Cooper (Chris Marquette) es un tipo al que la vida le ha colocado siempre en el lugar equivocado en el momento equivocado. Inteligente, sensible, cínico y con un peculiar sentido de la responsabilidad se ha visto obligado a dejar el empleo de sus sueños -camarero de una cantina mexicana- para aceptar un trabajo a instancias de su padre (Ray Wise) como teleoperador. Sin motivación alguna, y con nulas dotes de trato con el cliente, la mayor aportación de Cooper a su empresa ha sido la de implantar un peculiar juego de despiste entre compañeros consistente en llamar a un colega de trabajo para luego hacer como si nada y dejar al mismo en un estado a medio camino entre la confusión, la irritación y las ganas de venganza. No es de extrañar que su supervisora tenga intención de despedirlo, pero una vez más, el destino en forma de estridente sonido que provoca el desvanecimiento de ambos, se cruza en el camino de Cooper.
Tras un lapso indeterminado de tiempo Cooper despierta en la oficina envuelto por un capullo de tejido blanco, con señales en el rostro de haber sido succionado por algo y vomitando un líquido blanco con el que ha sido alimentado por algo o alguien. Sin tiempo para asimilar su situación y la del resto de sus compañeros -igualmente envueltos en capullos similares al suyo- un escarabajo de tamaño desproporcionado le ataca, entablándose allí mismo una lucha a muerte con el monstruoso insecto. Escapando con vida por los pelos, Cooper despierta a alguno de sus compañeros y trata de encontrar sentido a una situación que parece extenderse al resto de la ciudad.
Acompañado por un variopinto grupo de extraños con los que se cruza evitando a los bichos Cooper intentará sobrevivir en un mundo en el que el hombre ha dejado de ser la especie dominante y una especie de bichos mutados de gran tamaño ocupan la cúspide de la pirámide alimenticia. Junto a él buscarán una salida Sara (Brooke Nevin), hija de la supervisora, resuelta y llena de recursos; Cindy (Kinsey Packard) la mujer del tiempo del canal local acostumbrada a pensar poco y seducir mucho; Albert (Wesley Thompson) y Hugo (E. Quincy Sloan), un conserje y su hijo sordomudo y Leechee (Linda Park), una enfermera asiática que intentará despertar a otros como ellos para hacer frente a cucarachas, moscas y demás bichos que se pongan por delante. Las divisiones internas, la desconfianza de otros supervivientes y las desagradables sorpresas que los bichos proporcionan colocarán a Cooper y a sus compañeros al borde de la extinción a lo largo de los dos días más aterradores de sus vidas...
Infestation es una película de serie B de toda la vida, un film de género -en este caso el fantástico con ribetes de comedia- rodado con escaso presupuesto, un par de nombres reconocibles en el reparto (Wise, Marquette), la cantidad justa de talento y la suficiente desvergüenza como para intentar llegar a un público concreto, capaz de disfrutar de este tipo de producciones repletas de monstruos, mutaciones, tipos caraduras y heroínas de... peli de serie B. El artífice de Infestation no es otro que Kyle Rankin, un joven director que se ha venido desenvolviendo entre las comedias de bajo presupuesto (The Battle of Shaker Heights, Insex) y las producciones de terror destinadas a internet (Hellholes) que con esta película intentaba hacerse un hueco en el mercado de cine de terror. Rodada en Bulgaria en el año 2007, la película ha sido editada en dvd este año y ha recibido una acogida aceptable entre los conneisseurs del género de terror, que han disfrutado de su historia simple pero bien desarrollada, sus criaturas generadas por ordenador con aceptables resultados, sus personajes simpáticos y, por una vez, no simplemente irritantes o carne de cañón para escenas gore de difícil digestión.
Todo ello hace que Infestation, pese a lo que su título y avance podrían sugerir, sea una película sumamente disfrutable en la misma línea que otras producciones del mismo género y espíritu como Temblores o Arach Atach, en las que unos bichos amenazaban sendas comunidades rurales -aquí una simple panda de desgraciados unidos por las circunstancias- y los protagonistas se veían obligados a hacer de tripas corazón y enfrentarse a la amenaza con grandes dosis de inconsciente resolución y toneladas de humor. Afortunadamente para el espectador Infestation rehuye el dramatismo de la situación o el gore desatado que podría permitir la trama (algo en lo que por ejemplo sí incidía la saga Feast, de la que espero ver próximamente su culminación) y gracias principalmente a los personajes de Marquette (visto y disfrutado recientemente en Fanboys) y Wise (el padre de Laura Palmer en Twin Peaks que recientemente demostró una notable bis cómica en la serie Reaper), padre e hijo en la ficción, ofrece una mirada jocosa al apocalipsis momentáneo de la humanidad a manos de unos insectos mutados y un más que peculiar equipo de antihéroes de acción preocupados por un caniche perdido o capaces de ponerse a practicar el juego del despiste en el momento de máximo peligro.
Película ideal para cualquiera de las frías tardes invernales que se avecinan, Infestation les hará torcer el gesto en un par de momentos, les entretendrá durante sus escasos y bien aprovechados noventa minutos de metraje y lo que es más importante, les hará sonreir prácticamente en todo momento, cuando no soltar una carcajada oportuna, ante alguno de los afortunados gags que encaja en esta afortunada peripecia de terror monstruoso con bichos mutados. Con películas como esta uno se plantea el motivo por el que las productoras siguen desembolsando cientos de millones de dólares para rodar una película cuando lo único que de verdad hace falta es la pizca justa de talento, la necesaria dosis de poca vergüenza -cómplice con el espectador harto de dramatismo y solemnidad- y la agradecida presencia de un sano sentido del humor balsámico. Siempre he sabido que yo sería el perfecto alivio cómico de una B-movie, quizá por eso me gusten tanto esta clase de películas...
Tras un lapso indeterminado de tiempo Cooper despierta en la oficina envuelto por un capullo de tejido blanco, con señales en el rostro de haber sido succionado por algo y vomitando un líquido blanco con el que ha sido alimentado por algo o alguien. Sin tiempo para asimilar su situación y la del resto de sus compañeros -igualmente envueltos en capullos similares al suyo- un escarabajo de tamaño desproporcionado le ataca, entablándose allí mismo una lucha a muerte con el monstruoso insecto. Escapando con vida por los pelos, Cooper despierta a alguno de sus compañeros y trata de encontrar sentido a una situación que parece extenderse al resto de la ciudad.
Acompañado por un variopinto grupo de extraños con los que se cruza evitando a los bichos Cooper intentará sobrevivir en un mundo en el que el hombre ha dejado de ser la especie dominante y una especie de bichos mutados de gran tamaño ocupan la cúspide de la pirámide alimenticia. Junto a él buscarán una salida Sara (Brooke Nevin), hija de la supervisora, resuelta y llena de recursos; Cindy (Kinsey Packard) la mujer del tiempo del canal local acostumbrada a pensar poco y seducir mucho; Albert (Wesley Thompson) y Hugo (E. Quincy Sloan), un conserje y su hijo sordomudo y Leechee (Linda Park), una enfermera asiática que intentará despertar a otros como ellos para hacer frente a cucarachas, moscas y demás bichos que se pongan por delante. Las divisiones internas, la desconfianza de otros supervivientes y las desagradables sorpresas que los bichos proporcionan colocarán a Cooper y a sus compañeros al borde de la extinción a lo largo de los dos días más aterradores de sus vidas...
Infestation es una película de serie B de toda la vida, un film de género -en este caso el fantástico con ribetes de comedia- rodado con escaso presupuesto, un par de nombres reconocibles en el reparto (Wise, Marquette), la cantidad justa de talento y la suficiente desvergüenza como para intentar llegar a un público concreto, capaz de disfrutar de este tipo de producciones repletas de monstruos, mutaciones, tipos caraduras y heroínas de... peli de serie B. El artífice de Infestation no es otro que Kyle Rankin, un joven director que se ha venido desenvolviendo entre las comedias de bajo presupuesto (The Battle of Shaker Heights, Insex) y las producciones de terror destinadas a internet (Hellholes) que con esta película intentaba hacerse un hueco en el mercado de cine de terror. Rodada en Bulgaria en el año 2007, la película ha sido editada en dvd este año y ha recibido una acogida aceptable entre los conneisseurs del género de terror, que han disfrutado de su historia simple pero bien desarrollada, sus criaturas generadas por ordenador con aceptables resultados, sus personajes simpáticos y, por una vez, no simplemente irritantes o carne de cañón para escenas gore de difícil digestión.
Todo ello hace que Infestation, pese a lo que su título y avance podrían sugerir, sea una película sumamente disfrutable en la misma línea que otras producciones del mismo género y espíritu como Temblores o Arach Atach, en las que unos bichos amenazaban sendas comunidades rurales -aquí una simple panda de desgraciados unidos por las circunstancias- y los protagonistas se veían obligados a hacer de tripas corazón y enfrentarse a la amenaza con grandes dosis de inconsciente resolución y toneladas de humor. Afortunadamente para el espectador Infestation rehuye el dramatismo de la situación o el gore desatado que podría permitir la trama (algo en lo que por ejemplo sí incidía la saga Feast, de la que espero ver próximamente su culminación) y gracias principalmente a los personajes de Marquette (visto y disfrutado recientemente en Fanboys) y Wise (el padre de Laura Palmer en Twin Peaks que recientemente demostró una notable bis cómica en la serie Reaper), padre e hijo en la ficción, ofrece una mirada jocosa al apocalipsis momentáneo de la humanidad a manos de unos insectos mutados y un más que peculiar equipo de antihéroes de acción preocupados por un caniche perdido o capaces de ponerse a practicar el juego del despiste en el momento de máximo peligro.
Película ideal para cualquiera de las frías tardes invernales que se avecinan, Infestation les hará torcer el gesto en un par de momentos, les entretendrá durante sus escasos y bien aprovechados noventa minutos de metraje y lo que es más importante, les hará sonreir prácticamente en todo momento, cuando no soltar una carcajada oportuna, ante alguno de los afortunados gags que encaja en esta afortunada peripecia de terror monstruoso con bichos mutados. Con películas como esta uno se plantea el motivo por el que las productoras siguen desembolsando cientos de millones de dólares para rodar una película cuando lo único que de verdad hace falta es la pizca justa de talento, la necesaria dosis de poca vergüenza -cómplice con el espectador harto de dramatismo y solemnidad- y la agradecida presencia de un sano sentido del humor balsámico. Siempre he sabido que yo sería el perfecto alivio cómico de una B-movie, quizá por eso me gusten tanto esta clase de películas...
2 comentarios:
Me has convencido, me la pongo pendiente para descargar y disfrutar
Saludos!
¡¡Vas a pasar un buen ratico!! ;D
Publicar un comentario