Estos días ando un poco morriñoso porque estoy llegando al final del camino con un par de series de televisión a las que les había cogido cierto cariño. Por un lado, y tras un tiempo de impass en el que no había podido acceder a las dos últimas temporadas, estoy devorando Ashes to ashes, serie británica que continúa las andanzas y peripecias del rudo policía Gene Hunt en el Londres de los ochenta. Saber que te quedan cuatro capítulos para despedirte de un personaje como ese hace que paladees cada minuto y al mismo tiempo quieras dilatar los tiempos al máximo para no llegar a ese instante final que marca irremediablemente el final de una serie. Peor, mucho peor estoy llevando el cierre definitivo de Chuck, serie a la que hemos seguido fiel y devotamente tanto en casa como en este blog (con posts sobre las temporadas uno y dos) y de la que acababamos de disfrutar de su cuarta temporada cuando gracias al amigo Oneyros me enteré del final, diría que a traición, de una serie que ha contado con un fandom fiel y que se ha mantenido en el filo de la cancelación casi desde su primera temporada. Ahí reconozco que va a ser todavía más difícil el visionado y ulterior despedida de unos personajes a los que considero amigos catódicos y que me han ofrecido momentos de entretenimiento de verdadera altura emotiva y humorística.
Y bueno, pues también toca hacer referencia a otra despedida, en este caso virtual, de un pionero e inspirador de prácticamente todos los que durante años hemos estado aporreando el teclado para compartir nuestro amor por los tebeos y por el noveno arte, cada uno a su manera. Después de convertirse en referente, en padre putativo de la tebeosfera, de crear el sitio de referencia para cualquier lector de tebeos de habla hispana, de remozar el aspecto y la morfología del sitio en un par de ocasiones, de capear unas cuantas agrias polémicas merced a los trolls de turno que convirtieron los comentarios de su blog en verdaderos mataderos, y después, en fin, de dar tantos y tantos buenos consejos y reflexiones sobre el mundillo de una forma lúcida y serena, Álvaro Pons decidió echar el cierre a La cárcel de papel hace unos días. Se acaba verdaderamente una era.
La verdad es que empezar la semana con tanta despedida, con el tiempo frío y los cielos encapotados puede no ser la forma más óptima, pero lejos de dejarnos vencer por ese ambiente tristón trataremos de extraer la energía y el optimismo suficientes como para plantearnos una semana en condiciones, en la que podrán disfrutar de la reseña comiquera que quedó en el tintero y de una galería dedicada a un autor que nos abandonó la semana pasada de forma igualmente abrupta y repentina -demonios, otra despedida- y al que me gustaría rendirle siquiera ese sencillo y simple homenaje en forma de recuerdo de su obra. Debería ser Bowie el que amenizara esta entrada, pero cenizas hay muchas, y en este caso serán los muchachos de Faith No More los que nos hagan llegar aquello de Cenizas a las cenizas... Sean ustedes buenos y vuelvan cuando gusten por esta su casa virtual, y recuerden, como siempre, tener mucho cuidado ahí fuera.
Ashes to ashes
Faith No More
I want them to know it's me
Its on my head
Ill point the finger at me
Its on my head
Give it all to you, then I'll be closer
Smilin with the mouth of the ocean
And I'll wave to you with the arms of the mountain
Ill see you
I will let you shout no more
Its on my head
Ill pick you up from the floor
Its on my head
Ill let you even the score
Its on my head
Give it all to you, then I'll be closer
Smilin with the mouth of the ocean
And I'll wave to you with the arms of the mountain
Ill see you
Give the same to me then I'll be closer closer
Give the same to me then I'll be closer closer
Smiling with the mouth of the ocean
And I'll wave to you with the arms of the mountain
Give the same to me then I'll be closer closer
Give the same to me then I'll be closer
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