Enmudecida quedó la ciudad de Elche el domingo pasado cuando tras toda la expectación, la tensión y los nervios acumulados durante el final de temporada el equipo de fútbol se quedó a las puertas del ascenso que muchos habían anhelado y acariciado largamente. Aunque ya saben que un servidor no es forofo y mucho menos del fútbol local, el ambiente y el interés eran tales en la ciudad que acabamos contagiados de esa expectación, hasta tal punto que el sábado fue uno de esos días perdidos en los que el tiempo transcurre con exasperante lentitud antes de un evento particular y todo parece enfocado hacia un suceso concreto que concita la atención y las esperanzas de miles de personas. Los que vieran las noticias del domingo ya saben cómo terminó la historia, pero por lo menos queda el consuelo de haber estado ahí hasta el final, aunque claro, como decían muchos esa noche, luchar contra los elementos para acabar muriendo en la orilla es un destino muy cruel...
En parte, y solo en parte, tiene ese contagio futbolero la culpa de que esta semana la cosa haya estado sólo centrada en los espectaculares dibujos de Scott Blair, quedando en el tintero la prometida reseña de Los informáticos. Como tampoco publiqué el dibujo de convención de turno esta semana intentaré que ambos dos contenidos sean los que intenten alejar el calor y el aburrimiento de su ánimo.
Y por si no tuviéramos poca desilusión en el cuerpo, los hados se confabularon para enmudecernos todavía más y el domingo privarnos de otra de esas figuras que ha dado la música a cientos pero que gracias a su asociación con dos mitos -el Boss y la E Street Band- ha podido pasar a los anales de la música como lo que era, un músico como la copa de un pino y una presencia escénica gigantesca, casi inconmensurable. Si la semana pasada despedíamos a un trompetista inolvidable esta tarde calurosa de lunes debemos decir adiós a un saxofonista imprescindible sin el cual las canciones y las actuaciones de Bruce Springsteen no habrían sido lo mismo. Nos dejaba Clarence Clemmons, el Gran Hombre. El escenario queda en penumbras y el saxo enmudece, pero sólo momentaneamente, porque basta con volver a escuchar cualquiera de las canciones en las que colaboró para resucitar su figura y su talento. Parafraseando a Gabinete Caligari en aquella canción en que homenajeaban a otro saxofonista fallecido, no podemos hacer otra cosa más que decir: Tócala, Clarence una vez más, donde te encuentres allí el ritmo no parará... Por cierto que entre Rubin y Clemmons hay una conexión curiosa, y es que Clarence Clemmons participó en Blues Brothers 2000 como miembro de los Lousiana Gator Boys, una banda ficticia de blues suereño compuesta entre otros por Eric Clapton, Steve Winwood, Dr. John, Isaac Hayes, o Bo Didley. La canción de hoy ya apareció en otra ocasión en esta sección de los lunes, pero no quiero dejar de incluirla porque a) es una versión cojonuda grabada durante un concierto del Boss en Barcelona, y b) la presentación de la banda y el sólo de Clemmons son una verdadera pasada que pone los pelos de punta al más duro y suponen para mí un homenaje más que digno a una figura tan grande como su talento, a un músico que ya estará montando jam sessions allá donde quiera que se encuentre...
Mary's place
Bruce Springsteen
I got seven pictures of Buddha
The prophet's on my tongue
Eleven angels of mercy
Sighin' over that black hole in the sun
My heart's dark but it's risin'
I'm pullin' all the faith I can see
From that black hole on the horizon
I hear your voice calling me
Let it rain, let it rain, let it rain
Let it rain, let it rain, let it rain, let it rain
Meet me at Mary's place, we're gonna have a party
Meet me at Mary's place, we're gonna have a party
Tell me how do we get this thing started
Meet me at Mary's place
Familiar faces around me
Laughter fills the air
Your loving grace surrounds me
Everybody's here
Furniture's out on the front porch
Music's up loud
I dream of you in my arms
I lose myself in the crowd
Let it rain, let it rain, let it rain
Let it rain, let it rain, let it rain, let it rain
Meet me at Mary's place, we're gonna have a party
Meet me at Mary's place, we're gonna have a party
Tell me how do you live broken-hearted
Meet me at Mary's place
I got a picture of you in my locket
I keep it close to my heart
A light shining in my breast
Leading me through the dark
Seven days, seven candles
In my window light your way
Your favorite record's on the turntable
I drop the needle and pray
Band's countin' out midnight
Floor's rumblin' loud
Singer's callin' up daylight
And waitin' for that shout from the crowd
Waitin' for that shout from the crowd
Waitin' for that shout from the crowd
Waitin' for that shout from the crowd
Waitin' for that shout from the crowd
Waitin' for that shout from the crowd
Turn it up, turn it up, turn it up
Turn it up, turn it up, turn it up, turn it up
Meet me at Mary's place, we're gonna have a party
Meet me at Mary's place, we're gonna have a party
Tell me how do we get this thing started
Meet me at Mary's place
Meet me at Mary's place
Meet me at Mary's place
2 comentarios:
Desolado, jodido, desamparado,....viendo el fin de l amejor banda de Rock de la música (Ya han caído dos)....te echaremos de menos Clarence!!!!!
Que será de Borm To Run, Badlands, Sandy,..sin ti...Ay!!!!!
Ahora sólo falta que Bruce no vuelva con lo que queda de Banda a BCN, ya que en el último concierto del Camp Nou, prometió volver, que no era una despedida....
Y si Bruce faltara a su palabra, que nos quedaría???
Cause tramps like us...Baby we wrer born to run!!!!!!!!!
Óscar NiñoMentira lleno de tristeza
Cuanta verdad y sentimiento hay en su comentario, NiñoMentira... Yo de la palabra del Boss no dudaría. Volverá, emocionará y se emocionará con un merecido homenaje a sus amigos, a sus compañeros, a sus colegas... ¡Un abrazo!
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