lunes, febrero 28, 2011

El discurso del lunes

No me negarán que uno es obvio y zafio a la hora de hilar los temas en estas entradas de cada lunes. Hoy uno de los temas del día es comentar si tal o cual película merece o no el destino que ha corrido en la ceremonia de entrega de unos premios que todos desprecian cuando no consiguen y celebran cuando reciben como si se acabara el mundo. Este año he batido el record de desconexión cinematográfica en lo que a cartelera se refiere, y de todas las películas con premio tan solo he visto Origen y Toy Story 3, gran cinta de robos y ciencia ficción la primera, obra maestra sin paliativos la segunda, y sin la necesidad de la coletilla "del cine de animación". Eso sí, me queda la espinita de no haber visto todavía la película por la que mi musa, la actriz que ha crecido conmigo como si de una prima pequeña se tratara a través de sus papeles en El profesional, Beautiful girls o Heat y que ha dado nombre a una de mis gatas gracias a su encarnación galáctica, ha recibido esta noche un más que merecido premio según la unanimidad de la crítica especializada. La Portman ha tenido la suerte que el año pasado se le negara a Rourke, por cierto. Fíjense si había expectación en casa que hasta Amidala se quiso poner sus mejores galas para asistir a la fiesta de celebración. Desgraciadamente perdimos los vuelos de enlace y en lugar de ir a un sarao en Beverly Hills la gata se quedó durmiendo en el sofa junto a Obi-Wan y Leia y servidor acudió a trabajar como un pringa... esto, como un honesto trabajador que cumple con sus obligaciones como un pepe.




Por lo que respecta a este su blog amigo y en algunos casos vecino, la pasada semana cumplí a duras penas con casi todo lo programado, dejándome en el tintero virtual el repaso a The office (la británica, of course) que pretendo realizar esta semana, junto a la recuperación de un nuevo dibujo de colección. También avanzaremos ya el cartel, invitados y programación de Unicomic, a apenas dos semanas de su celebración, la más temprana de cuantas recuerdo.

Hoy no les doy más la lata con mis desvaríos, y les dejo con una canción de los míticos The Who, un temazo que empieza con suavidad y melancolía y tras un estallido de energía y vitalidad vuelve a sumarse en su melodía tranquila y tristona, algo parecido a como suelen desarrollarse mis lunes habitualmente. Les deseo que pasen una semana lo más propicia posible y les recuerdo que tengan, como siempre, mucho cuidado ahí fuera.

Behind blue eyes
The Who

No one knows what it's like
To be the bad man
To be the sad man
Behind blue eyes


No one knows what it's like
To be hated
To be fated
To telling only lies


But my dreams
They aren't as empty
As my conscience seems to be


I have hours, only lonely
My love is vengeance
That's never free


No one knows what it's like
To feel these feelings
Like I do
And I blame you


No one bites back as hard
On their anger
None of my pain and woe
Can show through


But my dreams
They aren't as empty
As my conscience seems to be


I have hours, only lonely
My love is vengeance
That's never free


When my fist clenches, crack it open
Before I use it and lose my cool
When I smile, tell me some bad news
Before I laugh and act like a fool


If I swallow anything evil
Put your finger down my throat
If I shiver, please give me a blanket
Keep me warm, let me wear your coat


No one knows what it's like
To be the bad man
To be the sad man
Behind blue eyes






domingo, febrero 27, 2011

Commissionando personalmente XXV: Steve Rude

Ya avanzaba ayer que la coautoría de Nexus era uno de los principales motivos por los que conocía, seguía y amaba la obra de Steve Rude. Los números publicados en España en los años 80 por Tebeos S.A. cayeron en mis manos gracias a un amigo y los leí y releí hasta que pude hacerme unos años después con los retapados que reunían esos doce escasos números que se publicaron en nuestro país. Ese vistazo mínimo al universo extraño, colorista y fantástico creado al alimón por Mike Baron y Steve Rude fueron más que suficiente para que considerara a Nexus -y lo sigo haciendo hoy día- una de mis series favoritas. La historia de Nexus sigue las desventuras de Horatio Hellpop, un humano que padece fuertes dolores de cabeza que sólo se alivian en un tanque de inmersión especial que le proporciona poderes y al tiempo le provoca visiones sobre asesinos genocidas a lo largo y ancho de la galaxia. La salud física y mental de Horatio sólo se ve garantizada si ejecuta a cada uno de esos genocidas, en una suerte de acto de justicia universal impulsada por el Merk, un misterios ente que está ligado intrínsecamente a la persona de Horatio. Para ejercer esa labor ejecutora Horatio adopta la identidad de Nexus, una figura universalmente reconocida no sólo por su labor sino por defender a todos los refugiados que buscan asilo en la luna de Ylum. Como digo, las aventuras de Nexus a lo largo y ancho de la galaxia, sus estrafalarios compañeros de correrías (Judah McAbee o el cómico Clonezone), la mezcla de géneros (desde la aventura fantástica al thriller de acción pasando por las intrigas sociopolíticas o el melodrama) y la desbordante imaginación, fantasía y energía que transmitían sus creadores a través de cada una de sus historias me marcaron profundamente. Es comprensible, por tanto, que la presencia de Steve Rude en Expocomic fuera para mí y para decenas de aficionados una cita ineludible. El autor, en un acto de honestidad profesional y entrega para con el público, repartió su tiempo entre las sesiones de firmas oficiales, gratuitas y abiertas a todo aquel que quisiera pasar un tiempo haciendo cola, y una lista aparte para todos aquellos que quisieran un dibujo más elaborado pagando por el mismo, lo que se conoce por commission, vamos. Este es el modelo habitual de las convenciones norteamericanas, y permitió que muchos pudiésemos conseguir un dibujo mucho más trabajado y que reflejase mejor el talento de The dude. Pocas veces he tenido más claro en mi vida el objeto de un encargo, así que solicité a Rude una composición de Horatio y Sundra, la compañera de Nexus y mujer de armas tomar en los números que pude leer. Estar delante de Steve mientras trabajaba en el dibujo, ver cómo observaba su propia mano como modelo para el dibujo y cómo se iba perfilando poco a poco esta maravilla fue un verdadero lujo, que hoy, cinco años y pico después de aquello, por fin comparto con todos ustedes. ¡¡Larga vida a Nexus!!

sábado, febrero 26, 2011

Sketch-busters CLXVIII: Steve Rude (y II)

Como decía el lunes, esta semana tenía la intención de solventar una especie de deuda histórica personal con otro de esos autores que he tenido la fortuna de conocer y que cumplen dos condiciones: su obra significa muchísimo para mí y los dibujos conseguidos en sesiones de firmas de años atrás han permanecido en esa suerte de almacén de arte virtual que es mi disco duro sin ver la luz pública. Y aunque han pasado ya más de cinco años de aquel encuentro y de la aparición del primer sketch en esta sección, me apetecía dejar por aquí otra muestra del talento desnudo de este artista que se las apañó en aquel Expocomic del 2005 para que ningún aficionado se quedase sin su boceto rápido de recuerdo y al mismo tiempo dedicó un tiempo aparte para algo que verán mañana. Pero vayamos a lo concreto. Hablemos de Steve Rude. The Dude. Hablemos de un tipo íntegro cuya carrera ha seguido siempre unos criterios muy claros (claridad de trazo, clasicismo narrativo, homenajes a los maestros) y, lo que es más difícil, ha huido de presupuestos meramente comerciales. Porque Steve Rude no ha sido un autor que se haya vendido al sistema. Su obra magna, Nexus, junto al guinista Mike Baron, ha contado la historia que tenía que contar con sus excentricidades, su humor marciano, su particular universo de personajes y mitología. Podríamos considerar Nexus como una serie obra de dos francotiradores que han hecho todo lo posible por mantener viva a la criatura dentro de un mundillo que sigue las directrices de un mercado donde lo que vendía eran otras cosas. Y a pesar de ello la serie se hizo con un nutrido grupo de lectores, con unos seguidores entregados y con una aureola de serie de culto que ha permanecido hasta nuestros días, aunque en España más que de culto podríamos hablar de serie maldita, ya que los intentos de editarla, históricamente, han quedado en proyectos frustrados. Pero de Nexus seguiremos hablando mañana más extensamente. Ser fiel a la niña de sus ojos, artísticamente hablando, no quiere decir que The Dude haya permanecido al margen del mercado, y así encontramos algunas obras para las grandes editoriales con vocación mayoritaria como son Los Mejores del Mundo (ilustrando los guiones de Dave Gibbons) o el crossover Superman/Hulk (con guión de Roger Stern). Sus últimas obras publicadas fueron The Moth y la continuación directa de la serie Nexus, retomando la numeración y la historia que la serie tenía antes de ser cancelada. A la hora de elegir personaje para la sesión de firmas, miss Sparks y un servidor nos decidimos por otra de nuestras parejas predilectas en el mundo del comic, pareja que además el dibujante había dibujado recientemente de forma soberbia. De forma excepcional, republico el dibujo de Superman para que complemente a esa dura y profesional Lois Lane retratada en la redacción del Planet. Con un lápiz y cinco minutos este hombre era una verdadera máquina...



lunes, febrero 21, 2011

Construyendo nuevos lunes

Después de sobrevivir la semana pasada a ese mini regreso a la escuela que les comentaba, y de disfrutar por el momento una experiencia que como mínimo resulta enriquecedora en cuanto a la adquisición de nuevos conocimientos pero exigente por el tiempo que me quita para, entre otras cosas, hacer el vago, sacarme pelusas del ombligo, dormir siestas eternas, jugar a la consola, leer tebeos o simplemente mirar embobado a los gatos, afronto una nueva semana con el planning bastante ajustado en tiempos y tareas a realizar. Lo cierto es que la ilusión y las ganas con las que estamos afrontando estas novedades son lo suficientemente grandes como para aliviar el cansancio derivado de todo eso. A pesar de ir de culo los pasados días la cosa dio para celebrar el día de tan loable y vital parte anatómica humana -ya saben, todos nos sentamos sobre uno- y de repasar uno dibujo de uno de los autores que más me alegro de haber conocido. Esta semana le toca el turno a otro histórico, y devoción personal, con el que coincidí hace un porrón de años en los madriles. Además de este ajuste de cuentas histórico -con mi dejadez, no con el autor, ojo, del que guardo un buenísimo recuerdo- me gustaría hablarles de una serie que ya todos habrán visto hace años, pero con la que yo he saldado otra particular deuda histórica hace bien poco y que me ha impactado profundamente. Y no avanzo más contenidos, que al final van a ser ustedes los que ajusten cuentas conmigo por todas las entradas anunciadas y pospuestas o directamente soslayadas y me va a tocar hacer horas extra para pagarles esas deudas blogueras.

Para amenizar la entrada del lunes, una cancioncilla ochentera pegadiza a más no poder que me he pasado tarareando media mañana para desgracia de mis compañer@s de trabajo. La canción, del grupo Starship -último coletazo del histórico Jefferson Airplane, ya irreconocible- presenta muchos tics de lo peor de la música comercial de los ochenta, pero a mí me transmite el buen rollo y la energía necesarias para afrontar con garantías el inicio de una semana en general intensa. El caso de We built this city es muy curioso, porque a pesar de ser un tema incluido en decenas de recopilatorios de la época y ser de obligada audición en cualquier sesión antológica lo suficientemente extensa, también está incluida en algunas listas como una de las peores canciones de la historia, con toda la subjetividad que supone hacer una elección como esa. A mí personalmente me gusta lo suficiente como para compartirla con ustedes, y qué demonios, seguir tarareándola durante el resto del día. A ver si construimos esta semana sobre el rock'n'roll y se nos pasa volando. Sean ustedes buenos, y ya que estamos roqueando, como diría aquel, vayan a por ellos antes de que ellos vayan a por ustedes.




We built this city
Starship

We built this city, we built this city on rock an' roll
Built this city, we built this city on rock an' roll

Say you don't know me, or recognise my face
Say you don't care who goes to that kind of place
Knee deep in the hoopla, sinking in your fight
Too many runaways eating up the night

Ma Coley plays the mamba,
Listen to the radio -
Don't you remember?
We built this city,
We built this city on rock an' roll!

We built this city, we built this city on rock an' roll
Built this city, we built this city on rock an' roll

Someone always playing corporation games
Who cares - they're always changing corporation names
We just want to dance here, someone stole the stage
They call us irresponsible, write us off the page

Ma Coley plays the mamba,
Listen to the radio -
Don't you remember?
We built this city,
We built this city on rock an' roll!

We built this city, we built this city on rock an' roll
Built this city, we built this city on rock an' roll

It's just another Sunday, in a tired old street
Police have got the choke hold, oh, but we just lost the beat

Who counts the money underneath the bar
Who rides the wrecking ball in two watt guitars
Don't tell us you need us, 'cos we're the ship of fools
Looking for America, crawling through your schools

(I'm looking out over that Golden Gate bridge
Out on another gorgeous sunny Saturday, I'm seeing that bumper-to-bumper traffic)

Don't you remember? (remember)

(Here's your favorite radio station, in your favorite radio city
The city by the bay, the city that rocks, the city that never sleeps)

Ma Coley plays the mamba,
Listen to the radio -
Don't you remember?
We built this city,
We built this city on rock an' roll

We built this city, we built this city on rock an' roll
Built this city, we built this city on rock an' roll

We built this city, we built this city on rock an' roll
Built this city, we built this city on rock an' roll

(We built, we built this city)
Built this city (we built, we built this city)
(Repeat until fade)



sábado, febrero 19, 2011

Sketch-busters CLXVII: Howard Chaykin (y IV)

Y último, que ya está bien la cosa. Con el paso del tiempo -más de un lustro- y con la acumulación de entradas -167 con la de hoy, nada menos-, se está haciendo cada vez más difícil elegir entre el material almacenado en el disco duro qué dibujos subir y cuando hacerlo. A veces la decisión se toma sola, a cuento de un evento concreto, o de la conmemoración del estreno de una película o de la edición de un comic, pero las más de las veces me tiro un buen rato paseando por las carpetas del ordenador ("Dibujos" y "Escaneados por publicar") escogiendo el autor y el dibujo que más me apetece compartir con ustedes en cada ocasión. Finalmente hoy he decidido publicar el cuarto sketch -y último- de los realizados por Howard Chaykin para el tandem Plissken/Sparks y que en esta ocasión pertenece a una miss Sparks absolutamente encandilada de un personaje que bien tratado ha dado grandes historias y que, para más inri, comparte con nosotros ese amor devoto e incondicional hacia los mininos. Una vez más reitero mi enorme agradecimiento a Howard por el tiempo que nos dedicó en sus visitas a Barcelona y Madrid y su amabilidad a la hora de dedicarnos estos head-sketches o cabecitas, con las que nos damos más que por satisfechos y que permitieron que una gran cantidad de aficionados lograsen una dedicatoria de uno de los grandes del comic contemporáneo. ¡Qué grande eres, Howard! (Y si no hubieses hecho dibujos lo seguirías siendo, ¡¡¡qué demonios!!!).

martes, febrero 15, 2011

Big Culo Day 2011: De culo y de culos

Me sumo tarde a la celebración de esta tradición freak que aúna a la blogosfera a la hora de glosar tan ilustre parte anatómica en un día en el que servidor ha ido literalmente de culo, después de madrugar, ir al trabajo a 30 kilómetros de casa, comer apresuradamente en 25 minutos para coger el autobús que me permitiera llegar con tiempo a casa de tomar un café y asistir al curso del que acabo de salir hace unos instantes. Lo que les decía. De culo. Pero afortunadamente uno llega a casa y busca los habituales dibujos en los que esa parte anatómica tenga una presencia destacada, y no puede menos que dedicar una galería a Frank Cho, ese hombre que merecería un monumento por la rotundidad y redondez de los volúmenes que magistralmente nos regala, ya sea reflejando heroínas de novela pulp, unos furry animals un tanto descarados (que sufren ante la presencia de otro artista rotundo, un Adam Hughes que completa una pieza a cuatro manos) o detectives de armas tomar. Y como este día invita a cierto tipo de excesos, les regalo con un videoclip hipnótico, adictivo y bizarro a partes iguales cuya melodía se mete en el subconsciente y uno puede pasarse ya horas enteras musitando para sí mismo... What what?? In the butt, in the butt... Y de propina, el homenaje parodia que le dedicó la serie South Park a un fenómeno de talla mundial como Samwell. Espero que mañana sea sólo un día de perros, y no otro en el que vaya de culo.




















lunes, febrero 14, 2011

Un lunes de otro color

Será por el día que es, y que este año me ha pillado especialmente flojo y sensible, o por las novedades que el mismo trae, que el día se me ha pasado en un suspiro y me temo que lo que resta se va a pasar volando igualmente. Hoy, al mismo tiempo que celebramos el consumismo del amor, y ya de paso los sentimientos que lo inspiran, servidor de ustedes vuelve a la escuela en cierta manera, y es que tras unos añazos descuidando por completo todo lo referente a formación o reciclaje al margen de lo estrictamente relacionado con mi trabajo, se vuelve a lanzar a esas academias de formación que proliferan a día de hoy para perfeccionar conocimientos y empezar a vestir de nuevo un currículo que he tenido olvidado durante años. Me siento un poco como Rodney Dangerfield, sólo que sin preguntas relacionadas con Vietnam...





Consecuencia directa de este primer curso -de los varios que me gustaría realizar a lo largo de los próximos meses- es una merma todavía mayor del tiempo que puedo dedicar al ocio puro y duro o al blog, aunque para ser honestos, dudo que esa merma sea mucho mayor que la sufrida a lo largo de los últimos tiempos. Así pues, seguiremos esta semana con los dibujos de convención, con algún original que desempolve de mis almacenes virtuales y con alguna que otra cosilla que a buen seguro se terciará.

Para finalizar el post de este lunes, me van a permitir que me deje llevar por el día que es y que comparta un poco de ese eufórico ensalzamiento de uno de los dos sentimientos más puros y fuertes que el ser humano es capaz de engendrar, el amor, y que mis queridísimos y golfos Blues Brothers inmortalizaron en Granujas a todo ritmo hace la friolera ya de tres décadas. No creo que se pueda decir más alto ni más claro. Estoy encantado de ver tanta gente encantadora aquí hoy, y me gustaría dar la bienvenida especialmente a todos los visitantes de la blogosfera que han decidido unirse a mí, en el blog Llámame Plissken en esta ocasión. Espero sinceramente que todos disfruten del post, y por favor, recuerden que no importa quién seas, o lo que hagas para crecer y sobrevivir. Hay cosas que nos hacen a todos iguales. A ti, a mí, a ellos, a todo el mundo, a todo el mundo. Uno, dos, uno, dos, tres, cuatro...

Everybody needs somebody to love
Blues Brothers

We're so glad to see so many of you lovely people here tonight and we would especially like to welcome all the representatives of Illinois law enforcement community who have chosen to join us here in the Palace Hotel ballroom at this time. We do sincerely hope you'll all enjoy the show and please remember people, that no matter who you are and what you do to live, thrive and survive, there're still some things that make us all the same. You, me, them, everybody, everybody.

Everybody needs somebody
Everybody needs somebody to love, someone to love (Someone to love)
Sweetheart to miss (Sweetheart to miss)
Sugar to kiss (Sugar to kiss)
I need you, you, you (You, you, you)
I need you, you, you (You, you, you)
I need you, you, you (You, you, you) in the morning (I need) (You, you, you)
When my souls on fire (I need) (You, you, you)
Sometimes I feel, I feel a little sad inside
When my baby mistreats me, I never, never, never have a place to hide
I need you

Sometimes I feel, I feel a little sad inside
When my baby mistreats me, I never, never, never have a place to hide
I need you, you, you
I need you, you, you (I need you)
I need you, you, you (I need you)
I need you, you, you (I need you)
(I need you) I need you

You know people when you do find somebody
Hold that woman, hold that man
Love him, please him, squeeze her, please her, hold her
Squeeze and please that person, give 'em all your love
Signify your feelings with every gentle caress (Signify)
Because it's so important to have that special somebody
To hold (Hold), kiss (Kiss), miss (Miss), squeeze (Squeeze) and please (Please)

Everybody needs somebody (I need you)
Everybody needs somebody to love (Everybody), someone to love (Needs somebody)
Sweetheart to miss (Everybody)
Sugar to kiss (Needs somebody)
I need you, you, you (You, you, you)
I need you, you, you (You, you, you)
I need you, you, you (You, you, you)
I need you, you, you (You, you, you)
I need you, you, you (Everybody)
I need you, you, you (Needs somebody)
I need you, you, you (Everybody)
I need you, you, you (Needs somebody)
In the morning (Everybody)
When my souls on fire (Needs somebody)
When I need that woman of mine (Everybody)
I need you, you, you, you (Needs somebody)
I need you, you, you, you (Everybody)
I need you, you, you (Needs somebody)
I need you

sábado, febrero 12, 2011

La trampa del Diablo: La primera Cronica Nocturna de M. Night Shyamalan

Amanece un día gris en el centro de negocios de Philadelphia y comienza un día de perros para el detective Bowden (Chris Messina), un torturado policía con problemas con el alcohol provocados por el atropello mortal de su familia a manos de un conductor que se dio a la fuga. Bowden recibe un aviso de suicidio que le conducirá hasta un impresionante edificio de oficinas. Allí se ha producido el suceso que desencadena los aciagos acontecimientos del día: un hombre ha saltado sin motivo aparente desde una ventana de los pisos superiores...


De forma paralela a la investigación, cinco desconocidos se encaminan a sus destinos en el edificio de oficinas, ocupando de forma fortuita un mismo ascensor. El ascensor, sin motivo aparente se detiene entre dos plantas, las luces comienzan a fluctuar y el nerviosismo y la desconfianza comienzan a surgir entre los cinco ocupantes, personas diametralmente opuestas que no tienen nada en común. Los protagonistas del peculiar y clautrofóbico encierro son un trabajador temporal de seguridad del edificio (Ben Larson), un vendedor de colchones algo carota y ligero de manos (Geoffrey Arend), una anciana de carácter seco y cortante (Jenny O'Hara), una mujer de negocios con un carácter tan duro como los diamantes (Bojana Novakovic) y un tipo de pocas palabras y bastantes recursos (Logan Marshall-Green). El agobio por lo reducido del encierro, el miedo a lo desconocido que supone el estar atrapado con personas cuyas reacciones pueden ser imprevisibles y la falta de ayuda van enrareciendo el ya de por si tenso ambiente dentro del ascensor.


En el exterior, los esfuerzos de Bowden por hallar un sentido al suicidio ocurrido horas antes transcurren de forma paralela a los del equipo de seguridad del edificio por rescatar lo antes posible a los ocupantes del ascensor. El jefe se seguridad (Matt Craven) y su ayudante (Jacob Vargas) contemplan las imágenes de la cámara de vigilancia -siendo testigos de los flashes inexplicables y de unas situaciones cada vez más bizarras y preocupantes, al tiempo que el encargado de mantenimiento (Joe Cobden) hace todo lo posible por mover el ascensor. Finalmente, todo confluirá en una carrera contra reloj para salvar las vidas de las personas atrapadas en el ascensor y mantener la mayor cantidad posible de cordura frente a unos acontecimientos que sólo uno de ellos se verá capaz de explicar...


Devil supone el primer proyecto englobado dentro de las llamadas Crónicas Nocturnas, una trilogía de películas fantásticas de bajo presupuesto -lo que hemos llamado serie B de toda la vida- amparadas por M. Night Shyamalan, que parte como productor del proyecto y creador del argumento sobre el que se desarrolla la película. El encargado de orquestar este primer esfuerzo ha sido John Erick Dowdle, un director con sólidas raíces en el cine de terror al que se deben dos proyectos interesantes, el remake americano -plano por plano, oigan, que ya tiene su mérito- de REC, Quarantine, y el mockumentary sobre los crímenes de un asesino ficticio, The Poughkeepsie Tapes. Mientras que Quarantine si la vi en su momento y lo pasé tan mal como su modelo español aunque sin capacidad de sorpresa alguna, pues seguía la historia conocida al pie de la letra, la segunda película no he sido capaz de verla, primero por su estructura de falso documental y segundo porque todo lo que he leído sobre ella transmite una sordidez y un mal rollo que no me apetece experimentar en primera persona.


Si el que maneja el timón sabe desenvolverse a la perfección dentro del género fantástico manejando un presupuesto escaso y un reparto de autores casi desconocidos, el navegante de este barco diabólico, el guionista Brian Nelson, también tiene una amplia experiencia en la ciencia ficción televisiva (Lois & Clarck, Earth: Final Conflict). En cine, sus colaboraciones con el director David Slade -antes de volverse un poco gilipichi y venderse a los aviesos productores de la saga Eclipse- han dejado dos pequeñas joyas del thriller y el terror contemporáneos: la incómoda Hard Candy y la visceral 30 days of night. Veremos si Slade se recupera y nos da sangre, sudor y gasolina en su remake de Christine de John Carpenter. Así pues, con tres bestias pardas del género a bordo, uno espera un viaje infernal, y pese a que la premisa inicial no lo sugiere, a fe mía que consiguen que vivamos un carrusel de emociones sin apenas salir de las cuatro paredes de un ascensor.


La película se estructura en torno al tradicional whodunit, partiendo de una situación concreta y claustrofóbica (cinco personas atrapadas en un pequeño espacio cerrado) que irá deteriorándose progresivamente, exigiendo que tanto los de dentro como los de fuera (desde la oficina de seguridad) intenten determinar con exactitud qué está ocurriendo y quién es el responsable. Podemos encontrarnos perfectamente ante una versión condensada y reducida de la historia clásica de Agatha Christie, que podríamos llamar Cinco Negritos En Mi Ascensor. Lo que en otras producciones habría derivado en un exceso de diálogos y en una reiteración de situaciones aquí se logra soslayar ampliando el plano de la historia (hay un dentro y un fuera en el que siempre están pasando cosas) y caracterizando de forma soberbia a cada personaje con unas pinceladas (tanto propias por lo que hacen en cada momento como por el background que la investigación policial da sobre cada uno de ellos). La premisa de la situación, el meollo de la historia, además, es oportunamente expuesto por uno de los personajes que parece conocer el dedillo lo que está pasando y, lo que es mucho peor, hacia lo que conduce toda la situación -lo que supone quizá el mayor punto flaco del guión-, previniendo al espectador con antelación del giro que dará la historia y sentando las bases de un tramo final que pasa del thriller al terror de forma natural y satisfactoria y ofreciendo por el camino un par de sustos de esos que le dejan a uno clavado en la butaca.


Las Crónicas Nocturnas no podrían haber empezado mejor, con una sólida peliculita que ofrece al espectador lo que promete: 80 minutos de tensión en los que no hay un sólo tiempo muerto, un par de giros de guión relativamente coherentes con lo anterior, tres o cuatro sustos bien dados -y lo que es mejor y más difícil, magistralmente dosificados- y una historia que no te deja con la sensación de haber sido tomado por imbécil. La mano de Shyamalan en el proyecto se nota, y mucho, en el contenido de la historia, con la ambientación en su querida Philadelphia, la carga de traumas personales que arrastran los protagonistas y la evolución psicológica de estos. A nivel formal, la película se aparta bastante de lo que ha sido el cine de Shyamalan hasta el momento, huyendo de los largos silencios, la acción pausada, el tempo largo para narrar una secuencia. Tan sólo el empleo del color con intención simbólica se mantiene, y el rojo será un elemento común para los protagonistas de esta Trampa del Diablo de la que resulta tan difícil escapar una vez se ha entrado en ella.

jueves, febrero 10, 2011

Commissionando CXXXII: John Lucas (II)

Toca hoy disfrutar de las ilustraciones más elaboradas realizadas por encargo por el dibujante John Lucas, una selección de temas y personajes en la que se han quedado fuera un par de commissions por pudor (no dejen de disfrutar de las protagonizadas por Conan o Dejah Thoris en su galería). A continuación pueden encontrar imposibles crossovers (como el protagonizado por la Patrulla Condenada y los 4F con cierto deje profético en su contenido o esa copa compartida por Hellboy y Puck), recreaciones de portadas (con personajes de mi especial devoción como Starman o Manhunter), temas clásicos (el homenaje a La sombra, a los monstruos de la Universal en clave de cine negro o los despiporres lisérgicos de la serie B de los años 50 con la Mujer de 50 pies y el Monstruo de la Laguna Negra enfrentados a invasores alienígenas), y para finalizar una de esas comparativas que tanto me gusta incluir y que es el mejor modo de plasmar el proceso artístico de un dibujante. En este caso el propio Lucas comenta cómo debido a su pereza no realiza unos lápices detallados, sino un esbozo sobre el que va aplicando tintas de forma progresiva. Personalmente creo que el resultado es espectacular.











lunes, febrero 07, 2011

Un lunes en mitad de muchas cosas

¿No creerían ustedes que se iban a librar de mí tan fácilmente? Aquí estoy un lunes más, inasequible al desaliento y sin intención alguna de faltar a una cita virtual que ya se ha convertido en un deber categórico moral que un servidor ha contraído consigo mismo y por extensión con todos y cada uno de ustedes, ya sean habituales lectores o casuales visitantes de la blogosfera. Lo cierto es que hoy se ha hecho casi testimonial esta entrada, puesto que diversas obligaciones me han tenido absorbido hasta hace prácticamente unos minutos, que he aprovechado para volcar sobre el teclado mi habitual bienvenida a la semana tras unos días particularmente intensos y cansados de los que aún no me he recuperado. Por si fuera poco el año ha empezado especialmente revolucionado, con unos cuantos proyectos en marcha a nivel profesional y formativo que se pondrán en marcha durante los próximos días y que se suman al siempre movido mundo de los concursos literarios, en los que de nuevo hay en danza un par de relatos de un servidor. En el nivel de afición que gusto de compartir con todos ustedes en este espacio van a encontrar el segundo post dedicado a John Lucas y sus commissions más elaboradas así como la reseña de la mejor película que M. Night Shyamalan, una antigua devoción personal, ha realizado en un lustro, y eso pese a que no escribe ni dirige, sino sólo argumenta y produce. Y ya veremos si La trampa del diablo me deja tiempo para algo más.

Aprovecho esa tradición particular de acompañar cada entrada de lunes con una canción para rendir un sentido homenaje a esa bestia parda de la guitarra que, ay, fue, Gary Moore. La noticia de su fallecimiento ayer en una localidad española nos cogía de sopetón y teñía de un tono aún más melancólico la tarde del domingo. Pero no le recordemos con una balada ni con un blues sino con un trallazo de energía y actitud que recarga las baterías a cualquiera. Ahí es nada. Sean ustedes buenos y regresen cuando gusten a esta su casa virtual, y ya saben, como siempre les digo: Tengan mucho cuidado ahí fuera.



Rockin' Every Night
Gary Moore

Allright!
Let me tell you 'bout a place I know.
The kind of place where the kids all go.
Come along baby you can shake off your blues.
Don't be shy, you've got nothin' to lose.

We'll be rockin' every night,
rollin' till the break of day.
Rockin' every night,
rollin' till the break of day.
Yeah, yeah, yeah.

Let me tell you 'bout a girl I met.
She made it hard for me to forget.
She said ask me no questions, I'll tell you no lies.
So I gave it to her straight between the eyes.

We were rockin' every night,
rollin' till the break of day.
Rockin' every night,
rollin' till the break of day.
That's right, we were rockin'.
Allright!
You know what I mean.

I don't care if they call the cops.
I'm gonna keep on rockin' till the party stops.
You can leave if there's to much noise.
You know what they say,
boys will always be boys.
That's right.
You know what I mean.

Rockin' every night,
rollin' till the break of day.
We were rockin' every night,
rollin' till the break of day.
That's right, yeah!

I don't care if the neighbours shout.
I don't care if they kick me out.
I'll come right back and knock down the door.
'Cause when I start to rock,
you know I always want more.
Always want more, just like my name says.
Yeah, that's right. That's right.

Keep on rockin'. Keep on rollin'.
Keep on rockin'. Keep on rollin' every night.



domingo, febrero 06, 2011

Sketch-busters CLXVI: Dave McKean (II)

Con Dave McKean nos encontramos con un verdadero artista que toca campos tan diversos como la ilustración, el dibujo, el diseño, la fotografía, la música y el cine, un verdadero hombre del renacimiento que ha logrado reconocimiento internacional por sus trabajos como ilustrador de portadas, artista completo o dibujante de historias ajenas y que despierta pasiones allá por donde acude a exponer su obra o hablar de la misma. Gran parte de la culpa de ese revuelo la tiene su asociación artística con Neil Gaiman, y es que todo lo que tiene relación con Sandman y con su creador, Mr. Gaiman, despierta un interés inusitado en los aficionados. Además de haber realizado las portadas de la serie Sandman, recopiladas y comentadas en un tomo de lujo que es una verdadera delicia para los sentidos, los trabajos conjuntos con Gaiman incluyen las novelas gráficas Violent Cases, Signal to noise y Mr. Punch, la mini serie Orquidea Negra y un par de historias cortas para Sandman además de un inolvidable número de la serie Hellblazer, el estremecedor y urbano relato de fantasmas Abrázame. Ya comentaba en la entrada anterior otro de sus trabajos más famosos y reconocidos, la novela gráfica Batman: Arkham Asylum en la que ilustraba el guión de un primerizo Grant Morrison con ganas de dar la campanada con una de sus primeras obras. Es también notoria su obra magna, una serie de diez números recogida en su momento en España en un tochal de precio prohibitivo que más de diez años después de su publicación aún no ha caído en mis manos. Me refiero a Cages, un estudio sobre el proceso creativo del artista con un importante papel reservado a los gatos. Acaba de aparecer un recopilatorio de tapa blanda que quizá sea el primer paso para que se produzca una nueva y más asequible edición española a la que hincarle el diente. Y en fin, además de lo anterior, que serían sus trabajos más directamente relacionados con el mundo del comic, que es el que más nos interesa en esta sección, habría que añadir sus ilustraciones para portadas de libros o cubiertas de discos de músicos como Michael Nyman, Alice Cooper, Tori Amos, My diyng bride o Counting crows. Aún le queda algo de tiempo libre al hombre que emplea en el rodaje de cortos y en la elaboración de un largometraje, Mirrormask... que todavía tengo pendiente. En fin, comprenderán que la visita del caballero en Valencia, tras haber visitado nuestro país en al menos otras dos ocasiones -A coruña y Getxo- nos resultara una oportunidad que no podíamos dejar escapar. La semana pasada compartía el sketch del Diablo llorón, y hoy les dejo el dibujo que miss Sparks consiguió en la sesión de firmas, nada menos que Lord Morfeo, Sueño de los Eternos...

miércoles, febrero 02, 2011

Commissionando CXXXI: John Lucas (I)

Hace no mucho dedicaba un par de entradas a rematar una de las series que mejor sabor de boca y más buenos peores ratos me había dejado en mucho tiempo, Los exterminadores -serie que por cierto creo que sólo ha debido de gustar a dos o tres, entre los que orgullosamente me cuento-. Uno de los componentes del variado equipo artístico con el que contó la misma era el entintador y dibujante John Lucas, el cual compagina su carrera como profesional con encargos esporádicos de dibujos por encargo. Buena muestra de su trabajo la podemos encontrar en su galería de Comic Art Fans o en su página en Comic Art Commissions, donde además deja de manera pormenorizada las tarifas que aplica a sus dibujos y el tiempo que suele emplear en los mismos. La horquilla de precios oscila entre los cincuenta dólares de un sketch de convención (que podría perfectamente estar representado por el dibujo de Stargirl que acompaña a estas lineas) hasta los cuatrocientos dólares de las ilustraciones más complejas, que, como suele ser habitual, reservo para una entrada posterior. De entre las ilustraciones que acompañan estas líneas destaca la versatilidad con que aborda personajes y temas, desde superheroes (Catwoman, Poison Ivy, Powergirl), hasta el pin up de ciencia ficción (realizado con motivos benéficos para ayudar a un músico con problemas de salud) o la reelaboración de personajes clásicos (como esos Pedro y Vilma Picapiedra con un enfoque más oscuro y "realista").









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