viernes, octubre 31, 2008
Galería de originales XXXIX (Especial Halloween): Matt Busch
jueves, octubre 30, 2008
Aquellos maravillosos años (Especial Halloween): Una pandilla alucinante
El primero es la oportunidad de recuperar una película como esta en una fecha tan apropiada, y es que además de ajustarse perfectamente al género de comedia terrorífica para adolescentes que en los 80 estuvo tan en boga con títulos como Transilvania 6-5000 (con la que comparte el homenaje sincero a los monstruos clásicos de la Universal), Vamp o Noche de Miedo, resulta una película ideal para ver monstruos andando por las calles de una ciudad actual sembrando el caos y la destrucción a su paso. Aunque E.T. supone la glorificación de la magia y la inocencia de esta fiesta tan ajena a nosotros como es Halloween, y La noche de Halloween supone la deconstrucción de sus terrores más atávicos y viscerales, Una pandilla alucinante captura el espíritu lúdico de hallar la diversión hasta en las situaciones más terroríficas. Esto nos lleva al segundo punto por el que he preferido recuperar esta peliculita por encima de muchas otras -y además recuperar una sección a la que le tengo gran cariño pero que por diferentes motivos, entre ellos la pereza o la falta de tiempo, tenía descuidada desde hace bastante tiempo-, y es el del sentido de la amistad y de la camaradería que destila el film desde el principio hasta el fin.
Así que comprenderán que habiendo disfrutado de muchas de esas películas en sus pases televisivos, algo completamente impensable en la televisión pública de los últimos 15 años, al menos a horas decentes, Una pandilla alucinante me resultara un festival, una puesta al día -de hace 20 años, se entiende- de los arquetipos clásicos del cine de terror pasada por el tamiz del cine juvenil mejor realizado y con unos actores que daban bastante bien al personaje, como el caso de Duncan Rehger, que tenía que parecer imponente y a la vez no caer en el ridículo más absoluto cuando le pateara el trasero un grupo de chavales, o Tom Noonan, de impresionante presencia física y que da a su Criatura de Frankenstein las adecuadas dosis de ferocidad y ternura y se permite homenajear directamente de paso a la ya celebérrima escena de la niña y las florecillas flotando en el río. Como les he dicho antes, la película se convirtió casi inmediatamente en un film de culto que recientemente gozó de una edición especial 20 aniversario con dos discos y multitud de extras, entre ellos un documental que reflejaba las opiniones de sus principales protagonistas 20 años después. Dicha edición especial se contó entre las diez más vendidas de Amazon durante casi tres meses.
Un dato a lamentar es el prematuro fallecimiento de Brent Chalem a los 22 años de edad, y más aún para un servidor, teniendo en cuenta que el papel de Chalem era el mismo que el Gordi de los Goonies y con el que un servidor siempre se identificaba en aquella época, el amigo rechoncho y ocurrente un tanto acobardado que en el momento de la verdad siempre estaba allí para ayudar a sus colegas. No me parece en absoluto una mala forma de formar el carácter de una persona, la verdad. Con su permiso, les dejo... Creo que tengo que volver a ver cierta película.
miércoles, octubre 29, 2008
Sketch-busters XCII: Mark Buckingham (IV)
martes, octubre 28, 2008
Galería de portadas: Superman. El tercer kryptoniano
lunes, octubre 27, 2008
Lunes reajustado
Aunque este domingo hemos robado una hora a los hombres grises -mucho me temo que se trate de un préstamo y que antes o después tengamos que devolvérsela-, no es ese el reajusto al que hoy me refiero, sino a otros dos de diferente alcance e importancia que suponen cambios en dos aspectos de la vida de un servidor. Por un lado, que tanta desaceleración, ajuste, reajuste, recesión o crisis me han llevado a tomar una firme determinaión sobre el/los vicios relacionados con el mundo del comic. Si hace un tiempo que ya estoy prácticamente fuera del mercado de originales -aunque de cuando en cuando me permito un caprichillo como cierta commission que está en el horno- finalmente he caído del burro con el tema de acumular tebeos y más tebeos en las estanterías que esperan durante meses su turno para ser leídos, muchas veces de forma rutinaria y meramente completista. Así, el coleccionista compulsivo muere y deja paso al lector tranquilo y sosegado que, a pesar de todo, aún sigue un montón de colecciones mensuales más de las que verdaderamente tiene tiempo de disfrutar. Y reafirmándome todavía más en esa decisión, es más que probable que mis pedidos vía Previews desaparezcan en unos meses, en cuanto Crisis Final llegue a su fin y Flash alcance su número 250, con el que la cabecera alcanzará un número redondo y yo habré completado un periplo de ocho años leyendo las aventuras y desventuras de Wally West en su versión original, harto de no poder disfrutar en castellano de uno de los tebeos mejor realizados de los últimos 20 años. Obviamente, este panorama me deja por completo en las garras de Planeta y absolutamente vendido en el caso de un hipotético y futuro cierre de la linea DC o de un nuevo cambio -para peor- de los derechos de la franquicia. Mi natural optimismo espera, por contra, poder seguir leyendo durante muchos años más las aventuras de mis héroes favoritos en castellano y en unas ediciones que, pese a errores y fallos habituales en el medio, ha hecho muchísimo por popularizar y difundir colecciones y personajes desconocidos para el gran público.
Consejo de Hombres Grises en pleno decidiendo el aumento de la semana laboral a 60 horas, para evitar que la holganza y el ocio perviertan a las masas trabajadoras. ¿De qué año era esto, del 86...?
El segundo punto se refiere al diseño de este vuestro blog amigo, y es que esta semana decidí eliminar los dos blogrolls -perdonen ustedes el palabro- que tenía hasta el momento para sustituírlos por sus homónimos proporcionados por Blogger, mucho más acordes con el diseño y más efectivos a la hora de cargar la página. Es por eso que les ruego se pasen lista ustedes mismos, porque como muy bien ha notado el bueno de Alberto (factotum de Empujando elefantes y devoto fan de Nikolai Tesla), su blog se había traspapelado en el cambio. No duden en dejar un comentario si se percatan de ello. Y al margen de los cambios de aspecto, en este caso para proporcionar al blog un aspecto más homogéneo y funcional, les avanzo los contenidos que podrán disfrutar a lo largo de esta semana, empezando por la galería de portadas del Tercer Kryptoniano, continuando con el segundo sketch de Fábulas que cerrará la serie dedicada a Mr. Buckingham, pasando por una nueva entrada dedicada a la galería de originales y terminando con la reseña dedicada a la segunda parte de Marvel Zombies, serie que ya comenté en su momento y a cuya secuela ando hincándole el diente en estos precisos momentos.
Se que resulta un tanto extraño ese fondo con Scooby Doo y Tambor flanqueando a la calabaza, pero así son las cosas en chez Sparks-Plissken, un totum revolutum heterogéneo y ecléctico.
Time
Pink Floyd
Ticking away the moments that make up a dull day
You fritter and waste the hours in an off hand way
Kicking around on a piece of ground in your home town
Waiting for someone or something to show you the way
Tired of lying in the sunshine staying home to watch the rain
You are young and life is long and there is time to kill today
And then one day you find ten years have got behind you
No one told you when to run, you missed the starting gun
And you run and you run to catch up with the sun, but its sinking
And racing around to come up behind you again
The sun is the same in the relative way, but youre older
Shorter of breath and one day closer to death
Every year is getting shorter, never seem to find the time
Plans that either come to naught or half a page of scribbled lines
Hanging on in quiet desperation is the english way
The time is gone, the song is over, thought Id something more to say
Home, home again
I like to be here when I can
And when I come home cold and tired
Its good to warm my bones beside the fire
Far away across the field
The tolling of the iron bell
Calls the faithful to their knees
domingo, octubre 26, 2008
Superman, El tercer kryptoniano: Uno más en la familia
Una misteriosa fuerza alienígena pretende sustraer la Isla de Alcatraz por entero, y Superman y los Titanes lo evitan, pero sólo consiguen llamar la atención del ser que ha orquestado la operación. El Subastador, una especie de intermediario galáctico que busca objetos de interés por todo el universo y luego los oferta al mejor postor, ha encontrado un nuevo mercado: la venta de los legendarios héroes terrestres. Para su desgracia, Superman y compañía son un hueso demasiado duro de roer y finalmente decide aceptar la oferta del Hombre de Acero de abandonar el planeta sin llevarse ningún "recuerdo". Pero antes de su partida, el Subastador deja caer una bomba: además de Superman y Supergirl los sensores de su nave han detectado a un tercer ser oriundo del planeta Krypton viviendo en la Tierra.
Ha pasado el tiempo y Superman sigue enfrentándose a amenazas de todo tipo, aunque hay algo que le sigue atormentando. La mención de un tercer Kryptoniano en la Tierra -y dándole credibilidad tras pasar lista a todos los kryptonianos, humanos y animales presentes en el planeta durante la visita del Subastador y comprobar que efectivamente sólo Supergirl y él estaban presentes-, la posibilidad de recuperar otro pequeño pedazo de su hogar y vislumbrar retazos de la vida que nunca conoció hacen que siga hasta la más leve pista de esa posible presencia en las más remotas localizaciones del globo. Para localizar a alguien que no quiere ser encontrado Supes recurre al mejor detective del mundo y al único al que ha confiado todo en su vida en los momentos de necesidad, a Batman. Mientras Robin y Cristopher se entrenan y juegan en la batcueva, una pista en apariencia completamente ajena a Krypton -unos pandilleros que han sufrido extrañas mutaciones y alteraciones de comportamiento- desvela la presencia de componentes químicos que proceden de dicho planeta, algo que conduce a Superman hasta una remota localización en los bosques californianos donde una misteriosa persona vive al margen de todo y de todos.
La presencia de Superman desvelará que allí se encuentra escondido un nuevo superviviente del planeta Krypton, alguien cuya historia no deja de ser sorprendente por sus profundas raíces en la mitología del personaje y por los poderosos resabios clásicos que posee la historia, una mezcla entre la Anábasis, la Odisea y la Eneida que acompaña a un grupo de los mejores guerreros de Krypton en su peregrinar maldito por un universo entero en su contra tras la desaparición de la poderosa metrópoli planetaria a la que sirvieron durante décadas. El último refugio posible para el último superviviente de ese pelotón fue el tranquilo planeta Tierra, aunque su elección no fue realizada al azar. La presencia poderosa y notoria de Superman serviría de alarma en caso de ataque y permitiría una huida al Tercer Kryptoniano, algo que podría suceder cuando el letal cazarrecompensas que se dirige a la Tierra a toda velocidad alcance su objetivo.
La primera parte de esta historia pudo leerse en los números 841 a 843 de Action Comics (Superman 1-3, volumen 2 de la edición de Planeta) y contó con guión de Kurt Busiek -con argumento de Fabian Nicieza- y arte de Pete Woods. La cercanía de esta historia con la saga de la Zona Fantasma, el regreso del General Zod y la aparición del pequeño Christopher Kent podían inducir a error en el lector y generar una incongruencia en la continuidad, algo por otra parte bastante frecuente en los tiempos que corren. Pero ahí estaba Kurt Busiek para recuperar el hilo de la historia y clarificar que la alusión del Subastador no sólo no se refería a Christopher Kent sino que tras ella se escondía una gran historia merecedora de ser contada por un equipo de lujo y disfrutada por los seguidores de Superman. En la saga El Tercer Kryptoniano (Superman 668-670 y publicados por Planeta en el tomo Superman: El Tercer Kryptoniano) Busiek hace lo que mejor sabe hacer, y lo hace como siempre, bien. Aplica su enciclopédico conocimiento de las series que guioniza para crear desde la nada una sólida historia que tiene sentido atendiendo tanto a lo que conocemos sobre la sociedad kryptoniana (agrupada en castas y con unos principios guerreros bastante acusados) como a sus principales personajes (la saga de militares que finaliza con el general Zod, uno de los villanos más temibles de Superman... en cualquier época). Partiendo de esa premisa, y sabiendo que está añadiendo nuevos elementos a la continuidad del personaje, la historia sigue muchos de los tópicos del género: presentación conflictiva, diálogo y revelación tras un enfrentamiento, conflicto con una amenaza exterior, traición y redención final. Lo hemos visto decenas de veces y lo seguiremos viendo otras tantas. Lo importante es tener la certeza de que el personaje está actuando de acuerdo con su forma de ser -con la que ha sido dotado por sus creadores- y obedeciendo a las reglas impuestas por la lógica interna del relato, que es algo que muchas veces los guionistas olvidan y los lectores no podemos pasar por alto. Y eso es algo que Busiek ha demostrado saber hacer a la perfección en prácticamente todos los trabajos de su carrera, desde aquel lejano Liberty Project a cualquiera de sus sagas en Los vengadores o en alguno de los momentos más emocionantes de Astro City. Los encargados de ilustrar el ajustado guión de Kurt Busiek son Rick Leonardi y Dan Green, que crean una narración espectacular y repleta de momentos de acción aderezados con elementos de space opera. El estilo de Leonardi se ha simplificado bastante en los últimos tiempos, acentuando su angulosidad y capacidad de síntesis al máximo sin perder un ápice de su característica habilidad narrativa, algo en lo que se parece cada día más al maestro Simonson.
Por cierto que éste es el encargado de dibujar el Superman 666 (incluído igualmente en el tomo), también con guiones de Busiek, tebeo con ínfulas de número especial que no deja de ser una boutade conmemorativa de tan satánica numeración que enfrenta al Hombre de Acero con un ser demoníaco que pretende derrotarle en el plano de los sueños y arrojar el alma de Superman a los fosos más profundos y ardientes del Infierno. Poco puede hacer Simonson, que despliega su habitual repertorio de onomatopeyas imbricadas en el diseño de la páginas, sus espectaculares juegos de luces y explosiones, su dominio a la hora de reflejar seres monstruosos, para plasmar una historia que peca de un tanto confusa y, visto el desarrollo y resultado final de la misma, pretenciosa.
viernes, octubre 24, 2008
Sketch-Busters XCI: Mark Buckingham (III)
miércoles, octubre 22, 2008
Tropic Thunder: Lluvia de locura
En realidad los problemas de Grossman y de Cockburn se hayan en el plantel de actores escogido para interpretar al pelotón de soldados norteamericanos perdidos en la jungla vietnamita. Interpretando al personaje protagonista encontramos a Tugg Speedman (Ben Stiller), estrella del cine de acción -protagonista de la saga Scorcher I a V- que ha sufrido un batacazo comercial de proporciones épicas al interpretar a un disminuido psíquico en la película Jack el simple cuando él aspiraba a lograr reconocimiento de público, crítica y un para él merecidísimo Óscar de la Academia. Dándole la réplica está el ganador de cinco óscars Kirk Lázarus (Robert Downey Jr.), actor de método y protagonista de producciones "de calidad" que no ha dudado en pasar por el quirófano para oscurecer su piel y conseguir el papel de sargento de color del pelotón. El duelo de prima donnas está servido, y a él no van a ser ajenos el resto de actores de Trueno tropical: el actor cómico -a base de pedos y de travestirse, la bofetada a costa de Eddie Murphy es sonora- adicto a todo tipo de sustancias y excesos Jeff Portnoy (Jack Black); la estrella del hip-hop y patrocinador de bebidas energéticas Alpa Chino (Brandon T. Jackson) y el bisoño en cine pero experimentado en la vida Kevin Sandursky (Jay Baruchel).
Todos ellos pululan por la selva en un rodaje con retrasos, accidentes, peleas entre los actores por destacar dentro y fuera de plano, exigencias de lujo versallesco por contrato y charlas transoceánicas con agentes y productores para los que cada vez se hace más evidente que Trueno Tropical puede ser el fiasco más caro de la historia del cine bélico. Para encauzar la situación el autor del libro y a la postre consejero técnico, el mutilado de ambas manos Four Tayback (Nick Nolte) aconsejará a Cockburn una solución drástica y desesperada: abandonar a sus actores en medio de la selva para que conozcan el verdadero miedo y sepan cómo comportarse en la película. Tamaño despropósito no sólo convence al director sino que le sugiere una nueva dirección para la película, con otro estilo e intención. Por supuesto, nada saldrá como ninguno de ellos espera y la selva, los narcotraficantes, los actores, el veterano, el encargado de efectos pirotécnicos y el espectador van a vivir un carrusel de barbaridades, coñas, locuras y burradas que volverán a convertir la selva en una zona de guerra como hacía años que no sucedía.
Hace unos años pudimos ver algo similar en la cinta de culto Zoolander, en la que Stiller se cebaba en el mundo de la moda y los modelos/actor -¿o era actor/modelo?- en una comedia que era a ratos chusca, a ratos vergonzosa, a ratos inteligente, pero en todo momento divertida, y que como suele ser habitual en España fue vendida como otra Scary Movie de peseta. Tropic Thunder (me niego a usar el demencial subtítulo de los distribuidores españoles, que como siempre creen necesitar un reclamo para atraer a la mayor cantidad posible de público) emplea todos los recursos que la comedia gruesa pone a su disposición para hacer pupita a la industria hollywoodiense en general, al cine de acción en particular, y a las estrellas y al mundillo que las rodea más concretamente, ofreciendo retratos a medio camino entre el patetismo y la miseria humana de personajes como el agente encargado de representar a los actores (un impagable y muy divertido Matthew McConaughey) o el productor cuyo único interés es ganar dinero, y luego ganar más dinero y finalmente vender los dvd's de todo ello a mayor precio. En este caso es el actor Tom Cruise, oculto bajo un maquillaje grotesco, el que se encarga de parodiar alguno de sus papeles más recientes, de machacar la figura del empresario productor engreído, ególatra, egoísta y miserable y a la vez reírse de sí mismo como actor y como, no lo olvidemos, productor.
Dejando claro el objetivo primordial del escarnio, resulta espectacular la cantidad de clichés que aparecen ridiculizados sin piedad alguna. La obsesión por lograr premios y reconocimiento a costa de aceptar papeles con taras físicas o psicológicas evidentes es una de las convenciones retratada sin piedad, y que curiosamente más revuelo ha levantado a raíz de ciertas críticas que acusan a la película de reírse de los discapacitados psíquicos cuando en realidad lo que cuestiona es la oportunidad o el oportunismo de fingir ser otra persona -como es el caso de Lazarus y su sargento negro- o padecer una disminución para obtener un galardón. Pero esa cuestión no es sino otra más de las cruelmente despachadas por Stiller y compañía en esta comedia gamberra que se ceba en los actores adictos a las sustacias de toda clase, en los mercachifles que venden sus productos a costa de su imagen, en las escuelas y métodos actorales, en las exigencias ridículas y absurdas que los actores demandan a la hora de rodar, en los duelos interpretativos en los que antes que el talento está en liza el ego de las estrellas, en la defensa de causas benéficas o medioambientales por motivos meramente publicitarios, en la exageración del género bélico y en algunas convenciones del cine reciente...
En ese aspecto las referencias son también muy jugosas, desde Platoon con su famoso acribillamiento a cámara lenta y amenizado con música clásica a Forrest Gump y su rescate con explosión mastodóntica de fondo, sin olvidarnos, claro, de Apocalipsis Now, obra maestra indiscutible a costa de la cual se hace una broma doble, interna en el particular viaje a las tinieblas actorales de Speedman y Lazarus, y externa -metacinematográficamente hablando si se quiere- reflejando el tormentoso rodaje de aquella con making off repleto de vicisitudes y dificultades incluido. Pero no se preocupen ustedes, que Stiller y Justin Theroux (ambos dos actores y guionistas de la peli aunque el segundo no aparezca en la misma) ayudados por Etan Cohen (de los Cohen de toda la vida pero sin parentesco con Joel y Ethan) no se olvidan de otras películas ambientadas en la zona, como Rambo, El cazador y hasta el mismísimo Puente sobre el río Kwai recibe su particular homenaje.
No se equivoquen. No estamos ante una comedia sofisticada ni sutil, pero es que el mundo que parodia y ridiculiza -aunque siempre dentro de un orden y con un fonde de cariño, ya que Stiller y compañía no son tontos y saben dentro de qué parametros se mueve el mundillo en que viven y trabajan- es tan excesivo, falso y pantagruélico como la película en cuestión. El variopinto reparto proporciona la suficiente variedad de registros como para satisfacer a la mayor cantidad de público posible, desde el humor totalmente obsceno y grueso servido por Black, al gestual de Stiller (este tío pone unas caras y se mueve como pocos cómicos hoy día), al más verbal de Downey Jr. Hay bastantes gags que apabullan por exceso (estoy pensando en los dos duelos de salivazos que protagoniza Stiller o en el bailecito final de Grossman), y otros que a fuerza de ser repugnantes provocan en el espectador la carcajada nerviosa (el que acontece a costa de la cabeza decapitada al final tenía a media sala riendo), pero el conjunto resulta aceptablemente satisfactorio y coloca a la película junto a Bowfinger el pícaro como los mejores espejos deformados que reflejan una realidad a nivel de industria del espectáculo que analizada fríamente debería ponernos los pelos de punta: mercantilización del sufrimiento propio y ajeno, despilfarro salvaje, egocentrismo, mezquindad institucionalizada...
Dos últimos apuntes para finalizar sobre aspectos formales de la película. Por un lado, destacar como excepcional acierto la campaña viral de publicidad de la película, con el trailer del falso making off Lluvia de locura, haciendo mofa y befa del famoso relato del tortuoso rodaje de Apocalypse Now, Hearts of Darkness: A Filmmaker's Apocalypse, u otras lindezas como el reparto principal creando su video viral a posta y riéndose de paso de sus estrenos previos este mismo año o los trailers falsos que sirven de prólogo a la película y que también hacen pupita a las comedias chuscas à la Eddie Murphie (The fatties), las pelis de acción descabelladas y sus secuelas (Scorcher V) y las producciones de calidad con historias de amor probables pero un tanto descontextualizadas (Satan's alley). Y ya para acabar, me gustaría destacar el diseño de los títulos de crédito finales, que este año han deparado maravillas conceptuales como los de Wall-E, o los de esta película, que recupera los créditos con imagen de cada actor a la vez que aparece su nombre -al estilo de las viejas producciones corales de Hollywood en las que amortizaban todavía más de esa manera la participación de repartos inmensos repletos de estrellas-, con el añadido de que el fotograma se convierte en una ilustración que bien pudiera aparecer en un comic. Para no destriparles la película, salten al minuto con quince segundos del video -evitando de paso parte del grotesco baile que Grossman/Cruise se marca a ritmo de hip-hop- o no lo vean directamente si tienen pensado disfrutar en un futuro de este Trueno Tropical, que tiene en mí, al igual que las mencionadas Bowfinger o Zoolander, un rendido y devoto admirador.
martes, octubre 21, 2008
Commissionando XCI: Lan Medina (II)
lunes, octubre 20, 2008
Lunes de trueno
Y ya que la cosa va de truenos, pues una canción de los chicos de la corriente alterna que acaban de publicar nuevo trabajo discográfico para llenar de energía la vida de unos cuantos miles de aficionados al rock de toda la vida. Sean ustedes buenos a lo largo de la próxima semana, paseen por un campo cubierto de amarillo y reseco follaje mientras recuerdan a un viejo amigo y vuelvan cuando quieran por esta su casa en la red. Y por supuesto, tengan mucho cuidado ahí fuera.
I was caught
In the middle of a railroad track (Thunder)
I looked 'round,
And I knew there was no turning back (Thunder)
My mind raced
And I thought what could I do? (Thunder)
And I knew
There was no help, no help from you (Thunder)
Sound of the drums
Beatin' in my heart
The thunder of guns!
Tore me apart
You've been - thunderstruck!
Rode down the highway
Broke the limit, we hit the ton
Went through to Texas, yeah Texas
And we had some fun
We met some girls,
Those dancers who gave us good times
Broke all the rules, played all the fools
Yeah, yeah, they, they, they blew our minds
And I was shakin' at the knees
Could I come again please.
Yeah the ladies were too kind
You've been - thunderstruck, thunderstruck
Yeah yeah yeah, thunderstruck
Yeah
Oh, thunderstruck, yeah
Now we're shaking at the knees
Could I come again please.
Thunderstruck, thunderstruck
Yeah yeah yeah, thunderstruck
Thunderstruck, yeah, yeah, yeah
Said yeah, it's alright
We're! Doing fine
Yeah, it's alright
We're! Doing fine
So fine
Thunderstruck, yeah, yeah, yeah,
Thunderstruck, thunderstruck, thunderstruck
Whoa baby, baby, thunderstruck
You've been thunderstruck, thunderstruck
Thunderstruck, thunderstruck, thunderstruck
You've been thunderstruck
domingo, octubre 19, 2008
Sketch-busters XC: Amanda Conner (II)
Tarde tranquila de domingo y tiempo hurtado a malas penas a ese invento infernal conocido como Guitar Hero que me tiene absolutamente enyonquizado desde el pasado viernes en que apareció por arte de satanás en casa, pero aún y con esas puedo completar el miniciclo dedicado a la majísima Amanda Conner con el sketch que realizó para un servidor, y que es ni más ni menos que una candorosa Supergirl. Durante toda la cola me estuve debatiendo interiormente entre si solicitar una Chica Poder antes que una Super Chica, y finalmente me decanté por la estilización de lineas y el candor frente a la rotundidad y al temperamento. Como dije en la entrada anterior, dibujo sencillo y bien realizado que permite que muchos aficionados consigan su dibujo en las sesiones de firmas. Que ustedes terminen de disfrutar este tranquilo y relajado domingo que yo tengo una cita con una guitarra de pega y con unos extraños cronocrímenes un rato más tarde. Caso de sobrevivir a todo ello, me tendrán en el habitual lunes dándoles la vara como siempre.
viernes, octubre 17, 2008
King Kong solidario: Otra buena iniciativa
Acompañando a estas líneas os dejo una selección con algunos de los dibujos que más me han gustado, aunque algunos no están al tamaño que me hubiese gustado para apreciar en toda su plenitud el trabajo de dibujantes como Dorman o Giménez. ¡Habrá que hacerse con el catálogo para poder hacerlo!