lunes, enero 30, 2012

Los lunes, como el relámpago...

Son fugaces, golpean con una descarga eléctrica y generalmente vienen precedidos por el atronador fin de semana. Lo mejor que se puede esperar de ellos es que desaparezcan rápidamente, aunque uno siempre sabe que "caerá" otro nuevamente al cabo de los siete días. Eléctrico comienzo de semana tras unos apretados días en que la sombra de Flash me ha perseguido e inspirado a la hora de correr como alma que lleva el diablo por las calles de mi ciudad. También es verdad que ya creo que va siendo hora de hincar por un momento la rodilla en el suelo, parar por un momento la carrera, dejar que los pies se recuperen, disfrutar del momento y del paisaje y tomar aliento para lo que sin duda está por venir. Ah, Wally, juntos podemos correr hasta donde queramos, amigo...


Tanta prisa y tanto apretar el paso me hizo perder el ritmo en algunos aspectos, como en este blog, y se quedó en la cuneta el post dedicado a la commission de Greg LaRocque, que aparecerá sin falta esta semana, al igual que una nueva entrega de la sección de dibujos de colección, en la que, estoy caprichoso, recuperaré alguna dedicatoria hecha en album. Por lo demás, tranquilidad y expectación a partes iguales, a ver qué es lo que nos depara la semana. Les dejo con una canción que me ha puesto las pilas a lo largo del día, a la espera de que la disfruten por lo menos tanto como un servidor, y les emplazo a que regresen por esta su casa virtual cuando quieran o puedan. Yo por mi parte, les deseo lo mismo que deseó Superman para acabar con la Crisis Final: lo mejor para todos y cada uno de ustedes.

Dog days are over
Florence & The Machine

Happiness, hit her like a train on a track
Coming towards her, stuck still no turning back
She hid around corners and she hid under beds
She killed it with kisses and from it she fled
With every bubble she sank with a drink
And washed it away down the kitchen sink

The dog days are over
The dog days are done
The horses are coming
So you better run

Run fast for your mother run fast for your father
Run for your children for your sisters and brothers
Leave all your love and your longing behind you
Can't carry it with you if you want to survive

The dog days are over
The dog days are done
Can you hear the horses
'Cause here they come
And I never wanted anything from you
Except everything you had
And what was left after that too. oh.

Happiness hit her like a bullet in the back
Struck from a great height
By someone who should know better than that

The dog days are over
The dog days are gone
Can you hear the horses
'Cause here they come

Run fast for your mother and fast for your father
Run for your children for your sisters and brothers
Leave all your love and your longing behind you
Can't carry it with you if you want to survive

The dog days are over
The dog days are gone
Can you hear the horses
Because here they come

The dog days are over
The dog days are gone
Can you hear the horses
Because here they come


sábado, enero 28, 2012

Flashpoint: Punto de impacto alternativo

Estamos en un mundo muy diferente de cómo lo conocemos. No hay héroes encapuchados, ni supervillanos. Los Estados Unidos ganaron la Guerra Fría gracias a la intervención de un único hombre extraordinario con poderes de velocidad concedidos por un rayo y un baño de productos químicos electrificados. Gracias a Flash se evitó el desastre de la Bahía de Cochinos y la intervención en Vietnam. Pero más todavía. En una mañana soleada, en Dallas, Flash se interpuso entre una bala y el presidente Kennedy, que escapó con vida. El sacrificio de Flash fue enorme, pues la bala le destrozó la espina dorsal y dejo al hombre vivo más rápido postrado en una silla de ruedas, aun cuando se mente conservara la habilidad de procesar y analizar información a una velocidad diez veces superior a la de cualquier computadora. Lo que para cualquier hombre habría supuesto un drama insuperable, para Barry Allen no fue más que un escollo temporal. Apoyado incondicionalmente por su esposa Iris, y con la inestimable ayuda de Vandal Savage, un brillante científico, Allen creó Flash Enterprises, una empresa dedicada al estudio de la ciencia y al progreso de la humanidad.


En el año 99 los avances de Savage y Allen han permitido a los EEUU, gobernados aún por un John Fitgerald Kennedy, afrontar uno de sus más ambiciosos retos: la exploración de Marte, el planeta rojo, mediante una expedición formada por Wally West y James Jesse. El descubrimiento de un extraño artefacto marciano provocará un accidente que dejará a West convertido en poco menos que un relámpago humano, para desconcierto de sus superiores. La atención provocada por esos extraños acontecimientos hará que Ralph Dibny, un investigador privado, realice pesquisas para su cliente, un hombre misterioso con pánico al fuego y facilidad para desaparecer muy interesado en saber qué se ha descubierto en Marte. Todas las piezas se disponen sobre el tablero antes de que las traiciones, los sacrificios heróicos y la fuerza de la velocidad pongan patas arriba el mundo de Barry Allen una vez más y se vea forzado, a pesar de todo, a convertirse en el hombre que salve al mundo de su punto más crítico.


Flashpoint (1999-2000) fue una serie limitada de tres números ambientada en el universo Elseword que exploraba versiones alternativas de los héroes DC de toda la vida jugando con los conceptos conocidos y buscando sorprender al lector con nuevos enfoques o situaciones. Los guiones corrieron a cargo de Pat McGreal, un cómico con créditos en comics Disney, aquí elabora un trabajo bastante serio en el que apenas hay alivio cómico y en el que aparecen bastantes personajes de la mitología de Flash en roles completamente diferentes (el Capitán Frío es científico, el Bromista es astronauta, Savage es el socio de un Barry Allen paralítico...), aunque manteniendo en todo momento la fidelidad a la esencia de los mismos. La historia, que no excede en extensión a tres comic-books, se toma su tiempo para plantear la situación, ofrece una parte central de sorpresas y revelaciones y culmina en un espectacular clímax que llevará a Flash a otros mundos y realidades para salvar la suya propia. A cargo del dibujo nos encontramos al gran, y nunca suficientemente bien valorado, Norm Breyfogle, un dibujante todoterreno que flaquea en la parte central de la historia para dar el do de pecho en el espectacular clímax de la historia.


Me ha apetecido recuperar este tebeo, editado ahora hace doce añitos de nada, y creo que hasta el momento inédito en nuestro país, por motivos más que obvios. Dejando de lado que Flash es uno de mis personajes preferidos, este mes comienza la edición en España de Flashpoint, el gran megaevento de DC que se ha cargado el universo de personajes y de historias que tanto he amado a lo largo de los años y lo ha renovado por completo. A falta de leer la serie, que comentaré oportunamente cuando termine su publicación, ya avanzo que esta ha sido la más demoledora señal de que los pijamas han cumplido ya su ciclo vital en mi interés cultural por los mismos, y más cuando constato que lo que más me apetece leer, revisar o recuperar son tebeos publicados cuando menos hace tres lustros o realizados autores, desgraciadamente cada vez menos. Esperemos que mis Hombres G (Grant y Geoff) mantengan el tipo, porque si no...

miércoles, enero 25, 2012

Sketch-busters CXCVII: Mézières

Aún a falta de poder escanear todos los dibujos y ordenarlos apropiadamente -encontrar hueco para hacer 300 pasadas de escáner en mi tiempo libre después de pasarme la mañana haciendo lo mismo por amor al trabajo no me motiva en exceso, ya me entienden- rebuscando rebuscando entre las carpetas me ha saltado a la vista inmediatamente este autor francés y este personaje, de los que creo haberles hablado ya con anterioridad en aquella entrada sobre los tebeos de mi infancia. Dado que esta será la única entrada dedicada a Mézières en el blog, muy a mi pesar, pues les dejo primero su reseña biobibliográfica cortesía de la Wikipedia y luego les hablo algo de Valérian y Laureline.

Jean-Claude Mézières (23 de septiembre de 1938) es un historietista e ilustrador francés. Nació y creció en París, fue introducido en el dibujo por su hermano mayor e influido por dibujantes como Hergé, Franquin y Morris, y más tarde por Jijé y Jack Davis. Se educó en el Institut des Arts Appliqués, trabajando hasta su graduación como ilustrador de libros, revistas y publicidad. Su gran interés por el mundo del Oeste americano, le llevó a viajar a los Estados Unidos en 1965, en busca de aventuras como vaquero, una experiencia que sería de gran influencia en todo su trabajo posterior.
A su vuelta a Francia, Mézières se unió a su amigo de la infancia Pierre Christin para crear Valérian: Agente Espacio-Temporal, su más célebre serie de historietas de ciencia ficción y que ha sido de notable influencia para multitud de películas de ciencia ficción y fantasía como Star Wars. Mézières también ha trabajado como diseñador en diversos proyectos cinematográficos, destacando El quinto elemento de Luc Besson. Por otra parte, ha continuado su trabajo como ilustrador en otros medios. Además, ha impartido cursos sobre producción de cómics en la Universidad de París VIII, Vincennes.
Mézières ha sido reconocido internacionalmente con numerosos premios prestigiosos, entre los que destaca el Grand Prix de la ville d'Angoulême.

Como con otros tantos tebeos, mi primer contacto con Valérian, agente espaciotemporal se produjo en una biblioteca municipal, leyendo y releyendo los mismos tomos remendados con celo y amarillos por el tiempo y el uso, y con aquellas graciosas fundas para la ficha bibliotecaria pegadas en la contracubierta y con las fechas de devolución estampadas a lo bruto sobre la misma. A Valerian me lo encontraba verano tras verano, pues sólo estaba su colección en la biblioteca de Santa Pola, y además mermando año tras año hasta el punto que sólo estaba disponible para préstamo el álbum Los héroes del equinoccio, uno de los tebeos que más veces habré leído en mi vida. Mucho había en aquellas páginas que me cautivaba: un dibujo colorido y repleto de seres fantásticos, una ambientación de fantasía desbordante y mundos imposibles, una protagonista sensual y de armas tomar que salvaba el día en más ocasiones de las que a su compañero le gustaría reconocer, y un protagonista de aquellos con los que me resultaba fácil identificarme, un tipo honesto y decente al que la etiqueta héroe a su pesar le venía como anillo al dedo. La presencia de Jean-Claude Mézières en el Salón del Comic de Barcelona del año 2006 fue para mí un acontecimiento y una cita obligada a la que hice lo posible por no faltar, y aquí tienen el resultado. En este caso me debatí hasta el mismo instante final en ceder a mi amor platónico por Laureline, pero finalmente me decanté por Valérian, antihéroe de mi infancia hasta los restos. Les dejo de propina la simpática dedicatoria que realizó en el tomo, que por cierto tras un par de lecturas y poco uso ya presenta alarmantes señales de desmonte. Este tebeo en una biblioteca de las de mi época no habría aguantado ni un mes...



lunes, enero 23, 2012

El lunes del Dragón

Comienza hoy para la cultura china un gran año, el año del Dragón, augurio de buena suerte que ya me gustaría poder hacer mío y convertirlo en una señal de buenas cosas por venir. Quizá para favorecer ese deseo hasta le dedicamos la cena del domingo, a base de comida china de la de aquí para dar la bienvenida en nuestra casa al bichillo de la buena suerte. Y desde luego, aunque no fuera por el influjo de la mitológica criatura, la semana pasada vio por primera vez en mucho tiempo en este su espacio virtual de entretenimiento freak no solo cumplido el programa semanal al pie de la letra sino que superé la maldición de las tres entradas semanales, ritmo al que me había acomodado durante bastante tiempo. No les engaño, ese será más o menos el ritmo habitual de muchas semanas, pero también es cierto que he empezado con ganas el año y con el ánimo de reverdecer viejos laureles blogueros, por lo menos en cuanto a producción escrita se refiere. Para los próximos días, verán por aquí una critiquilla comiquera de un tebeo que cuenta con unos añitos a sus espaldas pero que comparte título con otro de candente actualidad -y que me servirá de paso para hacer público el motivo de la apatía lectora que me ha invadido los últimos meses-, compartiré con ustedes la commission de Greg LaRoque para finalizar el repaso al trabajo de dicho autor en cuanto a mí se refiere y estoy pensando en dedicar una entrada de Aquellos maravillosos años a una película ochentera y dragonesca que pude ver decenas de veces de chaval y que en aquella época fue lo más para mí y mis hermanos. Pero el tiempo, y el Dragón, dirán si el aliento de la creatividad ha quemado las telarañas de mi pereza invernal lo suficiente como para cumplir con todo ello.

No les doy más la chapa y les dejo con una canción que no puede más que continuar con el homenaje rendido a John Belushi que ayer, con una sentida y cumplida reseña de la biografía no precisamente elogiosa de Bob Woodward, realizaba al que será hasta el fin de los tiempos uno de mis referentes iconográficos y culturales más personales. La canción elegida no es precisamente de mis preferidas, pero lo cierto es que la identificación personal de John con la letra provocó interpretaciones verdaderamente desgarradoras de la misma, con una intensidad tal que llegó a estremecer a sus propios compañeros de la Blues Brothers Band, que sabían que Jake Blues estaba cantando sobre los problemas que atormentaban a la vida de John Belushi. Esa intensidad y ese desgarro se ha trasladado a prácticamente todos los conciertos de la BBB que hemos visto en directo, y el momento de interpretar Guilty es uno de los más emotivos... Ahí les dejo con el temazo, señores. Sean ustedes buenos, disfruten de la semana y vuelvan cuando gusten. Y recuerden, amigos, tener mucho cuidado ahí fuera.

Guilty
Blues Brothers

Yeah baby, yeah I've been drinkin'
And I, I shouldn't come by, no
But I found myself in trouble
And I had nowhere else to go

Got some whiskey from the barman
I got some cocaine from my friends
I gotta keep on movin'
Til I'm back in your arms again

Guilty, yes I'm guilty
And I'll be guilty for the rest of my life
How come baby, how come I never do what I'm supposed to do
How come everything I try never turns out right?

You know how it is with me baby
You know I just can't stand myself
And it takes a whole lot of medicine darling
for me to pretend that I'm somebody else


The Blues Brothers - Guilty por presidentcletus

domingo, enero 22, 2012

Como una moto: La corta pero intensa vida de John Belushi

El cinco de marzo de 1982 el cuerpo sin vida de John Belushi fue hallado en su apartamento del Chateau Marmont, un complejo residencial situado en Sunset Boulevard. El cuerpo mostraba señales evidentes de consumo de drogas y la autopsia confirmaría las elevadas dosis de cocaína y en menor grado heroína que la sangre y la orina del actor contenían. A sus 33 años, con 140 kilos de peso, solo, y tras un largo período en el dique seco a nivel artístico y profesional, dejaba este mundo uno de los actores cómicos más intensos y sólidos de cuantos nos han hecho reír a lo largo de las últimas décadas. El periodista y escritor Bob Woodward, conocido mundialmente por haber coescrito el libro Todos los hombres del presidente junto a Carl Bernstein en el que destapaban el escándalo del Watergate que inició la caída de la administración Nixon, recibió el encargo de hacer una serie de artículos para el Washington Post sobre la muerte en extrañas circunstancias de Belushi.


Los pasos preliminares fueron visitar a la viuda de John, Judy, en su casa de Martha's Vineyard, y en una investigación previa con los más allegados al actor, su mánager Bernie Brillstein o su compañero y amigo Dan Aykroid. Pronto se hizo evidente para Woodward que John Belushi era un sujeto demasiado grande para una mera serie de artículos. En palabras de Brillstein, "John es un libro". Y así Bob Woodward, escritor de prestigio que ha sido un grano en el culo para prácticamente todas las administraciones que han gobernado EEUU desde los años 70, dedicó dos años de su vida en escribir un monumental retrato sobre un hombre que vivió como quiso y cuya intensidad dentro y fuera de la pantalla pequeña y grande le marcaron como artista y como ser humano. A través de cientos de entrevistas con 217 personas relacionadas con John y los testimonios de una cincuentena de testigos no acreditados que corroboraban total o parcialmente las historias de los primeros, y contando con el respaldo documental de un vasto corpus de agendas, diarios, extractos bancarios y de tarjetas de crédito, informes médicos y policiales, registros de hotel, facturas de taxi, restaurantes, limusinas, Woodward elabora un exhaustivo relato de la vida de John Belushi que se publicó en EEUU en 1984 con el título de Wired: The fast times and short live of John Belushi.



En España, tan adelantados en todo y atentos a todo aquello que pueda interesar al lector medio, tan solo hemos tardado 27 años en poder acceder a una traducción de ese libro, editado por Papel de Liar con el título de Como una moto: La vida galopante de John Belushi. Resultaría ridículo recordarles lo mucho que adoro a ese actor que, con tan sólo siete películas -únicamente decentes la mitad de las mismas-, tres discos y cuatro temporadas en el Saturday Night Live se convirtió en uno de los actores más queridos en su país merced a la interpretación de personajes tan icónicos como el Samurai Futaba, Bluto Blutarski, Joliet Jake Blues o Wild Bill Kelso. Leer las más de 500 páginas del libro de forma compulsiva, a veces con una sonrisa en los labios, a veces con una mueca de disgusto, ha sido una experiencia agridulce, repleta de luces y sombras, las mismas que Woodward nos retrata a lo largo de su intenso retrato del actor, un relato que pasa de lo general -sus inicios, su carrera en Hollywood, la relación con sus amigos- a lo particular, la pormenorizada reconstrucción de los últimos 18 días de vida de John Belushi.



El libro ofrece un exhaustivo repaso a los inicios de la carrera de Belushi, actor aficionado con dotes para la comedia, la improvisación y las imitaciones que huyó de la herencia familiar -restauración- para abrazar su sueño de actuar, primero en el circuito independiente de Chicago con sus amigos Insana y Beshekas y más tarde en el teatro Second City de Chicago, donde coincidió con Chevy Chase. Tras labrarse una prestigiosa reputación Belushi formó parte de un proyecto televisivo arriesgado e innovador en la época, sin saber ni soñar quizá que estaban iniciando una institución televisiva estadounidense aún hoy vigente y en forma y de la que acabaría siendo uno de sus pilares fundamentales y uno de sus más insignes representantes. Me refiero claro, al Saturday Night Live. Sus actuaciones eléctricas, intensas, con una presencia física arrolladora que se transmitía a sus sketchs o a sus célebres imitaciones -Marlon Brando, William Shatner o Joe Cocker parecía cobrar vida en él-. La rivalidad con sus compañeros de plató como Chevy Chase, las dudas sobre su talento o la voluntad de innovar desarrollando nuevos personajes junto a su colega y amigo Dan Aykroyd -los Blues Brothers- resultan familiares para el conocedor del actor pero se nos narran con agilidad, humor -se llegan a transcribir gags enteros- y una fría objetividad que aún así calan hondo en el lector.



Del SNL y la cada vez mayor popularidad del actor a Hollywood solo hay un paso, quizá el de actuar como secundario en la película Rumbo al sur (Jack Nicholson, 1978) junto a Jack Nicholson. Luego llegó Desmadre a la americana (John Landis, 1978) y la explosión de popularidad que supuso el papel de Bluto Blutarski, zafio, vago, borrachuzo, noblote... futuro senador de los Estados Unidos de América. El esperpento de las universidades americanas y sus hermandades tamizado por el humor del National Lampoon's fue un taquillazo y lanzó a John a la fama. Este fue el único éxito cinematográfico real de la carrera de Belushi. Indeciso sobre qué pasos seguir, aceptó un papel secundario en Viejos novios (Joan Tewkesbury, 1979) junto a Talia Shire, una muchacha que supera sus inseguridades del pasado enfrentándose a sus antiguas relaciones. Steven Spielberg, que había quedado impresionado por Bluto, casi le preparó un papel a medida para su farsa 1941 (Steven Spielberg, 1979), una película desaforada y mastodóntica sobre la histeria de masas que se vivió en Los Angeles tras el ataque a Pearl Harbour. El mayor fracaso de la carrera de Steven Spielberg ha acabado adquiriendo categoría de película de culto, pero en la época hizo mucho daño a su carrera y a la de Belushi, que parecía incapaz de repetir su primer gran éxito.



Su siguiente proyecto, el salto a pantalla grande de los Blues Brothers, un canto de amor al blues, el soul, la vida golfa y las relaciones fraternales que aquí conocimos como Granujas a todo ritmo (John Landis, 1980), se saldó con un relativo fracaso, y eso a pesar de que los discos de los Blues Brothers vendieron millones de copias. De nuevo el fracaso acabó convirtiéndose en clásico de culto con el paso de los años y hoy en día los Blues Brothers son una institución mundial con atracciones en parques temáticos, bandas tributo y continuos pases televisivos de la película. Sus dos siguientes proyectos se saldaron de nuevo con sendos fracasos de taquilla, paliados en parte por las estrategias de los ejecutivos. La comedia romántica Continental Divide (Michael Apted, 1981) y Neighbours (John G. Avildsen, 1981), una comedia negra sobre un gris habitante de suburbio que ve su vida puesta patas arriba por la llegada de unos estrambóticos vecinos, suponen un triste y decepcionante colofón para una carrera que ya jamás pudo llegar a remontar.



Si aquí están las luces y las mieles de John Belushi, Woodward nos ofrece la mirada al lado oscuro de la vida nocturna de Los Angeles, Nueva York o Chicago, las tres ciudades que marcaron la vida y el descenso a los infiernos del actor. Por las fiestas y farras de días, repletas de consumo de alcohol y toda clase de drogas circulan personalidades como Chevy Chase, Dan Aykroid, Carrie Fischer, James Taylor, Carly Simon, Candice Bergen, Robin Williams, Robert De Niro, Treat Williams, Ed Begley Jr., Jack Nicholson, Hugh Hefner, y toda una pléyade de acólitos, admiradores, amigos y compañeros que se veían completamente deslumbrados y absorbidos por la que describen como una de las presencias más arrolladores y fascinantes y al mismo tiempo patéticas y repulsivas de cuantas conocieran jamás. En concreto la tercera parte del libro, que reconstruye sus últimos días, nos presenta a un actor cada vez más al margen del sistema, incapaz de poner en marcha sus dos siguientes proyectos (una comedia junto a Ayckroyd que iba a ser dirigida por Louis Malle, Moon over Miami, y una farsa de enredo sobre un experto en vinos que se ve inmerso en una trama de tráfico de diamantes, Sweet deception, rebautizada como Noble rot), alejado de su mujer y rodeado de todas las tentaciones que la ciudad de los sueños rotos puede ofrecer. Playmates, amigas, suministradores, fiestas, colegas... Es una inmersión aterradora y fascinante, en la que muchos de sus conocidos refieren una especie de melancolía desesperada en un hombre que quería vivir a su manera. El crepúsculo del dios Belushi...



Para mí uno de los aspectos más emotivos del libro y que más me interesaba del mismo por motivos obvios es el retrato que se hace de la relación entre John y Dan, Belushi y Ayckroyd, los compañeros de programa con una relación simbiótica en la que el primero aportaba la energía electrizante y catalizadora y el talento bruto y el segundo la elaboración técnica de guiones y gags y la calma necesaria para garantizar la culminación de un proyecto. Inquietos, recorrieron el país juntos en coche, montaron bares de blues en Chicago y Nueva York para sí mismos y sus amigos, con el único objetivo de compartir su amor por esa clase de música y de disfrutarla siempre que quisieran. En el momento de la muerte de Belushi, Ayckroyd estaba trabajando en los guiones de dos películas que ambos habrían tenido que protagonizar: Cazafantasmas y Espías como nosotros, papeles que heredaron Bill Murray y Chevy Chase respectivamente. Se conocían tanto y tan bien, que John hizo prometer a Dan que en su funeral pondría una canción en concreto, 2.000 pound bee, de los Ventures, una broma privada sobre sus tiempos en el SNL. Y Dan lo hizo. Acabo esta pequeña reseña con las dos fotos que resumen a la perfección la alegría y la tristeza que me ha supuesto leer este libro, la amistad sincera de dos buenos colegas, la tristeza por el camarada caído...




sábado, enero 21, 2012

Galería de originales LXV: Greg LaRocque (I-IV)

Hoy toca disfrutar del trabajo de un viejo conocido de este blog, el dibujante Greg Larocque, uno de esos curiosos y lamentables casos en los que la industria parece obviar y desestimar por completo el talento de un artista cumplidor y cuya obra resulta atractiva para el gran público, pero no tanto como la de artistas más hot con más problemas de entrega y no necesariamente mejores. Comentamos en profundidad su trabajo para el Flash de Mark Waid en la incompleta serie de artículos -aún tengo pendientes los dos últimos- sobre la magna etapa del personaje, y le dedicamos un par de entradas de commissionando en las que repasábamos en profundidad el impacto que su obra había causado en los años 80 en unos cuantos cómics clave del momento y más concretamente la huella que sus tebeos de Spiderman o de la Legion de Super-Héroes habían causado en mí. Aunque trabajara para las dos mayors en alguna de sus colecciones más destacadas, y en la mayoría de casos con la confianza suficiente por parte de los editores como para cubrir largas etapas como dibujante titular de una colección, lo cierto es que su nombre fue desapareciendo progresivamente de los créditos comiqueros, hasta el punto de que en los últimos años sólo ha trabajado realizando commissions -para qué les voy a engañar, fue una de mis elecciones un tanto culpables con un dibujo que espero compartir en breve- y autoeditando algunos trabajos para la editorial Exile, creada por él mismo. Como ya les di la chapa en su momento, hoy les dejo con una breve reseña escrita por él mismo para su web y con el texto que le dedica Lambiek.

Gracias por visitar mi site. Soy Greg LaRocque, y he estado trabajando como artista desde que tenía 17 años. He ilustrado comics desde 1980. Mis créditos incluyen Web of Spiderman, Avengers, Legion de Super Héroes, Flash, Iron Man, CryBaby y más. Mi trabajo de commissions incluye fantasía, super héroes y retratos. Puedes ver ejemplos de mi trabajo en las carpetas. Creé Exiled Studio a mediados de los 90 para publicar mi propio trabajo. Exiled Studio ha publicado desde entonces 4 comics y 3 novelas gráficas. La editorial puede gestionar todas las necesidades creativas y editoriales. Contacta conmigo en greglarocque1@verizon.net para comentar cualquier proyecto que tengas en mente, ya sea una ilustración o ayuda en ver tu comic publicado.


El artista de comic americano Greg LaRocque comenzó como profesor asistente para el Instituto Profesional de Arte en Baltimore, Maryland, cuando sólo tenía 17 años. Trabajó entonces en publicidad por un tiempo, antes de comenzar su carrera en los comics en Nueva York en los primeros años 80. Desde entonces, ha trabajado tanto para Marvel como para DC al mismo tiempo. Ha dibujado para Marvel Web of Spider-Man, Thor, The Avengers y Power Man & Iron Fist.

Tuvo una larga etapa en la Legion de Super-Héroes de DC con Paul Levitz y Karen Berger [guionista y editora respectivamente]. Tuvo otra notable etapa en Flash en los 90 con Mark Waid, en la que rediseñó el uniforme del personaje. Formó Exiled Studios a mediados de los 90 y lanzó sus series de propia creación The Exiled y Cry Baby. LaRocque también ha trabajado como diseñador gráfico en productos licenciados de SpongeBob, Looney Tunes y Batman.

Aunque siempre he tenido pendiente conseguir una de sus páginas para las etapas de Flash o de la Legion, tiempo ha me surgió la posibilidad de conseguir un lote de cuatro páginas por un precio realmente asequible. Fue un trabajo de relleno para la serie Justice League Task Force, un invento que se sacó la editorial de la manga para explotar la popularidad de la JLE en aquella época y que contaba con equipos artísticos rotatorios. LaRoque realizó este fill in sobre guión de Jeph Loeb para una historia que enfrentaba a un equipo de nuevos héroes -surgidos durante uno de esos eventos anuales tan publicitados como olvidables y perdidos en la memoria, Bloodlines- dirigidos por el Detective Marciano contra Wildman. Aquí les dejo esa casi secuencia de cuatro páginas. Cómo ganaba el trabajo de este hombre en cuanto Mike DeCarlo no andaba por las inmediaciones...




miércoles, enero 18, 2012

Sketch-busters CXCVI: George Pratt (II)

Y ya que la semana pasada recuperaba el dibujo que George Prat realizó para Leti Sparks en el año 2004 y lo ubiqué en su correcta perspectiva espaciotemporal -resumida en Avilés 2.0, a la espera muy mucho me temo de un 3.0 que me devuelva a un ambientillo que amo con todo mi ser-, hoy toca el sketch que un servidor tuvo la suerte de conseguir ese mismo año, acompañado además de una cumplida reseña biográfica sobre el artista que aparece en su web. Y para aclarar, no me refiero a que se haga alabanzas innecesarias sobre la carrera o el talento de Prat, sino a que es un texto prolijo en detalles e información sobre un dibujante e ilustrador que merece la admiración y el reconocimiento de los aficionados.


Nacido el 13 de octubre de 1960 en Beumont, Texas, George Pratt se trasladó a Nueva York en 1980 para estudiar dibujo y pintura en el Pratt Institute, donde más tarde enseñaría a nivel medio y superior Metodología y materiales así como Narrativa secuencial a lo largo de siete años. También enseñó durante dos años en la Joe Kubert School en Dover, NJ; dio clases para el programa Máster de Ilustración en SVA para Marshal Arisman; fue profesor visitante durante diez semanas en el Savannah College of Art and Design; y enseñó a tiempo completo en la Virginia Commonwealth University durante tres años. Ahora enseña a tiempo completo en el Ringling College of Art and Design.

Pintor de éxito, su trabajo aparece en colecciones privadas a través del mundo, y ha sido exhibido en el Houston Museum of Fine Art.

La primera novela gráfica de George, El As Enemigo: Idilio de guerra, de DC Comics/Warner Books, ha visto cuatro ediciones americanas, ha sido traducida a nueve idiomas [entre ellos el español], y estuvo en la lista de lecturas requeridas de la Academia militar de West Point. El libro estuvo nominado a los premios Eisner y Harvey a la mejor novela gráfica, y también como mejor novela gráfica extranjera en Angouleme, donde ganó el prestigioso France Info Award for Best Foreign Graphic Novel. En Inglaterra también ganó el SpeakEasy Award for Best Foreign Graphic Novel.

Tierra de nadie, publicada por Tundra, reúne todos los dibujos preparatorios para El As Enemigo: Idilio de guerra en un libro, junto con monotipos inéditos y pinturas, acompañadas de citas sobre la Gran Guerra. El trabajo ha estado en muchas exhibiciones sobre la guerra a través de América, Canada y Europa.

Con Steven Budlong y James McGillion, creó Te veo en el infierno, niño ciego, una película sobre sus viajes a través del delta del Mississipi investigando para su novela del mismo título. El film ganó el premio al mejor documental en el New York International Independent Film Festival, y fue aceptado y proyectado en los festivales de Santa Bárbara, Nashville y Hot Springs. Posteriormente la película fue emitida durante un año por el canal de televisión Bravo.

Harvest Breed, una novela gráfica de Batman para DC Comics/Warner Brothers, fue escrita e íntegramente pintada por George. El libro fue nominado a dos premios Eisner: mejor novela gráfica y mejor pintor.

Wolverine: Netsuke, serie limitada de cuatro números, fue escrita y pintada por George para Marvel Comics. Esta se convirtió es una serie de éxito en ventas, ganó el premio Eisner al mejor pintor/artista multimedia y fue consiguientemente nominada para el premio a la mejor miniserie por la revista Wizard.

Sus proyectos actuales incluyen: See You In Hell, Blind Boy: A Tale of the Blues, una novela de texto escrita por George que incluye sus fotografías, ilustraciones, comics y grabaciones hechas en el delta del Mississippi. Las fotos de George sobre el blues fueron mostradas en el número de estreno del Argosy Magazine.

Find Me A Voice, que incluye pinturas e ilustraciones del Holocausto junto al poeta Gabor Barabas. Esto también ha sido adaptado como obra de teatro representada en Cincinnati, New York y New Jersey.

Artists at the Front, un film documental sobre los ocho artistas encargados por el Gobierno Americano para ir "hacia allá" y pintar la Primera Guerra Mundial desde las trincheras [entre los que se encontraban Harvey Dunn, Wallace Morgan, Harry Townsend, y George Harding, y esto se lo añado por puro completismo freak].

George fue honrado al ser incluído en el volumen definitivo de Walt Reed The Illustrator in America 1860-2000 [portada y texto alusivo a Pratt, aquí]. También fue premiado con la medalla de oro de los Spectrum Awards en el año 2002, y ha visto exhibido su trabajo en muchas ocasiones en la Sociedad de Ilustradores de New York, organización de la que es miembro.

Recientemente completo los dibujos y pinturas para un documental rumano en asociación con Kaigonan Films y National Geographic de Rumania. Titulada Hill 789, el film describe las luchas de Dimitri Dimancescu, un joven teniente del ejército rumano.

George continúa ilustrando y diseñando libros y cubiertas para varias editoriales, incluyendo: Random House, Henry Holt, Inc., Warner Books, Clarion Books, y Columbia Studios.

Actualmente reside en Sarasota, Florida.


Reconozco que en aquella época mi único contacto con Pratt a nivel artístico era la novela gráfica editada por Zinco, y protagonizada por un anciano As Enemigo que repasa alguna de sus "hazañas" de guerra junto a un desencantado periodista de guerra que había visto lo suyo en Vietnam. Fue esa estremecedora, terrible y hermosa reflexión sobre la guerra la que llevé a Avilés para que la firmara, aunque el sujeto de la dedicatoria fue otro, el Sargento Rock, un militar duro y decidido fiel a sus chicos de la Compañía Easy pero que lidiaba en su interior con una profunda repugnancia sobre la guerra y sobre lo que esta sacaba a la luz de los seres humanos. Aquí les dejo con el dibujo en cuestión así como el rapidísimo boceto en lápiz azul de Hans Von Hammer que constituye una de las dedicatorias a las que más cariño tengo de toda mi colección... Y qué ganas me están entrando de volver a leer Idilio de guerra...



lunes, enero 16, 2012

Un lunes cualquiera

Lo cierto y verdad es que este lunes es tan anodino, frío y gris como el día ha amanecido, y poco de nuevo tengo que contarles. La vida sigue, uno intenta mantenerse al pie del cañón en el par de fregados en los que se ha metido por voluntad propia -uno de ellos este; el otro, de momento, lo mantendremos bajo el radar, más que nada por si vuelve a quedarse en agua de borrajas-, busca aguantar el tipo a nivel laboral aunque la sensación de segundo flautista del Titanic sigue estando ahí y halla solaz ocasional en los ratos de esparcimiento con los amigotes o en la lectura compulsiva de alguna que otra joya. Precisamente esta semana, a libro pasado les comentaré la impresión causada por la biografía descarnada de uno de mis mitos personales y gurús espirituales, que no vitales, y cuando lo lean me entenderán perfectamente. Por lo demás, esta semanita podrán disfrutar de un nuevo lote de páginas en mi galería personal de originales y si la cosa se tercia de un nuevo dibujo de colección o galería de commissions, aún no me he decantado por ninguna opción. O las dos cosas, que estamos que lo tiramos, qué demonios.

Y para finiquitar por el momento esa fascinación casi obsesiva que dejó en mí el visionado de Drive, hace ya algunas semanas, les dejo con uno de los temas de su acertada banda sonora. Sean ustedes buenos, no se mezclen con mafiosos chungos, y como dirían en Astro City antes de abandonar su término municipal, Conduzcan con cuidado...



A real hero
College

Be a human being ( being bein being... )

And a real hero ( hero hero hero... )

Back against the wall and odds

With the strength of a will and a cause

Your pursuits are called outstanding

You're emotionally complex

Against the grain of dystopic claims

Not the thoughts your actions entertain

And you, have proved, to be

A real human being, and a real hero

Real human being, and a real hero

Real human being, and a real hero

Real a human being ( being being being... )


One hundred fifty-five people on board

All safe and all rescued

From the slowly sinking ship

Water warmer than

His head so cool

In that tight bind knew what to do

And you, have proved, to be

A real human being, and a real hero

Real a human being, and a real hero

Real a human being, and a real hero

Real a human being

Real a human being ( being being being... )

Real a human being.

viernes, enero 13, 2012

Drive: El samurai conductor

En la ciudad de Los Angeles viven más de cuatro millones de personas a lo largo de su extensa área metropolitana, y por las peculiares características de la industria local, quizá sea una de los lugares del planeta en que más sueños rotos y perdedores existan por cada persona que logre triunfar y alcanzar su objetivo. En ese ambiente solitario y duro vive el Conductor (Ryan Gosling), un especialista profesional que trabaja haciendo arriesgados trucajes de conducción, sin despeinarse cuando tiene que volcar un coche o estrellarlo contra un muro. Su mentor y compañero de trabajo, Shannon (Bryan Cranston) regenta un cochambroso taller de coches y lamenta cada día de su vida la mala suerte que le llevó a un callejón sin salida del que aspira a salir a cada minuto.



Además de su trabajo en la industria del cine, el Conductor hace otros trabajos extra. Cambiando continuamente de teléfono y dirección para que no se le pueda localizar después de cada uno de ellos, el Conductor alquila sus servicios a todo aquel que quiera hacer un trabajo ilegal y necesite una ruta de escape rápida y segura. A la hora convenida, y durante cinco minutos, el Conductor esperará en el sitio convenido. Si los clientes aparecen, el Conductor les llevará a un sitio seguro en el que podrán desaparecer con su botín. Si no lo hacen, quedarán a su suerte. El estricto código personal del Conductor resulta inquebrantable, como lo son sus nervios una vez que coge el volante y tira millas, independientemente de que tenga tras de sí varios coches de policia o helicópteros. Es su rutina y su modo de vida, y así Shannon y el Conductor van tirando en la ciudad de L.A.



Nadie es una isla, y el microcosmos de ambos va a ampliarse fatalmente para ellos. El Conductor conocerá a su vecina Irene (Carey Mulligan) y a su hijo Benicio (Kaden Laos), con los que irá forjando una serena y lenta relación de amistad casi a la desesperada, una suerte de última oportunidad de recordar lo que es sentirse vivo y de disfrutar de la vida, mientras Irene espera que su marido encarcelado, Standard (Óscar Isaac) salga de la cárcel. Por su parte, Shannon entra en tratos con Bernie Rose (Albert Brooks) para patrocinar un coche de carreras arreglado por el mecánico y manejado por el Conductor. Hay un futuro esperanzador y brillante que se abre ante ellos, una posibilidad de huir del pasado y del fracaso, pero la ciudad no perdona, y una serie de coincidencias fatales pondrán en peligro los sueños de todos ellos.



Drive ha sido la película revelación del pasado 2011 sin ningún género de dudas. Arropada por un buen puñado de premios (entre ellos la Palma de oro de Cannes a su director, Nicolas Winding Refn), por una casi unánimemente positiva recepción crítica, y sobretodo por un espectacular boca a boca, Drive ha ido ganando adeptos pese a su tardío estreno en pantallas comerciales y a su distribución limitada en muchos países. Más que sorpresa podíamos estar hablando de la confirmación cinematográfica de un director que en su Dinamarca natal ya había llamado la atención por su trilogía Pusher, un retrato duro, cínico y violento de los bajos fondos de Coppenhague, que emparentaría a Winding Refn con directores como Quentin Tarantino o Guy Ritchie. Posteriormente, sus trabajos en Bronson y Valhalla Rising le permitieron dar el salto a una producción americana, esta Drive que hoy nos ocupa.



Aunque se trate de una película rodada y estrenada este 2011, el espíritu del film hay que buscarlo dos décadas antes. Ya desde los títulos de crédito, un plano aéreo nocturno de L.A. seguido por varias secuencias en las que vemos al Conductor pasear de forma despreocupada por las calles de la ciudad, con su sempiterno palillo en la boca y su chupa de cuero con decoración de serpientes, camino de uno de sus trabajitos, y todo ello acompasado con la canción Night Call de Kavinsky, con unos resabios de tecno ochentero que ya dejan clara desde el inicio la intención del director: Estás viendo una película hecha hoy, pero podría haberla hecho hace veinte años y habría funcionado perfectamente. A través de ese submundo de perdedores, mafiosos de medio pelo con ínfulas de grandeza y soñadores perpetuos que se revuelcan en el fango día tras día a la espera de su gran oportunidad, nos llegan los ecos de las estilizadas fantasías criminales de Michael Mann (Corrupción en Miami, Thief), William Friedkin (Vivir y morir en Los Angeles) o Walter Hill (Límite: 48 horas, Driver). Es con la última de las películas citadas con la que Drive guarda más semejanzas, en tanto presenta una temática similar (el conductor profesional estoico y duro enfrentado a todos) y plantea a sus personajes como arquetipos sin nombre, tipos como el Conductor o el Policía. No se trata a pesar de todo de un remake encubierto o de un homenaje, ya que Drive es la adaptación de una novela de James Sallis, escrita por Hossein Amini (cuyo libreto también ha recibido varios premios y no pocas alabanzas).



Nos encontramos con una película estilizada y elegante en buena parte de su metraje, un retrato amable de unos tipos que pasean por el lado oscuro del sueño americano y a los que las circunstancias de su vida no les dejan demasiadas opciones para llevar una vida feliz. Poco a poco el relato va derivando hacia otra película, a una con un tono más violento y duro, más desencantado. Hay una serie de escenas que permanecen en mi retina con gran fuerza y que me voy a abstener muy mucho de revelar, pero en las que Winding Refn hace un retrato de la violencia de forma dura y visceral al tiempo que estilizada que no dejaron de recordarme el mejor Peckinpah, con ralentís y planos fijos de los que es difícil al mismo tiempo apartar la mirada y mantenerla en los mismos.



Y ya para ir terminando, dado que en lugar de estar leyendo estas líneas lo que deberían estar haciendo ustedes es estar viendo la película, no puedo dejar de glosar dos aspectos más de Drive. El reparto está soberbio, empezando por Gosling que da un recital en cualquiera de sus tres perfiles (el profesional estólido, el tipo que sólo quiere llevar una vida normal, y la máquina de matar), Cranston y su retrato del eterno fracasado que mantiene el optimismo mínimo que le permite seguir respirando un día más y Brooks y Perlman y su composición de mafiosos hijos de perra que hacen lo que deben hacer para sobrevivir aunque alguno de ellos lo pueda llegar a lamentar en el fondo. Solo chirría un poco en el reparto la angelical Carey Mulligan, que está muy bien en su papel de sufrida y sufriente mujer de presidiario, pero que no termina de dar credibilidad a un personaje que habría requerido quizá a una actriz un poco más dura y maltratada por las circunstancias de su vida. Y por supuesto, la banda sonora, la selección de canciones que acompañan al metraje empezando por la ya citada de Kavinsky o los temas Under your spell de Desire (que aparece en una de las mejores secuencias de Drive) o A real hero de College, canción que además nos despedirá de la inolvidable y apasionante experiencia de haber disfrutado de una gran película...

jueves, enero 12, 2012

Sketch-busters CXCV: George Pratt (I)

Estas semanas he estado metiendo mano a la carpeta virtual de originales, y organizándolos de forma más o menos definitiva, en tanto que al no ser tantos como los dibujos de convención, podré tenerlos todos controlados en un plazo menor de tiempo. Además de ubicarlos definitivamente como publicados aquí o en Comic Art Fans, he decidido subirlos todos allí, dándole visibilidad a la colección y compartiéndola definitivamente con la comunidad de coleccionistas de originales. La labor será mucho más ardua en el caso de los sketchs, que por volumen suponen cuatro veces más material que los originales a la hora de clasificarlos, además de que hay mayor cantidad de los mismos que requiere ser escaneada de nuevo. A falta de encontrar el tiempo necesario para liarme el escáner a la cabeza, voy repasando las carpetas hasta encontrar algún dibujillo que todavía no haya compartido aquí con ustedes, y de vez en cuando servidor se lleva alguna sorpresa mayúscula al darse cuenta de que tenía en el limbo alguna joyita como la que hoy pueden ver bajo estas líneas. Se da la curiosa coincidencia de que este dibujo fue conseguido, además, durante las Jornadas del Comic de Avilés del año 2004, o nuestro Avilés 2.0, en tanto que asistimos a él tras un parón y tras una especie de reboot personal a la hora de plantearnos las mismas. Aquel fue un grandísimo año, que contó no sólo con la presencia de autores del nivel de Rick Leonardi, Darko Macan, Marcos Martín, Corominas, Mark Buckingham o George Pratt -que es el artista que hoy nos ocupa-, sino que tuvo dos sonadisimas ausencias -nada menos que Bill Sienkievicz y Darwin Cooke- y fue el año en que conocimos a un grupo estupendo de aficionados a los que desde entonces llamamos amigos y con los que hemos compartido tantos buenos momentos que me resultaría imposible destacar ninguno. Fue un año muy especial y quizá por ello había ido dejando en el tintero los dibujos conseguidos entonces, una forma de burbuja temporal para no desgastar un recuerdo imborrable. El caso es que hoy les dejo aquí -y tras un par de experiencias oníricas desconcertantes soñadas en el transcurso de los últimos días- el retrato aterrador e improsionante que el ilustrador George Pratt realizó de Sandman para miss Sparks. Morfeo fue un personaje al que Pratt llegó a entintar en algún número y del que realizó alguna que otra ilustración verdaderamente impresionante, y fue la elección perfecta para una Leti Sparks devota del personaje y que en Avilés lo ha convertido en uno de sus temas favoritos. Será por aquello de que Asturias es una de nuestras tierras soñadas... Les dejo con Sueño de los eternos. Les mostraré el terror en un puñado de sketchs...

lunes, enero 09, 2012

Lunes de "vuelta al cole"

Aunque ya llevaba una semana de trabajo a cuestas no ha sido hasta hoy en que nos hemos reencontrado con todos los compañeros, con todos los atrasos y con todas las prisas de sopetón, pero la verdad es que se agradece volver a la norma, a los horarios habituales y a una relativa tranquilidad en el primer año en que comprobaremos entre muchas otras cosas si eliminar autovías festivas en beneficio de la patronal sirve de verdad para mantener mejores rendimientos y que los curritos de a pie podamos mantenernos un poco más en nuestros puestos, algo que ya empieza a parecerse un poco a ser el flautista suplente de la orquesta del Titanic: sabes que tu puesto está junto a tus compañeros y que tu obligación moral es tocar hasta el final, pero eres consciente de que como llegue un bote salvavidas se van a ir los titulares y de ti no se va a acordar ni el tato. Créanme que no soy pesimista ni estoy adoptando una postura derrotista, sino más bien tratando de traer un poco de humor -negro, pero humor al cabo- a este comienzo de curso laboral que se avecina decisivo para muchos y no exento de dificultades. Como diría Jack Burton, en estos momentos de indeterminación uno tiene que mirar a los problemas de cara y decirles: ¡¡Pero qué passsssa!!



La semana pasada, y después de un inicio un tanto catastrófico, pude remontar un poco el ritmo de publicaciones, gracias en parte a que comencé a clasificar de forma más o menos definitiva y ordenada la galería virtual de originales, por lo que no descarto que esta semana vuelva a aparecer alguna paginilla de la sección "fondo de armario" junto a un sketch de convención, y si me animo, un breve repaso a la que ha sido sin duda una de mis películas favoritas del año pasado.

Para amenizar el principio de semana les dejo con una canción que ya apareció un lunes pretérito en su forma original y que hoy nos llega de la mano de Green Day, reinterpretando el clásico de John Lennon Héroe de la clase trabajadora. A estas alturas del partido uno ya no sabe de dónde sacar la inspiración para animarse... Sean ustedes buenos y aguanten firmes al pie del cañón, y por encima de todo, claro, tengan mucho cuidado ahí fuera.

Working class hero
Green day

As soon as your born they make you feel small
By giving you no time instead of it all
Till the pain is so big you feel nothing at all
Working Class Hero is something to be
Working Class Hero is something to be

They hurt you at home and they hit you at school
They hate you if you're clever and despise a fool
Till you're so fucking crazy you can't follow their rules
Working Class Hero is something to be
Working Class Hero is something to be

When they've tortured and scared you for 20 odd years
Then they expect you to pick a career
When you can't really function you're so full of fear
Working Class Hero is something to be
Working Class Hero is something to be

Keep you doped with religon, sex and T.V.
And you think you're so clever and classless and free
But you're still fucking peasents as far as I can see
Working Class Hero is something to be
Working Class Hero is something to be

There's room at the top I'm telling you still
But first you must learn how to smile as you kill
If you want to be like the folks on the hill
Working Class Hero is something to be

Yes, A Working Class Hero is something to be
If you want to be a hero well just follow me
If you want to be a hero well just follow me

domingo, enero 08, 2012

Galería de originales LXIV: Bill Marimon (I-IV)

Una de mis primeras commissions encargadas a través de ebay fue la dibujada por el ilustrador, diseñador y dibujante Bill Marimon, una sencilla y bonita ilustración a color de Jack Knight y Courtney Whitmore, o lo que es lo mismo, Starman y Stargirl. Parece que me haya pasado gran parte de mi vida adulta dando vueltas alrededor de ese personaje y de su serie -sin ir más lejor recomprando de nuevo la colección en la edición definitiva que Planeta ha finalizado hace bien poco-. En aquellos tiempos en los que servidor era bastante pipiolo y prefería la cantidad a la calidad, localicé un lote en ebay de páginas dibujadas por Bill Marimon para la serie de DC Damage, personaje de nueva creación surgido de la imaginación del guionista Tom Joyner y el lápiz de Bill Marimon. La serie seguía las andanzas de Grant Emerson, nieto del Atom original, Al Pratt, que descubría en la adolescencia haber heredado la superfuerza y la capacidad de generar explosiones de su abuelo. De hecho, el personaje gozó de un importante papel durante la saga Hora Cero, y posteriormente, superando la etapa de su efímera serie propia, acabó formando parte de los Nuevos Titanes y de la JSA durante sus últimas encarnaciones. El lote constaba de cuatro páginas, por un precio ínfimo que no constituía ni siquiera el de los gastos de envío, y fue un capricho que me permití en aquel momento a modo de complemento de la commission de Marimon, que por cierto, les recupero para que puedan disfrutarla de nuevo. Y ya de paso, les animo a hacerse con el integral de Starman, por fin publicado de forma íntegra en nuestro país. Que terminen de disfrutar del merecido descanso dominical y que el despertador del lunes no les suponga el mismo martirio que a buen seguro me supondrá a mí.






sábado, enero 07, 2012

Subasta benéfica: Reinventando 2.0 (II)

A dos días de finalizar una nueva tanda de subastas de la iniciativa Reinventando 2.0 os dejo la galería con todas las ilustraciones que participan en la misma, y que si era posible, superan el nivel de la anterior tanda que compartí con vosotros hace un par de semanitas. Aunque estoy seguro que se me ha escapado otra subasta intermedia, podéis revisar todas y cada una de las ilustraciones y los autores participantes en la entrada que indexa a todos ellos en el sitio promotor de esta feliz iniciativa, Es la hora de las tortas, y que junto a la portada original y la reinterpretación del autor se incluye una breve entrevista sobre el motivo de la elección y otras consideraciones relacionadas con el mundillo. En esta ocasión, los autores participantes son Jordi Barrayi con su versión de La flauta de los Pitufos, Carla Berrocal y Torpedo, Nacho MG y su versión de una de sus portadas preferidas de Spiderman, Colo dando otro enfoque a la cubierta de Rank Xerox en Nueva York (aunque la mano del protagonista sigue yendo a lo suyo, a lo mismo... Ya me entienden, ejem), Roger Ibáñez y La búsqueda del pájaro del tiempo, la ilustradora Araceli Horcajo y la portada del número 244 de los X-Men (en la que nos cambia a las chicas X por los músicos de Bremen, pero se lo agradecemos porque incluye un gatete) y mi favorita de la tanda, la versión de Studio Kosen de la portada del nº 1 de Excalibur. Tan solo recordaros para finalizar que todos los beneficios de esta iniciativa van a parar a la Fundación Pequeño Deseo.







lunes, enero 02, 2012

¡Feliz lunes nuevo!

Recién estrenado el año y a un bloguero exhausto por la debable de fiestas y excesos que ya le toca durante una semanita madrugar y pasearse por media provincia para acudir a un curro semidesierto en el que el 70% de la plantilla anda de vacaciones. Afortunadamente ahí están los gatetes del campus para animar la entrada y la salida y John Belushi -o por lo menos su biografía- para aliviar los tempos del transporte. Se sigue agradeciendo la vuelta a la rutina, primero porque existe la misma y segundo porque de durar un poco más, estas fiestas del 2011 acaban definitivamente conmigo. Por cierto, que verían ustedes que los propósitos para acabar el año en cuanto a contenidos se fueron al garete, pero es que entre una ausencia temporal para pasar unos días fuera y la celebración de la 2ª fiesta de Lorochenta la semana se nos acabó antes de empezarla siquiera, y no hubo tiempo físico para más. Repasando las entradas del 2009 me encuentro con que ya les hablé de aquella apocalíptica primera fiesta en que Diana Sparks y Doc Plissken homenajearon con sus disfraces a V y Regreso al futuro respectivamente, de lo que tuvieron fotos comparativas y todo en este post. Este año la fiesta fue más concurrida, más preparada, más apocalíptica si cabe, y los disfraces y atrezzo estuvieron relacionados con uno de esos clásicos indiscutibles de Lorochenta que revisionamos para meternos en el papel. Qué puñeteramente buena sigue siendo Cazafantasmas, collons...




Acompañando estos momentos de frikismo desatado, no queda otra más que incluir una de las canciones de la banda sonora de la peli, una de mis favoritas, canción que ilustra uno de los momentos más intensos y culminantes de la película -el estallido fantasmal de Nueva York- y que comienza como una baladita para convertirse al poco en una melodia un tanto desasosegante que ilustra la ordalía paranormal organizada por la prepotencia de un William Atherton que llegó a reconocer a Ivan Reitman, director de Cazafantasmas, que la película y el papel de concejal tocapelotas sin pelotas- le habían arruinado la vida, hasta el punto de haber llegado a ser agredido por ser identificado como el capullo ese de los Cazafantasmas. Que magia de la buena ilumine su vida y guíe sus pasos en el año que empieza, y que todos estemos aquí dentro de 364 días para comprobarlo. Sean ustedes buenos y, empezando el año con actitud, les recomiendo que vayan a por ellos antes de que ellos vengan a por ustedes...

Magic
Mick Smiley

Empty woods, endless tunes
You see me, I see you
In a crowd, see my face
I love you
Take my hand and walk with me
Love you do will always be
Anything can come true
If you believe belive it will
I believe it's magic
I believe it's magic
I believe it's magic - magic - magic
I'm here for you, that's what you said
I never felt like this with woman, any woman
Strangers meet, strangers dream
Some call it love, I call it magic
Now I'm in you and it feels so right
So hold on, hold on tight
Yes its true
I believe, believe in you
I believe it's magic
I believe it's magic
I believe it's magic, magic, magic
I believe it's magic
I believe itÕs magic
I believe it's magic, magic, magic

My baby told me once
My baby told me twice
My baby told me three times
Three times nice
"Please - please - please - let's make some"
I believe it's magic
I believe it's magic
I believe it's magic, magic
I believe it's magic
I believe it's magic
I believe it's magic, magic
Magic, magic
Turned my hand and walked with me
She said "I'll tell you Mickey, I do believe
In the power of love, your magic wand's
The thing that makes me sing this song"
Please - please - please
I believe it's magic
I believe it's magic
I believe it's magic
Magic
Magic, magic

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...