Galería de originales XXII: J. G. Jones

En el mundillo del coleccionismo de originales hay un montón de factores que confieren más o menos valor a una página. En primer lugar está el autor del arte (hay que ver su calidad intrínseca, en qué momento de su carrera está, si se esforzó en tal o cual proyecto), el tebeo en sí mismo (si es una historia relevante o un número de relleno, si aparecen los personajes principales o secundarios, si hay acción) y finalmente la forma que adopta esa página en concreto, ya se trate de una portada, de una doble página (double spread page), de una ilustración a página completa (splash-page) o de una página estructurada en viñetas. Normalmente ese sería el orden en que el continente determinaría el valor de un original por encima del contenido, pero obviamente las páginas interiores con por ejemplo, las muertes de Fénix o Gwen Stacy están valoradas muy por encima de lo que podrían costar varias portadas de cualquier otro título. Como coleccionista de medio rango tengo bastante asumido que hay ciertos "caprichos" que por el momento escapan a mi alcance, pero hay formas de matar el gusanillo de poseer una portada. Les cuento.

El año pasado yo estaba completamente emocionado leyendo la serie 52. Enganchado, más bien, ya que leía los comics de cinco en cinco y disfrutando como un enano de ese vistazo a la trastienda del Universo DC. A la calidad de la serie se sumaban las preciosas portadas de J. G. Jones, dibujante tan minucioso que parece haber encaminado su carrera hacia labores de portadista e ilustrador, obteniendo resultados verdaderamente espectaculares. Visitando la página de su representante oficial, Fanfare, uno podía ver muestras de dichas portadas, que, como ya he dicho quedaban fuera de alcance. Pero llegó el número 26 ambientado en Halloween, con la deliciosa ilustración de los tres niños disfrazados de Steel, Booster Gold y Question pidiendo los caramelos de rigor y esa gatita asomándose curiosona. La candidez de la imagen, lo perfectamente relacionada con la historia a través de un homenaje a los protagonistas de la serie (y con un posible spoiler de sucesos futuros, encima) y la presencia de la gata tricolor me hicieron dudar seriamente de si Leti Sparks me permitiría hacer una locura. Afortunadamente para un servidor en Fanfare también hay una sección con preliminares de Jones, los bocetos sobre papel vegetal que le sirven de base antes de realizar la ilustración definitiva. Entre 1600 dólares (por cierto que esa portada aún no la ha adquirido nadie, todavía estoy a tiempo de que me toque la lotería, jejeje) por la portada original y los 60 que costaba el preliminar, pues me decidí por la opción más fácil y sensata. Además tuve la suerte de que, al asistir como invitado al pasado Salón del Comic de Barcelona, me la firmara el mismo J. G. Jones, al cual si no recuerdo mal le comenté que teníamos una gata parecida a la que él había dibujado. Pero como siempre, seguramente mis nervios me lo impediría y únicamente balbucearía alguna incongruencia. Pero el fruto de esos balbuceos los verán otro día.