Un equipo de las Fuerzas Especiales es enviado a la selva de Bolivia para eliminar a un objetivo especialmente peligroso para los intereses de los Estados Unidos. El equipo de élite esta bajo las órdenes de Clay (Jeffrey Dean Morgan) y del segundo al mando, Roque (Idris Elba), y está formado por Puma (Óscar Jaenada), un letal francotirador, Chucho (Columbus Short), experto en vehículos y mecánica, y Jensen (Chris Evans), un genio de la informática y especialista en infiltración gracias a su particular cara dura. La misión se cumple según los tiempos y el objetivo está marcado cuando llegan a la hacienda una veintena de niños que van a ser usados como "mulas". Los curtidos militares afrontan la dura decisión de dejar morir a los niños junto a los narcotraficantes o incumplir las órdenes tajantes y directas de su enlace con la CIA, una voz melifluamente persuasiva y amenazadora a la que conocerán como Max (Jason Patric).
El equipo decide romper con el protocolo y en una incursión contrarreloj rescatan a los niños antes que la hacienda salte por los aires. Convertidos en parias y marcados por Max como traidores el particular grupo intenta sobrevivir en Bolivia mediante trabajos miserables al tiempo que comienzan a preparar su regreso a los EEUU para saldar cuentas con Max, un tipo que por su parte está ultimando negocios para conseguir un arma de tecnología punta y gran poder destructivo. Wade, su hombre de confianza y mano armada, ejecuta con frialdad las órdenes volubles y caprichosas de un personaje que está moviendo hilos muy por encima de sus atribuciones.
Mientras tanto, en Bolivia, el grupo de Perdedores encuentra un inesperado aliado en la sensual y dura Aisha (Zoe Saldana), la cual tiene un interés personal en llegar hasta Max. Para ello no dudará en dar a Clay y sus muchachos información sobre las oporaciones del misterioso personaje así como les ayudará en las arriesgadas operaciones de campo que Jensen, Puma, Chucho, Roque y Clay emprenderán desde ese momento con un objetivo. Devolver a Max todo el sufrimiento que este les ha ocasionado con intereses.
El proyecto de llevar a la pantalla grande el comic The Losers, de Diggle y Jock (una de las lecturas más emocionantes y divertidas de los últimos años para un servidor) surgió prácticamente desde el momento en que finalizó la serie. Ya en 2007 se anunció que serían Peter Berg y James Vanderbilt los encargados de la adaptación, que sería dirigida por Tim Story (Taxi, Fantastic Four 1 y 2), aunque finalmente fue Sylvain White el elegido para dirigir la película. Aunque la elección a priori podía generar suspicacias, dada la filmografía previa del caballero (Siempre sabré lo que hicisteis el último verano, Stomp the yard) lo cierto es que el resultado final ha sido lo suficientemente satisfactorio. Nos encontramos con un sólido film de acción, repleto de escenas adranalínicas, desarrollo de personajes duros como piedras a base de cinceladas certeras y con una fidelidad al comic digna de elogio.
El acierto en el casting no puede ser mayor, y así, Dean Morgan como Clay ofrece una composición opuesta a la que hiciera del Comediante en Watchmen, encarnando a un agente del gobierno que no ha perdido la fe en el mismo ni ha dejado que sus valores o conciencia se pierdan entre los juegos de poder y corruptelas políticas que están en el origen de sus misiones. Frente a él, su amigo Roque se encuentra en el extremo opuesto, y el desencanto y el cansancio han hecho mella en su corazón de soldado. Aysha esté perfecta con la piel de Zoe Saldanna, actriz que igual hace de adorable trabajadora aeroportuaria en La terminal que de ambigua mercenaria con excepcionales dotes para la lucha cuerpo a cuerpo en todas sus acepciones y para el manejo de armas grandes. Mi favorito del grupo en el comic sin duda es Jensen, que aquí aparece encarnado por un Chris Evans empeñado en acumular papel tras papel de personajes relacionados con el comic (4F, Capitán America) o con los super-héroes (Push). Su simpatía y carisma son ideales para encarnar a esta suerte de Fénix que se infiltra a cara descubierta y aguanta las situaciones de máximo peligro con una sonrisa de oreja a oreja. La aportación española al reparto es quizá la más delicada, pues el personaje de Puma es el más difícilmente traspasable. En el tebeo dice tres palabras y su rostro permanece cubierto de forma sempiterna por la tupida sombra de su sombrero tejano, algo que en pantalla resulta imposible. A pesar de todo Jaenada se desenvuelve como pez en el agua y en las escenas de acción mantiene el nivel con total dignidad. Finalmente, Chucho, encarnado por el habitual de White Columbus Short es el alivio cómico más claro de la película y al mismo tiempo el contrapunto humano, pues su preocupación por su mujer embarazada nos aleja de las tramas de espionaje internacional y las escenas de acción y nos recuerda que en el fondo estos tipos son seres humanos que cumplen con su trabajo y luego sólo quieren asistir al nacimiento de su hijo o al partido de fútbol de su sobrina. Dejo para el final a Max, personaje que debe poseer el suficiente carisma letal como para provocar la antipatía del público en cantidades industriales, y en este aspecto Jason Patric disfruta componiendo a un bastardo caprichoso y voluble, peligroso hasta decir basta y lo suficientemente inteligente como para evitar que la mierda le salpique incluso cuando la situación le explota en las narices.
En resumen, Los perdedores es una más que digna adaptación que cuenta además con diseños de Jock para ilustrar los títulos de crédito, y que toma elementos de los dos primeros arcos argumentales de la serie para presentar a los personajes y la historia marco en que se desenvuelven. Desgraciadamente, los cambios de fecha de estreno, y su parecido con otro estreno del pasado año, El equipo A -con el que, en mi opinión, se iguala a nivel fílmico en lo que a diversión y entretenimiento se refiere-, hicieron que la película obtuviera unos resultados en taquilla más que justos (25 millones de presupuesto frente a unos 37 recaudados en todo el mundo) que convierten una posible secuela en algo más que dudoso, lo cual no deja de resultar una pena dado el buen nivel alcanzado por esta primera parte de la historia de Los Perdedores que, como trilogía, nos dejaría un inmejorable retrato de un grupo de tipos capaces de ir hasta el fin del mundo con tal de no dejar a sus compañeros con el culo al aire. Y es que hasta para ser un perdedor hace falta tener clase, estilo y pelotas.
3 comentarios:
Tienes razón, es una pelicula digna y a la vez entretenida. La vi en la Mostra y se me hizo hasta corta con ese ritmo que tiene. Saludos.
Vaya, yo no la he visto, de hecho el cómic está esperando en mi pila de lectura a ser leído, saludos caballero.
Carlos, he tenido que esperar al "estreno" doméstico para verla y me lo pasé en grande. A ver si se animan a continuar la historia.
Jaime, te espera un viaje infernal, pero estoy seguro que lo vas a disfrutar como se merece. ¡¡Un abrazo!!
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