Red dead monday

En un lunes como este en que son demasiados los frentes abiertos a varios niveles, en el que los calores veraniegos ya van asomando el hocico y en el que las dichosas garras de crisis y reformas laborales varias invitan a albergar poco optimismo sobre el futuro inmediatamente próximo, servidor no tiene más ganas -y si me apuran tampoco demasiadas opciones- que sumergirse en el mundo del videojuego Red Dead Redemption, la última joya que el medio ha regalado a los usuarios y jugones de medio mundo. Apenas he podido echarle un par de horas al juego, pero dos paseos a caballo por la pradera, un par de sesiones de caza y un enfrentamiento a cara de perro contra una banda de cuatreros ya me han demostrado que nos encontramos con una de las joyas absolutas de esta generación dorada que los hard gamers estamos disfrutando gracias a títulos cuyo guión y cuidada factura técnica superan en ocasiones a la última producción hollywoodiense de turno.

Y a pesar de las ganas que tengo de perderme en esas praderas virtuales, ustedes descuiden que tendrán por aquí su habitual ración de dibujillos y reseñas, que para los próximos días serán la prometida galería de commissions con la que me quitaré la espina de no haber podido ver en persona a cierto dibujante de mis amores en el pasado Salón de Barcelona, otro sketch de los históricos y añejos y la reseña de un tebeo que aunque no sea novedad en su momento me proporcionó su buena dosis de carcajadas y cochambre. Todo eso próximamente en sus pantallas...

La canción del lunes surge del post del viernes de forma directa. Surgida de La ópera de tres peniques llega Mack El Navaja en la versión de Bobby Darin, y es que a pesar de haberla oído decenas de veces e interpretada por monstruos como Louis Armstrong o Frank Sinatra, es el dominio del escenario, la voz aterciopelada de Darin y su sentido del humor contagioso el que me apetece compartir con ustedes en letra, música e imagen. Y sin más me despido de todos ustedes recordando esa vieja máxima que tantas veces desoímos y con la que nos despedía el sargento Emil Jablonsky antes de comenzar el turno de cada día: Vayan a por ellos antes de que ellos vayan a por ustedes...

Mack The Knife
Bobby Darin

Oh, the shark, babe, has such teeth, dear
And it shows them pearly white
Just a jackknife has old MacHeath, babe
And he keeps it, ah, out of sight
Ya know when that shark bites with his teeth, babe
Scarlet billows start to spread
Fancy gloves, oh, wears old MacHeath, babe
So there's never, never a trace of red

Now on the sidewalk, huh, huh, whoo sunny mornin', uh huh
Lies a body just oozin' life, eek
And someone's sneakin' 'round the corner
Could that someone be Mack the Knife?

There's a tugboat, huh, huh, down by the river don'tcha know
Where a cement bag just a'droopin' on down
Oh, that cement is just, it's there for the weight, dear
Five'll get ya ten old Macky's back in town
Now d'ja hear 'bout Louie Miller? He disappeared, babe
After drawin' out all his hard-earned cash
And now MacHeath spends just like a sailor
Could it be our boy's done somethin' rash?

Now Jenny Diver, ho, ho, yeah, Sukey Tawdry
Ooh, Miss Lotte Lenya and old Lucy Brown
Oh, the line forms on the right, babe
Now that Macky's back in town

I said Jenny Diver, whoa, Sukey Tawdry
Look out to Miss Lotte Lenya and old Lucy Brown
Yes, that line forms on the right, babe
Now that Macky's back in town....................
........ look out old macky,s back

La Liga de los Caballeros Extraordinarios. 1910: Lo que mantiene viva a la humanidad

Año 1910. Ha pasado más de una década desde la bizarra invasión marciana desbaratada por la intervención de la Liga de los Caballeros Extraordinarios. Un envejecido y enfermo Capitán Nemo agoniza en su base, pero antes de morir quiere que sea su hija, Janni Dakkar, la que se encargue de mantener viva la leyenda del Nautilus. Janni huye de allí desoyendo las súplicas de Ismael y sube a un barco cuyo destino es Londres. Una vez allí y con el nombre de Jenny Diver se aloja en un hotelucho portuario de mala muerte en el que adoptará el empleo de doncella limpiando y sirviendo las mesas de los degradados parroquianos. Junto a Janni regresaba a Londres en el mismo barco un tal Jack McHeath que huyó del país poco después de los asesinatos de Whitechapel y con el que las muertes violentas de prostitutas vuelven a sucederse.

Los aires de comienzos de siglo están enrarecidos, y Mycroft Holmes, jefe de la inteligencia británica, no es ajeno a la convulsa situación internacional ni a los peligros que acechan a Gran Bretaña desde su interior. Las visiones de Carnacki sobre un culto oscuro que intenta convocar al "hijo de la luna" y los asesinatos de prostitutas forzarán a la segunda encarnación de la Liga de los Caballeros Extraordinarios a investigar en los bajos fondos londinenses y en los círculos esotéricos y místicos de la ciudad en busca de una solución. El equipo de 1910 está compuesto por Mina Murray, Allan Quatermain (rejuvenecido y haciéndose pasar por su propio hijo), Orlando (inmortal de sexualidad ambigua), Carnacki (detective sobrenatural cazador de fantasmas) y Raffles (ladrón de guante blanco y versátiles habilidades).

Mientras que la investigación de los círculos mágicos de Londres les conduce hasta un grupo de oscuras e indeterminadas intenciones, la ayuda de un viajero temporal (Andrew Norton, el prisionero de Londres) aporta más enigmas que respuestas y los asesinatos de MacHeath prosiguen, el trágico destino de Jenny Diver desatará una matanza salvaje en los puertos de Londres que sólo supondrá el punto de partida de los muchos horrores que un siglo como el XX deparará a la humanidad y de los que nuestros Caballeros Extraordinarios tendrán que ser, por fuerza, testigos involuntarios.

La Liga de los Caballeros Extraordinarios. Century: 1910 es la primera de tres historias autoconclusivas que Alan Moore y Kevin O'neill tienen planificado desarrollar narrando las historias de la segunda encarnación del grupo a lo largo de tres momentos clave en cien años (1910, 1969 y 2009), intentando desarrollar una historia de proporciones épicas de forma contenida, autoconclusiva en cada una de sus entregas y que rehúya los consabidos finales bruscos entre entrega y entrega. En este caso asistimos a una Liga que sólo mantiene dos de los miembros de la primera encarnación, viejos conocidos para el lector, mientras que el resto aparecen entresacados de la literatura pulp y gacetillera de la época, un sustrato literario harto desconocido para un servidor de ustedes -y me temo que para el público en general- que convierte este Century: 1910 en un tebeo un tanto hermético y necesitado de, como mínimo, un inexistente apéndice que ubique a cada uno de los personajes.

Tanto la estructura de la historia, narrada en la parte de Jenny Diver por la canción tabernaria de una misteriosa mujer, como las andanzas de Janni y MacHeath en los muelles remiten de forma directa a La ópera de tres peniques y la historia de Mack The Knife y Jenny. Las escenas de la cruda vida diaria de Janni en la fonda desempeñando su ingrato trabajo, así como la de sus desgracias posteriores aparecen narradas por las estrofas de dicha canción, algo que me recordó poderosamente a aquellas escenas de V de Vendetta en las que una canción de cabaret servía de contrapunto e hilo conductor de la trama. A nivel argumental poco más de interés ofrece la historia, en la que además de la herencia de Nemo encontramos los crímenes de MacHeath -asumidos de forma antinatural y extraña por el propio stablishment británico-, la peripecia esotérica de una nueva Liga que provoca más daño del que logran evitar y la sensación de que se ha plantado las semillas para un futuro desarrollo de la historia y de los personajes que le dejan a uno la sensación de que no ha leído más que la introducción a esta nueva etapa de la Liga de los Caballeros Extraordinarios. El relato en prosa final, caleidóscopico, dividido en capítulos temporales cada uno de ellos protagonizado por uno o varios miembros diferentes de la Liga no hace sino ahondar en esa sensación.

Personalmente he disfrutado enormemente del experimento literario y narrativo de Moore y O'neill en sus dos anteriores entregas, pero en este caso la conexión ha sido nula, requiriendo que tirara de Wikipedia para conocer siquiera mínimamente el pasado y las características de cada uno de los personajes. Grosso modo, y para más detalles les invito a que buceen en la red, haré un breve repaso de cada uno de esos nuevos personajes, citando su padre literario y el medio del que procede:

* Jack MacHeath, asesino emparentado con los crímenes del Destripador y con los de Mack The Knife. Relacionado con Jenny Diver y Saki Tawdri, todos ellos personajes de La ópera de tres peniques de Bertol Brecht. La canción que Suki desgrana a lo largo de toda la historia y con la que baila con MacHeath al final de la misma está igualmente inspirada en la obra de Brecht y Weill)

* Thomas Carnacki, detective sobrenatural, fue una creación del escritor W. H. Hodgson. Protagonizó seis relatos cortos agrupados en el volumen Carnacki, El buscador de Fantasmas.

* Arthur J. Raffles, el ladrón de guante blanco, fue creado por E. W. Hornung, cuñado de Arthur Conan Doyle. Sus historias se recogen en tres volúmenes de relatos y una novela. Las historias de Carnacki y Raffles están poderosamente influidas por la obra de Arthur Conan Doyle, presentando en sus relatos una estructura similar de la exposición de los hechos y estando narradas por un testigo directo que es el mejor amigo o compañero del protagonista.

* Orlando, personaje ambiguo e inmortal que ha vivido a lo largo de los siglos la historia de Gran Bretaña en primera persona. El personaje procede de la obra de Virginia Woolf Orlando: Una biografía.

Como cualquier obra de Alan Moore este Century: 1910 resulta de lectura grata y obligada, ofreciendo un doble reto al lector al presentarle unos personajes y unas referencias que resultan un tanto más oscuras y menos populares que las entregas precedentes de la serie, así como por ofrecer una historia cuya estructura y resolución digamos que extremadamente abierta distan mucho de las habituales en el medio. Kevin O'neill es fiel a su estilo habitual y ofrece un retrato del Londres de comienzos de siglo verdaderamente espectacular, describiendo la miseria infecta de la zona portuaria o la sofisticación de los clubs exclusivos con el mismo mimo por el detalle. Realmente, si ustedes han leído y disfrutado con cualquiera de las anteriores entregas de esta peculiar serie no deberían perderse este nuevo comienzo de viaje que, a buen seguro, se beneficiará de una lectura completa y continuada una vez haya terminado de editarse. Pero a ver quién es el lector paciente que se espera un par de añitos sin dosis de Moore que llevarse a la mente...

Sketch-busters CXLVII: Cels Piñol (II)

Prosigo recuperando del baúl de los recuerdos saloneros algunos de mis primeros sketchs. La verdad es que esto de recordar a Cel Piñol y de publicar dibujos con un alto valor sentimental ha hecho que recuerde otro que aparecerá por aquí la semana pasada y que de paso me servirá para hablar de la obra de su autor, obra que en su momento me provocó unas cuantas sanísimas y sonoras carcajadas. Pero vamos al meollo del asunto. Un dibujo de Cels Piñol supone cinco minutos de charla con uno de los tipos más simpáticos y más accesibles del mundillo, con uno de los nuestros en todos los sentidos que ha mamado los mismos tebeos, libros, películas y videojuegos y que los ha disfrutado de la misma manera en la que tú, querido fan de todo lo que huele a cultura popular, lo habrías hecho. Pero esos cinco minutos deben venir precedidos de una cola de sus buenos par de horitas rodeados de entusiastas adolescentes la mayoría de las veces atrezados con vistosos y voluntariosos disfraces y una expansiva, ruidosa, alegre -y demonios, por qué no decirlo- envidiable actitud que demuestra lo bien que se lo están pasando. Una sesión de firmas de Cels Piñol es lo más cercano a una celebración de lo friki que se podía encontrar en el Salón -en cualquier Salón- al margen de las actividades programadas, y, para ser honestos, fue una cita obligada de nuestros... ¿dos? ¿tres? primeros salones de Barcelona. Cuando yo tuve la suerte de llegar a estrechar la mano de Cels y pedirle mi dibujillo de turno tenía la elección más clara y más meridiana quizá de todas las que he tenido que tomar en ese tipo de situaciones. Yupikaillí!!!!!

El lunes que concluyó Perdidos

Hoy ha sido un día verdaderamente atípico. Un día en el que he hecho todo lo posible para romper con la rutina habitual y convertirlo de alguna manera en algo especial, único, en un día que recordaré por no haber ido a trabajar para ver el final de una serie que he venido siguiendo a lo largo de seis años, y lo he hecho de forma simultánea a millones de personas en los 59 países del planeta que han sincronizado señal para ver algo especial, algo irrepetible. Perdidos, Lost, concluía a las ocho y escasos minutos de esta mañana. Las emociones y las dudas y las respuestas se atropellaban en mi mente y en las de los que hemos compartido ese momento. No ha sido fácil ni ha sido perfecto, pero es lo que es, y aún quedan cosas por comprender, pero por el momento, un servidor de ustedes ha llegado al final de un camino del que ha disfrutado enormemente cada momento de la travesía por el mismo, y es que pese a que muchos se empeñen en decir lo contrario, y como dice el proverbio, lo importante no es el final del camino, sino el camino en sí, las experiencias vividas en el transcurso del mismo, las personas que se han conocido a lo largo del mismo, los cambios que todo ello han causado en uno mismo. Perdidos no es un final, sino seis años de experiencias compartidas con personajes inolvidables que ya están en el imaginario colectivo de la cultura contemporánea. Lo cierto es que tanto ayer como hoy han sido días marcados a fuego por el evento de La noche Perdida. La expectación y las ganas de conocer ya el final de la serie convirtieron el domingo prácticamente en un día vacío de significado, una tortura de tiempo que había que pasar de la forma más rápida posible antes de alcanzar la recompensa final. Reconozco que tal nivel de expectación y ansiedad sólo lo había vivido en otra fecha: la final de la Eurocopa contra Alemania de hace un par de años en la que todo un país vivió un sentimiento similar. En este caso no hemos sido tantos los losties que han pasado un día vacío, pero os aseguro que la ilusión ha sido similar.

A lo largo de esta semana intentaré elaborar mi habitual post de fin de serie -al estilo de Galáctica o Muertos como yo- sin espoiler alguno y tan sólo para dejar en la bitacora virtual mis sensaciones sobre una de las series más adictivas y apasionantes de la televisión contemporánea. Junto a él encontraréis un sketch de colección -que la semana pasada escatimé miserablemente- y una galería de commissions. De nuevo si el tiempo lo permite -aunque esta semana bien es cierto que ya andaré más libre de ciertos compromisos- aparecerá esa reseña de la última peripecia de Los caballeros extraordinarios que también se quedó en el tintero.

Poco más puedo o quiero decirles este lunes tan especial, salvo que hasta la canción elegida procede de uno de los capítulos de la serie. Originalmente compuesta e interpretada por Ben Harper, en Perdidos se empleó la versión de Los chicos ciegos de Alabama. Ha sido un placer caminar a vuestro lado a lo largo de estos seis años, chicos, y no será la última vez que lo hagamos juntos.

I shall not walk alone
Ben Harper/The Blind Boys of Alabama

Battered and torn
Still i can see the light
Tattered and worn
But i must kneel to fight

Friend of mine
What can't you spare
I know some times
It gets cold in there

When my legs no longer carry
And the warm wind chills my bones
I reach for mother mary
And i shall not walk alone

Hope is alive
While we're apart
Only tears
Speak from my heart
Break the chains
That hold us down
And we shall be
Forever bound

When i'm tired and weary
And a long way from home
I reach for mother mary
And i shall not walk alone

Beauty that
We left behind
How shall we
Tomorrow find

Set aside
Our weight in sin
So that we
Can live again

When my legs no longer carry
And the warm wind chills my bones
I reach for mother mary
And i shall not walk alone

30 años de El Imperio Contraataca: La sonrisa del pirata en Action Tales: Encrucijada

El 21 de mayo de 1980 se estrenó en Estados Unidos El imperio contraataca, la continuación de La guerra de las galaxias, el Episodio V de una saga que aún distaba mucho de estar completada siquiera en la mente de su creador. Para los que la vimos con siete u ocho años aquello era más de lo mismo, pero mejor. Impresionantes robots gigantes cuadrúpedos, batallas espaciales en campos de asteroides imposibles, planetas pantanosos poblados por criaturas extrañas y un enfrentamiento entre el héroe y el villano en un escenario industrial, frío y aterrador. Frente a la luminosidad, frescura y brillo de una película optimista y llena de alegría como fue La guerra de las galaxias nos encontramos con una película oscura, aterradora en muchos de sus pasajes, desolada y fría en la forma de tratar a sus héroes, los cuales, además, pasaban huyendo todo el metraje y no sólo eso, ni siquiera triunfaban al final, quedando uno mutilado, otro prisionero, y el resto perseguido por un Imperio Galáctico en apariencia imbatible. Con el paso de los años el guión de Lawrence Kasdan, Leigh Bracket y George Lucas, sumado a la sobria dirección de Irwin Kerschner fue ganando en profundidad, en el sentido de que descubrías más elementos, apreciabas mejor el desarrollo de los personajes, te implicabas en mayor medida en una historia muy poderosa a nivel emocional. El imperio contraataca ha quedado para muchos como la mejor entrega de las seis que componen a día de hoy la saga cinematográfica de Star Wars, y debo decir que me incluyo en ese sentir general -aunque reconociendo que el Episodio III le queda muy cerca, y es que Yoda, es mucho Yoda-. Hoy se celebran numerosos actos conmemorativos de tal acontecimiento en todo el mundo, uno de ellos en nuestro país, mediáticamente muy sonado y al que me hubiese gustado asistir con toda mi alma, este paseo de Tropas de Asalto Imperiales por Santiago de Compostela en el que sonará una versión interpretada por gaiteiros de la Marcha Imperial.

Pero dado que la envidia sólo conduce al reverso tenebroso de la fuerza, me contentaré con ofrecer mi particular homenaje compartiendo con ustedes algo que me ha producido una enorme satisfacción. Hace poco más de un mes publicaba en el blog un viejo cuento ambientado principalmente durante el transcurso de El imperio contraataca. La sonrisa del pirata venía a ser una mirada introspectiva al personaje de Han Solo y a algunos aspectos de su relación con Lando Calrissian y el Halcón Milenario. Publicar aquí un relato es darle un poco más de vida, evadir el olvido del disco duro y lanzarlo al ciberespacio con la esperanza de que alguien más pueda disfrutar siquiera la mitad de lo que uno lo hizo cuando lo escribió. Y en este caso, intervención de la fuerza y los midiclorianos mediante, así sucedió. Uno de los sospechosos habituales de este blog, Doc Banner -autor, creador, administrador y editor del sitio Action Tales- me comentó si podía incluir el relato en AT: Encrucijada, a lo que por supuesto respondí afirmativamente.

Acompañando estas líneas podéis encontrar la portada virtual con la que se publicará el relato, que aparecerá probablemente en la próxima actualización de finales de mayo. Creo que no hay día mejor como el de hoy para compartir esta buena noticia con vosotros, escasa y fiel muchachada lectora de este vuestro blog friki y amigo. Si no leísteis el cuento en su momento, ¡ahora no os va a quedar excusa!

Frank Frazetta: Creador de mundos

El diez de mayo fallecía a los 82 años de edad Frank Frazetta, uno de los grandes genios de la ilustración contemporánea que ha marcado a fuego la retina de generaciones de aficionados a la fantasía y a la ciencia ficción con sus paisajes imposibles, sus composiciones de guerreros salvajes, de criaturas abominables y de seres de pesadilla. Suyas son algunas de las imágenes más icónicas y reconocibles que tenemos de personajes como Conan, Death Dealer o Vampirella. La carrera de Frank le llevó desde el dibujo de comics de género (western, fantasía) en los años cincuenta hasta sus colaboraciones como ilustrador de portadas y carteles de cine a partir de los años sesenta, en los que ofrecería su personal, inolvidable e irrepetible interpretación de los personajes de E. R. Burroughs, R. E. Howard o creando sus propios mitos, como Death Dealer, amenazador personaje que protagonizó toda una serie de pinturas y acabó sirviendo como portada de discos, tuvo su propia serie de novelas e incluso dos miniseries de comic. En la red ha habido merecidísimos repasos a la carrera de este artista que trasciende las etiquetas (¿dibujante?, ¿ilustrador?, ¿pintor?), como los de los compañeros Fran Ortiz, Bruce, Etrigan o Werewolfie. Me sumo a ellos con estas escasas líneas y una serie de imágenes que recogen quizá no sus obras más famosas, sino aquellas que a mí me transportan de forma más poderosa a otros lugares que sólo existieron en su fértil imaginación y que cobraron vida gracias al enorme talento artístico de un, digámoslo, genio. También he recogido algunas de sus pinturas relacionadas con el cine, ya fuera a modo de homenaje o como ilustraciones para anunciar películas como Ruta suicida o Abierto hasta el amanecer.

Lunes redivivo

Créanme que, aunque en ocasiones sea un poco exagerado y parezca que caigo siempre en los mismos tópicos de cada lunes, este ha sido especialmente difícil de afrontar en tanto que el sueño, las agujetas y el cansancio después de haberlo dado todo en la despedida de soltero de un buen amigo, me han acompañado a lo largo de todo el día. Y a pesar de todo se ha rendido en el trabajo, no crean. Y se afronta con ganas una semana que ofrece unas cuantas efemérides importantes, estando la celebración del 30 aniversario del estreno de El imperio contraataca el viernes y la emisión en la madrugada del domingo al lunes del final de esa serie que nos ha acompañado, alegrado la vida y entretenido una barbaridad a lo largo de los últimos años. Tengo el nombre en la punta de la lengua... Puaj, esperen, era el humo negro de las narices... Y la semana siguiente toca eso de celebrar lo friki que es uno, como si hiciera falta constatar algo que resulta evidente para todos, incluso hasta para uno mismo.

Los padrinos del invento rodeados de esquemas y parafernalia varia -por la que servidor se dejaría azotar... un poquito- en espera de que los losties demos nuestro veredicto la semana que viene

Pero no adelantemos acontecimientos más de lo necesario y centrémonos en los próximos días, ya que esta semana además de otro sketch de colección podrán disfrutar de una galería para todos los públicos de ese maestro de la pintura que nos abandonó la semana pasada, uno de los mejores ilustradores de nuestro tiempo que nos ha dejado verdaderas joyas que, en la medida de lo posible, compartiré a modo de sentido homaneja. Si el tiempo lo permite espero dar cuenta del último tomo de la Liga de los Caballeros Extraordinarios, que aguarda pacientemente turno de lectura en la sempiterna e inagotable pila que se amontona en la mesa del comedor. Para poco más dará la cosa, me temo, porque el fin de semana estaré desaparecido en combate nuevamente.

Y para amenizar este lunes y recargar las pilas, aquí les dejo un temazo salido directamente de la banda sonora de Reservoir Dogs, la inspiración espiritual última para el tema de la despedida y que se remedó en la medida de lo posible en vestuario y actitud. Afortunadamente las únicas balas que recibieron nuestros estómagos venían disfrazadas de chupitos y las únicas bajas que se produjeron fueron las de aquellos prudentes y afortunados que se retiraron a tiempo para luchar otro día. Que ustedes lo disfruten... Están abandonando Llámame Plissken... Conduzcan con cuidado...

Little Green Bag
George Baker Selection

Lookin' back on the track for a little green bag
Got to find just that kind or losin' my mind
Outta sight in the night, outta sight in the day
Lookin' back on the track, gonna do it my way

Outta sight in the night, outta sight in the day
Lookin' back on the track, gonna do it my way
Lookin' back

Lookin' for some happiness but there is only loneliness to find
Jump to the left, turn to the right
Lookin' upstairs, lookin' behind

------ guitar ------

Lookin' for some happiness but there is only loneliness to find
Jump to the left, turn to the right
Lookin' upstairs, lookin' behind

Yeah
Lookin' back on the track for a little green bag
Got to find just that kind or losin' my mind
Outta sight in the night, outta sight in the day
Lookin' back on the track, gonna do it my way
Lookin' back on the track for a little, little green bag
Got to find just that kind or losin' my mind

All right

Lookin' for some happiness but there is only loneliness to find
Jump to the left, turn to the right
Lookin' upstairs, lookin' behind

Bup bup bup ba bup bup be dup bup
Bup bup bup ba bup bup ba bup bup boop ba
Ba bup bap
Ba bup bup ba boo ba boo ba boo ba

La tienda virtual de Cachalote Comix: Arte para todos

El amigo Felipe H. Navarro ha desarrollado una activa presencia artística en la red a través de su blog Cachalotecomix, en el que comparte con todos aquellos que quieran disfrutarlo sus ilustraciones, dibujos y proyectos. Durante un tiempo además autoeditó de forma virtual la revista Sushi Online, que podía descargarse desde este blog. Gracias a Felipe pude enterarme de iniciativas tan interesantes como la de Pintando por Haití, en la que el artista colaboró de forma desinteresada. Ahora, Felipe ha abierto una tienda virtual en la que además de sus ilustraciones y litografías ofrece la posibilidad de encargar commissions, y algunos afortunados que ya han coseguido una de ellas, como Carlos Pujol, colega coleccionista de originales, han quedado enormemente satisfechos con el resultado, como deja constancia en esta completa entrada acerca del proceso creativo y resultado final de la commission en cuestión. Desde aquí os recomiendo cuando menos a pasaros por la página y echar un vistazo al trabajo de Felipe, minimalista, elegante y personal que ofrece ilustraciones tan bellas o rotundas como las que acompañan estas líneas. ¡Desde aquí te deseo lo mejor Felipe!

Sketch-busters CXLVI: Cels Piñol (I)

Una de las cosas que hacían especial año tras año el Salón de Barcelona era que coincidía con el aniversario del momento en que miss Sparks y Plissken comenzaron a fraguar su particular eje del mal friki. Además de poder acceder a regalos especiales -tipo busto de Concrete o caja de Danger Girl-, hubo un par de años que la celebración estuvo integrada con nuestra afición por el coleccionismo de sketchs. Alguno de ustedes recordará esta verdadera maravilla de Óscar Jiménez, que el dibujante tuvo la extrema amabilidad de regalarnos en el año 2001. El año siguiente decidimos mantener esa suerte de tradición friki y el elegido fue Cels Piñol, el enfant boy terrible del comic español que ha paseado durante décadas sus narizones por fanzines y publicaciones varias hasta lograr desarrollar todo un universo en el que sus personajes gozaron no sólo de serie propia, sino de spin-offs realizados por otros autores. Fue Piñol el primer autor al que vi en la Estación de França en el año 2000, y cada año repetimos cola para tener firmado alguno de sus tebeos y conseguir un narizón. Cuando le comentamos lo que queríamos Cels fue derecho al grano. Nadie como él para clavar un dibujo que vaya directo al corazón del aficionado que tiene delante, en nuestro caso frikis declarados. La mención de Story of us, un agridulce repaso a la historia de la típica pareja de clase media protagonizada por Pfeiffer y Willis, y la coincidencia de aniversarios fueron algo que hicieron un poco más especial si cabe el dibujo. Es curioso, pero ya ha pasado un mundo de tiempo, y todavía me hace la misma ilusión que entonces mirar este dibujo... ¿Por qué será?

Lunes ceniciento

La entrada de hoy estaba escrita y programada para aparecer en sus pantallas in absentia de un servidor. La entrada de hoy derrochaba entusiasmo, alegría, y unas considerables dosis de felicidad que compartía con todos ustedes de forma bastante entusiasta. La entrada de hoy deberían haberla leído mientras servidor, a estas horas, paseaba por el Campo de Marte esperando su turno para subir a lo más alto de la Torre Eiffel. Permítanme que les enseñe a mi némesis. A mi enemigo. La kryptonita que ha destruido las ilusiones de Sparks y Plissken (junto con las de unas cuantas decenas de miles de desafortunados viajeros más). Déjenme que me cague en los reales del volcán Eyjafjalla, responsable directo del cierre del espacio aéreo el sábado pasado que provocó la cancelación del vuelo a París que teníamos reservado desde hace un par de meses. Eyjafjalla, que te den mucho por el...

En fin, que haciendo de tripas corazón y trabajando en lugar de pasear por los Campos Elíseos, comienzo una semana de manera horrible y espero terminarla de forma algo más agradable, por lo que intentaré hacer acopio de energía positiva que transmitirles a todos. Para empezar, hoy mismo aparecerá a última hora un sketch de aniversario muy especial. A lo largo de los próximos días tendrán ustedes una sección dedicada a las commissions de uno de los invitados al pasado Salón del Comic de Barcelona, una entrada dedicada a una tienda virtual que todos deberían cuando menos visitar y una especie de autopromoción relacionada con el relato de Star Wars que publiqué hace unas semanas y que ha logrado una suerte de prórroga vital en la red de la que enorgullezco enormemente. Lo demás lo irá determinando la realidad y mi circunstancia.

Canciones hay muchas, pero dejo que sea la melancólica voz de David Bowie y sus Cenizas a las cenizas las que abran esta semana de la mejor manera posible a estas horas. Sean ustedes buenos, eviten los frentes borrascosas y las lenguas de ceniza malignas y hagan todo lo posible por volar por debajo del radar y de la vista del enemigo, sea este quien sea -y si no lo tienen, mejor para ustedes-. Esta semana me despido sin más, y les pido que tengan mucho cuidado ahí fuera.

Ashes to ashes
David Bowie

Do you remember a guy that's been
In such an early song
I've heard a rumour from Ground Control
Oh no, don't say it's true

They got a message from the Action Man
"I'm happy, hope you're happy too
I've loved all I've needed to love
Sordid details following"

The shrieking of nothing is killing
Just pictures of Jap girls in synthesis and I
Ain't got no money and I ain't got no hair
But I'm hoping to kick but the planet it's glowing

CHORUS
Ashes to ashes, funk to funky
We know Major Tom's a junkie
Strung out in heaven's high
Hitting an all-time low

Time and again I tell myself
I'll stay clean tonight
But the little green wheels are following me
Oh no, not again
I'm stuck with a valuable friend
"I'm happy, hope you're happy too"
One flash of light but no smoking pistol

I never done good things
I never done bad things
I never did anything out of the blue, woh-o-oh
Want an axe to break the ice
Wanna come down right now

CHORUS
Ashes to ashes, funk to funky
We know Major Tom's a junkie
Strung out in heaven's high
Hitting an all-time low

REPEAT
My mother said to get things done
You'd better not mess with Major Tom

Sketch-busters CXLV: Scott Hampton (II)

La carrera de Hampton siempre ha estado orientada a la ilustración y a los comics pintados antes que dibujados. Comenzó dibujando historias cortas para Vampirella o Epics Illustrated. Su trabajo como ilustrador de los guiones de Bruce Jones en Silverheels se considera como el primer comic regular pintado, un camino que con los años seguirían muchos otros artistas de la talla de Bill Sienkiewicz o Dave McKean. A lo largo de los años los proyectos ilustrados por Hampton no han sido muchos, dada la minuciosidad y laboriosidad de su estilo, pero todos ellos han ofrecido un nivel de calidad visual y narrativo bastante notables, lo que le ha hecho granjearse un gran número de seguidores. La ilustración de relatos de Clive Barker en Tapping the vein o Hellraiser, su colaboración en Los libros de la magia, o los últimos trabajos junto a Steve Niles (Batman: County Line y Simon Dark) ofrecen una buena muestra de la versatilidad de su arte y de las posibilidades narrativas del tebeo pintado, algo que no siempre se produce en detrimento de efectistas soluciones visuales o páginas emborronadas en detrimento de una narración clara. Precisamente fue su intervención en Books of Magic (ilustrando una de las partes más agradecidas de la historia, al narrar los pasos de Tim Hunter y John Constantine por el lado mágico de DC) la que me impulsó a pedirle una Zatanna. La verdad es que más que un retrato del personaje Hampton realizó todo un estudio de texturas y de integración de la figura humana en un paisaje extraño, y la fragilidad que logra conferir a mi maga favorita (con su uniforme clásico, además) resulta de una belleza marciana que aún me sorprende cada vez que veo la ilustración.

Por cierto, que Scott Hampton también ha hecho sus pinitos en el mundo del cine dirigiendo un corto, La tontina, que podéis ver integramente en red o por lo menos echar un vistazo a la textura sórdida y malsana que consigue en una historia con reminiscencias fantásticas cercanas al mito de Fausto.

Salón del Comic de Barcelona 2010: Ojalá estuviera allí (II)

Un año más se produce uno de los eventos más significativos de cuantos se producen relacionados con el mundo del comic en España. Me refiero, cómo no, al Salón del Comic de Barcelona que este año 2010 alcanza su vigésimo octava edición, mostrando una buena salud y una energía envidiables. Para empezar, me gustaría señalar lo acertado de un cartel sobrio y a la vez evocador de la dibujante Ana Miralles, una propuesta madura y reflexiva para el salón de referencia de nuestro país. A lo largo de los cuatro días que transcurrirán entre el jueves y el domingo próximo, decenas de miles de visitantes ojearán y comprarán los cientos de novedades editadas ex profeso para este evento, se dibujarán cientos de sketch en las maratonianas sesiones de firmas, se dedicarán miles de ejemplares y se hará todo lo posible por mantener viva y en buen estado de salud a una industria que, como todas, ha acusado los tiempos de crisis que vivimos.

Uno de los alicientes que suele presentar el Salón año tras año es el de las variadas y abundantes exposiciones que presenta en diferentes espacios, y este año no iba a ser menos, contando con hasta diez muestras de arte agrupadas por temática o autor. Se podrán visitar exposiciones sobre la relación del comic con el cine (Una exposición de película) o la música (El ritmo del comic), retrospectivas dedicadas a Vázquez (¡ese genio!), Ana Miralles, El Príncipe Valiente y los autores de JOSO que se han abierto camino al otro lado del charco a base de talento y esfuerzo, y el repaso a dos obras premiadas en el Salón del año pasado (Las serpientes ciegas y La revolución de los pinceles). Pero no sólo de exposiciones vive el aficionado, y este año se contará de nuevo con una zona dedicada a los videojuegos, con conciertos musicales (incluyendo al grupo Sidonie, que a buen seguro quedará fa-fa-fascinado con la cantidad de frikis por metro cuadrado que suelen concentrarse el domingo en el Salón), los habituales talleres de graffiti y de la Escuela JOSO, mesas redondas, presentaciones.... Incluso habrá un evento especial relacionado con el 30 aniversario de El imperio contraataca organizado por la Spanish Garrison de la Legión 501 que contará con la presencia de los actores Nalini Krishan y Anthony Forrest, para deleite de mitómanos y seguidores de la saga.

Todo lo anterior ya ofrece de por sí razones de peso importantes para acudir al Salón, pero no puedo dejar de lado la parte del león que concita pasiones y nervios sin igual y que para mí es inseparable de cualquier evento de estas características. Me refiero cómo no a las sesiones de dibujo y firmas que los autores invitados realizarán a lo largo de los cuatro días del salón, intentando satisfacer a la mayor cantidad posible de aficionados. A continuación os dejo alguno de los invitados por la organización de este año, teniendo en cuenta que hay decenas más invitados por cada editorial y que firmarán en stands diseminados por todo el recinto ferial, al margen de las firmas organizadas por FICOMIC. Este año tendré el disgusto de perderme a Moebius (sin duda mi gran espinita clavada de los últimos años, mi fracaso máximo del año 2008), Lewis Trondheim, Charles Berberian, Tardi, Tanino Liberatore, Ivan Reis (lo que, afortunadamente para mí no será demasiado irreparable), Gene Ha, Gail Simone (¡ay, cuánto me gustan tus Seis Secretos, jodía!), Jock y Diggle haciendo pareja con Óscar Jaenada y promocionando Los perdedores (película y tocho recopilando una de las mejores series de los últimos años), o Gilbert Shelton. Mención especial merece para mí el regreso de Jeff Smith al Salón de Barcelona, y es que fue este señor el que me movió a viajar por vez primera a esa ordalía inolvidable de sensaciones que uno vive sólo una vez en la vida: la de entrar por vez primera en el Salón del Cómic de Barcelona y descubrir que todo aquello que pensabas se quedaba corto. Si otros años hacía promesa de no volver en este caso el juramento es al contrario. Así, salvo problemas de fuerza mayor -y sé que lo fío para largo-, el año que viene estaré por allí enredando en las colas y dando los paseos por la Rambla y el Maremagnum que tanto echo de menos. A los afortunados que van a disfrutar de esos cuatro días, mis mejores deseos de diversión, y por qué no, ¡que consigan la mayor cantidad posible de dedicatorias y sketchs!

Lunes apocalíptico e integrado

La verdad es que comienzos de semana como este no los quiero ni en pintura. Después de dormir mal, con un molesto dolorcillo de garganta y con unos cambios de tiempo que ya los querría para sí Roland Emmerich para la segunda parte de El día de mañana -que vendría a ser 2014: El día de pasado mañana-, cada vez cuesta más recuperar las mínimas energías derrochadas a lo largo de los últimos dos días y cargar la batería de poder para afrontar con mínimas garantías los retos de la semana laboral. Afortunadamente, poco a poco vamos entonando el cuerpo y afilando la mente, y nos preparamos para afrontar una semana que se avecina con un par de cambios sustanciales en el horizonte de los que ya les daré cumplida cuenta conforme se vayan produciendo. Por el momento, a lo largo de los próximos días verán el sketch de Zatanna que la semana pasada se quedó en el tintero, un avance del Salón del Comic de Barcelona -al que no acudiré por segundo año consecutivo, pero al que ya avanzo, no pienso faltar de nuevo salud y trabajo mediante- y si el tiempo lo permite, esa crítica de Kick Ass que intento escribir mentalmente pero que siempre reduzco a la mínima expresión y no pasa de las dos líneas. A pesar de todo, algo más elaborado compondré para su deleite o tortura. Y poco más, por el momento, salvo desearles que disfruten en todo momento y lugar de aquellos que tienen a su lado y no dejen escapar ni uno solo de los trenes que se presenten en su parada. Quién sabe cuándo o cómo volverán a pasar.


A tanta energía positiva le corresponde una canción alegre y buen rollera un tanto ajena al espíritu original de The Cure, pero que no he parado de escuchar a lo largo de los últimos días una y otra vez. Compongan una sesión doble de Spinto Band y The Cure y verán que los ánimos últimamente andan por el reino feliz del país de la piruleta en la calle de la gominola. Y como siempre, les pido que tengan ustedes mucho cuidado ahí fuera. Esto no sería lo mismo sin todos y cada uno de ustedes.

Just say yes
The Cure

Say this is it
Don't say maybe
Don't say no
Say this is it
Don't say hold on
Don't say slow
Say this is it
Don't say next time
Don't say when
Say this is it
Don't say later
No, don't say then

Just say yes! Do it now!
Let yourself go!
Just leap! Don't look!
Or you'll never know
If you love it
You might really love it
If you love it
You might really love it!

Oh come on and love it!

Yeah, this is it
Don't be cautious
Don't think twice
This is it
Don't play it safe
Don't put on ice
Yeah, this is it
Don't chew it over
No don't kick it around
This is it
Don't wait and see
Don't try to work it out

Just say yes! Do it now!
Let yourself go!
Just leap! Don't look!
Or you'll never know...
If you love it
You might really love it!

So don't tell me
It could all go wrong
No don't tell me
It could all be a mess
Oh don't tell me
It could all be a waste of time
Just say oui! Si! Sim! Da! Ja! Yow! Igen! Kylla!
Just say yes!