domingo, julio 31, 2011

Homenaje a Gene Colan: Galería de portadas: Night Force



Siguiendo la norma habitual de la casa de Plissken, aquí tienen ustedes la galería con las catorce portadas del primer volumen de la serie Night Force, todas ellas dibujadas por el maestro Gene Colan y entintadas por Dick Giordano y Bob Smith. A toro pasado, después de leer y reflexionar sobre la serie, la verdad es que pocas como esta cuentan con un reparto de protagonistas tan repulsivo y maltratado, con lo que no es de extrañar que no lograra captar la atención del público. A pesar de ello, ese hueco que dejó en mi educación friki sentimental bien merecía la relectura, el repaso y esta galería con una selección de demonios, aquelarres, monstruos infernales y bestias que cayeron del espacio, que son al fin y a la postre el mejor resumen de lo que fue un intento efímero de crear una serie de terror moderna y atractiva.














sábado, julio 30, 2011

Homenaje a Gene Colan: Fuerza Nocturna: Los Expedientes del Barón Winters


La Invocación
(Night Force 1-7)


Algo perturba la tranquilidad de las calles de Georgetown. Una presencia demoníaca e invisible atormenta a la torturada Vanessa Van Helsing en la habitación acolchada del hospital psiquiátrico en el que se halla internada, la misma presencia que está comenzando a dejarse sentir en las calles de la ciudad. La presencia en el lugar de un reputado personaje con conexiones con la farándula y el mundo del ocultismo ha despertado el interés de la prensa, y así, el reportero Jack Gold, que trabaja para un periodicucho sensacionalista, es enviado a entrevistar al curioso personaje. Por su parte, el profesor en parapsicología Donovan Caine se halla realizando experimentos algo peculiares en la universidad de Georgetown, nada menos que empleando pentagramas y realizando ceremonias más parecidas a un aquelarre que a un experimento psicológico al uso, en las que se ha estado percibiendo la cada vez más familiar entidad invisible.


Sin que lo sepan, todos ellos están conectados. Todos han estado bailando al ominoso y terrible son que emana de Wintergate Manor, una apartada mansión de gótica arquitectura y barroca decoración habitada por dos únicos habitantes, el Barón Winter, experto en artes ocultas con cientos de conexiones y una particular clarividencia sobre lo que está ocurriendo en la ciudad y su mudo compañero, el felino Merlin, confidente y compañero del Barón en su particular y lujosa reclusión. Cuando Gold acude a entrevistarle y recibe a cambio la extraña petición de que acuda en ayuda de Vanessa Van Helsing, contando con el apoyo de Caine como experto las piezas terminan por encajar en una demoníaca ordalía de fuego y destrucción que sembrará el caos y la muerte en las calles de Georgetown.


A través de medio mundo, Gold y Caine, unidos por una impía e incómoda alianza, siempre con la extraña sensación de ser meras marionetas del artero y manipulador Winters, emprenderán una arriesgada búsqueda en pos de Vanessa, una suerte de receptor psíquico de toda clase de energías que catalizadas en su mente se materializan con devastador poder. La intervención de agencias como la CIA y el interés de una potencia extranjera como la URSS les llevarán hasta las heladas tierras siberianas, donde en mitad del páramo helado se alza la Ciudad de la Ciencia, un complejo dirigido por el doctor Karl Valdis con el fin de descubrir y potenciar toda clase de habilidades psíquicas puestas al servicio del estado como arma. Allí confluirán Gold, Caine, Vanessa y sus captores en un clímax de sangre, demonios, fuego y muerte. El Barón Winters, a miles de kilómetros de distancia, cual titiritero que ha movido los hilos de "su" Fuerza Nocturna reclutada a regañadientes, espera el incierto resultado de una empresa en la que se juega mucho, al tiempo que juega al gato y al ratón con la policía en su casa, la Mansión Wintergate, cuyos pasillos y estancias ocultan más de una desagradable sorpresa para los invitados no deseados.


La Bestia
(Night Force 7-10)


Una mujer aterrada acude en busca de ayuda al Barón Winters. Un año atrás una misteriosa luz procedente del cielo se posó sobre su casa, y una bestia indescriptible se materializó en el edificio, tomando como prisioneros a todos sus inquilinos. Por razones desconocidas ella pudo escapar y pedir ayuda al reputado Barón. Para tan peculiar amenaza Winters busca entre sus agentes y decide "reclutar" al único ser cuya vida puede ser prescindible y cuyas habilidades le pueden otorgar una posibilidad de éxito. Así, Paul Brooks, ratero, expresidiario, extorsionador y asesino, un verdadero depredador cuya habilidad para sobrevivir en los entornos más hostiles está fuera de toda duda, se verá empujado hasta la mansión Wintergate y desde allí a cierto edificio en Nueva York...


Poblado por un grupo de seres humanos que ven satisfechas todas sus necesidades materiales y presididos por la bestial, hedionda e inhumana presencia de la Bestia que vino del espacio exterior, el edificio ve rota su irreal cotidianeidad por la irrupción de Paul, el extraño, brutal, impredecible invasor que rompe los esquemas no sólo de los vecinos sino de una criatura que ya había realizado otros experimentos similares en decenas de mundos y cuyo fin último era comprobar los límites de la resistencia y voluntad del ser humano. Del más abyecto y miserable de los seres humanos partirá la única chispa de esperanza en un edificio sumido en las tinieblas de la criatura.

La Marca de la Bestia
(Night Force 11-14)


Thomas y Harriet Carter han conseguido un verdadero chollo. Una mansión abandonada desde los años 40, sólo que cuando la ocupan son asaltados por sus anteriores dueños. Harriet es poseída por una de las entidades y en la frente de Thomas se marca a fuego el número 666, una marca que ningún maquillaje o ropa puede esconder. Desesperados acuden al Barón Winters, que una vez más deberá componer una Fuerza Nocturna a la altura de las circunstancias. Para esta ocasión Winters acude a Vanessa Van Helsing, felizmente casada con un Gold de nuevo al filo del abismo, y a sí mismo, dado que la particular naturaleza del caso requiere que se busquen las claves no en otro lugar, sino en otra época, algo para lo que Wintergate Manor y él mismo son idóneos.


Viajando con Vanessa a los años 40 Winters descubre una cábala de financieros del régimen nazi ocultos en los Estados Unidos que además poseen un gran conocimiento y dominio de las artes oscuras. Liderados por el imponente Alphus Omega, la cabala invoca a una bestia gigantesca y terrible salida de las páginas del Apocalipsis, de la que a duras penas logran escapar Vanessa y el Barón. De regreso a nuestro tiempo, Gold es requerido para ayudar a su esposa en una investigación rutinaria, y una vez más es como si el ventilador encendido por Winters esparciera... Bueno, ya saben. Corriendo un peligro mortal Vanessa y su marido, el Barón recurre a la única persona del mundo que puede ayudarle, una suerte de poderosa hechicera vestida con ropajes haitianos con la que tiene una extraña familiaridad. Acompañada de su hijo Gowon, Katina emprenderá la posiblemente fatal empresa de ayudar a Winters, salvar a Vanessa y a Gold, detener a Alphus Omega en su intención de convocar poco menos que el fin del mundo y solventar de una vez por todas todos los problemas con su antiguo amor y padre de su hijo, cierto Barón que todos conocemos.


Esta es la exigua trayectoria de la serie Night Force, catorce números editados por DC Comics entre agosto de 1982 y septiembre de 1983, escritos por Marv Wolfman (que ejerció además labores de editor), dibujados por Gene Colan, entintados por Bob Smith, rotulados por John Constanza y coloreados por Michelle Wolfman. Este equipo -salvo Bob Smith- tiene cierta importancia en el mundillo por haber colaborado previamente en una serie mítica, The Tomb of Dracula. La sombra de la influencia y el éxito de la misma como serie de terror periódica y alejada de las habituales colecciones antológicas de terror compuestas por historias de ocho páginas planea sobre este intento editorial de revitalizar un género y de repetir un éxito creando una serie desde la nada, con personajes originales y situaciones ambientadas en los 80. DC ya había contado con el éxito de otras series similares, como La Cosa del Pantano, y contar con un equipo de lujo que ya había triunfado durante años con su revisión de las andanzas de Drácula y sus perseguidores parecía una apuesta segura.


Marv Wolfman, inmerso entonces en una etapa creativa bastante interesante en la que gozaba del favor del público en su caracterización de los Jóvenes Titanes y Linterna Verde (y a un año de crear el Vigilante y desarrollar su propia colección y a dos de empezar a gestar Crisis en Tierras Infinitas) decidió emprender este proyecto bastante personal acompañado de viejos colaboradores y amigos (bueno, y esposa). La ilusión que subyace en la empresa es evidente en los textos que acompañan a los primeros números, donde se pone el énfasis en la caracterización de los personajes y en la búsqueda de situaciones que resulten aterradoras para el lector. Con un proceso creativo en el que Gene Colan no sólo goza de libertad absoluta tras recibir el guión de cada número, sino en el que colabora activamente realizando cambios en la estructura narrativa o alterando elementos o escenas de la narración, se aprecia una gran implicación de los autores en un proyecto al que se pone mucho empeño. Lamentablemente las ventas no acompañan y el título cierra en su número catorce, tras tres aventuras de variada extensión (7 y 1/2, 3 y 1/2 y 4 números respectivamente), dejando la promesa en el aire de que Night Force volvería a partir de 1984 en forma de series anuales de cuatro números. La realidad fue un poco más dura con Marv Wolfman y lo cierto es que el Barón Winters tardaría casi tres lustros en reaparecer como cabecera, aunque ya sin Colan en el apartado artístico.


Las razones de la falta de éxito son varias, pero en ningún caso la falta de calidad de un tebeo digno, suscrito a las claves del género de terror, con personajes interesantes y bastante bien desarrollados, pero caminando justo entre las dos aguas que dejaron a Night Force en tierra de nadie. Y me explico. Por un lado siempre resulta difícil captar la atención del público partiendo de cero. En el tebeo no hay cameos de personajes de la editorial. No hay protagonistas simpáticos ni definidos, en tanto que los tipos que aparecen son interesados, cínicos, movidos por el odio, la pena o la venganza y manejados como títeres por Winters, verdadero protagonista en la sombra que ejerce como una suerte de amo de ceremonias de cada historia desde su mansión situada en un vórtice transtemporal y desde la que se puede acceder a la Europa medieval asolada por la peste, al París del XVIII o a Coney Island en el periodo de la II Guerra Mundial. Con sus modales refinados, sus soliloquios enunciados al interlocutor de turno o al sufrido Merlin, sus entradas y salidas fuera de tiempo y su papel de secundario de lujo el Barón no consigue enganchar realmente al lector, que queda huérfano de una de las claves más importantes de cualquier tebeo que busque algo de éxito, la identificación con el lector.


Llegamos al punto a mi modo de ver fundamental en el que fracasa Night Force. Heredera espiritual de La tumba de Drácula, La Cosa del Pantano, El Hombre Cosa o Werewolf by night, Wolfman desarrolla unas historias contadas por un guionista de la escuela clásica, con diálogos rimbombantes, descripciones llenas de elementos terroríficos, historias que buscan estar en la onda de los nuevos tiempos. Es una ruptura clara con las series de historietas de ocho páginas y final sorpresa y un intento de llevar un paso más allá la sofisticación de Swamp Thing o Tomb of Dracula. El problema es que Wolfman no es Alan Moore, el cual dos años después se echaría él solito sobre sus espaldas la tarea de revolucionar el género reventando convencionalismos y elevando el nivel literario de un tebeo de miedo para chavales hasta niveles difícilmente superables, plantando además las semillas de un sello que, mal que nos pese, aún sigue debiéndole al barbudo algunas de sus mejores ideas y personajes. Resulta curiosa por cierto la aparición de Winters en el clímax de American Gothic como uno de los magos que lucha contra el fin del mundo mágico. Demasiado rompedor con lo viejo y demasiado clásico para lo nuevo, esa sería la impresión que me deja Night Force tras su lectura.


Gene Colan, que a principios de los ochenta había abandonado Marvel y comenzado una etapa de grandes trabajos en DC, se encontraba en lo que podríamos considerar el final de su edad dorada como dibujante. Simultaneó Night Force con su trabajo como dibujante regular de Batman y Detective Comics (series en la que trabajó entre 1982 y 1986) y Wonder Woman (1982-1983), con lo que su ritmo de trabajo en aquellos tiempos debía ser verdaderamente brutal. Otros trabajos de la década para la editorial fueron las series Jemm, Son of Saturn, Silverblade y el relanzamiento de El Espectro. El estilo oscuro de Colan, con su dominio de las sombras y los juegos de luces, y su tendencia a deformar la figura humana encajan a la perfección en Night Force, serie para la que contó con un entintador poco habitual en él pero con el que, siempre según palabras de Wolfman, llegó a un buen entendimiento artístico. El ritmo a medio camino entre el thriller y el horror tradicional permite a Colan dibujar persecuciones por medio mundo, tiroteos, exóticas localizaciones y fenómenos de todo tipo, desde apariciones demoníacas, entidades etéreas, fantasmas, monstruos del espacio, y todo ello con una narrativa arriesgada, con tendencia a la angulosidad de las viñetas y a la ruptura de un esquema clásico más constreñido.


Esta es una serie a la que le guardo cierto cariño, aunque ha envejecido bastante mal por encontrarse justo en esa tierra de nadie de la que les hablaba antes, y es que servidor es más hijo de Moore y Delano que del Wolfman de Tomb..., pero en su momento, allá a finales de los ochenta cuando pude leerla como complemento del primer volumen de La Cosa del Pantano de Ediciones Zinco, la historia me causó una honda impresión. El pastiche de géneros, lo gráfico del horror, el hálito de misterio que rodeaba a Winters, y sobre todo, esa historia de colegas a la fuerza entre el periodista y el profesor en pos de liberar a la damisela posesa en apuros me dejó durante años la miel en los labios. No fue hasta hace cosa de un lustro que conseguí un lote incompleto de la colección y su segundo volumen en ebay y pude finalmente enterarme de qué diantres pasaba en Siberia, que demonios le ocurría a Vanessa, y cómo salían del atolladero los protagonistas de una serie a la que un reboot realizado por otra persona diferente a Wolfman quizá le habría venido algo mejor que volver a caer en los errores del pasado.

Otros homenajes:








miércoles, julio 27, 2011

Sketch-busters CLXXXV: Joe Staton (II)

Los asistentes a las pasadas Jornadas del Comic de la Villa de Avilés pudimos disfrutar del auténtico honor de conocer a otra de esas leyendas vivientes del comic americano que ha venido trabajando durante cuatro décadas de forma casi ininterrumpida para diferentes colecciones y compañías y cuyo trabajo, enmarcado dentro de la categoría de los "artesanos" no recibirá el reconocimiento que merece hasta que sea demasiado tarde. Lo cierto es que Joe Staton comenzó su carrera como dibujante en la editorial Charlton Comic, donde a primeros de los 70 cocreó y dibujó la que sería una de sus grandes creaciones, E-Man. Posteriormente fue contratado por DC para impulsar varios de sus títulos, como la renovación de la JSA en la cabecera All Star Comics, las aventuras de Power Girl en Showcase o Huntress. Muchos fueron los personajes de la compañía que se beneficiaron de su talento y profesionalidad, como Superboy y la Legión de Super-Héroes, los Metal Men, la Patrulla Condenada, y Linterna Verde, serie para la que realizó una larga etapa a finales de los 70 y primeros 80 en la que aparecería por vez primera el grupo Omega Men, cocreado junto a Marv Wolfman. Tras un hiato en su carrera en la editorial First Comics como director artístico regresó a DC para ocuparse de otra larga etapa en las series Linterna Verde y Cuerpo de Linternas Verdes, así como del megacrossover Millenium, la serie derivada de aquel Los nuevos guardianes y el lanzamiento de Guy Gardner como cabecera en solitario (algo a la postre perjudicial para un personaje que no se recuperaría hasta años después). Lo cierto es que el estilo de Staton se había decantado más hacia el cartoon y la caricatura, y en algunas ocasiones figuras y rostros aparecían deformados en exceso. Durante los últimos años el trabajo de Joe Staton se ha repartido entre cabeceras infantiles como Scooby-Doo y la serie independiente Femme Noir, de contenido adulto y ambientación pulp que ha pasado de la red al papel gracias al empeño de su equivo creativo, el guionista Christopher Mills y Joe Staton. Por si fuera poco, este mismo año Staton ha sido seleccionado como el dibujante regular de la tira periódica de Dick Tracy, en este caso junto al guionista Mike Curtis, con el que ya había colaborado en varias ocasiones.
Ya les comenté en el post previo dedicado al autor la ilusión que me hizo poder conocer directamente a este caballero, un dechado de amabilidad y un tanto tímido, que hizo todo lo posible por atender a la mayor cantidad de aficionados y enseñar parte de sus últimos trabajos, completamente desconocidos e inéditos en España. Si un servidor tiró de memoria sentimental para recordar a Guy Gardner, miss Sparks se decantó por el clásico, único e indiscutible mejor Linterna Verde de todos los tiempos, que Mr. Staton realizó de una forma verdaderamente majestuosa. De propina les dejo con una caricatura realizada por el propio Joe Staton en la que se le ve rodeado de los personajes con los que ha trabajado durante más de cuarenta años.




lunes, julio 25, 2011

Lunes vivito y disfrutando

Aquí Plissken desde el lado ocioso de la vida, a la sombra y al fresco, robándole un ratillo al Killzone 3, a Rubicón, a La noche más oscura y a Moteros tranquilos, toros salvajes para volcar sobre el teclado la tranquilidad y la relajación que servidor está pudiendo disfrutar estos días. No está demasiado bien hacer alarde de ello, pero también estaría mal, cuando tantos agobios, penas y disgustos he compartido con ustedes a lo largo de los años, no hacerles partícipes en cierta manera de estos oasis de tranquilidad que de cuando en cuando disfrutamos.

Esta semanita, con las alforjas vacías de los contenidos propuestos para la semana anterior, entramos en un período marcado por dos eventos que me llevan de ilusión. Por un lado el estreno de Linterna Verde en nuestros cines, al que servidor acudirá mínimamente atrezado (camiseta y anillos, nada de uniformes) y del que espera disfrutar todo lo posible, será avanzado y celebrado en este blog con un par de entradas relacionadas con el personaje (quizá un sketch, quizá una commission). Por otro lado, finalmente el próximo fin de semana será el elegido para el avanzado y merecido homenaje póstumo a Gene Colan al que muchos colegas blogueros han querido sumarse y que espero contribuya a que la gran importancia artística de ese dibujante sea todavía más reconocida y admirada por el aficionado español. Junto a un repaso somero a la para mí mítica colección Night Force podrán encontrar ustedes una galería de portadas de la misma en memoria del maestro.


La canción con la que damos la bienvenida y celebramos esta semana es un clásico de 1979 perteneciente al cantante francés Patrick Hernandez, un exitazo de las pistas de baile de aquella época recuperado periódicamente en anuncios televisivos o bandas sonoras que esconde en su letra llena de obviedades y perogrulladas un mensaje tan simple como, al fin y a la postre verdadero, y es que, en fin, ya saben, uno nace para estar vivo. Meneen un poco el esqueleto al ritmo de este gabacho peculiar con aires de dandy y disfruten de cada minuto como si fuera el siguiente. Sean buenos a lo largo de la próxima semana y vuelvan cuando gusten y puedan a esta, ya saben, su casa virtual. Y como casi siempre, me permito recordarles que tengan mucho cuidado ahí fuera...

Born to be alive
Patrick Hernandez

We were born to be, alive
We were born to be, alive

Born, born to be alive (born to be alive)
You see we're born, born, born, born to be alive

People ask me why I never find a place to stop and settle
Down down down
But I never wanted all the things that people need to justify their
Lives lives lives

You see we're born, born, born to be alive (born too be alive)
You see we're born, born, born

It's good to be alive, to be alive, to be alive
It's good to be alive, to be alive, to be alive
It's good to be alive

Times was on my side when I runnin'in the street it was the
By by by
A suitcase and an old guitar and something new to occupy my
Mind mind mind

You see we're born, born, born to be alive (born too be alive)
You see we're born, born, born
You see we're born, born, born to be alive (born too be alive)
You see we're born, born, born
You see we're born, born, born to be alive (born too be alive)
You see we're born, born, born
Born to be alive
You see we're born, born, born to be alive (born too be alive)
You see we're born, born, born, born to be alive.



viernes, julio 22, 2011

Sketch-busters CLXXXIV: Ramón F. Bachs (y VI)

Tras varios años de abrirse camino como dibujante en diferentes fanzines y publicaciones diversas, Bachs hizo su debut profesional en la industria española con la serie Manticore (con guión de Josep Busquet) y sus trabajos en Castor y Pollux (con guión de Josep María Polls) y Goldenpussy (dentro del universo Fanhunter y de nuevo trabajando con Busquet). Ramón F. Bachs decidió probar en pastos más propicios y tentó la suerte del mercado americano, comenzando por trabajos más cercanos a su estilo (Joker/Mask) y pasando a ser uno de los dibujantes más ocupados dentro de la franquicia Star Wars para la editorial Dark Horse, trabajando en series y especiales como Star Wars: Infinity's End, Star Wars: Jedi vs. Sith, Star Wars: Jango Fett o Star Wars: Starfighter. Tras un fugaz paso por Wildstorm (Gen 13) el dibujante español realizó una serie de trabajos dentro del universo de Batman, como una historia en dos partes para Legends of Dark Knight o la celebrada historia Ciudad del Crimen, con guión y bocetos de David Lapham y entintado de Nathan Messengil, una combinación que en mi humilde opinión perjudicó el trabajo de Bachs como dibujante, sobre todo cuando adaptó su estilo y narrativa al universo urbano, oscuro y sucio de la historia y el personaje. Desde ese momento pasa a realizar una larga serie de trabajos para Marvel relacionados con Generación M y posteriormente con Civil War dentro de la cabecera Frontline, así como especiales de World War Hulk, Spiderman o Marvel Apes. Actualmente está trabajando de nuevo para DC con colaboraciones en series como Worlds Finest, Gotham Sirens, Red Robin o Batgirl. Como puede apreciarse, trabajo no le ha faltado al caballero a lo largo de más de una década trabajando para el mercado estadounidense, y es que la versatilidad y la profesionalidad de Bachs como dibujante le convierten en el candidato idóneo para realizar cualquier encargo.

En nuestro último encuentro, el pasado octubre, conseguí llevar finalmente su etapa en la serie de Batman junto a David Lapham para que me la dedicara, y ya de paso solicitar un dibujo de Batman, que pese a ser el personaje preferido de muchos es uno de los menos demandados, quizá por lo desagradecido que resulta a la hora de plasmarlo en el papel -siempre según la óptica de algunos aficionados-. Yo personalmente soy un devoto seguidor del personaje y no podía haber pedido nada mejor, porque Bachs realizó un retrato adusto, seco y brutal del Hombre Murciélago que desde entonces casi casi se ha convertido en uno de mis retratos predilectos del personaje. De propina les dejo con las portaditas firmadas, que nunca vienen mal para adornar una entrada como esta. Sean ustedes buenos o ESTE Batman les cantará las cuarenta, ¡después de darles un severo correctivo!





miércoles, julio 20, 2011

Commissionando CXXXVIII: Joe Pekar (II): Swimsuit Edition

Es habitual cuando llegan estas fechas veraniegas en dedicar especiales en revistas especializadas a los reportajes sobre trajes de baño. Especial -y merecida- fama tiene el Sports Illustrated Swimsuit Special (pueden echar un ojo al de este año, sin ir más lejos). Años atrás, en aquella gloriosa época de los maravillosos continentes sin contenido facturados por gente como Jim Lee, Rob Liefeld, Marc Silvestri, Travis Charest, Jeffrey Scott Campbell y compañía se popularizaron las ediciones de Swimsuits pero aplicadas a los superhéroes, como el Marvel Illustrated Swimsuit (que llegó a contar con cinco números) o los dedicados a Fathom y al universo Wildstorm en Image Comics. Esta sección no iba a ser menos y aprovechando las fechas he seleccionado una galería de commissions e ilustraciones temáticas pertenecientes a un autor que sigue gustándome como el primer día y al que de cuando en cuando dedico un ratillo virtual para repasar las numerosas galerías que contiene su página personal. Joe Pekar desde luego mantiene el tipo con sus ilustraciones a medio camino entre el erotismo limpio y el humor picante, y aquí podéis encontrar varias ilustraciones que a buen seguro nos transportarán hasta la playita, a horas en las que el sol no pique demasiado preferiblemente. ¡Que ustedes disfruten de esta edición especial de commissionando!





lunes, julio 18, 2011

Lunes mítico

Y parco. Mítico porque comienzan las vacaciones más prolongadas de mi vida laboral, y aunque el plan sea simplemente quedarme a la fresca, descansar todo lo posible y mermar la eterna pila de atrasados (libros, tebeos, series, videojuegos) la simple posibilidad de aburrirme mientras rebusco en mi ombligo me parece algo sumamente atractivo. Y mítico también porque no se me ha ocurrido mejor forma de empezar las vacaciones con una visita al parque de atracciones de nombre similar y al que todavía no habiamos acudido pese a llevar ya unos añitos abierto. Subidones de adrenalina, tostonera al sol, plantas de los pies al rojo vivo y la garganta ronca de tanto gritar son las consecuencias, pero ¡por Crom!, qué bien lo hemos pasado.... Y parco porque hacía tiempo que un lunes no se me comía, me masticaba y me deglutía de esta forma y estoy escribiendo estas líneas como si de un bloguero ceniciento se tratase.

Comprobarían la semana un más que triste ritmo de posteo, y es que los calores y la calor y las siestas y el apretón de última hora y la pereza y mi dispersión habitual decidieron aliarse en mi contra para reducirme al mismo y relajado estado de laxitud en el que llevo los últimos meses. A pesar de ello hay cositas en la recámara para animar el cotarro de los próximos días, empezando con el sketch que hace pareja con el que publiqué la semana pasada y siguiendo con una galería de commissions fresquita, veraniega y estival, o lo que es lo mismo, Galería Swimsuit...

Para terminar les dejo hoy una cancioncilla que se me ha pegado visionando varias veces el avance del juego Arkham City y que hoy comparto con todos ustedes. Con un ritmo pegadizo y una letra que se las trae, la cantante sueca Likke Li ilustra magistralmente el avance de Catwoman como personaje controlable... ¡¡y qué personaje!! Séanme ustedes buenos, disfruten del verano (desde marchando a lejanas a tierras hasta degustando una cervecita helada en una terraza) y vuelvan cuando gusten y quieran a esta su casa virtual. Y como siempre les pido, tengan mucho cuidado ahí fuera...





Get some
Likke Li

Don't pull your pants before i go down
Don't turn away this is my time
Don't make demands I don't take none
Just say a prayer that it gone get done
Don't pull your pants before I go down
Don't turn away this is my time
Like the shotgun needs an outcome
I'm your prostitute, you gon' get some
(repeat)
Go head go away low, but here I can do no harm
Go ahead go away low, in my honey lovin arms
Go ahead go away low, where I can do no wrong
Got you around my finger like a lonely lovers charm
And cause I can I'm gon' got west
Just like a man I'm the fortress
Like the shotgun I can't be outdone
I'm your prostitute, you gon' get some
Like the shotgun needs an outcome
I'm your prostitute, you gone get some
Go head go away low, but here I can do no harm
Go ahead go away low, in my honey lovin arms
Go ahead go away low, where I can do no wrong
Got you around my finger like a lonely lovers charm
(Go head go, go head go...)
Go head go away low, but here I can do no harm
Go ahead go away low, in my honey lovin arms
Go ahead go away low, where I can do no wrong
Got you around my finger like a lonely lovers charm

jueves, julio 14, 2011

Sketch-busters CLXXXIII: Ramón F. Bachs (y V)

Me pongo a tematizar un poco la sección publicando hoy este dibujo de otra de las Sirenas de Gotham, en este caso dibujada por Ramón F. Bachs, un autor con más de una década de trabajo al otro lado del charco a sus espaldas que sigue mostrando la misma cercanía y amabilidad con su público que cuando empezó y regalando a los aficionados dibujos de la calidad y la técnica que esta cabecita de Harley Quinn que realizó para miss Sparks durante la Mostra Comic de Valencia que se celebró el pasado octubre. Como la semana que viene seguiremos con Ramón, ya tendremos tiempo para hacer un repaso en profundidad a su trayectoria profesional. Hoy toca hacer un repaso a nuestra memoria sentimental relacionada con el personaje, y es que una Harley Quinn del propio Ramón F. Bachs fue uno de los primeros dibujos conseguidos por Leti Sparks en el primer Salón del Comic de Barcelona al que asistimos, allá por el año 2000, concretamente este dibujo que ya apareció publicado en esta sección años ha. El maravilloso diseño à la Polichinela del personaje, sumado a la deliciosa y jugosa combinación de inocencia y candor frente a crueldad y locura sazonadas con un toque de amor loco por "su" Joker la convierten en uno de sus personajes fetiche, gusto que comparto en bastantes puntos por las muchas posibilidades gráficas y literarias de un personaje como el de Harleene Quinzel. Lo cierto es que parece mentira que visto lo visto, por ejemplo, lo espectacularmente bien que lucía en, por ejemplo, su intervención en el videojuego Arkham Asylum, haya sufrido un rediseño tan atroz para el relanzamiento/hundimiento de las series DC a lo largo del próximo otoño.





lunes, julio 11, 2011

Lunes de esperanzas y anticipaciones

Ya están ahí, las siento en las puntas de los dedos como si de un ídolo dorado escondido en el interior de un templo se tratara, las tan ansiadas y soñadas vacaciones estivales. Pero para disfrutarlas me da a mí que me va a tocar superar una serie de obstáculos para los que me va a tocar hacer gala del mismo tesón y voluntad que a nuestro querido arqueólogo de nombre perruno e icónica imagen.



Antes de llegar a las vacaciones, o al mismo tiempo, que ya es casualidad, este vuestro blog amigo espera poder celebrar el próximo fin de semana un más que sentido y merecido homenaje al maestro Gene Colan, del que ya habéis podido disfrutar de una excelente y abundante galería de commissions pero al que en próximos días se le van a dedicar una serie de artículos, reseñas y estudios en forma de posts en una iniciativa a la que me enorgullece haberme sumado y en la que me siento sumamente honrado de participar. Si además de honrar al maestro uno cuenta con la compañía virtual de Bruce, Jaime, Mo Sweat, PAblo y muchos más que seguramente me estaré dejando en el tintero, mejor que mejor. Vaya por delante que servidor va a rescatar una de sus obras de temática terrorífica que sólo fue publicada parcialmente en España y a la que le guardo un grato recuerdo. Si además de lo anterior conseguimos mantener el nivel de publicación de la semana pasada, en el que por cantidad, calidad y variedad servidor recordó tiempos pasados y reverdeció viejos laureles de constancia y laboriosidad, habremos entrado en pleno periodo vacacional por la puerta grande y como todos ustedes merecen. Edit: La iniciativa se celebrará finalmente el último fin de semana de julio, con vistas a que la mayor cantidad posible de blogueros pueda colaborar con sus homenajes respectivos al maestro. La relectura de Night Force va a ser una de mis primeras tareas vacacionales...

Tanta ilusión y tantas cosas por llegar merecen una canción que esté a la altura de las circunstancias. No se me ocurre mejor tema que este perteneciente al último disco de estudio de Pink Floyd, uno de mis grupos favoritos en uno de sus discos para mí menos afortunados pero en el que brilla por mérito propio esta canción, que además, esconde en su letra el título del lp. La hierba era más verde, la luz brillaba más rodeado de amigos, en las noches de maravilla... Disfruten ustedes de esta semana y vuelvan cuando gusten y puedan por esta su casa virtual. Servidor les estará esperando con los brazos abiertos.

High Hopes
Pink Floyd

Beyond the horizon of the place we lived when we were young
In a world of magnets and miracles
Our thoughts strayed constantly and without boundary
The ringing of the division bell had begun
Along the long road and on down to the causeway
Do they still LIVE there by the cut
There was a ragged band that followed in our footsteps
Running before time took our dreams away
Leaving the myriad small creatures trying to tie us to the ground
To a life consumed by slow decay

The grass was greener
The light was brighter
With friends surrounded
The nights of wonder

Looking beyond the embers of bridges glowing behind us
To a glimpse of how green it was on the other side
Steps taken forwards but sleepwalking back again
Dragged by the force of some inner tide
At a higher altitude with flag unfurled
We reached the dizzy heights of that dreamed up world

****

Encumbered forever by desire and ambition
There's a hunger still unsatisfied
Our weary eyes still stray to the horizon
Though down this road we've been so many times

The grass was greener
The light was brighter
The taste was sweeter
The nights of wonder
With friends surrounded
The dawn mist glowing
The water flowing
The endless river


Forever and ever

domingo, julio 10, 2011

Galería de portadas: Wednesday Comics

Como suele ser habitual tras cada una de las reseñas dedicadas a un tebeo que aparecen en el blog, dejo la galería con las doce portadas de la serie semanal Wednesday Comics, unas portadas un tanto peculiares, en tanto que ofrecían un vistazo a cada una de las historietas que contenía cada número destacando una viñeta de cada personaje. Además, doce historias, doce números, y un personaje destacado en cada uno de ellos, comenzando por Superman y terminando con Supergirl. Un repaso curioso y completista para un proyecto que merece todos los elogios recibidos y que esperemos pueda tener una continuidad en el futuro... Aunque a precios más populares, a ser posible, que esto no hay bolsillo que lo aguante.












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