Les saluda un hombre sin identidad, un ser al margen de la sociedad actual, al menos de momento. No poseo ahora mismo ningún documento válido que acredite mi identidad, ni posibilidad de acceso a mis -escasas- reservas monetarias. Toda la documentación que me definía como ciudadado -incluyendo tarjeta sanitaria y de fichar- andan probablemente a estas horas en el fondo del mar, matarile, rile, y es que el relajante fin de semana en la isla de Tabarca ha traído aparejada la desagradable circunstancia de la pérdida de mi cartera y toda la documentación antes mencionada. Una situación extraña, por las complejidades burocráticas que implica hasta el momento que en la Comisaría me expidan el resguardo de renovación del DNI, y que me ha llevado a plantearme lo frágil que resulta nuestro statu quo y nuestra identidad en un mundo como el actual, donde todo todo está registrado digitalmente pero donde aún es necesario acreditar que uno es quien es y que por eso hace lo que hace. En breve espero arreglar tan enojoso asunto que, ciertamente, empañó un fin de semana por lo demás repleto de tranquilidad y paz rememorando el tiempo pasado en otro de los lugares en los que más he disfrutado a lo largo de mi vida.
Dejando ya de lado el "asunto", retomo la actividad normal de este su blog amigo agradeciéndoles a todos ustedes su participación en la encuesta. ¡Lo que ya no les agradezco tanto es que me hayan llamado gañán! Por lo demás, tomo nota de los resultados y me replanteo las despedidas asumiendo que una formula siempre repetitiva puede llegar a cansar, y que nada puede sustituir la originalidad de un pensamiento propio. Pero como un servidor no peca de ínfulas de "originalidad", por el momento y hasta que logre un chispazo de inspiración, mantendré las habituales despedidas.
Y metiéndonos todavía más en harina, avanzo que los contenidos de la semana van a ser tan variados e interesantes como suele ser la norma de la casa de Plissken: sketch-buster avilesino por partida doble, la crítica tardía de la vuelta de John McClane (petición especial de mi primo Carlitros), la reseña de un tebeo que devoré este fin de semana y que me dejó un regusto atómico y la conclusión de la reseña de Juegos de Guerra, subida hace meses pero cuya parte final no leí hasta hace unos días y que creo merece por lo menos unas lineas. Y no sufran, que terminaremos de repasar las commissions que el bueno de Gene Colan ha dedicado a la que quizá sea su obra más característica y recordad, La tumba de Dracula...
Y para que vean que un servidor intenta mantener el buen humor por encima de los vaivenes del destino, nada mejor que un chute de ska llegado directamente desde Boston, Massachussets. Sean ustedes buenos, y recuerden las palabras del Bonico del Tó, protagonista de una de las secciones de Muchachada Nui. Si te lo hacen a ti, ¡házselo tú a los demás!
Hope I never lose my wallet
The mighty mighty Bosstones
Never lose my wallet
it would put me in a spot
never lose my sense
at least how much I've got
never lose my family
never lose my friends
never lose my youth
I hope it never ends
hope I never lose my wallet
and hell I hope to hell
and only time will tell
I hope I never lose my mind
or lose myself somewhere
not too far from here
that nobody can find
never lose my hair
I would hate to go without
never lose direction
and wander all about
never lose my courage
never lose my hope
never lose my girl
it would make it hard to cope
hope I never lose my wallet
and last of all
not least of all
I hope I never lose my mind
or lose myself somewhere
not too far from here
that nobody can find
hope I never lose my wallet...
Never lose my wallet
it would put me in a spot
never lose my sense
at least how much I've got
never lose my family
never lose my friends
never lose my youth
I hope it never ends
hope I never lose my wallet
and hell I hope to hell
and only time will tell
I hope I never lose my mind
or lose myself somewhere
not too far from here
that nobody can find
never lose my hair
I would hate to go without
never lose direction
and wander all about
never lose my courage
never lose my hope
never lose my girl
it would make it hard to cope
hope I never lose my wallet
and last of all
not least of all
I hope I never lose my mind
or lose myself somewhere
not too far from here
that nobody can find
hope I never lose my wallet...
4 comentarios:
No era mi intencion llamar viejudo a nadie. Pero bueno la verdad es que nuestra edad para abajo no va pero si nuestra memoria jejeje. Pero bueno lo de John Mclane. Mas vale tarde que nunca.
No hombre, no, Beldarín, lo de viejuno me lo llamo no mismo, que cuando uno llega a la edad de Cristo -33 añazos- ya empieza a ir todo cuesta abajo y sin frenos ;D
Y sí, con McClane más vale tarde que nunca, jejeje.
Deseandito estoy esperando leer tus proximos post. En cuanto a la perdida de la cartera, es una grandisima putada. Sobre todo por todo el papeleo que conlleva después. Y no digamos de cuando te la robán.
Jon, como siempre se me echa el tiempo encima y no doy a basto, pero espero cumplir el programa ;D
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