sábado, agosto 31, 2013

Dolor y dinero: El lado tragicómico del sueño americano

Bienvenidos al estado soleado, al lugar de aire limpio, sol caliente y diversión por doquier, donde los jubilados del país vienen a disfrutar del buen tiempo y los amantes de la vida sana y el ejercicio físico encuentran el entorno perfecto para sacar partido a su esfuerzo y lucir esculturales cuerpos bajo el sol de Miami. Ese es el entorno en el que desenvuelve su vida Daniel Lugo (Mark Whalberg), un preparador físico que trabaja de machaca en gimnasios entrenando a yuppies de medio pelo y que tiene ambiciosos planes para un futuro que espera sea mucho más prometedor que su gris y esforzado presente. Su mejor amigo, Adrian Doorbal (Anthony Mackie) comparte con él horas de gimnasio y sueños de prosperar en un entorno donde nada es fácil y el pez grande suele zamparse a los chicos sin apenas inmutarse.


Las vidas de Lugo y Doorbal comienzan a complicarse cuando se cruza en su camino Victor Kershaw (Tony Shalhoub), un tipo abiertamente desagradable que posee un restaurante cercano al aeropuerto, que hace ostentación de su dinero y que trata a sus empleados como a basura, pero que, lo que es la vida, quiere además tener un cuerpo que vaya acorde con su posición, para lo que se pone manos a la obra bajo la ávida mirada de Daniel Lugo. En la cabeza de este comienza a surgir un plan basado en la envidia de las riquezas de Kershaw y en la codicia de pasar a ser el propietario de todo lo que este posee. Un reticente Doorbal se unirá al plan que cobrará definitivamente forma cuando un tercero en discordia entre en escena, el antaño cocainómano y atracador Paul Doyle (Dwayne Johnson), ahora cristiano renacido y adicto al ejercicio, que puede suponer el músculo necesario para emprender una acción criminal.


Cuando tres tipos osados, inteligentes y capaces organizan un secuestro seguido de extorsión y asesinato, nada podría salir mal. Desgraciadamente para el trío formado por Lugo, Doorbal y Doyle ellos no son esa clase de tipos, y pronto se encuentran en una situación repleta de situaciones descontroladas, absurdas y delirantes y tratando con estrafalarios personajes que les pondrán cada vez más difícil el alcanzar su particular sueño americano como una enfermera rellenita con un voraz apetito sexual (Rebel Wilson), una stripper ingenua con ínfulas de actriz y espía (Bar Paly), un gerente de gimnasio interesado (Robb Corddry) o un detective retirado con más integridad que sensatez (Ed Harris).



Pain & Gain, que remite a ese lema tan habitual a la hora de entrenar de que sin dolor no hay gloria, y que por una vez ha servido para que los destribuidores españoles arreglen un título sin atentar contra el original -Dolor y dinero- resulta una de las películas más extrañas que haya parido Hollywood en los últimos años y un soplo de aire fresco gamberro y negrísimo para el panorama cinematográfico actual. El responsable absoluto de este desmadre repleto de cuerpos esculturales, personajes descerebrados y axiomas relativos a la Ley de Murphy no es otro que Michael Bay, uno de los mayores exponentes del cine comercial contemporáneo con perlas en su haber como Transformers 1 a 4, Bad Boys, Armageddon o Pearl Harbor, casi todas ellas películas que, entiéndanme, se cuentan en mi videoteca en la sección de cinefagia sin complejos. Cómo un director entregado al cine de espectáculo y palomitas destinado a las grandes audiencias acaba realizando una película como Pain & Gain bien merece una breve explicación.




En 1999 el Miami New Times publicó una serie de artículos sobre un desastroso plan criminal que había sembrado de cadáveres la ciudad y en el que habían intervenido una serie de curiosos personajes. Michael Bay leyó dichos artículos e intentó desarrollar un proyecto basado en los mismos desde el año 2000, pero continuos retrasos se fueron produciendo debido a la producción de la película Transformers y sus sucesivas secuelas. Finalmente, y tras llegar a un acuerdo que le comprometía a dirigir dos truños más para todos los públicos y que amasasen cientos de millones de dólares, la Paramount rebuscó en sus bolsillos la calderilla necesaria para rodar Pain & Gain, 26 millones de dólares con el sueldo de Bay, Whalberg y Johnson sensiblemente rebajado. Rodar con un bajo presupuesto y una historia en apariencia tan pequeña no ha sido óbice en absoluto para que los principales rasgos formales de Michael Bay aparezcan en esta película: Miami como localización privilegiada, escenas rodadas a cámara lenta, planos circulares que ofrecen un panorama completo de eventos realizados en diferentes estancias de un mismo lugar, personajes andando hacia la cámara con explosiones tras ellos... Para entendernos, nos encontramos con el cruce temático de Fargo con el aspecto visual de Dos policías rebeldes, y tengo que reconocer que es un pastiche que funciona espectacularmente bien.





Si Bay arriesga trabajando en un proyecto personal y de espaldas a la taquilla, no resulta menos cierto que la implicación de los actores es absoluta e igualmente peligrosa para sus carreras. Con la excepción del agradecido papelito que desempeña Ed Harris, prácticamente el resto del reparto encarna a personajes abyectos, desagradables, ridículos, estúpidos y deleznables, con los que ciertamente resulta bastante difícil empatizar. Empezando por el aspecto físico, tanto Mackie como Whalberg ganaron una considerable masa muscular para encarnar a sus personajes adictos al fitness, a los batidos de proteínas, a las inyecciones y a las series de levantamientos de pesas. Johnson, que ya es un mastuerzo de por sí, todavía desarrolló más músculo para su personaje de drogadicto cristiano renacido. Si Whalberg, que ha demostrado con creces ser un actor versátil y con recursos que pocas veces ha ido por el camino fácil de lucir cara bonita, aquí consigue el retrato de un bobo redomado inasequible a la realidad  y al desaliento, The Rock reivindica una vez más que no es solo una masa de músculos incapaz de realizar otra cosa que espectáculos de acción, y presenta a un personaje risible y cándido en ocasiones. Pese a todo, el tratamiento de todos ellos deja la sutileza de lado y se centra en un humor entre absurdo, marciano y negro que acaba convirtiendo la trama en una película de dibujos animados alocada y cruel, que, ojo, funciona perfectamente como tal y uno acaba riendo a carcajadas ante la siguiente desgracia  que acontece o barbaridad que realizan nuestro trío protagonista.





La película se inicia con un Basado en hechos reales, que no Recreación de hechos reales, y eso pronto se comprueba si uno lee los hechos en sí, que desvelan una trama de secuestro, extorsión y asesinato en la que participaron muchas más personas que las mostradas en la película. Lo aterrador y ridículo es que aunque muchas cosas no sucedieran tal cual, si sucedieron de manera aproximada, y eso a uno le pone la carne de gallina, sobre todo cuando el nivel de exceso llega a cotas rayanas en la incredulidad y aparece de nuevo el cartelito Sigue estando basado en hechos reales y no cabe otra cosa más que estallar en una carcajada nerviosa para seguir aguantando el festival de barbaridades.



Siempre he defendido y disfrutado el cine de Michael Bay en su campo, recordemos, el de los truños espectaculares, excesivos y con cierta tendencia a lo bufo y lo grotesco, por lo que aún tengo que defender con mayor pasión esta película, un proyecto antipático y contracorriente, que escupe contra muchas de las filias yanquis sin misericordia (el sueño americano, los cursos de autoayuda y motivación, los hombres hechos a sí mismos, el mundillo que rodea a los gimnasios, la eficacia policial, el crisol de culturas, las historias de amor) y ofrece un retrato cruel pero divertido al mismo tiempo de todos aquellos perdedores que buscan un atajo a la hora de buscar la salida correcta de la miseria y alcanzar su propio pedazo de pastel del llamado sueño americano, encontrándose en un callejón sin salida. Porque a veces, sólo hay dolor y muy poca ganancia.






De propina les dejo un anuncio que Bay realizó hace unos años y que vuelven a mostrar su lado gamberrete y cómico a la vez que promociona Transformers y de paso vende una conexión por cable... Awesome Pussycat!!!

miércoles, agosto 28, 2013

Sketch-busters CCXXV: Jordi Tarragona (I)

Dentro de la reseña dedicada al cruce de colecciones relacionadas con Batman, La muerte de la familia, mencioné la abultada e importante presencia de dibujantes españoles en la misma, mencionando algunos nombre, y dejándome en el tintero al que hoy nos ocupa. Se trata del joven dibujante catalán Jordi Tarragona, también conocido como Tar, que ya lleva unos añitos dando guerra en el panorama nacional para revistas como Kiss Comics, editoriales como Dibbuks e incluso intentando la autoedición con su propio sello, Boom Comics. Como viene siendo habitual para nuestros jóvenes talentos -y no sólo ya, desgraciadamente, en la industria del comic- el futuro se halla más allá de nuestras fronteras, cruzando el charco, y como tantos otros dibujantes con talento, Jordi Tarragona ha conseguido realizar una serie de proyectos como entintador para algunas de las grandes editoriales estadounidenses, como IDW (Transformers Prime, Transformers Secret), Marvel (Zombies Christmas Carol, Ultimate Hawkeye, X-Men Legacy) o DC (Catwoman), habiendo colaborado en alguno de esos proyectos con dibujantes españoles como David Baldeón o Rafa Sandoval. Para conocer algo más de la vida y milagros de Jordi Tarragona nada mejor que dejarse caer por su blog personal, en el que podréis encontrar algunas muestras de sus trabajos para EEUU, páginas de prueba, o trabajos por encargo -que le hacen candidato a una futura entrada de commissionando, por cierto-. Les dejo sin más dilación con el sketch dedicado a miss Sparks por Jordi durante el Salón del Comic de Barcelona del año 2012, la que me temo será durante bastante tiempo nuestra última asistencia a un evento de esas características. No es una Mujer Gata, pero si es una Gata Negra de uñas tomar, y con Felicia les dejo.

lunes, agosto 26, 2013

Apurando el lunes

Tenía que llegar, y afortunadamente ha llegado el último lunes de vacaciones, ese que da paso a la semana en que tenemos que hacer todo aquello que se ha ido postergando por unas cosas o por otras y que sabemos que al final se nos van a quedar en el tintero estival otro año más. ¿Porqué digo lo de afortunadamente? Pues porque un servidor está deseando volver a algo parecido a la rutina y a la tranquilidad de los horarios establecidos, la normalidad y la relativa tranquilidad... Vamos, que volver a trabajar va a ser como tomarse unas vacaciones de las vacaciones. En cualquier caso, mi solidaridad más sincera para todos los que ya se han reincorporado a sus lugares de trabajo o de residencia habituales, estén tranquilos que en una semana les estaré haciendo compañía.

Para esta semana tendremos un par de entradas relacionadas con los dibujines originales, y estoy guardándome una en el tintero que sé que podría levantar cierta polémica, por lo que puede que aguarde a una mejor ocasión. Lo que sí espero poder dejar por aquí es la reseña del último festival pirotécnico de Michael Bay, algo que merece la pena verse para poder creérselo uno en toda su dimensión gamberra, desvergonzada y cinéfaga. Y con eso y un bizcocho habremos rematado una semana que nos llevará directamente a la vuelta al curro y un día después al 8º aniversario del blog que por lo menos intentaré celebrar con la que ha sido la tradición bianual del mismo. Veremos si san Carpenter Virtual me echa un cable y puedo arreglar algo medianamente decente.

La canción de hoy llega como tantas otras de rebote, y le he llevado durante tres días pegada a los labios, sin poder dejar de tararear la melodía. Hoy les dejo con la potente voz de la incombustible Shirley Bassey versionando el tema Jezahel de la banda italiana Delirium -tema que a su vez sirvió de base a Public Enemy para su canción Harder than you think, que ya apareció en un lunes particularmente difícil, hace unos meses-.



Jezahel
Shirley Bassey

Come tomorrow way down south
In St. Amore, oh oh oh
Reunited with my love
In St. Amore, oh oh oh

Jezahel, Jezahel
Jezahel, Jezahel

Will we both go home
So we can be together, oh oh oh
Really both go home
To stay in love forever, oh oh oh

Jezahel, Jezahel
Jezahel, Jezahel

Scorching sun upon a beach
Near El Cantina [unverified]
Out of reach, where there's no one
To come between us, oh oh oh

Jezahel, Jezahel
Jezahel, Jezahel

Yes, I scan your eyes, I scan your eyes
I see desire, oh oh oh
Wind and rain can't stop the flame
That starts the fire, oh oh oh

Jezahel, Jezahel
Jezahel, Jezahel
Jezahel, Jezahel

jueves, agosto 22, 2013

Galería de portadas: Batman. La muerte de la familia

Les dejo aquí con la correspondiente galería de portadas que ilustra la reseña de la saga La muerte de la familia, publicada hace unos meses en EEUU y actualmente en curso en nuestro país y a puntito de llegar al plato fuerte de la misma. En principio iba a hacer un compendio de toda la saga, seleccionando algunas de las portadas de los cruces, pero la cantidad de portadas variantes de la saga principal me ha hecho centrarme en las mismas, con un papel preponderante del espectacular Greg Capullo, que mantiene el nivel con el que inició esta etapa y que reclama con todos los honores por su trabajo un lugar privilegiado en el parnaso de artistas que han ilustrado las andanzas del Hombre Murciélago. Junto a él encontramos a artistas de la talla de Aaron Kuder, Trevor McCarthy, Alex Garner (que recupera uno de los momentos más espeluznantes de la visita a Arkham) y Tony Daniel, cuyo recuerdo como dibujante regular del personaje afortunadamente ha quedado atrás. Omito subir la portada del epílogo para evitar posible espoilers, y de nuevo les recomiendo encarecidamente la lectura de esta historia, aunque eso sí, centrada en los capítulos de Batman y obviando la broza que se apodera de muchos de los cruces.




















martes, agosto 20, 2013

Batman. La muerte de la familia: Pocas bromas con este Joker

Gotham llevaba un año sin saber del Payaso del Crimen, desde que fuera encerrado en Arkham y su rostro fuera extirpado quirúrgicamente. La cara del payaso, colgada de la pared, y la desaparición del villano, no hizo más que crear incertidumbre en las fuerzas del orden de Gotham y en su cruzado enmascarado, pero durante doce meses nada se supo de él. Quizá hubiese muerto, quizá hubiese empezado de nuevo... O quizá estaba preparando su regreso por la puerta grande al colorido y grotesco panteón criminal gothamita. Una incursión para recuperar lo que era suyo, su cara, en la comisaría de la ciudad no será sino el comienzo de la que puede ser considerada su más ambiciosa y perfecta ola de crímenes y de risas histéricas. Poco a poco Joker revisita algunos de sus pasados crímenes y escenarios, como el intento de asesinato del alcalde de Gotham, el envenenamiento de las reservas de agua de la ciudad o una incursión en la fábrica de productos químicos que le vio nacer.


Pronto se hará evidente para Batman que su némesis ha emprendido un sendero incierto, peligroso y mortal que ha puesto en el punto de mira a su "familia", a todos los aliados que le han acompañado a lo largo de los años, y que según el Joker, no sólo le han hecho más confiado y menos efectivo, sino que además le han robado parte de sus sentimientos. La solución para el Joker resulta meridiana y necesaria. Por un lado empujar hasta el límite al Hombre Murciélago y mostrarle esa verdad evidente poniéndolo al filo del fracaso una y otra vez, por otro derrotar uno tras otro a sus aliados (Nightwing, Red Robin, Robin, Capucha Roja, Catwoman y Batgirl) sembrando la desconfianza entre ellos y atacándoles en el momento más inesperado, y finalmente creando un cisma mortal entre todos ellos del que quizá nadie salga demasiado bien parado.





Segundo arco argumental guionizado por Scott Snyder para Batman, y segundo gran crossover que reúne a todas las colecciones de la bat-familia -entendiendo El tribunal y La noche de los Búhos como dos actos de una misma historia- en un evento editorial ampliamente publicitado y que ha mantenido la colección de Batman entre las más vendidas y mejor valoradas de la editorial. Lo cierto es que La muerte de la familia se desarrolla en 23 números que incluyen cruces con Batgirl, Batman y Robin, Catwoman, Escuadrón Suicida, Detective Comics, Nightwing, Capucha Roja y los Forajidos y Jóvenes Titanes, pero la historia principal se desarrolla en Batman, y más concretamente entre los números 13 y 17 de la misma. ¿Se puede entender la historia sin leer todos y cada uno de los cruces? Sin duda. El ritmo que Snyder imprime a la historia acaba siendo tan demencial como el propio Joker, y alguno de los cliffhangers finales son tan brutales que uno desearía saltarse la paja y acudir directamente al siguiente episodio, pero como uno es masoquista y completista, pues se empeña en leer historias que van desde lo interesante (Batman y Robin, Batgirl), a lo entretenido (Escuadrón Suicida, Catwoman, Nightwing), hasta lo abiertamente intrascendente o infumable, como las aventuras centradas en los grupos juveniles.



Scott Snyder ha hecho algo muy bueno y algo muy malo con esta historia, y todo ello relacionado con un mismo factor, el de que todo autor que ha tratado a Batman con ciertas pretensiones de calidad o de dejar huella en el universo del personaje antes o después se las tiene que ver con su villano más característico y reconocible. Inolvidables son las visiones que Frank Miller, Jim Starlin (quitando aquella ridícula viñeta del Joker árabe), Grant Morrison, Alan Moore o Chuck Dixon han ofrecido del Joker a lo largo de los años. Es todo ese trasfondo acumulado de historias pasadas lo que redunda en beneficio de Snyder, pues el guionista repasa, rememora, revisita y homenajea algunas de esas historias, con la sombra de la muerte de Jason Todd y la mutilación de Bárbara Gordon revoloteando en todo momento, o el recuerdo de aquel paseo infernal por Arkham City, que aquí vuelve a producirse de forma aún más aterradora y terrible. Hasta aquí la cosa funciona.


Pero luego llega la segunda parte del invento, que es dejar la impronta personal de cada autor, la huella del guionista en la historia editorial del personaje, y aquí a Snyder se le va un poco la mano. Nada que objetar al escalofriante rediseño que nos lo muestra a modo del Caracuero de La Matanza de Texas con su cara ajustada al cráneo mediante correas, un poco que objetar a la ambigüedad de las motivaciones que, por otra parte no requeriría alguien con la psique desquiciada y perturbada del Joker... Mi mayor reparo a la historia se centra en el catálogo de barbaridades y salvajadas que se amontonan en los crímenes del villano a lo largo de la historia, crímenes que por cantidad y exceso de crueldad son difícilmente digeribles, hasta el extremo de que jamás llegué a pensar que podría ver en un tebeo de Batman algo parecido al Ciempiés Humano que tan escatológicamente llegó a nuestras pantallas hace unos años.


En el apartado artístico, centrándome en la serie principal, nos encontramos con un Greg Capullo tan espectacular como siempre, un dibujante que sabe dotar a las escenas de acción de energía y visceralidad y a sus personajes de una presencia física importante, aunque vuelve a caer en cierta tendencia a presentar secuencias un tanto confusas que no facilitan la lectura del tebeo precisamente. Me gustaría destacar el buen trabajo que los dibujantes españoles realizan en los cruces de la saga, con un espectacular Rafa Sandoval dibujando a Catwoman, Dani Sampere y Vicente Cifuentes colaborando con Ed Benes sin desmerecer lo más mínimo en las andanzas de Batgirl, y Fernando Dagnino manejando al Escuadrón Suicida con soltura y espectacularidad.


Uno de los más anticipados acontecimientos que rodeaba la serie era el de rememorar la histórica Una muerte en la familia, aquel infame invento editorial guionizado por Jim Starlin y Jim Aparo que ponía a Robin (Jason Todd) en un trance mortal a manos del Joker y dejaba a elección de los lectores por vía telefónica el decidir si el personaje vivía o moría, con los resultados de sobra conocidos. Así pues, con cuatro Robins revoloteando en la historia, era más que probable que uno de ellos lo pasara especialmente mal, aunque se repite en este caso el esquema editorial de Batman: R.I.P. y los acontecimientos clave no se nos narran en la historia central sino en una suerte de emotivo y crudo epílogo. Aunque no he disfrutado tanto como la historia de los Búhos esta Muerte de la familia, lo cierto es que llegado un momento no podía dejar de pasar las páginas de forma compulsiva, satisfaciendo la necesidad de saber qué demonios iba o podía sucederle a unos personajes que antaño amara con todo mi corazoncito friki y hoy se me presentan como primos lejanos a los que me cuesta reconocer, sobre todo por culpa de esa manía de devolver a los personajes y a las historias a algunos de los hitos editoriales de los años 90, como el abuso de cruces editoriales, personajes diseñados al gusto de los quinceañeros de turno (Arsenal con gorrita de béisbol y salido como una esquina... Sí, hombre...) y autores directamente recuperados de la antigua Image (como Scott Lobdell o Brett Booth). ¿Me estaré haciendo realmente demasiado viejo para esto?

sábado, agosto 17, 2013

Commissionando CLVIII: Gardenio Lima

Ya les avisé que tenía pensada una refrescante galería de commissions para esta semana, y pocos sitios con mayor cantidad de material para tal fin que Comiconart, la página con mayor número de artistas brasileños representados y que ofrece además de la posibilidad de comprar arte original o de encargar commissions directamente a sus artistas abundantes subastas de ilustraciones. Además, fíjense si hacía tiempo que no me pasaba por la página que me he llevado la más que grata sorpresa de encontrarme no sólo con un nuevo diseño, más vistoso y navegable que el anterior, sino también con una gran cantidad de nuevos dibujantes representados, entre los que se encuentra el que hoy nos ocupa. Gardenio Lima, que también es oriundo de Brasil, se nos presenta como un joven dibujante con buena mano y mejor ojo para retratar a los personajes femeninos y con una gran habilidad para conseguir, rotuladores copic mediante, dotar a sus ilustraciones de una gran profundidad y vistosidad con los mínimos trazos y detalles. Iba a repartir la entrada de hoy en dos galerías, una centrada en personajes que podrían formar parte de un calendario de bañadores cualquiera y otra dedicada a personajes superheróicos retratados más al uso, pero finalmente he decidido mantenerlas unidas y ofrecerles una docena larga de ilustraciones cuyo precio rondaría entre los 100 y 150 dólares atendiendo a las tarifas habituales del dibujante. Personalmente me parece un dibujante bastante espectacular de cara al ajustado precio que carga por sus commissions, y se de buena tinta -Comicartfans- que alguna de sus ilustraciones está en el hogar de algunos ilustres coleccionistas españoles. Ya sin más, les dejo en la mejor compañía.

















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