lunes, julio 30, 2012

Un lunes olímpico

Más alto, más rápido, más fuerte. Ese es el espíritu que voy a necesitar a partir de mañana cuando me incorpore de nuevo al trabajo. Con la que está cayendo la carrera hasta fin de año va a ser un triatlón de obstáculos sin más descanso que el mínimo amparado por el calendario laboral -si no deciden cambiarlo sobre la marcha y eliminar directamente los festivos, ese maldito opio del currito- y con todos los indicadores macrosocioestructuroeconomisupu... camino del apocalipsis. Por lo menos me queda el consuelo de haber disfrutado de unas vacaciones largas como ninguna, que comenzaron intensamente para ir perdiendo progresivamente intensidad hasta haber pasado las dos últimas semanas en una poco menos que monacal reclusión hogareña de la que la consola y la televisión han sido las máximas culpables. Vuelvo al trabajo con un curso de informática terminado con buena nota, con un nuevo relato escrito, con diez kilos menos, y con la intención apriorística y las ganas de dar lo mejor en el trabajo porque no queda otra. Volvemos a las trincheras, señores...


El pebetero de Sauron o el Ojo de los Juegos Olímpicos 2012

Y al tiempo que se acaban las vacaciones laborales, tampoco me queda otra cosa más que plantear el fin de las vacaciones blogueras y dar como mínimo un pequeño vuelco al ritmo de publicaciones. Se acerca el séptimo aniversario del blog y este mes de agosto voy a replantearme seriamente motivaciones, ganas y satisfacciones que esta aventura cibernauta me ha proporcionado a lo largo de los siete años que he estado al otro lado del teclado. Quizá un replanteamiento definitivo, quizá un cambio, quizá un final... Agosto será largo, caluroso y propicio para esas cavilaciones. Para empezar, esta semana en la que ya entrará el mes de las vacaciones por antonomasia en el país, seguiremos dejando caer algún dibujillo de convención y hablando de esa película que me dejé en el tintero la semana pasada.

Y ya para terminar, imbuido del espíritu olímpico que va a inundar medios de comunicación y retransmisiones televisivas a lo largo de las próximas dos semanas, y tras tragarme emocionado casi toda la ceremonia de inauguración, repleta de emotivos momentos para mí que he mamado cultura británica casi desde la cuna -literaria, televisiva, musical y cinematográfica-, empiezo esta nueva etapa del año, esta recta final con una de mis canciones favoritas de todos los tiempos, escogida con todo merecimiento para acompañar a la aparición del pebetero de diseño. Tardaron en aparecer, pero cuando lo hicieron, los Pink Floyd lo hicieron por todo lo alto, brillando como un loco diamante de fuego...

Eclipse
Pink Floyd

All that you touch
And all that you see
All that you taste
All you feel
And all that you love
And all that you hate
All you distrust
All you save
And all that you give
And all that you deal
And all that you buy
Beg, borrow or steal
And all you create
And all you destroy
And all that you do
And all that you say
And all that you eat
And everyone you meet
And all that you slight
And everyone you fight
And all that is now
And all that is gone
And all that's to come
And everything under the sun is in tune
But the sun is eclipsed by the moon


jueves, julio 26, 2012

Galería de originales LXVII: Ken Lashley

Prosigo con la tónica de las últimas entradas para mostrar un par de originales de lo que podríamos denominar el fondo de carpeta, pertenecientes al dibujante Ken Lashley, autor que despuntó en la década de los noventa y ha desarrollado desde entonces varios trabajos tanto en el diseño artístico para compañías como Lucasfilm, Hasbro o Mattel como en el campo del comic, donde ha trabajado para grandes compañías como Marvel o DC en multitud de series. Entre sus créditos para la primera de ellas podríamos citar series como Doc Samson, Black Panther, Deadpool, Excalibur o The All New Exiles. Para DC ha desarrollado un trabajo más continuado en el tiempo, comenzando por colaboraciones en Legends of the DC Universe, Legion of Superheroes, 52 o Firestorm hasta llegar a sus últimos trabajos para la compañía en colecciones relacionadas con All New 52 como colorista y portadista de series como Batwing, Suicide Squad o Blackhawks. Como no sólo de las majors vive el dibujante, el trabajo de Lashley ha sido visto en editoriales como Chaos!, Malibu o Image/Wildstorm, que es justo el sitio al que quería llegar para contextualizar estos originales. Se trata de dos páginas pertenecientes a la serie Wetworks, serie que nació originalmente del impulso creativo de Brandon Choi y Whilce Portaccio y que mezclaba los elementos del género de espionaje con el de superhéroes. Lashley seria el encargado, junto al guionista Steven Grant, de cerrar el primer volumen de la colección editado dentro de Image. El grupo volvería posteriormente en otros volúmenes dentro del sello Wildstorm, pero editados ya por DC Comics. A los compases finales de la serie, en el marco de un enfrentamiento directo entre los miembros de Wetworks y Stormwatch se corresponden estas dos páginas de los números 39 y 40 que conseguí directamente del entintador de ambas, Richard Friend. Por cierto, para los que queráis conocer más en profundidad la vida, obra y milagros más recientes de Ken Lashley, os recomiendo que os dejéis caer por su blog personal, donde el autor comparte proyectos, anécdotas -la decoración de un coche con calcos de Star Wars es realmente espectacular- así como una gran variedad de dibujos y commissions realizados en actos benéficos y convenciones que hace que me plantee dedicarle al caballero un post en esa sección.


lunes, julio 23, 2012

Se alzará un lunes oscuro

Y a este paso, no será a mucho tardar y se nos llevará a todos por delante todavía más de lo que ya lo está haciendo la dichosa realidad. Apurando los últimos diez días de vacaciones, y a puntito de reencontrarme con eso que podríamos llamar cruda realidad, me toca soslayar todos los indicios de apocalipsis socioeconómico y lidiar con los problemillas que a uno le tocan verdaderamente más de cerca. Una pequeña infección biliar en nuestra Leia, que nos ha traído toda la pasada semana de cabeza y nos ha dado un par de pequeños disgustos que espero hoy terminen por fin, me preocupa mucho más que la prima convertida hoy casi en tía que con sus prácticas financieras de riesgo puede acabar provocando que en un futuro no pueda proporcionar a mis peques ni siquiera los cuidados médicos que a veces precisan, y eso por no hablar de la precariedad a la que se pueden ver sometidos los nuestros. Pocas veces dejo que la realidad se cuele en este espacio y en este día, pero qué quieren, hoy he cometido el error de ver dos espacios de debate y un telediario seguidos y el poco pelo que me queda se me ha puesto blanco.


Con lo leída y friki que es mi gatita y lo mal que lo ha pasado la pobreta estos días.

Dejo las tonterías reales para centrarme en las fruslerías personales para comentar la ruptura de la pereza estival con las tres entradas de la semana pasada. Espero seguir con la tónica esta semana y en principio es mi intención hablarles de la para mí sorpresa cinematográfica del año, subir alguna nueva paginilla a la galería virtual de Plissken -que por cierto, se ha visto mermada en los últimos tiempos merced a algún insistente coleccionista yanqui en busca de zombis de papel, algo que he reflejado en las respectivas entradas, para que nadie pueda acusar al blog de mostrar arte de forma fraudulenta- y compartir alguna nueva galería de commissions. Todo se verá sobre la marcha.

Y ya para terminar, y como en un par de horitas espero estar disfrutando como un enano de los 162 minutazos con los que Cristopher Nolan ha cerrado su trilogía sobre Batman -confirmando la pasada semana que Batman Begins es una gran película y The Dark Knight una obra maestra incontestable del cine, más cercana al thriller noir que a una película de superhéroes con uno de los finales más memorables que servidor ha disfrutado jamás-, pues metemos por aquí una canción de resabios tarantinianos que habla de un caballero oscuro, y lo dejamos ya por hoy, a ver si en siete días, con el trabajo asomando el hocico servidor lo ve todo de otro color.

Dark Knight
The Blasters

Hot air hangs like a dead man
from a white oak tree
people sitting on porches
thinking how things used to be
dark night
it's a dark night
dark night
it's a dark night

The neighborhood was changing
strangers moving in
a new boy fell for a local girl
when she made eyes at him

She was young and pretty
no stranger to other men
but windows were being locked at night
old lines were drawn again

(Chorus)

I thought these things
didn't matter anymore
I thought all that blood
had been shed long ago
dark night
it's a dark night

He took her to the outskirts
and pledged his love to her
they thought it was their secret
but someone knew where they were

He held her so close
he asked about her dreams
when a bullet from a passing car
made the young girl scream

I thought these things
didn't happen anymore
i thought all that blood
had been shed long ago

Dark night
it's a dark night
dark night
it's a dark night

domingo, julio 22, 2012

Sketch-busters CCIV: Sergio Bleda (I)

Aprovecho la dinámica seguida en las últimas critiquillas de comic de acompañar la reseña de un tebeo con un dibujo perteneciente a su autor para recuperar un dibujo de hace unos añitos, siete si la memoria no me falla y la dedicatoria de su autor no miente. Aunque conocía de sobra la trayectoria de Sergio Bleda como autor, todavía no había tenido ocasión de hacerme con su obra más famosa y mucho menos de leerla. A pesar de eso aprovechamos un tiempo muerto en un salón poco dado a los mismos y nos acercamos a la sesión de firmas conjunta de Luís Durán y Sergio Bleda en el stand de Planeta, donde amablemente el dibujante albaceteño me dibujó a la entrañable protagonista de su saga vampírica. Por lo pacífico y sonriente del retrato uno se puede hacer una idea de la persona que era antes de su conversión. Si tengo que decir algo más sobre el autor y el momento es que la misma amabilidad, atención y simpatía que nos dedicó en el 2005 fue la que recibimos en el 2012, y son cosas como esa las que me siguen sorprendiendo de esta afición tan extraña y apasionante y me hacen adorar aún más al medio y a todos aquellos que dedican su tiempo y su arte para atender a desconocidos -bueno, al final no tanto, porque acabamos conociéndonos todos aunque sea solo de vista- de la forma en que lo hacen. A modo de complemento del dibujo de Inés, incluyo la dedicatoria que el dibujante realizó en el tomo de El baile del vampiro.



viernes, julio 20, 2012

El baile del vampiro: Chupasangres en Barna City

Barcelona, 1996. La ciudad es un hervidero de modernidad, de culturas, de gente venida de todos los lugares del planeta, un crisol en el que se moldean personas de muchas clases y condiciones diferentes. Allí confluyen las vidas de varias personas de una manera fatal, dando lugar a una historia de sangre, muerte y renacimiento de imprevisibles consecuencias. Jacob es un vampiro, uno con 250 años de edad muy lejos de su Prusia natal. No comparte los rasgos románticos con los que la literatura y el cine suelen identificar a los vampiros, pero sí su misma necesidad de consumir sangre para mantenerse no-muerto y la búsqueda de un alma gemela con la que compartir su existencia. Jacob es un romántico y corteja en la distancia a Naomi, dejándole una rosa en el mismo lugar cada noche. En las vidas de ambos se cruzará un grupo de Neonazis y Naomi y Jacob se conocerán finalmente.


Pero hay más historias en la ciudad, tristes, duras, sin final feliz. Como la de Ana, una joven desaparecida que acaba cayendo en los brazos de Inés tras escapar de su secuestrador. El encuentro no sería nada especial si no fuera porque Inés también es una vampira, amiga de Jacob y compañera de fatigas de este, en busca de un bocado que echarse el diente. Su encuentro con Ana, mordida por otro vampiro, hará nacer una relación muy particular entre ambas, primero de tutela y aprendizaje por parte de la veterana vampira hacia la desorientada y desamparada nueva convertida, y más tarde de cariño y amor entre dos almas gemelas.


Como decía, hay pocos finales felices en el lado oscuro de las Ramblas, y estas dos parejas tendrán que afrontar no pocos obstáculos en sus relaciones nacidos del recelo, el miedo, el odio y la continua persecución a la que la sociedad les somete por su condición de vampiros. Un obsesionado cazador de vampiros, el cuerpo de policía de la ciudad condal y la aparición en escena de otro hijo de la noche, el Vampiro Blanco, pondrán el mundo de Jacob, Naomi, Ana e Inés patas arriba en una lucha a muerte que se desarrollará en algunos de los más emblemáticos lugares de Barcelona, y de la que muy pocos lograrán salir bien parados.


El baile del vampiro fue un proyecto publicado dentro de la linea Laberinto en el año 1997 en forma de serie limitada de cuatro números. Dos años más tarde, dentro de la misma línea editorial aparecería la precuela El baile del vampiro: Inés 1994, narrando eventos anteriores a los de la historia original. Esta pequeña saga vampírica patria, desarrollada entre Albacete y Barcelona es obra de Sergio Bleda, autor completo de estas historias que buscan un nuevo acercamiento al mito del vampiro, contemporáneo, despojándolo de muchos de los ropajes góticos y románticos que lo han adornado -y en muchos casos desvirtuado- en la mayoría de acercamientos al mismo, ya fueran literarios, televisivos o cinematográficos. La repercusión indudable de la obra ha permitido sucesivas reediciones de la misma, siendo una de las más identificables y conocidas del autor.


Realmente tiene delito que haya tardado quince años en leer El baile del vampiro, y no en su versión original sino en la edición décimo aniversario publicada por Aleta hace cinco años, un verdadero compendio de El baile del vampiro que incluye tanto la serie como el especial centrado en Inés, de corte diametralmente opuesto, un auténtico slice of life de una chica de Albacete, son sus sueños y aspiraciones, sus devaneos amorosos, y su encuentro con alguien que cambiará radicalmente su vida. Aquí el terror queda para unos breves apuntes al margen de la historia, centrándonos en los sucesos que condujeron a Inés hasta Barcelona. Junto a ese material se recopilan todas las portadas originales y algunas ilustraciones de Bleda, una galería de dibujantes invitados con el arte de Quim Bou, Vicente Cifuentes, Tirso Cons, Rafa Fonteriz, Javier Pulido Kenny Ruiz o Víctor Santos entre otros, una historia breve a color protagonizada por Jacob en su Prusia natal y un relato también protagonizado por él. Estas dos últimas aportaciones cuentan con la pluma de Alberto López Aroca para narrar las desventuras del vampiro Jacob en el XVIII y el XIX respectivamente.


Una lectura bastante divertida y fresca con la que amenizar las tardes de verano -y de cualquier estación del año, no vayan a creer- que ha resistido perfectamente el paso del tiempo y que permite disfrutar de unos vampiros nada lánguidos y llorones, pero con sentimientos y pasiones que les mueven de manera lógica en el contexto de una historia de género que sabe exprimir el ambiente y algunas de las postales más reconocibles de una ciudad que, en el fondo, es una protagonista más de la historia.

lunes, julio 16, 2012

Que es lunes pero estaba de parranda

De fiesta no exactamente, pero sería correcto decir que estas vacaciones me las estoy tomando en serio al cien por cien. Llevo desconectado del ámbito laboral 26 días y aún me restan las dos últimas semanas de asueto, ombliguismo y tocamiento de ya me entienden. Por un momento ha cruzado por mi mente la idea de dejar el post para el lunes que viene y romper una tradición con un lustro a sus espaldas... Dado que me conozco y que establecer un precedente sería fatídico para mis lunes, aquí me tienen, aporreando el teclado justo antes de cenar para dejar constancia de que sigo vivo, que me he enganchado a una joya televisiva que se llama Community, que estamos apurando los últimos capítulos de House, que me leído de un tirón esta misma mañana los diez números de The Walking Dead que conducen al fatidico número 100 USA, donde Kirkman vuelve a maltratar a sus personajes y a sus sufrientes lectores, que por seguir con la dinámica zombi estoy absolutamente inmerso en el videojuego Dead Island -del que les dejo el estremecedor, acojonante e hipnótico primer avance-, que espero sacar tiempo esta semana para ver en días consecutivos BB y TDK, y que de verdad no sé cómo voy a llevar el tener que volver a la cruda realidad dentro de catorce días... Shit!



Pero por ahora, seguiremos disfrutando de lo que toca, con la esperanza de que esta semana las pilas me funcionen mejor que a lo largo del mes precedente y les de con creces lo suyo. Recurro a uno de mis grupos de toda la vida, que hace un par de días ponían la guinda al pastel del FIB, con una de sus canciones que puedo haber escuchado cerca de un centenar de veces sin exagerar. Dado que ya me he hecho a la idea de que no los veré en directo en mi vida, por lo menos les hago visitar el blog. Y es que, al fin y al cabo, uno tiene que tener verdadera fe en aquello que hace, piensa o siente, y actuar en consecuencia. Séanme buenos.

True Faith
New Order

I feel so extraordinary
Something's got a hold on me
I get this feeling I'm in motion
A sudden sense of liberty
I don't care 'cause I'm not there
And I don't care if I'm here tomorrow
Again and again I've taken too much
Of the things that cost you too much
I used to think that the day would never come
I'd see delight in the shade of the morning sun
My morning sun is the drug that brings me near
To the childhood I lost, replaced by fear
I used to think that the day would never come
That my life would depend on the morning sun...

When I was a very small boy,
Very small boys talked to me
Now that we've grown up together
They're afraid of what they see
That's the price that we all pay
Our valued destiny comes to nothing
I can't tell you where we're going
I guess there was just no way of knowing
I used to think that the day would never come
I'd see delight in the shade of the morning sun
My morning sun is the drug that brings me near
To the childhood I lost, replaced by fear
I used to think that the day would never come
That my life would depend on the morning sun...

I feel so extraordinary
Something's got a hold on me
I get this feeling I'm in motion
A sudden sense of liberty
The chances are we've gone too far
You took my time and you took my money
Now I fear you've left me standing
In a world that's so demanding
I used to think that the day would never come
I'd see delight in the shade of the morning sun
My morning sun is the drug that brings me near
To the childhood I lost, replaced by fear
I used to think that the day would never come
That my life would depend on the morning sun...

miércoles, julio 11, 2012

Aquellos maravillosos años: El Trueno Azul.

Tápate la nariz. Estamos de mierda hasta el cuello.
Frank Murphy

Frank Murphy (Roy Scheider) es uno de los mejores pilotos de helicóptero de la División Astro, en Los Angeles, cuya tarea consiste en servir de apoyo a las unidades de tierra en la vigilancia de las calles y la detención de sospechosos. De carácter difícil e impredecible, marcado en parte por sus traumáticas experiencias como piloto en Vietnam, Murphy se ve separado de su habitual compañero y destinado por su capitán, Jack Braddock (Warren Oates) a patrullar en el turno de noche con un novato, Lymangood (Daniel Stern). Pronto se establecerá una relación amistosa entre ellos, en la que Murphy aportará su experiencia en la patrulla nocturna y Lymangood sufrirá las bromas que su inexperiencia e ingenuidad le granjean en el cuerpo, recibiendo el apelativo de JAFO en la división.


Una rutinaria patrulla nocturna se torna en desastre cuando el helicóptero reporta la presencia de un coche abandonado en la zona alta de la ciudad, pero abandona la escena para espiar a una actriz exhibicionista. El asesinato de una concejal a manos de unos asaltantes despertará el olfato de sabueso de un Murphy descontento con la explicación oficial del mismo, al tiempo que será seleccionado para un proyecto secreto de colaboración con el ministerio de defensa, en el que deberá probar un prototipo de nave conocido como El Especial, pero apodado como el Trueno Azul.


Murphy y Lymangood patrullarán los cielos de Los Angeles con el sofisticado aparato, dotado con los últimos avances electrónicos y armamentísticos para reforzar el cuerpo de policía de la ciudad frente a la próxima celebración de las Olimpiadas -hablamos de 1984-. La supervisión de las pruebas corre a cargo del Coronel Cochrane (Malcolm McDowell), un tipo que coincidió con Murphy en Vietnam y que hará lo posible por sabotear la misión de Murphy. Cuando la investigación sobre el asesinato de la concejal destapa una conspiración para alentar altercados callejeros, con miembros de la administración implicados, la vida de Murphy y los suyos se verá en grave peligro, una situación de la que sólo el Trueno Azul podrá sacarle.


En esta sección ya hemos hablado de algunos de los cineastas más destacados en el campo de lo que podríamos llamar evasión o entretenimiento. Gente como Richard Donner, Joe Dante (por partida doble, además), Barry Levinson o John Hughes marcaron nuestra infancia con sus filmografías, y por lo general, encadenaron varias películas consecutivas que no sólo contaron con éxitos de crítica y público sino que con el paso de los años se han convertido en incontestables clásicos del cine contemporáneo. En el caso que hoy nos ocupa ciertamente podría haber hablado de hasta tres películas, realizadas en los años 83, 86 y 87 que entrarían de pleno en esta sección y que son, respectivamente, Juegos de Guerra (del mismo año que El trueno azul), Cortocircuito y Procedimiento ilegal (una de las comedias de colegas con tintes policíacos más fresca y divertida de aquella época). Me he decidido por El trueno azul por ser quizá la más reivindicable de todas ellas, con permiso de Juegos de Guerra, y por un reciente visionado en el que he vuelto a disfrutar de la película como un auténtico enano.


John Badham, director de origen inglés nacionalizado estadounidense, comenzó su carrera en televisión en los años 70 para debutar en el cine con dos películas que le consolidaron en el mundillo y que le ayudarían a convertirse en uno de los directores más solventes de los 80, una garantía de cara a la taquilla y con un oficio y una competencia fuera de toda duda. Esas películas fueron Fiebre del sábado noche (icono de la movida disco de los 70 y el lanzamiento a la fama de cierto bailarín chulesco que aún no había descubierto la cienciología), y Drácula (una nada desdeñable versión del clásico vampírico con Frank Langella y sir Lawrence Olivier como principales intérpretes). Ya consolidado como director, Badham optó por dirigir este proyecto, que en sus compases iniciales trataba de un piloto con tendencias psicóticas que se apoderaba de un helicópter y sembraba el caos y la destrucción por las calles de Los Angeles. Ni que decir tiene que el proyecto se benefició de las sucesivas reescrituras.


Los encargados del libreto fueron Don Jakoby (Arachnofobia, Evolution) y Dan O'Bannon (Alien, Muertos y enterrados, Desafío total), ambos con carreras de amplia trayectoria dentro del género fantástico y los dos con conexión Carpenteriana, el primero por escribir el guión de Vampiros y el segundo por haber participado en la seminal Dark Star. La buena sintonía entre ambos se extendería a Lifeforce y a Invasores de Marte unos años más tarde, ambas dirigidas por Tobe Hooper, la primera un pastiche digno del mejor cinéfago lanzado por su director como un gancho de izquierda a la industria y a los espectadores y que hoy goza del status de película de culto dentro del género de la ciencia-erótico-terror-ficción, la segunda un horrible e insulso remake de un clásico menor de los años 50. Lo más encomiable de su labor en el guión de la cinta de Badham es convertir una película sin pretensiones con vocación de espectáculo lúdico en una crítica a la corporación militar estadounidenes, a los manejos de la misma con los contratos públicos y a los excesos que las fuerzas de la ley y el orden ejercen a la hora de desarrollar sus, por otra parte encomiables, funciones. Con un desarrollo de la trama milimétrico que se toma su tiempo a la hora de definir a los personajes, de forma más profunda en el caso de Murphy y su relación familiar con su ex-mujer y su hijo, y dotando a Murphy de rasgos que adornan a su personaje con un aura de héroe de acción (sus manías con el reloj digital, su habilidad como conductor, sus hazañas casi legendarias en la división como piloto), la trama va lanzando a los personajes hacia un inexorable y largo clímax sobre la ciudad de Los Angeles en el que Murphy irá dando buena cuenta de todos aquellos que se le pongan por delante.


La pericia de Badham a la hora de gestionar un reparto sólido y de mantener el interés del espectador a lo largo de las casi dos horas de metraje queda fuera de duda para un servidor, enganchado a la pantalla aun cuando me supiera de memoria las escenas. Ya sea la primera patrulla nocturna con Lymangood, la presentación del Especial en el campo de pruebas, las escenas finales de persecución aérea o los detalles de la vida personal de Murphy y su ex-mujer, Kate (personaje al que Candy Clark dota de una humanidad, una vulnerabilidad y una picardía reales que iluminan la pantalla cuando su personaje está en escena) son partes de un engranaje meticulosamente encajado en el que no sobran escenas o falta información y que acaba por dar como resultado una de las películas de acción más solidas de los años 80.


Vamos ya con el apartado de curiosidades, bastante cargadito en esta ocasión. La película está dedicada a la memoria de Warren Oates, insigne actor de carácter reconocible en la filmografía de Sam Peckinpah que fallecía poco después de terminar el rodaje. Fundamental para el mismo fue el diseño del helicóptero, que tomó como base el modelo francés Gazelle con algunos añadidos del Apache. La estabilidad del monstruo resultante era nula y se tuvo que recurrir a trucos de pilotaje y efectos ópticos para hacerlo parecer más rápido y manejable. El reloj con el que Murphy medía su grado de cordura pertenecía en realidad a su director. Para una de las escenas más espectaculares, en la que vuela por los aires un asador de pollos, se emplearon cientos de pollos asados reales -tristemente más baratos que los de goma- que fueron recogidos de manera voluntaria por los sin techo de la zona. Huelga decir que se reciclaron. Malcolm McDowell sufría de un genuino pánico a volar que se hace evidente en algunas de sus escenas de vuelo, sobre todo en las de la parte final.


Finalmente, la popularidad de la película propició una serie de televisión con James Farentino y Dana Carvey como protagonistas que sólo duró una temporada. Para los curiosos, por cierto, JAFO son las iniciales de Jodido Advenedizo en Función de Observador, y se suavizaron para su versión televisiva. Esta es sin duda una de las películas que más me recuerdan a mi infancia, a aquellas tardes de VHS y bocata de nocilla con mis hermanos, o a los pases televisivos cazados y disfrutados en familia. Acción genuina, un héroe íntegro, unos personajes valientes y un helicóptero que intenté recrear con piezas de Tente durante años... No puedo esperar a verla otra vez...

lunes, julio 09, 2012

Lunes indolente

Que no es que no me duela nada, porque alguna agujeta tengo de darle a la bicicleta elíptica, o que no sea capaz de conmoverme con nada, con tanta cosa buena que ha venido sucediendo en las últimas semanas. Se trata más bien de una pereza que se cuela por los poros, favorecida por los calores estacionales y por la relajación casi perpetua en que entra el cuerpo cuando no tiene que atender a obligaciones y sí a las muchas devociones que el tiempo libre y la tranquilidad proporcionan. Lo único malo es que la indolencia es contagiosa, y se transmite fácilmente a todas las facetas de la vida de un servidor, incluyendo a este su blog amigo que está en modo vacacional antes de tiempo. Por fortuna se han acabado las escapadas del hogar y a lo largo de las próximas semanas ya no me quedan excusas para no dedicarle un poco de tiempo a este espacio, y el caso es que las ideas y las ganas no faltan. Además de mantener las secciones habituales me gustaría recuperar la sección Aquellos maravillosos años con uno de los grandes olvidados de los años 80, además de comentar una de las últimas novedades adquiridas en el Salón del Comic... Vamos, que no será por falta de ganas ni de contenidos si se mantiene el silencio virtual.


Para ser lunes, haber alcanzado prácticamente el ecuador de mis vacaciones y encontrarme sin compromisos forzosos por delante, no está nada mal. No encuentro mejor forma de celebrarlo que con este clasicazo de buen rollo, energía y rock perteneciente al grupo Journey y que ha sido durante más de 30 años uno de esos temas reconocibles en decenas de anuncios, series de televisión y películas. Les dejo ya con la firme promesa de mantenerme al pie del cañón a lo largo de los próximos días, y recordándoles, como siempre, que tengan mucho cuidado ahí fuera.

Any way you want it
Journey

Any way you want it
That's the way you need it
Any way you want it

She loves to laugh
She loves to sing
She does everything
She loves to move
She loves to groove
She loves the lovin' things

Ooh, all night, all night
Oh, every night
So hold tight, hold tight
Ooh baby, hold tight

Oh, she said
Any way you want it
That's the way you need it
Any way you want it
She said, Any way you want it
That's the way you need it
Any way you want it

I was alone
I never knew
What good love could do
Ooh, then we touched
Then we sang
About the lovin' things

Ooh, all night, all night
Oh, every night
So hold tight, hold tight
Ooh baby, hold tight

Oh, she said,
Any way you want it
That's the way you need it
Any way you want it
She said, Any way you want it
That's the way you need it
Any way you want it

[break]

She said, Hold on
Hold on, hold on, hold on, hold on
Hold on, hold on, hold on, baby

[break]

Oh, she said,
Any way you want it
That's the way you need it
Any way you want it
Any way you want it
That's the way you need it
Any way you want it

Oh, she said,
Any way you want it
That's the way you need it
Any way you want it
Any way you want it
That's the way you need it
Any way you want it

Any way you want it
That's the way you need it
Any way you want it
Any way you want it
That's the way you need it
Any way you want it

Any way you want it
That's the way you need it
Any way you want it
Any way you want it
That's the way you need it
Any way you want it

Any way you want it
That's the way you need it
Any way you want it

viernes, julio 06, 2012

Commissionando CL: Marcio Abreu

Con el veranito y la calor suelo recurrir para esta sección a dibujantes de la página Comiconart, un lugar donde el muslo y la pechuga está de rebajas todo el año y la cantera de dibujantes brasileños nunca se agota. Había seleccionado varias ilustraciones tipo swimsuit, pero finalmente he rectificado sobre la marcha, y es que el trabajo del dibujante Marcio Abreu me ha parecido bastante interesante de ver tanto en la vertiente sensual festiva como a la hora de elaborar dibujos de pose superheroica. Como ya avanzaba, de origen brasileño, Marcio Abreu comenzó a trabajar para la agencia de Ed Benes y entre sus créditos profesionales en el mercado americano se cuentan las series Grimm Fairy Tales y Charmed -Embrujadas- para la editorial Zenoscope. Actualmente se halla embarcado en dos proyectos más, la serie independiente Magna y Red Sonja, para Dynamite. Junto a su trabajo en la industria Marcio realiza commissions que se pueden encargar a través de Comiconart, y el caballero se mueve en el rango de precios que va entre los 100 $ por una ilustración a lápiz sin fondo de un solo personaje a los 240 por un dibujo entintado con fondo completo de un personaje. No es el dibujante de mi vida, ni mucho menos, pero la vistosidad de sus dibujos en otros tiempos me habrían hecho rastrear las pujas periódicas de la página en Ebay para localizar algún dibujillo suyo a buen precio. Por el momento me conformará con dejarles aquí esta cumplida galería donde encontrarán una generosa ración de heroínas -incluyendo a mis dos Gatas de ficción preferidas- así como varias muestras de la potencia del trabajo del señor Abreu, al que pueden conocer mejor si gustan visitando su blog personal.










lunes, julio 02, 2012

Un lunes particular

Una cosa rapidita para mantener la llama de los lunes viva y les dejo seguir disfrutando del show de la selección española en prácticamente todas las cadenas de televisión nacionales o sufriendo el mismo, que para gustos colores. Me ha costado un par de días recuperarme de lo vivido la pasada semana, y es que este año, para aprovechar las vacaciones tan tempranas y disfrutar de las tarifas de temporada media nos acercamos a Salou y Tarragona en un viaje relámpago que mezclaba lo cultural de una visita a las abundantes ruinas romanas de Tarragona y a parte de sus casas museo -una de ellas con historia de fantasma incluida- con lo lúdico de dos días en Port Aventura subiendo a todas aquellas atracciones en que mi perímetro torácico no me hacía correr serios riesgos de perder la vida. Agotamiento extremo por el cansancio acumulado y el calor y la humedad asfixiantes que culminaban el domingo con dos felices acontecimientos, por un lado el nacimiento de mi primer sobrino -al que conduciré por el lado friki de la vida en la medida que me deje mi hermana y mi cuñado- y por otro, qué demonios, el cuarto título conseguido por España en las competiciones internacionales que la sitúan todavía más arriba en el palmarés del fútbol internacional y convierten lo que fue un sueño hermoso y casi imposible en una realidad que disfrutaremos en la medida de lo posible mientras dure.


Hacía tiempo que no dejaba asomar mi feo careto por aquí. Aquí tienen una instantánea sacada a las once y media de la noche en el último viaje del día de El tren de la mina. Cuando los propios trabajadores del parque te recuerdan de un día para otro ya es preocupante la cosa. Llamadme Mr. Diablo Stampida!!!


Como verán la semanita fue intensa y eso justifica la ausencia de contenidos, que, esta semana y por apretones de agenda me temo que seguirán siendo parcos y escasos. No sé porqué las llaman vacaciones cuando uno no para quieto entre compromisos familiares, cursos, escapadas y momentos de relax necesarios para sobrevivir a todo lo anterior. A pesar de todo, siguen cociéndose un par de entradas en mi cabeza que espero poder plasmar sobre el teclado a la menor brevedad posible y compartirlas con todos ustedes.


Y para empezar la semanita les dejo un tema que podríamos llamar clásico, canción ligera de los años 50 que asaltó mi oído ayer mismo mientras reposaba el partido de fútbol viendo la última película del director Jaume Balagueró. Lo de relajar la mente y el tono de la canción es algo totalmente opuesto a la sensación que deja Mientras duermes, una cinta de suspense opresiva que guía al espectador al interior de la retorcida mente de un inmenso Luis Tosar en su intento de alejar la felicidad de todos aquellos que le rodean para de ese modo sentirse un poco menos miserable. Patti Page cierra la película con esa canción cuyo título, Tenme en mente, resulta aterradoramente adecuado para la conclusión de la cinta. Les dejo con esos compases tan pasados de moda que a mí personalmente siempre me han puesto las pilas y les emplazo a que me tengan en mente y regresen por aquí cuando gusten o puedan, a esta que es su casa virtual.

Keep in mind
Patti Page

If you need someone to lower the light
And then you want someone to hold you real tight
Someone who'll hold you and do it up right –
Keep me in mind!

If you feel lonely and long for a kiss
And then you want someone who'll bring you some bliss
Someone who'll kiss you and never resist –
Keep me in mind!

Give me a call
Knock on my door
Send me a telegram
Yell down the hall
Beat on the floor
An' I'll come runnin' wherever I am!

If you need someone to whom you can cling
An' then you want someone who'll mean ev'rything
Someone who'll love if you'll buy the ring –
Keep me in mind!

Keep me in mind!

Keep me in mind!

Give me a call
Knock on my door
Send me a telegram
Yell down the hall
Beat on the floor
An' I'll come runnin' wherever I am!

If you need someone to whom you can cling
An' then you want someone who'll mean ev'rything
Someone who'll love if you'll buy the ring –
Keep me in mind –
Keep me in mind –
Keep me in mind!

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