viernes, septiembre 02, 2011

Las Crónicas de Snake Plissken: Entre Nueva York y Los Ángeles...

O entre la espada y la pared. No hay nada fácil en la vida de S. D. Bob "Snake" Plissken. Tras rescatar al presidente de su accidente en el penal de Nueva York, el antiguo héroe de guerra y ex convicto disfruta del perdón presidencial para pasear por las maravillosas carreteras de los Estados Unidos de América, pobladas por bandas crueles cuya máxima diversión es desollar a sus víctimas y luego, si acaso, robarles la calderilla que puedan llevar. Tras un ligero contratiempo con una de esas bandas Plissken consigue llegar a Atlantic City, ciudad de vicio y juego en la que todos se preocupan de una sola persona y cada uno de sí mismo. Allí le espera la única persona viva a la que todavía no ha querido matar por uno u otro motivo, su colega en el mundo del hampa, Marrs, el cual tiene una de esas proposiciones que es casi imposible rechazar.


En el casino Dead Presidents se expone un Lincoln continental que fue uno de los coches usados por Kennedy, una réplica exacta de aquel en que fue asesinado en Dallas. Un coleccionista particular ofrece 30 millones de dólares por dicho coche, que deberá ser sustraído de su lugar de exposición, burlar toda la seguridad del casino y ser entregado sin un rasguño en alta mar. Por supuesto, lo que debería ser un golpe sin complicaciones acaba convirtiéndose en una explosiva situación de fuego cruzado, alianzas volubles e intereses creados entre Marrs, el dueño del casino, Slim Timm, un grupo de mafiosos rusos dirigidos por El Rojo y el comprador del auto.


Afortunadamente, para salir indemne de tal pandemonio Snake no sólo cuenta con su proverbial capacidad de supervivencia sino con la ayuda de otros perdedores como él, o como Cerebro o el Taxista, tipos que la vida ha dejado de lado pero que saben apreciar una última oportunidad cuando se presenta frente a ellos y acercarse a la única persona que puede garantizar su supervivencia. En esta frenética aventura desarrollada en Atlántic City Plissken contará con la ayuda del Capitán Roy, un viejo lobo de mar cuyo barquito será fundamental para el éxito del plan, y la azafata que acompaña al coche, una muchacha caracterizada de Jackie O. que se verá en medio de un fuego cruzado del que no todos escaparán con vida.


En el año 2003 la editorial Crossgen editó la serie de cuatro números John Carpenter's Snake Plissken Chronicles, escrita por el polifacético William O'neill (dibujante, rotulista y editor, además de guionista) y dibujada por Tone Rodríguez. Con una campaña de marketing muy cuidada, cubiertas alternativas para cada número y publicidad en Previews y revistas especializadas, la serie volvía a traer a la vida a Snake Plissken, personaje que desde el año 1997 no había aparecido de ninguna manera en cine, televisión (pese a contar con un proyecto desarrollado por Carpenter, Hill y Russell que fue desestimado por ser "oscuro y deprimente") o comic, más allá de un especial editado por Marvel. La serie suponía una buena forma de que los aficionados y seguidores se reencontraran con el personaje y pudieran disfrutar de otra de sus aventuras.


Situando la acción entre las dos películas -en un punto indeterminado entre 1997 y 2013-, en una sociedad en decadencia en la que el estado ya no es garante de la seguridad más que en núcleos concretos de población, y lejos todavía el año cero que Plissken instaurará tras salir con vida de la cárcel de Los Angeles, estas Crónicas son una simple aventura de acción en la que la caracterización de los secundarios es nula y la categoría de las decisiones morales que el bueno de Snake debe tomar se reducen a matar o morir, escapar para luchar otro día y sobrevivir a toda costa para poder disfrutar de un botín de 30 millones de dólares. Con una intención claramente explotativa de la franquicia -había intención de prolongar la jugada con un videojuego y un anime que, desgraciadamente, tampoco se materializaron-, la serie se lee en un suspiro y se olvida en otro, pero ofrece cuando menos un rato de diversión genuina.


Anuncio del proyecto de videojuego que me habría tenido a buen seguro pegado a la PS2 durante un buen capazo de horas.

A modo de anécdota final, diré que durante años intenté conseguir una de las páginas originales de la serie, llegando a contactar con el representante de Tone Rodriguez, que me comentó via mail que el dibujante estaba un tanto cansado del interés que su trabajo en la serie había generado, hasta el punto que eran esos cuatro números los más recordados y perseguidos por los coleccionistas. Será cuestión de seguir en la búsqueda...

2 comentarios:

Anwar El Maatawy dijo...

Excelente cambio de look, me gusta el nuevo diseño.

Saludos

Plissken dijo...

Muchísimas gracias, caballero. Primero pensé en una plantilla de fondo completamente negro, pero al final creo que al personaje le viene mejor este tono gris ;D ¡Un saludo!

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