Tenía pensado todo el día dedicar un ratillo a poner por escrito el par de pensamientos que me han venido rondando la cabeza desde la madrugada del pasado jueves, pero lo cierto es que hoy ha sido como gran parte de los días de las pasadas semanas, una continua sucesión de imprevistos, malestares generales y secuelas que llevo arrastrando por culpa del frío y el cansancio y que me dejan sin tiempo y al borde de la extenuación. Ya con el tiempo mordiéndome el trasero, no he querido dejarme vencer por todas las circunstancias anteriores y he decidido retomar la entrada de cada lunes dedicándosela al activista político, premio Nobel y ex presidente sudafricano Nelson Mandela. Cuando me acosté el jueves con un nudo en la garganta le dije a miss Sparks que el mundo era en ese momento un poco peor al perder a un ser humano que eminentemente cambió el mundo de una manera positiva con sus obras, sus palabras y su ejemplo. Todo el fin de semana ha estado repleto de homenajes al lider político, de remembranzas de su historia y de su trayectoria, e incluso se ha emitido por televisión la gran película dirigida por Clint Eastwood hace unos años, Invictus, un proyecto largamente acariciado por el actor Morgan Freeman que condensa la figura de Mandela en una anécdota aparentemente menor: la de su intervención en la copa del mundo de rugby que se celebró en Sudafrica. La sobriedad de Eastwood no es óbice para que la historia ralle en ciertos momentos en elevadas cotas de emoción, y permita elevar una más que acertada reflexión sobra la importancia del deporte como inspirador de la gente y de las competiciones transnacionales como forma de unir a un país y de limar diferencias y asperezas aparentemente irreconciliables. Dicho esto, quede esta entrada de lunes acompañada del poema que dio coraje y valor al preso 46664 como mi pequeño homenaje a un gran hombre.
Antes de dejarles momentaneamente, les vaticino para los próximos días una serie de entradas que espero retomen el ritmo mínimo exigible de actuaciones blogueras, con el repaso al programa y a los autores invitados al próximo Expocomic, una galería de commissions algo calentita para subir la temperatura friki y si el tiempo lo permite, el repaso a alguna de las novedades que habrán aparecido este mes y que servidor ya leyó en el momento de su publicación original. Desde el siglo XIX, les dejo con Invicto...
Invictus
William Ernest Henley
Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.
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