sábado, marzo 31, 2012

Sketch-busters CCIII : David Lafuente (y IV)

Parece que al blog le ha afectado la huelga del pasado jueves y aún no se haya recuperado de la misma, pero la verdad es que no les tengo olvidados. He pasado un rato de asueto libre recuperando todos los dibujos de Unicomic y ordenándolos correctamente y ha aparecido casi como por arte de magia el sujeto perfecto para esta entrada, y nada menos que un ilustre viejo conocido de este espacio, el dibujante David Lafuente. A lo largo de los años hemos tenido la suerte de cruzarnos con él en varias ocasiones y hemos sido testigos de su evolución artística de dibujante casi amateur hasta artista internacional, ocupándose de personajes tan importantes como los Nuevos Mutantes o Spiderman (ultimate, pero Spiderman a fin de cuentas). El caso es que aún quedaba un dibujo suyo por aparecer aquí, tan espectacular como el resto, realizado tras su amena charla en la sede Universitaria de Alicante durante el transcurso de las jornadas de Unicomic del 2008, y me ha parecido que no había momento como el presente para compartirlo con vosotros y dejar además una reseña sobre la trayectoria profesional de un artista al que aún le quedan muchos buenos proyectos y talento para tenernos pegados a los tebeos que dibuje.

David Lafuente es un dibujante de comics español afincado en Londres.
Lafuente fue descubierto por el editor de Marvel C.B. Cebulski en la convención de Dublin durante la búsqueda de talentos llamada por el editor ChesterQuest,aunque la web del dibujante muestra trabajos profesionales mucho anteriores a esto. Su primer trabajo para Marvel fue abocetar y colorear Spider-Man Family #2, publicado en el 2007. Su primer trabajo de entidad fue el dibujo y entintado para la miniserie de Gata Infernal escrita por Katryn Immonen en el año 2008-2009. Después de colaborar con el escritor Brian Michael Bendis en el anual de Ultimate Spider-Man del año 2008, fue elegido como el dibujante regular para el relanzamiento de la serie, que debutó en agosto del 2009. Se encargó de los Nuevos Mutantes como artista regular a partir del número 29, conectado a la saga de 2011 Fear itself.
El 9 de abril de 2011 Lafuente fue uno de los 62 creadores de comics que aparecieron en el escenario IGN en la convención de Londres Kapow! para establecer dos records Guinnes, la producción más rápida de un tebeo y los mayores participantes en el mismo. Con inspectores guinnes monitorizando el proceso, el guionista Mark Millar comenzó a escribir un comic de 20 páginas en blanco y negro de Superior, con Lafuente y otros artistas apareciendo en escena a lo largo del día para trabajar en los lápices, tintas y rotulación, incluyendo a artistas como Dave Gibbons, Frank Quitely, John Romita Jr., Jock, Doug Braithwaite, Ian Churchill, Olivier Coipel, Duncan Fegredo, Simon Furman, John McCrea, Sean Phillips y Liam Sharp, todos los cuales dibujaron una viñeta cada uno, con el artista regular de Superior, Leinil Yu creando la portada. El tebeo se completó en 11 horas, 19 minutos y 38 segundos, y fue publicado a través de Icon en noviembre del 2011, con todos los royalties donados a la Fundación Infantil de Yorkhill.
Fuente: Wikipedia


martes, marzo 27, 2012

Galería de portadas: Joe El Bárbaro

O el poder de la imaginación desatada, de la ensoñación infantil llevada al extremo en el que la realidad y la fantasía se imbrican de tal manera que la primera contamina de conceptos y personajes a la segunda y esta, a su vez, permite desarrollar estrategias o plantear soluciones que resuelvan los problemas de aquella. Como buen piscis, yo mismo he sido un soñador toda mi vida, y no pocas veces he dejado volar mi mente por mundos tan alocados y fantásticos como los que la serie limitada de Morrison y Murphy nos proponen, aunque bien es cierto que el poder de la imaginación pura se quedó en la infancia y en la primera pubertad, y ahora uno se contenta con fantasear con absurdeces como que los jefes reconozcan el trabajo medianamente bien hecho o fantasías prosaicas como la de conseguir un billete premiado de lotería. Pero nunca está de más recordar que de niños pudimos vivir aventuras tan maravillosas como esta con compañeros como Joe, Jack, Smoot o Zyxy, sorteando a las Capas Mortales y derrotando al Rey Muerte/Señor Oscuro/Darth Vader de turno. Les dejo con un muestrario hermoso y evocador de un mundo repleto de maravilla, aventura, imaginación y no pocas dosis de horror, de la mano de un Sean Murphy excepcionalmente dotado para reflejar todo ello y para sumergirnos en una de las fantasías más entretenidas de las que he podido disfrutar en mucho tiempo.








lunes, marzo 26, 2012

El lunes del ajuste desajustado

Maldito sea el cambio de hora con el que cada primavera los hombres grises nos restan una hora de diversión nocturna o de sueño, nos alteran los biorritmos y nos dejan para el arrastre durante unos días hasta que nos acostumbramos. Por si fuera poco, este fin de semana he dejado de cumplir muy a mi pesar con una cita ineludible durante los últimos once años, y no crean que no me siento culpable por ello. Tras más de una década de acudir como mínimo un par de días a las charlas o encuentros con autores organizados por Unicomic, este año no ha habido actividad o encuentro que nos motivara a preparar logística de entrada y salida de las Jornadas, aunque no me hubiera importado pasarme siquiera a saludar si aún se mantuviese alguna actividad en el campus. Espero poder contarles el año que viene que me he visto obligado a acampar frente a la sede universitaria para asistir a todas las actividades, lo cual sería la mejor señal para todos de mantener vivo el espíritu, el amor por los comics y las ganas de participar en una actividad que ha acompañado a los aficionados y universitorios alicantinos durante catorce años y sin la cual, no lo duden ni un momento, ni Plissken tal y como es ahora ni este espacio existirían hoy día.

Dejando de lado los remordimientos de conciencia friki, por lo menos puedo decir que aproveché la insomne tarde dominical para darle el repaso merecido a Joe El bárbaro, tebeo que aún nos acompañará esta semana en forma de galería de portadas, acompañado de un nuevo dibujo de colección que buscaré en las carpetas a modo de conmemoración de algún Unicomic pasado, y de una galería de commissions dedicada a Sean Murphy. Por cierto, que no quiero dejar de hacerme eco de la serie de entrevistas que Oneyros, del blog Choose life ha realizado al gran dibujante Carlos Pacheco, uno de nuestros autores más internacionales que además siempre ha demostrado un gran amor y conocimiento al género que cultiva.

Poco más les avanzo a una semana que se avecina calentita por los acontecimientos que se van a vivir a lo largo de la misma y que servidor de ustedes ha comenzado con una asamblea sindical, y de ahí para arriba, hasta el infinito y más allá. Para amenizar el rato y preparar el espíritu les dejo con un tema ya clásico que ha aparecido por aquí en un par de ocasiones y que en este día lo hace de la mano de Marianne Faithfull, musa de toda una época. Qué voz tiene esta mujer... Espero que la semana les sea propicia y que ningún jefe les ajuste más de la cuenta...

Working class hero
Marianne Faithfull

As soon as you're born they make you feel small
By giving you no time instead of it all
Till the pain is so big you feel nothing at all.
A working class hero is something to be,
A working class hero is something to be.

They hurt you at home and they hit you at school,
They hate you if you're clever and they despise a fool
Till you're so fucking crazy you can't follow their rules.
A working class hero is something to be,
A working class hero is something to be.

When they've tortured and scared you for twenty odd years
Then they expect you to pick a career,
But you really can't function you're so full of fear.
A working class hero is something to be,
A working class hero is something to be.

Keep you doped with religion and sex and TV
And you think you're so clever and classless and free,
But you're still fucking peasants as far as I can see.
A working class hero is something to be,
A working class hero is something to be.

There's room at the top they are telling us still,
But first we must learn how to smile as we kill
If we want to live like the folks on the hill.
A working class hero is something to be,
A working class hero is something to be.

A working class hero is something to be,
A working class hero is something to be.

domingo, marzo 25, 2012

Joe El Bárbaro: Un cuento de fantasía para la muchachada de hoy

No es un buen día para Joe, desde ningún punto de vista. Una excursión escolar le va a llevar al cementerio de veteranos donde está enterrado su padre, muerto en Irak, su madre tiene una cita con el banco para intentar renovar un préstamo que suponga no perder la casa familiar y los compañeros se empeñan en acosarlo y en burlarse de él, además de dejar caer veladas amenazas. La cabeza de Joe está en tantas cosas que de regreso a casa olvida dos cosas muy importantes: cerrar la puerta y tomar un dulce que mantenga sus reservas de azúcar y le evite una crisis hipoglucémica. Derrotado, Joe se refugia en su cuarto, se cobija en su litera y cae en un sueño alucinado para despertarse desorientado y todavía más alucinado en otro mundo muy diferente al real pero que Joe conoce como la palma de su mano, el mundo de su fantasía.


A partir de ese momento, la percepción de Joe va a oscilar entre pequeños retazos de lucidez en los que sabe que debe llegar hasta la nevera para tomarse un refresco con azúcar que le saque de su estado hipoglucémico y le alivie de males mayores, y la sensación de estar viviendo una aventura cada vez más alocada, peligrosa y salvaje en la que sus miedos, fantasías, esperanzas, personas conocidas y lugares comunes se trastocan en sitios de fantásticas resonancias y ominosas situaciones. La amenaza del Rey Muerte se hace patente desde el primer momento, manifestada en las letales huestes de las Capas Mortales lideradas por Ulrik el Atroz, que acosarán al muchacho en todo momento. Pero no todo va a ser oscuridad o soledad en el camino de Joe...


Así, Jack, un guerrero rata de grandes dimensiones y mayor nobleza le acompañará en los primeros compases del viaje, que llevará a Joe hasta la Gran Cañería y los piratas de agua, una nación de enanos que desvelarán al muchacho una antigua profecía sobre un niño moribundo que acabaría con el mal en el mundo -y cuyo rostro es idéntico al de Joe-; la Fortaleza del Descubrimiento poblada por magos, sabios e inventores; el Reino de la Chimenea donde la viuda Reina Bree llora a su marido perdido y a la condenación que acecha a sus súbditos y a ella misma ante el avance imparable de las Capas Mortales del Rey Muerte... En cada uno de esos lugares Joe será reconocido como el elegido, el Muchacho Moribundo, y habrá de superar pruebas cada vez más peligrosas y mortales para escapar de ese mundo, de la confusión entre mundos y de solucionar de una vez por todas los problemas que amenazan la existencia real e imaginaria de Joe... El bárbaro.


Nos encontramos con una serie de ocho números publicada dentro del sello Vertigo, pero que curiosamente, parece estar destinada a un público juvenil en primera instancia, aun cuando la riqueza de imágenes, la simbología intrincada que mezcla realidad y fantasía y las lecturas psicológicas de la plasmación de las ansiedades e inseguridades de un niño en sus juegos fantásticos constituya un tebeo que pueden disfrutar de forma plena lectores de cualquier edad. Joe El Bárbaro cuenta con los excelentes guiones de Grant Morrison, el loco escocés de mis amores que aquí, una vez más se desmelena pero cubriéndose con los ropajes del comic mainstream más accesible y ofrece una fantasía oscura en la forma -con momentos de gran crudeza visual y crueldad- pero blanca en conjunto y en el fondo del contenido, en tanto que presenta a personajes limpios, puros, positivos, generosos, enfrentados a un mal casi absoluto al que hay que derrotar a cualquier precio.


Cuando Morrison comienza a poner sobre el papel esa cantidad de nomenclaturas fantásticas, de personajes-tipo tan carismáticos como Jack, la rata guerrera mercenaria, o simpáticos como Smoot, el príncipe "gigante" de los Enanos de Alcantarilla, yo no puedo hacer más que dos cosas: sentir envidia como escritor frustrado de la aparentemente infinita capacidad imaginativa del guionista y sumergirme en una prosa musical, llena de evocaciones y asociaciones conceptuales que conducen la trama de forma eléctrica. El complemento ideal para tamaño despliegue de fantasía conceptual es el festival artístico que ofrece el dibujante Sean Murphy, desconocido para mí pero que ha realizado trabajos previos en títulos como Star Wars, Nuevos Titanes o Batman/Espantapájaros: Año Uno, y que realiza una caracterización soberbia de ese mundo de fantasía, generalmente de tonos bastante oscuros, y poblado por criaturas tan diversas o diferentes como los guerreros rata, las capas mortales, los caballeros de la chimenea o los enanos de agua. Las transiciones entre mundo real y fantástico son contadas y acertadísimas, los paisajes bellos u ominosos dependiendo de la necesidad de la historia, y la narración fluye tanto en las escenas de diálogo o presentación de escenarios como en las electrizantes y épicas escenas de acción, que alcanzan en el tramo final el mismo nivel de épica desesperada que uno esperaría encontrar en una obra canónica de los géneros de fantasía o de espada y brujería.


Tengo que decir que el tebeo es bastante entretenido, y que lo estaba disfrutando con agrado hasta los compases finales del mismo, pero sus últimas páginas fueron las que definitivamente pasaron a convertirlo, para mí, en un GRAN tebeo. La resolución, sabiamente avanzada ya en el número cinco -y créanme que me he tomado mi tiempo para revisar las viñetas y comprobarlo- plantea una resolución emocional a los problemas de Joe en el mundo real que revierte, en una suerte de carámbola fantástica, en su mundo imaginario, y ofrece además de las claves definitivas a todo el relato una catársis plenamente satisfactoria. Decir que me emocionó el final de este tebeo de Grant Morrison sería más que correcto, y es por ello que de nuevo tengo que agradecerle al escocés el haber creado una historia que podré disfrutar nuevamente con el tiempo, sumergiéndome en mundos tan sugerentes en tan buena compañía, en la de un niño generoso y valiente y su fiel amigo, guerrero, mascota. ¡Por la reina Bree y el Reino de la Chimenea!

jueves, marzo 22, 2012

Sketch-busters CCII: Dean Ormston (II)

En septiembre del 2006 publicaba casi recién salido del horno, como quien dice, el dibujo que miss Sparks consiguió de manos del dibujante Dean Ormston en las Jornadas de Avilés de aquel año. Lo cierto es que tanto ella como yo tuvimos suerte con el autor y nos dedicó un rato en las terrazas, firmó el correspondiente tomo de Lucifer y nos dedicó un dibujillo a cada uno. El de Lucifer, lo recordarán, era verdaderamente espectacular, y además, creo que aquella entrada contó con uno de los records de comentarios del blog. Un lustro largo ha pasado y yo todavía no había compartido con ustedes esta Zatanna, quizá porque por mi dichosa manía de comparar veía un dibujo más trabajado que otro, y como uno no es de acosar ni de pedir que "le terminen" el dibujo, en cuanto Dean me entregó la hoja le expresé mi más sincero agradecimiento por un dibujo a lápiz de Zatanna, la más sensual de las magas del Universo DC. Para completar la información sobre el autor, además, os dejo una pequeña biografía del mismo.

Dean Ormston es un dibujante de comics británico. Sus trabajos más conocidos han sido para la cabecera británica 2000 AD y para el sello editorial Vertigo.
Ormston nació en Yorkshire, Inglaterra, y obtuvo un grado en arte e ilustración en la Universidad de Leeds, a mediados de los 80. Los siguientes años los pasó tocando la batería en diversas bandas, algunas de las cuales lanzaron sencillos y álbumes recopilatorios (The Silent Scream, The second Coming, This Colossal Youth), y trabajando a tiempo parcial en una tienda de comics de Sheffield, entablando amistad con artistas como Nick Percival, Greg Staples o el cineasta Lee Ford. En los 90 empezó a trabajar a plena dedicación como artista, principalmente para el Juez Dredd Megazine.
Las finas y oscuras pinturas de Ormston fueron vistas en acción en varias historias del Juez Dredd, notablemente en las historias Día del Juicio y Raptor. Para el Juez Dredd Megazine Ormston también creó, con Si Spencer, la historia cómica Harke & Burr, un giro a la pareja de notorios ladrones de tumbas Burke y Hare. Su trabajo también pudo verse en los tebeos de Depredador para Dark Horse, y en Lucifer y Los libros de la magia para DC/Vertigo.
Los trabajos mejor conocidos de Ormston en América son principalmente Lucifer -escrita por Mike Carey-, Los libros de la magia -escrita por Si Spencer- y La chica que quería ser muerte -escrita por Caitlin R. Kiernan-, publicada por Vertigo en cuatro números en 1998.
Otros trabajos del artista incluyen un breve periodo como diseñador para Mainframe Animation, donde co-creó junto al escritos Steve Seagle Dot's Bots, una propuesta de serie de 13 episodios que hasta el momento solo se ha materializado en un piloto de media hora. Su rediseño para el personaje Daemon pudo verse en la película para televisión Daemon Rising en el año 2001.
Fuente: Wikipedia.


miércoles, marzo 21, 2012

El martillo de Ernest (Relato breve)

Un relato corto sobre Hemingway y el vino. Esa era la única premisa que solicitaban los organizadores de un certamen de relato breve, que el tema uniera al escritor y al caldo en menos de mil palabras. La verdad es que enseguida monté una historia que mezclara la épica del perdedor con la participación de Hemingway en la Guerra Civil, así como su pasión por las bebidas alcohólicas en general y su estancia en Cuba. El relato no fue seleccionado, y para evitar que duerma el sueño de los justos en cualquiera de mis carpetas virtuales, he preferido compartirlo con vosotros. Si os habéis quedado con sed de más Hemingway y vino, podéis leer los relatos seleccionados como finalistas en este enlace.

El martillo de Ernest
Pedro de la Ossa Antón

El atardecer es suave en Punta Vigía, una transición tenue entre el día y la noche con el mar como testigo. A Ernest muchas veces le sorprende escribiendo en una libreta con cubiertas de cuero a orillas del océano. Esos días en que está perdido en el blanco de la hoja y su realidad se torna oscura como tinta, el escritor puede seguir y seguir garabateando hasta que su compañera, Martha, le besa en el cuello o le abraza desde atrás con cariño. Esos días largos y perezosos del invierno cubano que Ernest y Martha dejan pasar a comienzos de 1939 están llenos de recuerdos de pena y dolor, de muerte y derrota, y la pluma del americano deja retazos y más retazos en su cuaderno, en sus cuadernos, a borbotones, como si la sangre de la memoria se volcara sobre el papel tras recibir una herida mortal provocada por las balas de la infamia. Nada calma el espíritu de Hemingway, que pesca como si cada expedición fuese la última, y bebe y come y ama como si no pudiese volver a hacerlo más.


Por las noches, rodeados de una oscuridad húmeda, empalagosa, hablan de las fiestas en París, de las costumbres españolas, de la deriva terrible de los acontecimientos en Europa. Entonces Ernest, si ha tomado su par de copas reglamentarias, se permite recordar algunos de los episodios más oscuros de sus tiempos de camillero en Italia. Con un trago de mojito refrescando la garganta puede hablar de las temerarias carreras en ambulancia, de los hospitales de campaña, de los gritos en la noche y los relinchos de los animales de tiro yaciendo agonizantes en las cunetas del progreso. Son recuerdos para una bebida dulce como el mojito, que a veces Ernest juega a hacer suya variando los ingredientes tanto como la ortodoxia del buen bebedor le permite. Una noche de tormenta, el escritor se prepara una de sus bebidas más contundentes. Ha pasado todo el día escribiendo y rasgando las hojas de papel como si quisiera apuñalarlas, y Punta Vigía ya no parece estar tan lejos del lugar que se esconde en el fondo de sus pensamientos. En un vaso ancho mezcla por onzas ron blanco, ron moreno, coñac y licor de plátano y fresa. En sus manos sostiene el martillo con el que quiere machacar sus recuerdos y esconderlos en el fondo de su mente, pero sabe que no va a ser capaz. Ernest piensa en el vino español y ese sabor que deja en la boca, ese regusto a sol y a viña y a tierra y madera, la esencia de una civilización, la sangre de Europa. Pero no recuerda los mejores caldos, probados en mil y un bares y bodeguillas, ni los mejores buqués o las añadas más destacadas. Hemingway piensa en el trago más amargo que jamás diera a una copa de vino.


No deja de recordar una noche de finales de 1938, con el cielo iluminado por los fuegos artificiales que cañones y morteros se escupían mutuamente entre las trincheras enfrentadas a la vera del Ebro. Para un escritor las metáforas tan flagrantes son un atentado al arte y a la vida, y ver una de las arterias de España desangrarse con el fluido vital de sus hijos, enfrentados hermano contra hermano, resulta tan doloroso como la retirada forzosa que emprendían aquella noche. La prensa extranjera destacada entre las tropas republicanas abandonaba el frente, una línea poblada por mártires de una causa perdida a punto de ser arrollados por el contrario. En sus horas finales Ernest pasea por uno de los hospitales de campaña, viendo las mismas caras de dolor y la misma angustia que dos décadas atrás contemplara en otra guerra, más lejana. Reparte un pitillo aquí y allá, intenta hacerse entender con gestos o chapurreando un bronco español, y recibe sonrisas esforzadas y desmayados apretones. Casi en el umbral se arrodilla en el suelo, junto a un hombre de unos cuarenta años sentado en una caja que vela el cuerpo sangrante y apenas con vida de un muchacho. Las lágrimas abren surcos entre la arena y la pólvora que cubren el rostro ajado del soldado. El reportero ya no tiene nada más que reportar, el sueño ha caído allí, y quién sabe si podrá volver a levantarse después de tamaña derrota. Tiende un cigarro al hombre, que lo enciende con manos temblorosas. De su cinto desprende una cantimplora, llena a medias con vino peleón que un paisano de Tarragona le cambió por unos calcetines nuevos. Lleva la cantimplora a los labios del muchacho y vierte poco a poco el líquido rojo por su boca, luego le tiende la cantimplora al hombre, al padre o hermano o amigo de un cadáver que apura sus últimos tragos de vida. Tras pegar dos buenos tragos el hombre devuelve la cantimplora a aquel americano de mirada penetrante, que bebe con esos desconocidos como si de una comunión íntima se tratase. Bebe y el vino sabe a sangre, sudor y lágrimas, y al mismo tiempo que apura el sorbo postrero es consciente de que él mismo ha derramado una lágrima. Nadie dice nada en ese final de un mal relato escrito por plumíferos de ramplona imaginación y burdo estilo, una opereta con un clímax terrible en la que pocos afortunados pueden hacer mutis por el foro. Hemingway musita en voz alta ese torrente de recuerdos sin percatarse de que Martha está unos pasos tras él, firme como la roca que le acompañó por los frentes de la guerra española, con un vaso lleno en la mano. Toma este martillo, Ernest, bébelo y mañana entierra a ese muchacho como merece, en un libro donde las campanas repiquen a muerte de cobardes y traidores, y saluden a los caídos. Y Ernest Hemingway apura el trago a sabiendas de que el sabor que siente ahora vuelve a ser el de aquella noche, el del vino, la sangre… y la tinta.

lunes, marzo 19, 2012

Un lunes bárbaro

No me negarán que anoche, cuando muchos de ustedes cogían sus móviles o despertadores y desconectaban la alarma para el día de hoy, festivo en seis comunidades, no anticipaban en cierta manera ese glorioso e indescriptible momento en que uno se medio despierta para ver la hora, se estira perezoso y se vuelve a arropar -en mi caso apartando en el proceso a uno o dos gatos- para dormir una horita más de un más que merecido y reparador sueñecito. Son momentos como ese los que hacen que todos los demás lunes, los del madrugón y cansancio y humor de... valgan la pena, porque, si no los viviéramos no sabríamos apreciar esos pequeños oasis de merecido descanso. Como verán, uno se contenta con poco, aunque a mí, para ser sincero, lo de esta mañana me ha sabido a verdadera gloria.

Y siguiendo con la moderación, y haciendo honor a aquel viejo dicho de que no importa si uno se plantea metas pequeñas para alcanzarlas, pero lo suficientemente grandes como para que el esfuerzo invertido mereciera la pena, la semana pasada planteamos unos objetivos a desarrollar que se cumplieron más que sobradamente, aunque bien es cierto que hubo no poco contenido basado en la imagen por encima del texto. Esta semana les voy a compensar -aunque nunca se sabe, y quizá prefieran las imágenes de gente como Andy Kubert a mis chapas diversas, y no les culparía por ello en absoluto- con una ración extra de letra, incluyendo un micro relato de 999 palabras contadas que ha agotado su limitada vida concursal y una reseña de uno de esos tebeos que me han llegado a emocionar últimamente entre tanto evento desilusionante y tanto hastío por leer lo de siempre, un tebeo bárbaro escrito por uno de mis guionistas favoritos que he podido leer unos meses después de su publicación en España y del que les hablaré, avanzo y aviso, muy entusiasticamente. Y para cerrar el plan de publicación, pues continuaremos con los sketchs y con el caballero Mike McKone, para continuar sacando a la luz alguno de sus dibujos de convención.

Este lunes les voy a dejar con una cancioncilla de la banda Audioslave. Nos hemos pasado la tarde dando un ajetreado paseo en taxi por las calles de Los Angeles junto a Max y Vincent y nos hemos vuelto a quedar embobados con la escena que esta canción ilustra, con el añadido además de que las escenas del clímax en Figueroa con la 7ª estaban rodadas a tres manzanas de donde estuvimos alojados... Yo creo que me dejé una parte muy grande de mi corazón por aquellas tierras... Sean ustedes buenos, malos o regulares pero siempre fieles a sí mismos, improvisen, adáptense sobre la marcha, Darwin, I ching, pero sobre todo, con vistas a su regreso por aquí a la mayor brevedad posible, no olviden tener mucho cuidado ahí fuera.

Shadow on the sun
Collateral

Once upon a time
I was of the mind
To lay your burden down
Leave you where you stood
You believed I could
You'd seen it done before
I could read your thoughts
And tell you what you saw
And never say a word
But now all that is gone
Over with and done
Never to return

And I can tell you why
people die alone
I can tell you I'm
A shadow on the sun

Staring at the loss
Looking for the cause
And never really sure
Nothing but a hole
To live without a soul
And nothing to be learned

And I can tell you why
People go insane
I can show you how
You could do the same
I can tell you why
The end will never come
I can tell you I'm
A shadow on the sun

Shapes of every size
Move behind my eyes
Doors inside my head
Bolted from within
Every drop of flame
Lights a candle in
Memory of the one
Who lived inside my skin

I can tell you why
People go insane
I can show you how
You could do the same
I can tell you why
The end will never come
I can tell you I'm
A shadow on the sun

Shadow on the sun
Shadow on the sun
Shadow on the sun
Shadow on the sun
Shadow on the sun
Shadow on the sun
Shadow on the sun
Shadow on the sun
Sun
Sun



sábado, marzo 17, 2012

Commissionando CXLIII: Andy Kubert

La verdad es que esta semana se ha pasado en un tris y casi casi me pilla el toro, pero vamos a aprovechar la relativa tranquilidad del fin de semana para ponernos al día, comenzando por una galería que contiene los escasos trabajos que Andy Kubert ha realizado dentro del campo de las commissions subidos por sus afortunados poseedores al CAF. Todos y cada uno de ellos son verdaderas maravillas que cualquiera querría tener en su colección, obra de un dibujante que acumula ya una larga trayectoria profesional y que ha trabajado en gran cantidad de proyectos. De casta la viene al galgo, podríamos decir. Les dejo con una reseña biográfica del caballero y a continuación con unas cuantas muestras de lo bien que dibuja, en la que predomina el personaje de Batman como el más -poderosamente- retratado, y no es para menos, ya que quizá sea el que más intensamente ha marcado la carrera de Andy Kubert, ya desde sus inicios.


Andrew "Andy" Kubert es un artista de comics americano, hijo de Joe Kubert y hermano de Adam Kubert, ambos artistas. Es un graduado de la Escuela Kubert y da clases de segundo año en la misma, fundada por su padre, quien también enseña allí.
Aunque Kubert comenzó en DC Comics, dibujando Adam Strange y el cruce Batman contra Depredador, es mejor conocido por su trabajo en Marvel Comics, específicamente en los títulos X de la compañía. Ocasional artista de portadas para La patrulla X (dibujando la primera aparición en cubierta de Gámbito) y Classic X-Men, Kubert más tarde sirvió como dibujante de relleno para La Patrulla X 279-280 y 288, antes de convertirse en el dibujante regular del volumen 2 de X-Men (empezando en el número 14), siguiendo a la partida de Jim Lee de Marvel a Image Comics.
Adam y Andy firmaron un contrato en exclusiva con DC Comics en el año 2005. Andy empezó a trabajar en un proyecto secreto y de altura con Batman, tras dejar las labores del título mensual en el artista Tony Daniel.
Se anunció que realizaría las portadas de Batman: Cacofonía, una miniserie en tres partes que aparecería a finales de 2008 y que también ilustraría la historia en dos partes de Neil Gaiman ¿Qué le sucedió al cruzado enmascarado? Este proyecto reuniría a Neil Gaiman y Andy Kubert, que previamente habían trabajado juntos en la serie de Marvel 1602.
Mientras que su hermano Adam regresó a Marvel Comics siguiendo su contrato de tres años con DC, Dan DiDio ha confirmado que siguiendo a ¿Qué le sucedió...? Andy tiene otros dos proyectos con Batman en marcha, uno de los cuales estaría escribiendo el mismo Kubert. Además, realizó las portadas a la serie La noche más oscura: Batman, así como cubiertas alternativas para el número de Linterna Verde de La noche más oscura.
Los dos proyectos se revelaron finalmente como, primero, Andy, con su padre entintando, dibujaría los dos primeros números de la serie Universo DC: Legados, serie de 10 números con la historia del Universo DC. Junto a esto, Andy contribuyó al Batman 700, colaborando con Grant Morrison para contar otra historia de Damian Wayne como Batman en el futuro como parte del número de aniversario.
En 2011 ilustró la miniserie DC Flashpoint.
Fuente: Wikipedia








martes, marzo 13, 2012

Galería de portadas: Flashpoint. ¡Campana y se acabó!

Más de uno habrá acabado hasta las narices de la dichosa miniserie da marras. Seguro que a algún otro le habrá picado el gusanillo de comprarse la serie central o tal o cual serie de cruce. Y muchos otros habrán pensado que cuando se edite El regreso de la noche de las Crisis Infinitas Finales y su consiguiente retroreinicio volverán a subirse a un carro del que por pereza, como un servidor, se habrán bajado momentáneamente. En cualquiera de esos tres casos, esta entrada resultará sumamente liviana y el mejor complemento a los resúmenes del fin de semana pasado, pues las imágenes que lo acompañan son un verdadero lujo, un espectáculo de primer orden servido en primer plato por Andy Kubert, el cocinero jefe del menú, y en segundo plato de cada número una selección no menos espectacular de autores que incluye a Ivan Reis y George Pérez haciendo las portadas alternativas de los tres primeros números con ayuda de Rod Reis, a Rags Morales y a José Luis García López. La galería queda un poco más extensa de lo habitual porque he incluído la tercera alternate cover de cada número que presenta los lápices desnudos de Andy Kubert, la prueba inapelable del poderío y la calidad de un dibujante que ha alcanzado niveles de perfección y espectacularidad muy altos, pero me he resistido a incluir el resto de alternativas: simples repeticiones de la primera portada cambiando la tonalidad de color o incluyendo el adjetivo deluxe, algo que habría añadido un puñado de imágenes de forma redundante e innecesaria. Aquí tienen las portadas de Flashpoint. Espero que las disfruten.
















lunes, marzo 12, 2012

El lunes después del punto de impacto

No se podrán quejar, porque estas dos últimas semanas les he dejado por aquí un par de contenidos temáticos bastante repletos de contenidos y lo suficientemente golosos como para captar su interés, o por lo menos el interés de alguien, a tenor del aumento medio de visitas que ha experimentado esto a lo largo de las últimas semanas. Espero no decepcionar a nadie si vuelvo al perezoso ritmo de antaño, aunque la verdad es que le he vuelto a coger el tranquillo al asunto y tengo por un lado bastantes ganas de elaborar contenidos y por otro material suficiente con el que seguir alegrándoles la vista. Por lo pronto, todavía no abandonaremos el mundo de Flashpoint, al que despediremos con la habitual galería de portadas, para qué engañarnos, espectacular. A ello le sumaremos una entrada de la sección commissionando dedicada a Andy Kubert, que aunque no se ha prodigado mucho -o su trabajo no ha aparecido publicado, que también podría ser- nos permitirá echar el ojo y disfrutar de unas cuantas piezas espectaculares. Poco más por el momento para avanzar un mes de marzo que va a resultar intenso, interesante y movidito.

Para empezar la semana, acudimos al disco de los Rolling editado en 1991, Flashpoint, que recogía una serie de temas clásicos de la banda grabados en directo. ¿Cuál he elegido? Pues no mi favorito, pero sí uno más que apropiado para los tiempos que corren. ¿Cómo está la economía en general, nuestros puestos de trabajo en particular y nuestros derechos como curritos obtenidos laboriosamente a costa de años de esfuerzo de nuestros abuelos y padres? Pues haciendo equilibrios sobre un alambre cada vez más fino e inestable que de tanto tensarse va a acabar rompiéndose como aquel de la película Ghost Ship... Que tengan ustedes una buena semana, y recuerden, tengan mucho cuidado ahí fuera.


Highwire
The Rolling Stones

We sell 'em missiles, We sell 'em tanks
We give 'em credit, You can call up the bank
It's just a business, You can pay us in crude
(That's oil you know...)
You’ll love these toys, just go play out your feuds
We got no pride, don't know whose boots to lick
We act so greedy, makes me sick sick sick

So get up, stand up, out of my way
I want to talk to the boss right away
Get up, stand up, whose gonna pay
I want to talk to the man right away

We walk the highwire
Sending men to the front line
Hoping they don't catch the hell-fire
Of hot guns and cold, cold lies

We walk the highwire
Sending the men up to the front lines
And tell 'em to hotbed the sunshine
With hot guns and cold, cold lies

Our lives are threatened, our jobs at risk
Sometimes dictators need a slap on the wrist
Another Munich we just can't afford
We're gonna send in the 82nd Airborne

Get up, stand up, who's gonna pay
I wanna talk to the boss right away
Get up, stand up, outta my way
I wanna talk to the man right away

We walk the highwire
Putting the world out on a dead lie
And hoping they don't taste the shell-fire
Of hot guns and cold, cold lies

We walk the highwire
Putting the world out on a dead line
Catching the fight on a primetime
With hot guns and cold, cold lies

Get up! Stand up!
Dealer! Stealer!
Hey!

We walk the highwire
We’re sending men to the front line
And hoping that we backed the right side
With hot guns and cold, cold lies

We walk the highwire
We sending the men up to the front lines
And hoping they don't catch the hell-fire
With hot guns and
Cold, cold, cold, cold, cold lies ..

We walk the highwire
We walk the highwire
With hot guns and cold, cold, cold lies….

domingo, marzo 11, 2012

Flashpoint. Cruces: El apocalipsis de la era DC

El escenario sugerido en Flashpoint se desarrolla plenamente en más de cincuenta tebeos, agrupados en miniseries de tres números y varios especiales centrados en diversos personajes que dan una idea global de los acontecimientos que se desarrollan de forma mucho más apresurada y condensada en la miniserie de Johns y Kubert. Las historias desarrollan una misma historia central que va saltando de número a número y de serie a serie con continuos cliffhangers y golpes de efecto, y alterna la narración en tiempo real de los hechos de Flashpoint con saltos al pasado de los respectivos personajes para ofrecer un panorama más detallado de los sucesos que han conducido al planeta a un punto sin retorno, al borde del armagedón definitivo. Sin ánimo de ser extensivo les voy a referir las mencionadas series y algunos de los especiales, mencionando entre paréntesis los equipos creativos y dando una breve pincelada sobre cada una de las mismas. Adentrémonos en el mundo del punto de colisión.



La gran foto de la historia se nos narra en tres series sobre el corazón del conflicto y la escalada de la crisis en Europa. En Emperador Aquaman (G: Tony Bedard, D: Ardian Syaf y Vicente Cifuentes) y Wonder Woman y las Furias (G: Dan Abnett y Andy Lanning, D: Scott Clark y David Beaty) conocemos los hechos que llevaron a dos civilizaciones milenarias a una guerra genocida sin cuartel y cómo sus respectivos líderes se convierten en los cabecillas de un conflicto cruel y sin aparente salida. Lois Lane y la resistencia (G: Dan Abnett y Andy Lanning, D: Eddy Nunez y Sandra Hope) nos ofrece una mirada a la desolación existente en Gran Bretaña tras la ocupación amazona y la heroica lucha de una mermada resistencia liderada por Grifter contra un enemigo muy superior. Los especiales Grodd de la Guerra (G: Sean Ryan y D: Ug Guara), Industrias Flecha Verde (G: Pornsak Pichetshote y D: Mark Castiello) y El grillo de Canterbury (G: Mike Carlin y D: Rags Morales) ofrecen tres visiones más de la situación en el mundo, con la actividad del gorila Grodd como señor de la guerra en África, la de Oliver Queen como especialista en armas que vende al mejor postor y el surgimiento de un nuevo héroe en Bretaña cuando su país más lo necesita, el Grillo de Canterbury... Señor, señor, lo que hay que escribir a veces...




En Batman, Caballero de la Veganza (G: Brian Azzarello y D: Eduardo Risso) somos testigos de la decadencia moral de Gotham City así como de los expeditivos métodos de Batman en su lucha contra su más cruel enemigo, el Joker. Deadman y los Graysons Voladores (G: JT Krul y D: Mike Janin) nos lleva de gira por Europa con un peculiar circo en el que la tragedia se cebará con sus miembros. Sólo los trapecistas Boston Brand y Dick Grayson sobrevivirán a duras penas para encontrarse perdidos y acosados por las Furias en el viejo continente. Proyecto Superman (G: Scott Snyder y Lowell Francis y D: Gene Ha) nos lleva a las entrañas de una instalación secreta gubernamental donde el gobierno experimenta con varios sujetos, algunos voluntarios y otros recogidos de sondas espaciales caídas en Kansas, para lograr las armas definitivas. Para conocer cuán diferente ha sido la trayectoria de los Linterna Verde en este mundo tenemos las series Abin Sur, Linterna Verde (G: Adam Schlagman y D: Felipe Massafera) y Hal Jordan (G: Adam Schlagman y D: Ben Oliver) donde somos testigos de cómo el encuentro entre ambos es muy diferente y el primero se mantiene como Linterna Verde de la Tierra mientras el segundo desarrolla una carrera arriesgada como piloto experimental de pruebas junto a su compañera, Zafiro, Carol Ferris.




Kid Flash perdido (G: Sterling Gates y D: Oliver Nome) nos cuenta las desventuras de un Bart Allen prisionero en el siglo 30 de Brainiac y sus desesperados esfuerzos por regresar a su tiempo, un tiempo previo a Flashpoint, para lo que contará con la inestimable ayuda de un inesperado aliado. En la tierra, en Central City nos encontramos con que Capitán Frío (G y D: Scott Kolins) es el héroe de la ciudad, de métodos expeditivos, pasado oculto y futuro incierto, al que Wally West, periodista, intentará exponer junto a su amigo el Flautista. En los mares del Atlántico Norte un buque pirata navega en busca de sus presas. Se trata de Deathstroke y la maldición del Desolación (G: Jimmy Palmiotti y D: Joe Bennet y John Dell), un buque lleno de desalmados y fuera de la ley embarcados en una misión suicida, recuperar a la hija de su capitán, Deathstroke, a cualquier precio. La Legión de la Muerte (G: Adam Glass y D: Rodeny Buchemi & Jose Marzan) nos lleva hasta las entrañas de una prisión metahumana para criminales en la que Ola de Calor prepara una venganza explosiva y mortal tanto contra sus captores como contra sus antiguos enemigos, para lo que contará con la ayuda de Plastic Man, una venganza que llevará la sangre, la desolación y la muerte allá por donde pasen.



En los márgenes del conflicto también hay actores secundarios cuyo papel resultará a la postre relevante. Nos podemos encontrar al Outsider (G: James Robinson y D: Javi Fernandez), un descastado que se hizo con el control de los bajos fondos de la India y acabó creando un imperio científico empresarial de intenciones siempre ambiguas, o a las correrías de una aprendiz de bruja intentando evitar que su padre desarrolle una solución final contra los bandos en conflicto en El mundo de Flashpoint (G: Rex Ogle y D: Paulo Siqueira). Las extrañas correrías vividas en el lado oscuro de ese particular UDC se reflejan en las series Siete Secretos (G: Peter Milligan y D: George Perez y Fernando Blanco) y Frankenstein y las Criaturas de lo Desconocido (G: Jeff Lemire y D: Ibraim Roberson). Mientras que en la primera se nos muestra la pelea a muerte dentro de una cábala de magos en la que Racc Shade y su abrigo de la locura jugarán un determinante papel, la segunda nos lleva hasta un proyecto secreto desarrollado en la II Guerra Mundial para emplear como soldados de élite a criaturas terroríficas, liderados por la mítica criatura de Frankenstein.



Digamos que historias alternativas ha habido muchas, con variantes temporales, alternando factores de la historia, eliminando personajes o cambiándolos de entorno, pero la jugada más similar a esta se encuentra a dos décadas de distancia y en la competencia, y se llamó La era de Apocalipsis, saga con la que los cruces de Flashpoint guardan más de una similitud. Ambas historias parten y se resuelven en una crisis mostrada en sus correspondientes especiales o miniseries, desarrolla su historia en una serie de series limitadas y nos muestra un universo completamente diferente al conocido, en aquel caso de las series mutantes Marvel, y vehicula la narración a través de un personaje consciente de las diferencias y cambios, Bishop en aquella ocasión. El caso es que podríamos decir que en aquellos tiempos la calidad de los autores mutantes era mediocre -Scott Lobdell, Larry Hama, Howard Mackie, Jeph Loeb- o contaba con autores que daban trabajos competentes pero lejos de su potencial -Mark Waid, Warren Ellis-, pero recuerdo aquel cruce con agrado y me dejó la sensación de haber leído una historia cuando menos entretenida que respetaba a sus personajes. Y en el apartado gráfico de aquella serie, además, pudimos disfrutar del trabajo de artistas como Madureira, Larroca, Pacheco, Adam y Andy Kubert, Bachalo, Churchill, Dodson...



Las comparaciones resultan odiosas, y en este caso la editorial DC ha intentado crear un evento de gran calado pero se ha quedado corta al tirar de un banquillo con demasiados nombres de recién llegados, tanto es así que de todas las series leídas apenas salvaría a una media docena de ellas, curiosamente las que cuentan con equipos creativos solventes y con una historia algo más cabal que contar que las barbaridades que ocurren en el mundo de Flashpoint. Destacaría la labor de Robinson en Outsider, la recreación de Batman de Risso y Azzarello -una de las pocas historias que llegó a sorprenderme verdaderamente-, los Siete Secretos de Milligan y curiosamente, la de Frankenstein y las Criaturas, desarrollada con un sano espíritu pulp en el que se mezclan en un afortunado pastiche los géneros bélico, fantástico y terrorífico. En las demás series hay algún destello aislado de calidad, algún retruécano afortunado de la historia, y alguna sorpresilla que agradece al lector el tiempo invertido en la lectura del evento.



Para terminar ya con los crossovers de la saga DC del 2011, decir que el tono general de ese universo alternativo me desagrada profundamente como lector, ofreciendo una visión ultra oscura y agresiva de personajes que actúan de forma completamente opuesta a como lo harían incluso aunque los hechos se hubieran desarrollado de forma similar en su universo tradicional, alcanzando en algunos casos unas cotas de sadismo y crueldad que, honestamente, no me gusta leer en personajes que admiro y me han acompañado durante años. Ver a Diana decapitar sin torcer el gesto a un personaje clave y guardar su casco como trofeo, a Aquaman empalar a sus enemigos sin despeinarse lo más mínimo o provocar la muerte de millones en su enfrentamiento con las amazonas es una mínima muestra de las muchas formas violentas de morir que se desgranan en cada una de las series. Lo único positivo que podría decir sobre el tinglado editorial es que a nivel de coordinación la historia salta de uno a otro título para permitir seguir el fluir de los acontecimientos de una forma comprensible. Y hasta aquí llegó la broma, amigos.



Qué será,será, whatever will be, will be...

Y una vez acabado el evento, ¿qué nos queda? Un nuevo Universo DC en el que algunos de los eventos editoriales mantienen su vigencia (Una muerte en la familia, La broma asesina, Crisis de Identidad, La noche más oscura), pero muchos otros no, algo que estará determinado en una línea temporal con la que trabajarán los autores. Y a partir de ahí, tabula rasa para hacer con muchos personajes lo que se quiera -dentro de los patrones que DiDio, Harras y Berganza, a partir de ahora Tridente Catacroquer, permitan-, alentando los cambios y defendiendo que se trata no de un reinicio sino de menear el árbol editorial y crear nuevos conceptos y personajes dentro de los mismos. Todavía no he hincado el diente a ningún número de esas nuevas series, pero las sensaciones son directamente malas, oscilando entre la pereza por volver a leer según qué cosas y la decepción por comprobar la deriva editorial de una casa que ha sido la de mis amores, y que a lo largo de 30 años, prácticamente toda mi vida lectora, me ha ofrecido cientos de horas de momentos inolvidables. Como diría Roger Murtaugh, estoy demasiado viejo para esto...

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