Qué lejos ha quedado... aquella primera plantilla con escasas opciones de personalización y menos posibilidad de trastear en sus entrañas, a la que poco a poco blogger fue añadiendo funcionalidades y un servidor horas de toqueteo y pruebas para ir gestionando cada uno de los cambios que Llámame Plissken ha sufrido con el paso de los años. Blanco, morado, naranja y gris marcan la evolución cromática de una bitácora personal que, por otro lado, apenas ha ofrecido cambios sustanciales en sus contenidos desde sus inicios. Cuando empecé a aporrear las teclas del teclado sólo quería dejar por aquí un puñado de contenidos que alguien pudiese encontrar útiles o entretenidos. No es un blog con vocación comercial o artística. Tampoco posee pretensiones de trascender más allá del puñado de sospechosos habituales que están al otro lado del cable. Lo que sí permanece es el espíritu de compartir con todos la pasión por todo aquello que me sigue gustando tanto o más que cuando comencé esta aventura, a saber, el cine, la literatura, los cómics -aunque en este punto debo reconocer que con una serenidad y un apetito muy distinto del que poseía hace unos años-, los videojuegos, los gatos...
Han sido seis años de viaje virtual que se prolongarán todavía un tiempo indeterminado. No les engaño. Servidor carece hoy del entusiasmo que por ejemplo inundó de entradas los años 2007 o 2008, hasta ahora los más prolíficos de este blog. La edad, responsabilidades diversas y la pereza parecen haber hecho mella en esa pasión bloguera que hoy se mantiene, pero con la tranquilidad que un veterano podría mostrar a la hora de emprender cualquier tipo de misión frente al entusiasmo de un novato henchido de juventud y de sentimiento de novedad por las primeras veces. Para mí, sentarme delante del teclado y compartir con todos ustedes mi neura de cada lunes, escoger una canción con que empezar la semana, seleccionar los dibujos que todavía no han podido contemplar, o repasar un libro o una película concretos e intentar transmitirles las sensaciones que un servidor experimentó con ellos es un verdadero lujo al que no pienso renunciar y un honor al que no puedo resistirme a honrar. Sigan, pues, este viaje de la mano de Plissken. Habrá más dibujos, tebeos, pelis, series de televisión, gatos, neuras absurdas que podrán encontrar graciosas o ridículas, pero que serán tan mías como mis michelines. Lo que nunca podrá faltar es la presencia de un destinatario al otro lado de la pantalla, porque en ese momento, a buen seguro, Plissken realizará su última y más silenciosa huida.
8 comentarios:
Aunque no comente casi siempre eres un crack por mantener este blog todo este tiempo y hacerme entreterme de vez en cuando
Sigue asi Hermano Mason
Cuento con ello, Edu. Yo también leo bastantes blogs, pero casi nunca dejo comentarios :D Qué mal me sabe fallarle a la logia masónica avilesina este año, pero me temo que nos resultará imposible subir. ¡Mantened alto el pabellón del frikismo!
Ains, naranja :)
Ya os estoy echando de menos en Avilés...
Calla, calla, sus vermús, sus cachopos, sus sidras, sus revueltos de jabalí, Asbigas, los masones, los colegas... Shit! El año que viene sus vais a enterar ;D
Bienvenidos sean siempre los cambios visuales... no por ser a mejor, si no para darle un nuevo aire fresco y novedoso al blog al que nos asomamos siempre... ahí continuaremos estando :-)...
Tiene usted toda la razón, caballero, yo mismo me aburro si de vez en cuando no le hago algún cambio al invento... Y cuento con que siga usted en sintonía ;D ¿Subirá a Avilés o ya nos veremos en Valencia? ¡¡Un saludo!!
No, este año tampoco subiré a Avilés (he cubierto el cupo de viajes de larga distancia con el Viñetas). En Valencia espero que nos veamos después de tan grata esperiencia obtenida en la pasada edición. Pero seguro que antes nos veamos por los madriles, ¿no?
Cierto, Edu, cierto, a Madrid sí intentaremos subir si agenda y presupuesto lo permiten... Se me habían cruzado las fechas con las jornadas de Valencia que se celebraron en octubre, y luego en abril, jejeje. ¡¡Un abrazo!!
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