Hasta el momento, teníamos una guerra interestelar en marcha, una entidad computerizada activando OMACS durmientes entre la población mundial, un Espectro desencadenado y masacrando toda fuerza mágica que se cruza en su camino y una sociedad secreta de supervillanos dirigida por Lex Luthor enfrentada a otra al servicio de un misterioso personaje.
Las quinielas del origen de la nueva crisis se hicieron entre esas cuatro posibilidades, por lo que el comienzo de Crisis Infinita pilló a muchos a contrapié. Enlazando directamente con la conclusión de Crisis en Tierras Infinitas, somos testigos de cómo Alexander Luthor, Superboy Primo, Lois Lanes y Superman han sobrevivido todos estos años en el universo de bolsillo al que el portal de Luthor les transportara tras acabar con el Anti-Monitor. A través de unos cristales han seguido los sucesos acontecidos en la nueva Tierra desde entonces, y esto no ha hecho más que causarles una profunda desazón y amargura. El sacrificio de tantos mundos y héroes ha acabado degenerando en una realidad deprimente y dura en la que los héroes muchas veces se confunden por sus actos con los villanos y en la que las versiones existentes de Superman, Wonder Woman o Batman palidecen en comparación con sus antecesores de Tierra-2. Finalmente, y ante el deterioro de la situación hasta límites ya insostenibles, Superman decide intervenir impulsado por el deterioro manifiesto de la salud de su esposa, Lois, los ruegos de Superboy y las sutiles pero firmes sugerencias de Alex Luthor. Así, de aquellas Crisis nace una nueva amenaza que pondrá al Universo DC, una vez más, al filo de la extinción.
La repentina aparición de estos héroes hará que aquellos que se cruzan en su camino experimenten diferentes sensaciones: desde el recelo que despierta el exceso de entusiasmo de Superboy Primo, a la desconfianza provocada por las actividades encubiertas de Alex o la alegría sin límite que Power Girl siente al conocer de nuevo por primera vez a su primo en otra vida, en otro universo. Mientras tanto, los héroes de la Tierra están desbordados claramente por los acontecimientos y han de afrontar las diferentes crisis de forma separada. Así Batman, Sasha Bordeaux, la JSA, Booster Gold, John Stewart y el nuevo Blue Beetle harán todo lo posible por acabar con la amanaza del Hermano Ojo y sus OMAC, que están provocando una auténtica masacre en Isla Paraíso. El Shadow Pact junto al Capitán Marvel intenta frenar a toda costa al Espectro ayudados por la plana mayor de magos en activo (Fate, Phantom Stranger, Zatanna), mientras que un equipo organizado por Donna Troy y formado por Supergirl, Metamorpho, Starfire, Alan Scott, Jade o Animal Man entre otros acude al auxilio de los Halcones y de Adam Strange, impotentes ante una brecha estelar que amenaza con desplazar el centro del universo. Por su parte, la Sociedad de Villanos comienza a mostrar sus cartas, que no son otras que la de capturar a una serie concreta de héroes y villanos para impulsar con su energía un misterioso artefacto.
Las piezas van encajando poco a poco en el tapiz de la Crisis Infinita hasta que llega el momento en que se destapan las cartas y todo salta por los aires cuando Alex Luthor se desvela como el cerebro que ha habido tras todos los acontecimientos que han llevado hasta esa situación: manipuló a Superboy Primo para que rompiese la barrera interdimensional y alterara el equilibrio gravitatorio de varios planetas para alterar la estructura misma del universo; adoptó la identidad de Lex Luthor -desparecido en combate pero organizador en la sombra de los Seis Secretos- para organizar una Sociedad que le ayudase a cumplir con sus fines; alteró la programación del Hermano Ojo dirigiéndolo contra su creador y contra la comunidad superheróica en general y alentó la guerra mágica del Espectro con el fin de poder manipular la energía mágica residual y emplearla igualmente para impulsar el artefacto construido con el cadáver del Anti-Monitor. Con Superman enfrentado a su confusa contrapartida de Tierra 2, la plana mayor de los Titanes y los Outsiders intentando contener a un Superboy Primo cuya furia y rabia adquieren proporciones casi míticas y el resto de héroes apenas sobreviviendo en sus respectivas empresas, Alex finalmente conseguirá cumplir su propósito de separar lo uno en lo infinito, aunque el nuevo multiverso tendrá una estabilidad sumamente frágil. Cómo nuestros héroes consiguen salir triunfantes de tamaño berenjenal es algo que merece ser leído y disfrutado, así que a esta altura ya me ahorro más spoilers inútiles (ya que si iban a leer CI ya lo habrán hecho, y si no, es que no les interesa lo suficiente como para que los spoilers les revienten la historia).
Personalmente fue uno de los tebeos que más disfruté en el 2006, repleto de momentos dramáticos (Chemo vs Bludhaven, Los Freedom Fighters), épicos (las confrontaciones de los Flash o de Superbpoy contra Superboy Primo) o románticos -en el sentido que le da el DRAE, momentos que ensalzan el sentimiento y la generosidad- como esa declaración de amistad entre Superboy o Nightwing antes de la batalla final o el profundo pesar que inunda a Cassie y a Tim ante el destino final de su amigo. El guión de Geoff Johns da todo lo que promete con creces, y no se puede negar que el tío conoce el Universo DC tan bien como el salón de su casa: los personajes actúan de acuerdo con sus motivaciones y éstas son muy bien explicadas en los dos casos más difíciles de creer, en los de Alexander Luthor y Superboy Primo, auténticos villanos desatados de la función. Por su parte el dibujo tuvo que ser completado entre varios autores, ayudando a un Phil Jimenez superado por las fechas de entrega. Eso sí, cuando los dibujantes que echan un pincel son Jerry Ordway, Ivan Reis o George Perez un servidor no tiene otra más que callarse y disfrutar del espectacular conjunto que en unos años gozará de su correspondiente edición Absolute.
Y hablando de ediciones, creo que Planeta ha elegido una opción bastante acertada -aunque quizá no la mejor- para traer de la forma más rápida y asequible posible esta colección a nuestras librerías habituales: cuatro números triples incluyendo los especiales relacionados con la saga (a los que dedicaré post aparte) y el Orígenes Secretos con guión de Wolfman -donde definitivamente se establecía la relación entre unas Crisis y otras- a modo de epílogo de esta historia bigger than EVERYTHING que demuestra una vez más la complejidad y riqueza de un universo que no tiene nada que envidiar a cualquier otro.
3 comentarios:
Jo, creía que yo era el único que se lo había pasado como un enano con Crisis Infinita... :-)
Myca, no crea usted, que ha dejado un buen sabor de boca entre los que lo han leído -hablo de entorno cercano y clientes de mi tienda habitual-, aunque sí es cierto que se notó en el momento de su publicación un handicap doble bastante notable en cuanto a la recepción de CI: por un lado las comparaciones de siempre con los OTROS, cuando lo que deberíamos hacer es disfrutar de lo mejor de todas las editoriales, y que muchas de las críticas a Crisis Infinita iban casi más dirigidas por elevación a Planeta y a su política editorial.
Por otro lado, que cuaje en España una obra como esta, arraigada profundamente en un Universo como el de DC, que ha sido siempre el "hermano pobre" entre el fandom español y que salía de casi una década de bandazos editoriales, precios abusivos y publicaciones salteadas, es bastante meritorio. Sería el equivalente de ver los seis últimos capítulos de una temporada de Perdidos -con sus giros dramáticos, sus muertes y sus sorpresas argumentales- sin haber visto el resto y aún así conseguir enganchar a los espectadores.
En fin, que con el paso de los años esta obra va a ganar en la consideración y en el recuerdo de los aficionados. Y si no, tiempo al tiempo... O Crisis Infinita al Absolute CI ;D
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