstinencia de esa droga institucionalizada que llamamos trabajo remunerado. Las vacaciones se han pasado en un suspiro pero la mañanita ha durado una eternidad que ríase usted de una película de Manuel de Oliveira sin subtítulos y con la imagen desenfocada. El reencuentro con los compañeros y con la sección minina de cadetes jedis de la universidad es lo único que alegra la tesitura de la vuelta al curro y lo hace más llevadero. Por lo demás, ya les digo que el tiempo se ha pasado volando demasiado rápido y como es habitual en mí, he sido incapaz de cumplir con los objetivos que me había marcado para las mismas. Ni he visto la trilogía del Anillo en su versión extendida, ni he terminado el Doctor Who (tres especiales me quedan, y en cuanto estas líneas estén colgadas a su disposición servidor estará disfrutando/sufriendo con Las aguas de Marte) ni he alcanzado el nivel 30 en el Bioshock. Vida dura la mía, como comprobarán. Para lo que sí dio la semana pasada fue para cumplir casi en su totalidad con el plan semanal de publicación y dejar la agenda relativamente limpia para ofrecerles esta semana una nueva tanda de contenidos que espero les amenicen el rato que empleen en leer la reseña de la última barbaridad literaria de Palahniuck y la última incursión comiquera de Gaiman, ver un sketch infernal y repasar una galería de commissions. Plissken propone y el cansancio dispone.

La única desilusión real de los últimos días ha sido comprobar que el estreno de Kick Ass se había aplazado en España hasta junio para dejar vía libre a Burton y a Fabreau y no dar opción a que el público elija, sino dosificar los estrenos presuntamente molones y concentrar la audiencia. Así que servidor, que tenía ganas locas de patear traseros cinematográficamente hablando el pasado viernes se comió con patatas las ganas de ver la última película de Matthew Vaughn. Para compensar y aguantar la espera, un clásico roquero de Joan Jett, que ameniza uno de los trailers y levanta el ánimo a cualquiera por la energía y la actitud que destila.


Bad Reputation
Joan Jett and the Blackhearts

I don't give a damn 'bout my reputation
You're living in the past it's a new generation
A girl can do what she wants to do and that's
What I'm gonna do
An' I don't give a damn ' bout my bad reputation

Oh no not me

An' I don't give a damn 'bout my reputation
Never said I wanted to improve my station
An' I'm only doin' good
When I'm havin' fun
An' I don't have to please no one
An' I don't give a damn
'Bout my bad reputation

Oh no, not me
Oh no, not me

I don't give a damn
'Bout my reputation
I've never been afraid of any deviation
An' I don't really care
If ya think I'm strange
I ain't gonna change
An' I'm never gonna care
'Bout my bad reputation

Oh no, not me
Oh no, not me

Pedal boys!

An' I don't give a damn
'Bout my reputation
The world's in trouble
There's no communication
An' everyone can say
What they want to say
It never gets better anyway
So why should I care
'Bout a bad reputation anyway
Oh no, not me
Oh no, not me

I don't give a damn 'bout my bad reputation
You're living in the past
It's a new generation
An' I only feel good
When I got no pain
An' that's how I'm gonna stay
An' I don't give a damn
'Bout my bad reputation

Oh no, not me
Oh no, not
Not me, not me

domingo, abril 18, 2010

Mis 15 guionistas predilectos

Hace unos días, el amigo Jaime Sirvent propuso en su blog continuar con la inciativa lanzada por Mo Sweat hace poco de seleccionar a los quince artistas de comic predilectos de cada cual, y elegir en este caso a los quince guionistas preferidos. Dado que la pereza me impidió participar en la primera parte de este crossover bloguero, me pongo las pilas en esta tarde de domingo y comparto con vosotros mi lista de guionistas preferidos, entendiendo que no serán los mejores para todos pero sí son aquellos que más horas de placer y entretenimiento me han proporcionado y los que con más interés he leído y releído con el paso de los años. Son muchos más los que quedan fuera de la lista. Vamos con ellos, en estricto orden alfabético y señalando las obras de cada uno de ellos que les han llevado a ocupar el lugar señalado en mi tebeoteca, en mi formación cultural y en mi vida.

Busiek, Kurt
(Marvels, Astro City, Thunderbolts, Vengadores, Vengadores/JLA, Superman: Identidad Secreta)

Byrne, John
(Cuatro Fantásticos, Hulka, Superman: Man of Steel, OMAC, Superman/Batman: Generaciones, Hellboy, Next Men)

Claremont, Chris
(Patrulla X, Nuevos Mutantes, Excalibur, Puño de hierro, Marvel Team-Up, Star Trek: Deuda de honor)

Ellis, Warren
(Transmetropolitan, Authority, Planetary, Global Frequency)

Franquin, André
(Spirou y Fantasio, Tomás el Gafe)

Gaiman, Neil
(Sandman, Los libros de la magia, Muerte, Stardust, Batman: ¿Qué le sucedió al cruzado enmascarado?)

Goscinny, René
(Lucky Luke, Asterix el galo, El pequeño Nicolás, Iznogoud)

Hergé (Georges Remi)
(¿Hace falta decirlo?)

Johns, Geoff
(Superman, Flash, JSA, Linterna Verde, Crisis Infinita, 52, Nuevos Titanes, Hawkman, La venganza de los Rogues, Legión de Tres Mundos)

Lee, Stan
(El demiurgo definitivo, el reinventor de la rueda, el mejor vendedor de tebeos de la historia y papá de cientos de personajes que nos han acompañado a lo largo de toda nuestra vida)

Miller, Frank
(Daredevil, Batman -Año Uno, Dark Knight y DK2-, Elektra lives again, Ronin, Sin City, 300, Martha Washington)

Moore, Alan
(Bufff, TODO. Cualquier cosa que lleve su firma, hasta el resguardo de la compra)

Morrison, Grant
(Again, otro que tiene bula para un servidor. Cualquier tebeo escrito por él tiene todas las papeletas para elevarme a un nirvana particular como lector)

Robinson, James
(La edad de oro, Starman, Batman/Hellboy/Starman, Leave it to Chance, Superman, Grendel: Cuatro diablos, un infierno, Terminator)


Waid, Mark
(Flash, Kingdom Come, The Kingdom, JLA Año Uno, Empire, Flash/Green Lantern, 52, Impulso, Legión de Super-Héroes, Capitán América, Cuatro Fantásticos, Onslaught: X-Men, Kazar)

viernes, abril 16, 2010

Él dijo, ella dijo...: Doctor Who


Doctor: ¿Quieres venir conmigo? Porque si lo haces, entonces debo advertirte, vas a ver toda clase de cosas. Fantasmas del pasado, alienígenas del futuro, el día que la Tierra pereció en una bola de fuego. No será tranquilo, no será seguro y no será fácil. Pero te diré lo que será: el viaje de tu vida.


Rose Tyler: Yo, eh, me dirijo a los Sycorax, um, de acuerdoa al... artículo 15 de la Proclamación de las Sombras. Os ordeno que ABANDONÉIS este mundo con toda la autoridad de... el Parlamento Slitherin de Raxacoricofallapatorious, y, um, de la Confederación Gelth y también, uh, sancionado por el poderoso Jagrafess y, ooh, ¡los Daleks! Ahora, ¡DEJAD este planeta en PAZ!. En paz.


Martha Jones: Viajé a través del mundo. Desde las ruinas de Nueva York hasta los molinos de fusión de china, pasando a través de los pozos radioactivos de Europa. Y dondequiera que fui vi a gente como vosotros, viviendo como esclavos. Pero que Martha Jones se convirtiera en una leyenda fue un error, porque mi nombre no es importante. Hay alguien más. El hombre que me envió ahí fuera, el hombre que me pidió que caminara por el planeta. Y su nombre es el Doctor. Él ha salvado vuestras vidas más veces de las que nunca sabréis que estuvo allí. Él nunca se detiene. Él nunca se queda. Nunca pide que le den las gracias. Pero le he visto, le conozco... Le quiero... Y sé lo que él puede hacer.


Donna Noble: ¡Igual que en los viejos tiempos! Yo tenía razón. Siempre es así contigo, ¿verdad?


Doctor: Soy el Doctor. Soy un Señor del Tiempo. Soy del planeta Galifrey en la constelación de Casterbus. Tengo 903 años y soy el hombre que va a salvarles la vida a ustedes y a los 6000 millones de personas del planeta Tierra. ¿Algún problema con eso?


Doctor: ¡¡Quédate conmigo, puedes hacerlo, quédate conmigo!! ¡Vamos! ¡¡Tú y yo!! ¡Una última carrera!


River Song: Cuando vas con el Doctor, sientes como si nunca fuera a acabar, pero por mucho que lo intentes no puedes correr eternamente. Todos sabemos que todos morimos, y nadie lo sabe mejor que el Doctor. Pero pienso que todos los cielos, de todos los mundos, podrían oscurecerse, si él alguna vez, por un momento, lo aceptase. Todos sabemos que todos morimos, pero no cada día. No hoy.


Daleks: ¡¡¡¡Exterminar!!!!! ¡¡¡EX-TER-MI-NAR!!!

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