miércoles, octubre 14, 2015

II Salón del Comic y el Videojuego de Alicante: Ocurrió cerca de su casa

Aunque ya han transcurrido de largo dos semanas desde este evento, me ha resultado imposible tener el tiempo suficiente y la tranquilidad necesaria para ordenar fotos e ideas y plasmar en unas breves líneas lo que ha resultado para mí esta segunda edición del Salón del Comic y el Videojuego de Alicante, celebrado en el recinto ferial IFA durante los días 26 y 27 de septiembre. Por cercanía geográfica y sentimental -uno no puede consentir que se celebre un evento friki a menos de cincuenta kilómetros sin asomar el hocico- el año pasado ya acudimos a este evento que aglutinaba zonas de exposición de originales, venta de merchandising diverso, actividades de lo más variado, campeonatos de videojuego y recreativas, quedándonos a miss Sparks y a mí una más que grata sensación de haber aprovechado bien el día. Este año, debido a la inoportuna coincidencia de un examen, me tocó acudir cual cazador solitario al evento, aunque tuve la suerte de que un buen amigo, jugón y amante de los videojuegos retro me acompañó para fundir la zona de recreativas y participar en el campeonato de Street Fighter.


Una muestra de los stands a primera hora de la mañana.


El artist alley, con bastante trajín a lo largo del día.

Como no podía ser de otra manera un servidor se dio un paseo rápido por la zona de exposiciones dedicada a Batman, por los abundantes stands de camisetas, monigotes y figuritas varios, por los escasísimos puestos -apenas tres- que vendían alguna clase de material impreso relacionado con el comic o la ilustración, y me dediqué a machacar arriba y abajo la zona del artist alley, donde algunos dibujantes estuvieron ya desde primera hora de la mañana del sábado montando la paradeta. Una cosa que hay que agradecer a la organización es que mejoraran de un año para otro la organización de las sesiones de firmas y la presencia de los autores, que salvo un pequeño retraso de quince minutos la tarde del sábado se cumplió con puntualidad casi marcial. Al saber cuándo y donde iban a estar los autores que me interesaban pude dar varias vueltas a las zonas de comida y de videojuegos, donde la nostalgia me llevó a buscar mi primer ordenador -un spectrum con casette- o mi primera consola -aquella mítica MegaDrive que fundimos en mi casa a base de usarla-.


La máquina infernal que fomentó mi adicción a los videojuegos.


Primera eliminatoria del campeonato de Street Fighter.

Ya con el transcurso de las horas pude ir coincidiendo consecutivamente con Jorge Fornes, Joan Mundet, Fernando Dagnino y Pedro Vera, que fueron ocupando sus puestos en el artist alley o en el stand de alguna librería y realizaron sesiones de firmas a las que para ser honestos no acudió el público en masa. Mención especial merece el dibujante Salva Espín, que como el año anterior congregó a decenas de aficionados ansiosos por conseguir su dedicatoria.


Jorge Fornés realizando un dibujo tormentoso.

Hay que reconocer vista la asistencia de público que parece que nos encontramos ante un evento que se ha consolidado a nivel local y que puede dar muchas más alegrías en futuras ediciones, a la espera quizá de una mayor ambición a la hora de preparar el plantel de invitados. Personalmente disfruté de un día de friquerío y dedicatorias bastante agradable en el que saludé a sospechosos habituales como Carlos Gotham o Fran Constantine, conseguí un puñado de dedicatorias que buscaba con bastante interés y disfruté de una jornada bastante intensa que culminó con la adquisición de un muñecajo de Superman III que me costó un buen bocado de sueldo pero que protege la parte alta de la estantería del salón desde entonces.


Busquet y Mundet codo con codo y mano a mano.


Dagnino en su sesión de firmas, más iluminada y calurosa que la del año anterior.


Mi tocayo Pedro Vera clavando más de la cuenta el dibujo que antes o después,
un año de estos, verán por aquí.

Para finalizar, y por si acaso alguien de la organización acabara leyendo estas líneas, me permito llamar la atención sobre los tres aspectos negativos que creo perjudicaron seriamente la experiencia de muchos visitantes. En primer lugar la temperatura del lugar fue pasando de una pesada calidez a un calor agobiante. En segundo lugar, la presencia de una charanga resultaba bastante molesta para la concurrencia en general, y lejos de animar obligaba a elevar la voz para hablar. Y en tercer lugar, en un Salón que se autodenomina del comic debería fomentarse más la presencia de material impreso. Si bien a mí este último factor no me molestó, hubo bastantes quejas al respecto. De cara al próximo año, y resolviendo ese par de inconvenientes logísticos, quizás con un cartel más centrado en autores mayoritarios aunque sean nacionales -y puedo empezar a citar nombres y no parar: Sáiz, Acuña, Ríos, Pacheco, Larroca, March, Aja, Ferry, López, Merino, Baldeón, Sandoval, Pulido, Sepúlveda, Bachs, Ryp, Portela, Redondo, etc, etc- podamos hablar ya de una cita imprescindible para los aficionados al comic y el videojuego no sólo de la provincia, sino de toda España.

sábado, septiembre 12, 2015

Sketch-busters CCXXXIII: David Baldeón (IV)

Lo que iban a ser dos días finalmente ha acabado siendo toda una semana, pero nunca es tarde si la dicha es buena. Traemos hoy la tercera entrada que podríamos entender como dedicada a celebrar el décimo aniversario de este moribundo blog, con un dibujo muy especial de un viejo conocido de este blog. La primera vez que conocimos a David Baldeón apenas era un joven dibujante con dos números de la serie Robin inéditos en España. Gracias a su esfuerzo, versatilidad y talento, dicho artista fue colocando más y más trabajos en el mercado americano, alguno de los cuales ha sido reseñado en este espacio, como esa descacharrante versión de las andanzas de Ebeneze Scrooge vistas a través del pútrido aspecto de lo zombi publicada en España como Cuento de Navidad Zombi. Pero además el trabajo de David ha podido verse en series como Nomad: Girl without a world, Young Allies, Astonishing X-Men, Scarlet Spider o más recientemente la serie Nova, donde realmente he podido apreciar un trabajo excepcional. Baldeón acudió al pasado Salón de Barcelona como invitado por la libreria Milcomics, que montó una paradeta bastante maja y que al fin y a la postre fue el cuarto lugar donde pasé más tiempo a lo largo de la celebración del Salón. Con un sistema de números para sesiones previa adquisición de un tebeo del autor bastante bien organizado, la de David fue la que habría debido ser mi penúltima sesión de firmas de Ficomic, aunque a la postre acabó resultando ser la última. Cuando llegó mi turno le pregunté si se atrevía con un Snake Plissken, y vaya si se atrevió. Podría decirse a lo vulgar que se me cayeron los $%&(/=%$ al suelo al ver el gesto adusto y lo bien caracterizado que quedó el personaje de mis amores. ¿Y porqué fue la última sesión de firmas? Porque pasó el tiempo y por quince minutos no quise incorporarme a la sesión de firmas de David Finch para la cual tenía número... Y como soy un tipo cuadriculado que hace caso de las normas, ahí se quedó el número para Finch, en el éter. ¿Qué quieren que les diga? Mereció plenamente la pena.



sábado, septiembre 05, 2015

Comissionando personalmente XXIX: David Golding

El año pasado ya saben que me permití una pequeña escapada a las Islas Británicas para visitar mi primer salón inglés, una experiencia que resultó muy gratificante y que me permitió conseguir un buen puñado de sketchs y commissions que si no me falla la memoria aún no han aparecido por aquí. Con la tontería, parece que la temática del año pasado fue John Carpenter y sus películas protagonizadas por Kurt Russell. Plissken, McCready y Burton fueron retratados en papel por diferentes artistas. El caso que nos ocupa hoy es quizá uno de los dibujos más espectaculares, un encargo que realicé al dibujante e ilustrador David Golding, artista que lleva trabajando en la industria independiente desde el año 2006 en series como The Hunter o Starmaker Leviathan, ambas de la editorial Dare Comics. En los eventos ingleses el caballero planta su tenderete para ofrecer sketchs, commissions, prints, posters y su obra a la concurrencia. Lo cierto es que contacté con él previamente atendiendo a la recomendación de un buen amigo y encargué una commission en tamaño A3 y blanco y negro de 1997: Rescate en Nueva York. Plena libertad para el artista a la hora de elegir composición. Las fechas se le echaron encima y fue el único encargo que no vi hasta que me hallé en presencia del dibujante. Además, antes de enseñármelo me estuvo comentando que si había tenido problemas, que si no encontraba la escena correcta... Yo esperaba un verdadero desastre, pero en cuanto vi el dibujo se me quedó una sonrisa de bobotonto en la cara que no pudo disimular lo mucho que me gustaba el particular homenaje de David Golding a una de mis películas preferidas e inspiración última de este blog. No creo que llegue a cambiar el diseño otra vez, pero si lo hiciera este dibujo tendría un lugar bien destacado en él.



jueves, septiembre 03, 2015

Y llegamos a la década...

Número redondo para un aniversario que quizá no debiera ser celebrado, vista la actividad y el entusiasmo invertido en este espacio durante los últimos dos años. Si bien es cierto que queda lejos la fiebre bloguera que durante los años 2006, 2007 y 2008 me invadió y me llevó a rondar las 300 entradas anuales, tengo que reconocer que de cuando en cuando aún me dejo caer por viejas entradas para repasar las reseñas de alguna película o tebeo, o reviso las estadísticas para intentar entender cómo demonios es posible que esto tenga las mismas visitas diarias o incluso más que cuando se actualizaba casi a diario. Si algún día me animara de verdad tendría que hacer un par de índices dedicados a las secciones estrellas del blog y recopilar todos los autores incluidos tanto en el apartado de sketch-busters (con un total de 241 entradas) como en el de commissionando (185 entradas), pero veo la tarea tan pesada que me da pereza incluso planificarla. En algún momento de estos dos años se me ha pasado por la cabeza cerrar definitivamente el blog y borrar su contenido, pero entonces llega un comentario a una entrada con años de antigüedad o me doy cuenta de en qué momento llegué a descubrir una película o un actor que luego ha sido más conocido y entonces me entra una cierta melancolía y me siento incapaz de dar matarile a este blog al que en tiempos tanto esfuerzo e ilusión dediqué y al que nunca he dejado de ver como la más personal y desnuda muestra de lo que en el fondo fui, soy, y honestamente, espero seguir siendo en el futuro más cercano. Antaño dedicaba varias entradas a una fecha como esta, y este año no va a ser menos. Como mínimo para poder igualar al final del 2015 el número de entradas del pasado año, lo cual no me va a resultar excesivamente difícil. Mañana espero poder compartir una commission especial aniversario, y el fin de semana pretendo subir un sketch. En ambos casos podrán ustedes suponer cual es el protagonista. A futuro, pues por seguir con la morriña es posible que dedique un album homenaje a Avilés para celebrar el 20 aniversario de unas Jornadas a las que quiero tanto como echo de menos ahora que las vivo en la distancia, y a finales de mes dedicaré alguna entrada al Salón del Comic de Alicante, evento que por cercanía me resulta más accesible y asequible. Por lo demás, espero que aunque sólo sea ya ocasionalmente, se sigan dejando caer por aquí. Esto nunca hubiera sido lo mismo sin el otro lado, los sospechosos habituales, los amantes de la viñeta, el arte original, el cine de los 80 y las series de televisión más frikis... Como solía decirles antaño, tengan ustedes mucho cuidado ahí fuera...


lunes, mayo 04, 2015

Sketch-busters CCXXXII: David Messina

Hoy voy a romper con una de las tradiciones de este blog casi desde su misma fundación, y es que dado que ya no hay que dosificar publicación ni mantener un ritmo, he decidido dedicarle entrada doble al dibujante italiano David Messina. Nacido en el año 1974, este artista comenzó a trabajar en el mercado europeo para revistas de corte erótico, publicando historias en las Kiss Comix de España y Francia. Dio el salto a EEUU donde comenzó a trabajar para IDW y sus licencias ligadas con el cine y la televisión, donde quedó consolidado como un dibujante más que solvente a la hora de trasladar al tebeo los universos ficticios de Buffy, Ángel, Star Trek o True Blood. Los seguidores de este blog -si es que eso ha existido alguna vez- recordarán la glosa de su trabajo en las entradas dedicadas a las precuelas en comic de las nuevas películas de Star Trek, en concreto de Star Trek: Countdown, ST: Las reflexiones de Spock, ST: Nero y ST: Hacia la Oscuridad. Habiendo podido seguir a lo largo de los años es más que remarcable trabajo de Messina relacionado con una franquicia por la que siento gran cariño, la presencia del dibujante italiano en el pasado Salón del Comic de Barcelona fue para mí un inmediato reclamo. Además, he de reconocer que pensaba, y no sin cierta razón, como me demostraron los hechos posteriormente, que sería un autor más accesible que José Luis García-López, David Finch o Milo Manara, autores con vocación más clásica o mayoritaria. Recién llegado al Salón, y con apenas tiempo para dejar la maleta en consigna, cargué con el macuto de los tebeos hasta el stand de Aleta, donde el autor firmaría en su primera sesión de la tarde del jueves. Cero atención, y nadie haciéndole cola o cargando con sus tebeos. Así pues no me costó ningún trabajo ser el segundo de su sesión de firmas, y conseguir esta espectacular Uhura que me robó el corazón apenas el dibujante la terminó. Y tengo que decir que fue un verdadero lujo ver de primera mano el proceso creativo de un dibujo que empezó perfilando a lápiz, prosiguió con un sombreado a rotulador para dar volumen al mismo y remató entintando los contornos. El resultado a color plasmado en sus tebeos dista mucho de la finura y fuerza de su trabajo en vivo, y este es uno de esos casos en que el escaneo no llega a mostrar la potencia y belleza de un sketch de convención.


Dado que miss Sparks llegó un par de días más tarde, y que su amor por Star Trek supera al mío propio exponencialmente, fue mi trabajo de humilde esclavo acompañarla para que fuera de las primeras de la sesión de firmas del sábado por la mañana. Su objetivo estaba claro, el frío vulcaniano de orejas puntiagudas y mirada afilada que Messina ejecutó nuevamente de manera espectacular con su habitual pericia y buen hacer. Un par de datos curiosos para terminar este repaso a David Messina. En primer lugar su dominio de los personajes y la franquicia Trekker le hacían poder reflejar a la perfección todos y cada uno de ellos, distinguiendo además entre la encarnación clásica y la nueva -o reseteada- versión cinematográfica. Tanto miss Sparks como un servidor nos decantamos por las versiones "viejas" de los personajes, o lo que es lo mismo, por el recientemente finado y nunca demasiado añorado Leonard Nimoy y por Michelle Nichols.


En segundo lugar cabe decir que David Messina recibió una visita más que particular de los miembros del Club Español de Star Trek, uniformados para la ocasión como no podía ser de otra manera, que le hicieron entrega de una placa conmemorativa por el trabajo del artista en relación a la franquicia galáctica, nombrándole miembro honorífico de dicho club (podéis ver el momentazo aquí). ¡Larga y próspera vida, amigos míos!


martes, abril 21, 2015

33 Salón Internacional del Cómic de Barcelona: Diario de guerra de un sketch-buster

Hace dos años un servidor se retiraba con total convencimiento de esta clase de eventos, con un claro proyecto vital en el horizonte y no pocas ilusiones puestas en él... Pero tanto el destino nos ha resultado adverso en dichas aspiraciones como las ilusiones esquivas a la hora de ser alcanzadas... Y una conjunción casi milagrosa de acontecimientos hizo que tanto Leti Sparks como un servidor pudiésemos regresar a uno de los acontecimientos culturales donde mejores ratos hemos pasado con el devenir de los años... Si bien es cierto que el cartel de autores invitados dista mucho de los mejores años del Salón del Cómic de Barcelona, y que las actividades tampoco es que fueran como para echar cohetes, tras el hiato temporal de dos años a un servidor se le plantó una sonrisa bobalicona de oreja a oreja en cuanto traspasó las puertas de la Fira de Barcelona y se encontró con unas figuras enormes del Joker y el Capitán América dando la bienvenida a los visitantes. A partir de ese momento, todos aquellos que me conocen saben a qué me dediqué durante las horas y días siguientes, con una alegría que había olvidado tiempo ha, con una planificación digna de un mariscal de campo de campañas pretéritas y con una energía propia de las nuevas generaciones que año tras año se incorporan a esta afición tan próxima al vicio que corre por nuestras venas y que muchas veces se asemeja a una verdadera droga, con sus subidones provocados por el calor del momento, sus momentos de mono y sus recaídas.


Si tuviera que hacer una crónica pormenorizada de los días pasados en el Salón, sería algo parecido a una triunfal campaña militar apoyada en tres pilares fundamentales. En primer lugar a una planificación previa bastante exhaustiva y a un reconocimiento del terreno que me permitieron casi desde el primer momento seleccionar los objetivos óptimos en cada momento. En segundo lugar a un desarrollo de las evoluciones sobre el terreno casi milimétrico que, salvo contadas excepciones permitió encadenar las sesiones de firmas y las colas de forma suave y perfecta. Esto último llegó a su momento culminante cuando miss Sparks se incorporó al despliegue sobre el terreno y siguió al pie de la letra los planes elaborados por su devoto y humilde servidor, que funcionaron de una manera aún más suave y engrasada que los desarrollados para mí mismo. Y finalmente a la capacidad de evolución y adaptación sobre el terreno para cambiar sobre la marcha los planes y acomodarlos a posibles cambios de última hora u oportunidades que iban surgiendo de manera imprevista. En pocos salones un servidor ha podido decir que ha cumplido con todos sus objetivos, y este ha sido uno de ellos.


Como me he hecho un tanto perezoso para escribir una detallada crónica de las evoluciones sobre el terreno, les dejo con una selección fotográfica de algunos de los momentos vividos a lo largo del pasado fin de semana, no sin antes compartir con todos ustedes un par de reflexiones sobre esta nuestra afición a la que tantos años hemos dedicado y que tantos y tantos buenos ratos nos ha ofrecido como disgustos nos ha podido deparar en ocasiones cuanto tal o cual autor cortaba la cola justo delante nuestro (ahí el Moebius fail siempre se llevará la palma) o cuando la tensión generada con otros aficionados provocaba nervios y malestar en según qué sesiones de firmas. Nada de lo anterior se ha producido estos días afortunadamente, aunque algunos aficionados mostraban comportamientos que me resultaban llamativos o reprochables, y sobre lo que me gustaría llamar la atención. Serían 3 elementos:


José Luis García López e Iban Coello en el espacio dedicado por ECC a los artistas para realizar commissions y vender su arte original.

a) Valora el esfuerzo de los demás. No pretendas llegar al Salón después de dormir y desayunar y no hacer demasiada cola y esperar que otros que han dormido poco, no han desayunado excepto sobre la marcha y se han chupado dos horas de cola hayan conseguido mejores números o mejor posición en una cola que tú. Ese esfuerzo está al alcance de todo el mundo y depende de la ilusión y las ganas que tengas de conseguir una dedicatoria de tu autor favorito.
b) Es imposible conseguirlo todo. Elige muy bien tus objetivos y cíñete a ellos. En esta clase de convenciones es muy común quedar cegado por la cantidad de autores y oportunidades y embestir contra todos como si de una manada de vacas se tratase. Lo ideal es realizar una selección previa en base a los horarios e incluso a la ubicación de las sesiones y elegir qué autores son más asequibles. Es mejor asegurar dos o tres firmas por día que perder otras tantas por querer estar a todo. Lo cual nos lleva al último punto.
c) Sé realista. En serio. SÉ realista. Una sesión de firmas tiene una duración determinada y los autores no son super-héroes con resistencia y velocidad súper-humanas. Son personas y por tanto tienen unos límites muy definidos, con lo que no escojas un número 30 para una sesión de firmas y luego te lamentes amargamente de que no ha llegado a realizarte un dibujo. Un número diez ya te coloca en la cuerda floja, un número veinte en el pugatorio y un número treinta te garantiza únicamente la firma del que puede llegar a ser tu autor favorito. Ese mismo realismo se aplica a la hora de evolucionar sobre el terreno, llegando a haber elementos que el sábado pretendían recoger números para las sesiones de Manara y Guarnido de esa tarde -que se repartían a la misma hora- y a la vez estar en colas en curso en ese mismo instante.


Barry Kitson en la primera sesión de firmas del Salón. Llegar, saludar a un viejo conocido y besar el santo tras solo tres horas de cola. Y lo digo sin retintín. Barry estuvo sentado en su sitio durante TODO el salón. En serio. 

Personalmente tengo que decir que ha sido un placer volver aunque sea temporalmente a pisar el ruedo de las convenciones, volver a estar rodeado de amigos coleccionistas, autores y frikis de diverso pelaje y condición, así como volver a ver a entrañables personajes que rondan por los salones y jornadas año tras año y que siempre son los mismos -somos los mismos- como suele decirse. Personalmente agradecer antes de nada a los amigos Laura y Óscar que nos acogieran en su casa como los excelentes anfitriones que siempre han sido, condición primera y necesaria para nuestro regreso a Barcelona. Y por supuesto, mi más caluroso abrazo para los amigos Xavi, Óscar Juan, Raúl, Jesús, Jose, Agustín, Moisés, Natan y Carlos, con los que compartimos charlas y momentos de espera y a los que fue un lujo poder volver a saludar tras tantos años. No menos agradecido tengo que estar a todos los autores que se tomaron un rato para compartir su talento con nosotros -ya fuera de forma gratuita o previo pago- en un año particularmente grato en este aspecto: David Messina, Elena Casagrande, Barry Kitson, David Finch, Ramón Bachs, Juanjo Guarnido, Juan Antonio Canales, Aneka, Sergio Dávila, David Rubín, David López, Iban Coello, Víctor Ibáñez, Santi Arcas, David Baldeón, Xermánico, Stefano Martino, etc.


Elena Casagrande, David Messina y Barry Kitson en el stand de Aleta, mi primer y prioritario objetivo del pasado Salón, conseguido a las primeras de cambio. Para mí uno de los espacios imprescindibles el pasado fin de semana.


Carlos Areces ejerciendo de villano estelar de la próxima película dedicada a Anacleto. Imanol Arias lo contemplaba todo desde detrás del nutrido grupo de periodistas que fotografiaba al chanante actor barra dibujante barra humorista.


Víctor Ibáñez enfrascado en la elaboración de una espectacular Wonder Woman que a saber dónde acabaría...  


David Finch observado de cerca por el Joker durante la sesión del viernes. Al fondo el espacio de ECC dedicado a los autores.


De nuevo el stand de Aleta. En primer término Stefano Martino y Fernando Dagnino. Al fondo los Tres Mosqueteros: Kitson, Messina y Casagrande. Decir que lo dieron todo a sus seguidores es quedarse corto.


Un servidor junto a García-López con un ejemplar de Twilight firmado por su guionista y su dibujante. No puedo tener más cara de bobalicón, pero es que la felicidad le embarga a uno cuando conoce a uno de sus artistas preferidos.


 Guarnido y Canales en la sesión del sábado por la tarde. Después del parto que fue la primera vez que nos firmaron -seis horas de cola me parece recordar- esta vez fue un auténtico paseo.


Una rubia y un mapache enamoradicos como ellos solos.


David Baldeón, mi última sesión de firmas del Salón. Personaje con parche y chupa... Qué raro...


Muestra de la nutrida concurrencia que saturó el Salón el sábado. Sesiones de firmas a la izquierda, sesiones de firmas a la derecha, hacia la boca del infierno cabalgaban los sketch-busters...


Sentado en el Trono de Hierro, Plissken dejó vagar la mirada por las inhóspitas paredes de la zona de exposición...


Originales para aburrir organizados temáticamente. Lujo para la vista, tentación para los coleccionistas.


Un ejemplo de la transversalidad cultural que busca -a veces sin excesivo éxito- el Salón fue la presencia de la política Tania Sánchez, que presentaba el libro Ganar o Morir. Lecciones políticas de Juego de Tronos.

lunes, abril 13, 2015

53 lunes después

Ahora que finalizan mis vacaciones de Semana Santa finalmente sucumbo a la tentación de sentarme en el ordenador como en los viejos tiempos y dedicarle a este espacio, antaño tan querido y mimado, un poco del tiempo que le he robado miserablemente este año. Nada menos que 53 semanas ha estado parado esto, y no quiero engañarles, serán otras muchas más las que sigan a esta entrada, aunque lo cierto es que me apetece de cuando en cuando dejar algo por aquí. Parece mentira, pero la inactividad, lejos de matar el blog lo ha llevado a un cómodo status de receptor de más de cien visitas diarias, en busca principalmente de a) los culos de Milo Manara y Serpieri -o más concretamente de sus creaciones artísticas, b) los zombis gallegos de Manel Loureiro -a los que dediqué un repaso no excesivamente generoso en su momento y c) dibujos de alguno de los cientos de artistas que han aparecido a lo largo de los años ya sea en forma de sketchs o commissions propias o ajenas. En su momento la decisión de dejar morir esto vino motivada por la necesidad de ganar el tiempo que empleaba en elaborar las entradas o en planificar los contenidos con un mínimo de criterio, y al mismo tiempo para librarme de una obligación autoimpuesta que me había convertido en un bloguero amateur que casi pasaba más tiempo que uno profesional dedicado a su criatura, y todo ello sin ánimo de notoriedad o de lucro. Lo cierto es que respecto a lo segundo, el objetivo quedó conseguido de manera sobrada, y pasadas las primeras semanas ya ni siquiera el gusanillo del remordimiento me provocó una nueva recaída digital. Y sobre el primer aspecto, pues igualmente, conseguí un tiempo que invertí en otras maneras de ocio y por primera vez en mucho tiempo en algo verdaderamente productivo. ¿Porqué escribo estas líneas? Bueno, en primer lugar, porque el condenado blog se ha resistido a morir y ha mantenido esa cantidad aceptable de visitas a entradas que fueron escritas en su momento con toda la honestidad y el rigor de las que un servidor fue capaz. Que críticas de tal película o cual tebeo reciban comentarios años después de haber sido escritas es algo que personalmente me enorgullece, y es por ello que de cuando en cuando aún repaso alguna de ellas para comprobar si el tiempo me ha quitado algo de pasión o de razón por esos asuntos. Y en segundo lugar porque la nostalgia del paraíso perdido que fue este sitio me llama poderosamente la atención, y ese fondo de romántico incurable que tengo me hace volver una y otra vez  a los sitios en los que fui feliz, y este sin duda, con todo lo virtual o digital de su existencia que se quiera, lo fue. Así pues, volvamos fugazmente a una vieja tradición, a un repaso de comienzo de semana de lo que fue mi vida a lo largo del pasado año, y a terminar la entrada con una canción más que apropiada para ilustrar la entrada. Y quién sabe... Quizá vuelva a dejar que el gusanillo me vuelva a picar próximamente...

Un año en la vida, un año a partir de la celebración del pasado Unicomic... ¿Qué podría contarles a partir de ese momento? Justo ahora hace un año conseguí que el objetivo vital que había marcado mis hábitos durante un par de años obtuviese su recompensa. Los que me habéis conocido con el paso de los años, mis queridos sospechosos habituales, sabrán que popularmente yo podía ser reconocido en el mundillo por mi parecido con el Librero de los Simpson. Vitalmente podían haber existido cientos de razones que me impulsaran a cambiar ese hecho, pero sólo la cabezonería de subirme con garantías de seguridad a la montaña rusa Shamballa me hicieron subirme día tras día a la bicicleta elíptica que tengo en la biblioteca de casa. Día tras día, semana tras semana y mes tras meses, y unos cuantos miles de kilómetros sudados después miss Sparks pudo registrar el momento en que Plissken casi voló literalmente por los cielos tarraconenses. Y aún sigo encima de la bici, porque algún día habrá que volver, digo yo...



Un par de meses después, y en compañía de algunos buenos amigos, volvimos a mi sitio favorito del mundo, con permiso de Gijón, París y San Francisco, la isla de Tabarca. La tranquilidad de sus aguas, la belleza agreste de sus calas y el encanto mediterráneo de sus construcciones hace que cada visita sea un lujo para los sentidos y un verdadero chute de energía para recargar las pilas. Y en aquel momento, después del verano y de algunos problemas de salud, y antes de la ordalía de fin de año, los atardeceres tabarquinos fueron verdadero bálsamo para nuestras almas.


Otro reencuentro del que les habría hablado si el blog hubiese estado vivo entonces fue el que tuvimos con nuestra queridísima banda de blues favorita, la Blues Brothers Band, que estuvo de gira por la zona. Dando un concierto en mi Murcia natal, a cincuenta minutos de tren, fue casi una absoluta necesidad acudir a verlos por quinta vez, aunque en esta ocasión miss Sparks y un servidor acudimos de incógnito para no provocar numeritos como el de aquella inolvidable noche de Valencia. Gracias a mi primo Vincent que nos hizo de cicerone en Murcia pudimos disfrutar de otra inolvidable velada en compañía de una banda tan efectiva como siempre aunque, en honor a la verdad, cada vez más mermada por la parca y con menos energía ante el inexorable paso del tiempo. La calidad y el talento, gracias a John Belushi, siguen ahí, en manos de Blue Lou Marini, Rob Paparozzi o El Coronel Steve Cropper. Echamos mucho de menos al grandísimo Eddie Floyd, el único hombre que se ha calzado mis sombreros.


La fiesta seguía, y poco después tuvo lugar un evento que nos llenó de ilusión. Nada menos que el primer Salón del Comic y el Videojuego de la provincia de Alicante, un evento con vocación de futuro del que ya se ha confirmado una segunda edición para este 2015 que nos acercó algo a lo que las circunstancias nos habían obligado a renunciar durante los últimos tiempos. Lo mejor que se puede decir de dicho salón es que fue un buen comienzo, titubeante en algunos aspectos como los relacionados con el Artist Alley y los horarios de sesiones de firmas, pero con la firme voluntad de mejorar en todos los aspectos y acercar al público alicantino el comic en sus variadas manifestaciones, los videojuegos o el cine. La presencia de El Torres, curiosamente el guionista cuyo dibujo ha protagonizado la entrada que durante 52 semanas ha mantenido la portada del blog, Fernando Dagnino, Fernando Blanco, Salva Espín, Víctor Gómez, Pablo Durá, David Badia o Sergio Córdoba nos hicieron recordar por unas horas lo que es el saloneo, la emoción de la caza, la expectación de conocer o poder volver a saludar a algunos de los artistas que admiras y cuyo trabajo tantas horas de solaz y placer te ha proporcionado. A finales de septiembre tendremos nueva cita con el Salón del Comic y Videojuego de Alicante.


Y para qué engañarnos... El mono de salones y jornadas varios me hizo embarcarme en un loco periplo a través de varias ciudades y aeropuertos nacionales y extranjeros que acabaron dando con mis huesos en la ciudad inglesa de Leeds rodeado de la mejor compañía posible (un saludo para vosotros, chicos, y para nuestro gran amigo Paul que intentó amenizarnos la noche de Leeds) y asistiendo a uno de esos eventos que me habían contado varias veces como norma en algunos salones británicos pero que no me pude creer hasta que estuve allí. Tres espacios, cientos de stands... ¿miles de autores? La exageración y la hipérbole son la única manera en la que un friki lector de cómics y coleccionista de dibujos como un servidor puede asimilar aquello y no sucumbir al horror y la locura de la caza... Puede que fueran las doce horas más intensas y locas de mi vida. 


Y ya nos acercamos al remate del año... La culminación de una empresa que me ocupó no pocas horas, ilusión y esfuerzo y que a día de hoy tengo que decir que me ha supuesto bastantes alegrías. El proceso fue tortuoso y se dilató en el tiempo más de lo que me habría gustado, pero más o menos sucedió así. Érase que se era un escritorzuelo aficionado que durante años escribió relatos navideños para un concurso local. Lo ganó una vez, y fue finalista en otras dos ocasiones, pero había otros siete hijos literarios esperando su momento en el disco duro del escritor, y quince años después de haber empezado a escribirlos decidió recopilarlos en un único volumen. Intentó una campaña de crowdfunding que quizá fue demasiado ambiciosa en su propuesta y que no llegó a buen puerto, pero lejos de dejar morir la idea, abrazó como un poseso la idea de la autoedición. Convenció a su mujer para que ilustrara los cuentos y revisó el texto decenas de veces, contactó con una editorial para autoeditarlo y finalmente, el escritorzuelo, que va a dejar de hablar de sí mismo en tercera persona, lanzó en Navidad El Faro y la Estrella y otros cuentos navideños, en una tirada reducida de 200 ejemplares (de los que ya no quedan físicamente ninguno). 




¡Pues sí que ha cundido el año! Demonios, debería abandonar este blog más a menudo... Cierro la entrada de hoy con la canción que toca por narices, y con una foto captada al paso en el camino-odisea a Leeds... Ah, amigo Lozano, ¡cómo estaban las pintas de The Cavern!


Everybody had a hard year
John Lennon

Everybody had a hard year
Everybody had a good time
Everybody had to put in
Everybody had the sun shine
Everybody had a a hard year
Everybody had the hair down
Everybody had a succes
Everybody had the foot down
Everybody had a haard year
Everybody had a feeling
Everybody had the face down
Everybody had a good cook
Everybody, Everybody
Everyone, Everyone
Everyone, Everyone
Everybody had a long
Everybody had a hard year
Everybody had a good time
Everybody had to put in
Everybody see the sun shine
Everybody had a hard year
Everybody had the hair down
Everybody had the succes up!
Everybody got the foot down
Everybody had a hard year
Everybody had the foot down
Everybody had the sit up
Everybody had a long time
Everybody had a brown time


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