Estaba buscando en la carpeta de imágenes por publicar algún dibujo perteneciente a las primeras Jornadas de Avilés a las que tuvimos la suerte de asistir, allá por el año 2000. Pensaba que me iba a resultar difícil, pero a bote pronto he encontrado hasta cinco dibujos pertenecientes a aquellas Jornadas celebradas ahora hace prácticamente once años pertenecientes a tres artistas diferentes, todos ellos de habla hispana. He optado por comenzar una serie dedicada a uno de ellos y solventar de esa manera una especie de deuda histórica para con uno de los autores más amables con los que hemos tenido la fortuna de cruzarnos, siempre dispuesto a ofrecer un trato exquisito a sus seguidores o al aficionado en general y siempre dispuesto a dejar sobre el papel una muestra de su arte, un arte excelso y hermoso que ha asombrado a lectores de varias generaciones y que recientemente ha visto reivindicada una de sus obras maestras largamente olvidada mediante una lujosa reedición: Cinco por infinito. Me refiero, ya lo habrán adivinado a Esteban Maroto, dibujante dotado para la ilustración, el tebeo de terror, fantasía o ciencia ficción a quien en aquel lejano año 2000 servidor conocía principalmente por el que fuera uno de sus últimos trabajos dentro del comic americano, la serie de DC Las crónicas de Atlantis. A lo largo de los años he podido coincidir con él en varias ocasiones, por lo que a la larga todos los números de la serie han acabado siendo firmados por su dibujante, así como alguno de sus tomos dedicados a recoger sus bellísimos y sensuales trabajos de ilustración. Cuando tuve oportunidad de pedirle un dibujo al autor, mi petición no fue otra que la de un personaje de dicha serie, femenino a ser posible, a lo que Esteban Maroto respondió que lo intentaría pero que la serie ya quedaba lejos en su memoria. Porqué no pediría uno de mis personajes fetiche, Vampirella, es una de esas dudas que me llevaré a la tumba, pero el resultado, aunque no tan espectacular como el dibujo que podrán disfrutar en la próxima entrega, no fue malo en absoluto.
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