lunes, marzo 25, 2013

Galería de originales LXXI: Stan Woch

El de hoy es un caso curioso dentro de los originales que me quedan por exponer en esta galería personal y virtual en la que he venido compartiendo a lo largo de los años aquellas páginas originales que he ido adquiriendo poco a poco, colección que bien es cierto que ha visto paralizadas las nuevas adquisiciones por aquello de hacer caso a los que nos dicen que dejemos de vivir por encima de nuestras posibilidades, o más bien, que sigamos viviendo muy por debajo de las suyas. En cualquier caso, esta página se trata de una de las escasas adquisiciones independientes a través de Ebay que realicé hace ya unos añitos, ya a finales de la primera década del siglo XXI. Pertenece al dibujante estadounidense Stan Woch, que comenzó su carrera hacia 1980 en colecciones como Buck Rogers o Barbara Cartland Romances -ahí queda eso- como asistente del dibujante Gray Morrow. A continuación desarrollaría una carrera como dibujante y entintador en títulos como Airboy de Eclipse Comics, World's Finest, o Swamp Thing, que es donde verdaderamente tuve la suerte de descubrirlo en la etapa de Alan Moore como uno de los dibujantes invitados asiduos de la colección y donde dibujó una de mis historias preferidas, la de la casa encantada y las dos parejas que tienen la mala fortuna de ir a pasar unos días a ese cruce entre la Mansión del Infierno y el Overlook. Su trabajo en dicha serie le hizo acreedor de una nominación a los premios Jack Kirby por el famoso número de los boniatos alucinógenos que crecían en Swampy y que causaban diferentes efectos según la persona que los ingería. Como entintador, Woch trabajó en las series Airboy, Batman: Shadow of the Bat, Robin, Doom Patrol o Black Orchid. La paginita que ilustra estas lineas pertenece a la serie Airboy, que aquí editó Forum en los años 90 de forma parcial, y más concretamente al número 43. Lo que me llamó la atención del original es la escena de acción desarrollada en Afganistán, y la verdad, fue una de esas compritas que se conseguían hace unos años en la que la página costaba menos que los gastos de envío y que en este caso servían para conseguir el arte de un autor cuyos demás trabajos, sobre todo los relacionados con Moore, resultarían prácticamente imposibles de conseguir.


lunes, marzo 18, 2013

Lunicomic 2013: Tebeos, sospechosos habituales y no pocas risas

Aprovecho la coyuntura que brinda este particular lunes festivo para matar dos entradas de un tiro, dejando constancia un lunes más de que servidor sigue vivito y coleando dentro de sus posibilidades y de paso, compartiendo con ustedes unas breves líneas y unas cuantas imágenes de lo que para un servidor han sido las Jornadas de Comic de la Universidad de Alicante o, abreviando a partir de ahora, Unicomic 2013. Tengo que decir que, debido al emplazamiento ya total de charlas y actividades en la sede universitaria de la UA, emplazada en un envidiable lugar frente al puerto de Alicante, y a las obligaciones laborales de un servidor, mi presencia en las jornadas se ha visto reducida a las charlas y encuentros del viernes y el sábado, dejándonos por temas de logística y transporte en el tintero la proyección el sábado de la película Comics Con IV: A Fans Hope, cosa que las vías de descarga habituales ya están remediando.


Viernes: Corominas. Del esteticismo de Dorian Gray al catacróquer de Canción de Hielo y Fuego

El viernes por la tarde, y en una charla presentada y guiada por nuestro buen amigo Fran Ortiz, el ilustrador, guionista y dibujante Enrique Corominas, a quien tenemos el placer de haber conocido en anteriores ocasiones y con el que pudimos charlar un ratín, pasó a desgranar con pelos y señales los pormenores artísticos de una carrera que comenzó en los años 80 en publicaciones amateurs, dio sus primeros pasos en las revistas periódicas dedicadas al comic de aquellos años -como Creepy o Cimoc- y desde entonces pasó a alternar su labor como ilustrador de portadas con la realización de álbumos como Eye Gray, Tragaldabas -recopilación de un serial previo-, Dontar o su último trabajo, la adaptación de El retrato de Dorian Gray que ya reseñé en su momento y que me sigue pareciendo un lujo para los sentidos tanto por la calidad del trabajo como la de la edición. Sus influencias artísticas, sus pasiones culturales y filosóficas, la figura de Oscar Wilde como referente, sus anécdotas relacionadas con la saga literaria de Canción de Hielo y Fuego -desde sus comienzos como ilustrador de los libros, a sus encuentros con George R. R. Martin, a sus desencuentros con el fandom hispano de dicha saga motivados por algo que no puedo dejar de calificar como una suerte de "demasiada pasión por lo suyo" de estos últimos aderezada con una falta total de sentido del humor-, todo lo cual llevó a que las dos horas de charla pasaran en un suspiro entrecortado por no pocas carcajadas y risas del público. Un lujo haber podido coincidir siquiera brevemente con el autor y un repaso modélico a una carrera que seguiremos, como hasta ahora, con la misma atención y cariño.


Fernando Dagnino: Las recrisis de los newtruño52

La tarde del sábado tenía dos charlas programadas. La primera estuvo protagonizada por el dibujante madrileño afincado en Murcia -y de apellido engañoso que me hizo pensar durante un montón de tiempo que el artista era argentino- Fernando Dagnino. La charla, igualmente amena, nos llevó por los inicios de su carrera hasta lugares tan extraños como Disneylandia, donde el artista había trabajado en los diseños de una atracción, para pasar a sus primeros pasos como dibujante en la DC de mis antiguos amores de la mano del representante de autores David Macho. Su trabajo ha podido ser disfrutado en series como JL: Generación Perdida o Supergirl (ya publicadas en España), y próximamente en un arco argumental del nuevo Escuadrón Suicida. Con unas ideas muy claras sobre el proceso creativo y el panorama editorial americano, Fernando comentó su visión sobre los cambios de personaje o la forma de trabajar con el guionista, en una charla que se hizo cortísima y que al estar centrada en personajes de DC me tuvo con un extra de atención a todo lo que se decía.


Salva Espín: De Murcia a Marvel pasando por Francia

La última charla de las Jornadas estuvo protagonizada por el dibujante murciano Salva Espín, un tipo realmente simpático que trajo un montón de material para ilustrar la charla que repasaba su carrera -con diseños, bocetos y páginas que ilustraban todo el proceso creativo a la hora de dibujar un tebeo-, desde sus comienzos en la facultad de Bellas Artes y sus escarceos con el mundo de los videojuegos hasta sus primeros intentos de llegar hasta los editores de la Marvel en una convención de Francia, esfuerzo que se materializó en la divertida miniserie de WWH: Control de Daños, con guión del tristemente desaparecido Dwayne McDuffy. A partir de ahí, un repaso a tebeos como Hercules, Masacre, Lobezno: First Class o X-Men: Generation Hope que traslucía, al igual que Dagnino un rato antes, un respeto total por el material con el que se estaba trabajando y una pasión encomiable a nivel técnico, entrando en pormenores técnicos sobre cómo realizaba el proceso creativo a la hora de realizar un número. De nuevo, una hora y media que pasó volando...



Finalmente, y durante la sesión de firmas, en la que se pudo charlar de forma más personal con cada uno de los dibujantes, y ya con las jornadas prácticamente clausuradas, llegó el momento de la charla distendida con los sospechosos habituales. Este año pudimos compartir, como tantos otros años, tarde y charla con nuestro gran amigo Pep, con Fran Ortiz -inmerso de lleno en labores de organización pero que aún así nos pudo dedicar un ratillo, con Carlos -alma y corazón tras Gotham News que ya ha dedicado una crónica mucho más documentada y pormenorizada que esta a Unicomic, que les recomiendo fervientemente-, y con otros amigos que antaño formaron parte activa de la organización de las Jornadas pero que ahora ocupan un papel más tangencial o las viven desde la barrera, como un servidor, como Dani Simón, Pablo Durá o Antonio Vuarnet, todos ellos un referente del sano friquerío alicantino. Y con un capazo de buenas sensaciones y mejor rollo se dio por concluido este Unicomic, a la espera de lo que nos pueda traer el año que viene. Como diría el Gran Wyoming, habrá más, pero no será mejor, porque eso es imposible... Bueno, a menos que venga de invitado John Byrne, claro!!!!

sábado, marzo 16, 2013

Sketch-busters CCXX: Enrique Alcatena (II)

Y aún inmerso en la celebración de las Jornadas de Unicomic 2013, y en el meridiano de mi asistencia a las mismas, que se saldó ayer con una divertidísima charla a cargo de Enrique Corominas de la que les hablaré el próximo lunes, toca hoy recuperar el segundo sketch realizado por el dibujante argentino Enrique Alcatena durante la celebración de las mismas Jornadas pero unos añitos atrás, concretamente en el 2010. En sintonía con el dibujo realizado a miss Sparks, también este esta protagonizado por los personajes del Elsewords dedicado al Batman piratón, por así decir, solo que al bueno de Alcatena parece que le sobraba hoja en blanco en ganas y decidió completar el dibujo con una lucha a espada con El Sonriente que evoca todo el sabor clásico de las aventuras bucaneras protagonizadas por Errol Flynn o Burt Lancaster. Un dibujillo al que le tengo un grandísimo aprecio por el buen rato que pasamos charlando con el autor, y porqué no negarlo, por el vistoso resultado del mismo. Les dejo con la reseña biográfica del autor y un somero repaso a su trayectoria profesional, cortesía de la wikipedia, y les recomiendo fervientemente que para disfrutar mucho más y mejor de este gran artista no dejen de visitar tanto su blog personal -con muestras de su trabajo a lo largo de toda su carrera- como su otro blog personal de reciente creación pero centrado única y exclusivamente en su labor como dibujante de super-héroes, que presentaba así al mundo: Porque me van a gustar siempre, porque en su momento me abrieron la cabeza, inauguro un blog dedicado a los superhéroes. Dibujos sueltos, páginas de trabajos para DC, Marvel y demás, rarezas, etc. Como siempre que se empieza algo, invoco la bendición del Señor Ganesha, de Fer Calvi y de los muchachos de Vivo con mi Madre. Acá está el blog: http://quiquealcatenasuperheroes.blogspot.com.ar/


Enrique Quique Alcatena (Buenos Aires, 1957) es un historietista argentino. Su producción abarca un extenso repertorio que va desde el cómic norteamericano de superhéroes (Batman, Superman, Los 4 Fantásticos, etc.) y de fantasía épica (Conan el Bárbaro), a la historieta argentina de fuerte influencia literaria (Travesía por el laberinto, Kairak, El mago, etc.).
Desde pequeño, Enrique se interesó por la historieta. Dibujante autodidacta, reconoce a quiénes lo influenciaron y de los cuáles aprendió: Carmine Infantino, Gil Kane, Jack Kirby, Lucho Olivera y Barry Windsor Smith, entre otros.
Comenzó su carrera como ayudante de Chiche Medrano, para Ediciones Récord, entre 1975 y 1978, año en que finalmente comenzó a publicar por su cuenta en la misma editorial.
Antes de empezar a colaborar con la revista Anteojito, en 1982, había estado trabajando de manera independiente para el extranjero, más precisamente, Inglaterra. Allí publicaba series semanales, principalmente de temática histórica en revistas de la editorial Thompson y hasta principios de los años 1990, fue colaborador de la línea Starblazer, que consistía en libros de ciencia ficción y fantástica.
En la revista Anteojito trabajó hasta 1987, año en el cual volvió a colaborar con Récord. Con guion de Ricardo Barreiro, hizo los dibujos de La fortaleza móvil. Junto al mismo guionista también realizó El mago y Mundo subterráneo. Luego trabajaría junto a Eduardo Mazzitelli (Pesadillas en 1989, Acero líquido, Travesía por el laberinto) y Walter Slavich (Soldados de piedra, Kairak), entre otros artistas.
A finales de los 80, comienza a trabajar para la editorial norteamericana Marvel, primero como entintador de la serie Hawkworld -que es de DC en realidad- y más tarde como dibujante de Conan el Bárbaro. También dibujó en la revista Skorpio.

Como esta se queda evidentemente justita y corta, he decidido incluir otra reseña biográfica de Enrique, esta vez realizada con mayor rigor y detalle, procedente de la imprescindible web Tebeosfera:



Enrique Alcatena, por todos llamado Quique, es un profesor de inglés y traductor del mismo idioma que también ejerce como ilustrador y dibujante de historietas radicado en Buenos Aires.

Apasionado de los cómics desde niño, comenzó a dibujar tomando como referentes: Carmine Infantino, Gil Kane, Jack Kirby, Lucho Olivera y Barry Windsor-Smith, entre otros. Muy atraído por la temática fantástica y los relatos heroicos, se sumó a los autores de editorial Record tras mostrar unas muestras de un cómic de espada y brujería titulado “Shangor-Kol de Lemuria”. Rápidamente logró encargos para dibujar cómics en el mercado británico, más concretamente el escocés, donde fue reclutado por el sello DC Thompson para su longeva serie Starblazer, además de para las otras conocidas colecciones de esta casa: Victor y Crunch. fueron cientos de páginas las que desarrolló para este mercado, la mayoría de ellas desconocidas para el gran público europeo (cuando no se publicaron de forma absolutamente anónima, claro está).
Tras esta etapa puramente alimenticia, comenzó a descollar con trabajos originales y arriesgados publicados ya en Argentina, como los que desarrolló desde mediados de los años 1980 en las páginas de Skorpio junto a Barreiro (La fortaleza móvil, El mundo subterráneo, El mago, Ulrick el Negro), escritas por Mazzitelli (Pesadillas, Travesía por el laberinto, El Rey León, Acero Líquido, Unitario, El príncipe del espanto) o sobre guiones de Slavich (Soldados de piedra, Dinastía maldita, Kairak, El Asceta). Aparte de otras obras de carácter esporádico con Zanini o Grassi para las páginas de Skorpio.
Con Mazzitelli ha trabajado en varias obras de gran calado, algunas de las cuales han sido distribuidas en Europa: Faustus o Metallum Terra, por ejemplo.

Estos trabajos de admirable dibujo, caracterizados por una infrecuente y marcada personalidad, los ha desarrollado en paralelo a los encargos de tintas para cómics de superhéroes. Desde que asomó su firma en los tebeos de Batman y Flash para DC, no ha parado de trabajar en el mercado estadounidense: participó en Punisher 2099 y en el relanzamiento Conan the Savage, para Marvel, y luego siguió en DC, donde ha dibujado a los héroes: Green Lantern, Lobo, L.E.G.I.O.N., Batman o Flash. También se ha visto su trabajo en el título Spider de Eclipse y en otros sellos menores. Al respecto de su trabajo en Conan decía Manuel Barrero:

«Sus páginas “a sangre”, y su estilo fiero, abigarrado, pleno de contrastes, devuelven a las aventuras de Conan el tono que las impulsó como una serie de culto: ese equilibrio entre el clasicismo gráfico y un dinamismo narrativo sin paliativos.
(…) Cuando se enfrenta a un problema de enfoque o de hilado en el discurso de la acción, refuerza otros aspectos que deriven la atención del lector. Apura los espacios, conserva la atención sobre la estructura de páginas (…), y deposita un gran peso en los detalles anejos a la historia, esos uniformes, esas armas, esos ornamentos que delatan una cuidadosa documentación previa.
Allí donde Charles Dixon peca de inconsistente, el argentino refuerza la escena con sobrecargado realismo. Allí donde el guión acusa vacío, él logra captar con su trazo charro la atención del lector substanciosamente.» (“De las pampas a Hyboria”, en Conan, 10, Planeta-DeAgostini, Barcelona, 1996)

Alcatena ha supuesto para la historieta argentina un nexo entre la tradición y los dibujantes nuevos que han querido arriesgar en el lenguaje y la representación. Las pasmosas y estrambóticas andanzas de Bass de Avregaut sorprendieron a todos con sus puestas en página abstrusas, pobladas por seres de pesadilla desubicados o acrónicos. En sus trabajos con Barreiro o Mazzitelli se concitaron referencias mitológicas, de oriente, indias, europeas y locales, vestuarios extraídos de las leyendas populares de todo el orbe y seres oníricos o directamente de pesadilla. Tras su presencia en ACHA, en 1996 (“Esquizoopolis”), sus tintas fuliginosas han abundado menos en las revistas de historieta argentinas debido a la crisis nacional ocurrida a finales del siglo XX.

En su trabajo con Chuck Dixon en Flash (la saga de Planet DC) ha podido desarrollar a los personajes superheroicos en un escenario local, rescatando incluso algunos elementos del folclore argentino tan de su gusto. Actualmente, Alcatena ya no trabaja en los EE UU. Vive con su esposa y cuatro hijos.



martes, marzo 12, 2013

Unicomic 2013: Un año más, con sentimiento....

Nos encontramos próximos al ecuador del mes de marzo, la primavera ya amenaza con alterarnos la sangre y se acerca un nuevo cambio de hora para volver a trastocar nuestros biorritmos, pero nada de eso importa, porque como cada año por estas fechas, en la ciudad de Alicante se celebrará durante los próximos días la XV edición de las Jornadas del Comic de la Universidad de Alicante, o Unicomic, para abreviar y como nos gusta denominar a dichas jornadas a los asistentes de largo recorrido. A los lectores habituales no se les escaparía el año pasado mi total ausencia a las mismas, en tanto que por motivos de causa mayor el cartel de invitados fue un tanto flojo y alejado de mis gustos. Por fortuna para un servidor, y para todos los aficionados al comic alicantinos, este año Unicomic cuenta con un cartel de invitados bastante interesante y que, por si fuera poco, es capaz de satisfacer tanto a los amantes del tebeo independiente patrio como a los que como yo tiran por los géneros mainstream norteamericanos. Y aquí, además, este año tenemos la circunstancia peculiar de que contaremos con un dibujante de cada una de las principales editoriales, Marvel y DC, o lo que es lo mismo, a Salva Espín y a Fernando Dagnino. Junto a ellos encontraremos al grandísimo ilustrador y autor Enrique Corominas, que me temo se hartará de contestar preguntas sobre Canción de Hielo y Fuego, a Juaco Vizuete, Max Vento, Cristina Florido y Francisco Ruizge, así como importantes teóricos del medio como Álvaro Pons o el inmenso en todos los sentidos Antonio Martín, que analizará un fenómeno como la implantación del manga en la cultura española, fenómeno que sin duda vivió de primera mano. Este año espero estar al pie del cañón como mínimo las tardes del viernes y el sábado, y no duden que la semana próxima, a toro pasado, les dejaré un breve resumen de unas jornadas que adoro con toda el alma y que este año, entre otras cosas por la abstinencia salonera impuesta por las circunstancias, espero con unas ganas considerables.


Les dejo a continuación con el programa pormenorizado de Unicomic 2013, a la espera de coincidir con algunos de ustedes sobre el terreno, y les recomiendo que se dejen caer por el blog oficial de las Jornadas para conocer más en profundidad todos los pormenores de autores invitados y actividades, así como estar al tanto de las posibles incidencias de última hora.


Unicómic 2013
(XV Jornadas del Cómic de la Universidad de Alicante)

Del 14 al 16 de marzo de 2013
Todos los actos tendrán lugar en la Sede Universitaria Ciudad de Alicante
(Avda. Ramón y Cajal 4, frente Paseo Canalejas).
Entrada libre hasta completar aforo.


JUEVES 14 DE MARZO

Reflexiones en torno al cómic (I): Cómic y educación
09:30-10:00: Inauguración de las Jornadas, Contenidos y Evaluación.
10:00-10:45: Viñetas en realidad aumentada (Ramón Sánchez Verdú).
10:45-11:30: El canon escolar de cómic. Presentación del proyecto (José Rovira Collado, UA).
11:30-12:15: Cómic y comunicación política (Jaime Albero).
12:15-12:30: Descanso.
12:30-13:15: El cómic en Educación Primaria (Conchita López y Román López, Blogmaníacos).
13:15-14:00: Sexismo en el humor gráfico. El caso de El Jueves (Joan Miquel Rovira).


Reflexiones en torno al cómic (II) / Encuentro con autores I
17:00-18:00: La nueva BD. Una introducción al cómic francés actual (Álvaro Pons).
18:00-18:45. Régis Loisel. Re-creador de leyendas (Lilian Fraysse).
18:45-19:00: Descanso.
19:00-20:00: ENCUENTRO CON JUACO VIZUETE (El resentido, El experimento).
20:00-21:00: ENCUENTRO CON MAX VENTO (Actor aspirante).


VIERNES 15 DE MARZO

Reflexiones en torno al cómic (III)
10:00-11:00: 1973. El Rrollo Enmascarado: nacimiento del underground, inicio de la transacción en el cómic (Antonio Martín).
11:00-11:45: Procesos históricos de los siglos XX y XXI: su reflejo en la continuidad principal de los cómics Marvel (Daniel Simón).
11:45-12:30: Usos y tipología del cómic desde una perspectiva intermedial (Noelia Ibarra y Vicent Garcia, UV).
12:30-12:45: Descanso.
12:45-13:00: Presentació del dossier "Còmic i literatura" en Ítaca. Revista de Filologia (Departament de Filologia Catalana de la Universitat d'Alacant) (Eduard Baile, UA).
13:00-13:45: El secreto de sus ojos. Metacómic: dos vías de autorreferencialidad (Francisco J. Ortiz, UA).
13:45-14:30: El sexe explícit en Omaha. The Cat Dancer com a eina argumental i de descripció psicològica (Eduard Baile, UA).


Reflexiones en torno al cómic (IV) / Encuentro con autores (II) / Relaciones cómic y cine
17:00-17:45: Verdugos y victimarios del franquismo. Una aproximación a su representación a través del humor gráfico y la ilustración (Lidia Mateo Leivas, CCHS-CSIC).
17:45-18:30. Presentación de Eloísa y Napoleón. Con los autores CRISTINA FLORIDO y FRANCISCO RUIZGE.
18:30-18:45: Descanso.
18:45-21:00: ENCUENTRO CON COROMINAS (Dorian Gray, Canción de Hielo y Fuego).
21:00-22:30: Divendres a la SEU. Proyección de la película Arrugas, basada en el cómic de Paco Roca.


SÁBADO 16 DE MARZO 

Reflexiones en torno al cómic (V)
10:00-10:15: Presentación del III Salón del Manga de Alicante (2013).
10:15-11:00: Manga-kissa y el nomadismo urbano en Tokio (Jorge Almazán).
11:00-11:15: Presentación de Clueca 2013 (José Rovira Collado y Pilar Pomares).
11:15-12:00: El alumnado NEE como protagonista del cómic (Pilar Pomares).
12:00-12:15: Descanso.
12:15-13:00: Gastrocómics. El cómic como vehículo de experiencias gastronómicas (Jaume Ros Selva, UA, y Chelo Berná Rubio).
13:00-14:00: Superhéroes y manga. El vuelco de la industria editorial española del cómic, 1983-2001 (Antonio Martín).


Encuentro con autores (III): Triunfando en USA
16:30-18:00: Proyección: Preview on line de Comic-Con Episode IV: A Fan's Hope.
18:00-19:00: ENCUENTRO CON FERNANDO DAGNINO (Superman, Liga de la Justicia: Generación perdida, Escuadrón Suicida).
19:00-20:00: ENCUENTRO CON SALVADOR ESPÍN (Masacre, Lobezno: Primera clase, Patrulla-X: Generación Hope).
20:00-21:00: Mesa redonda con los autores.
+
Kuentacomics. En colaboración con el proyecto Kuentalibros, haremos recomendaciones de Cómics a lo largo de toda la tarde.
17:00-21:00 h. en Sede UA.



martes, marzo 05, 2013

Sketch-busters CCXIX: Enrique Alcatena (I)

Voy a hilar como me gusta en estas ocasiones una entrada con otra, y esta de hoy con la actualidad más inmediata, y todo ello sin despeinarme y dejándoles además con un buen dibujo obra de un artista merecedor de todos los elogios, no solo a nivel profesional, sino humano. Para empezar, conecto esta entrada con la inmediatamente anterior dentro de la sección en tanto que ambas están protagonizadas por el mismo personaje, aunque en encarnaciones bien diferentes. Si en el dibujo de Víctor Santos nos encontrábamos con la ladrona sofisticada de la -ay- penúltima encarnación de Selina Kyle, aquí nos encontramos con una Mujer Gata bien diferente, una ambientada en la época de los piratas y en sus sus sangrientas andanzas por el Caribe. Aquí Selina es Felina, nada menos que una condesa Española que capitanea el barco La Garra del Gato, y apareció como tal en el Annual 7 de Dectective Comics, que adoptó el sello de Otros Mundos para una lúdica traslación del universo de Batman al siglo XVII, con guiones de Chuck Dixon y arte del dibujante que hoy nos ocupa, el argentino Enrique Alcatena, y al que tuvimos la fortuna de conocer hace ya un par de añitos, durante la celebración de Unicomic, las jornadas de comic de la Universidad de Alicante. Dado que está próxima la celebración de la edición correspondiente a este año, de la que recibirán cumplidísima información en breve también en este blog, me ha parecido oportuno recuperar los dos dibujos que el caballero realizó para miss Sparks y para un servidor tras la charla en la que repasó su carrera y sus vicisitudes como artista a lo largo de los años. Recuerdo con bastante agrado la charla de Alcatena, en la que demostró ser un tipo cabal con los pies asentados en firme y conocedor de los entresijos editoriales. Pueden repasar la crónica de aquella edición en su post correspodiente de marzo del 2010, pero por el momento, les dejo con Felina, intrépida capitana de los mares caribeños, a la espera de que la semana que viene nos visiten el Capitán Leatherwing y El Hombre Sonriente, que acompañarán a un repaso más en profundidad por la trayectoria artística y editorial de Enrique Alcatena.


sábado, marzo 02, 2013

The Boys: El Horror enfundado en pijama de colores (II)

Con esta serie, y lo digo ya desde el inicio para dejar clara mi opinión, nos encontramos con la última gran obra -hasta el momento, claro- de Garth Ennis, y la tercera en calidad general de su trayectoria profesional, sólo por debajo de Predicador y rallando al mismo nivel de Hitman como obra cerrada, repleta de filias y fobias personales y contando una historia de tipos duros, personajes repletos de aristas, historias de amor reales y bien desarrolladas y momentos escatológicos de altísimo vuelo y de difícil digestión. Y si esto es así, ¿a qué se debe la relativa poca repercusión de la misma? Pues a lo de siempre, pero vamos por partes, como diría Billy Butcher...


The Boys se inició a nivel editorial como serie dentro del sello Wildstorm del Universo DC, contando con sus creadores como propietarios de la cabecera, estando Garth Ennis firmando como guionista y Darick Robertson realizando las labores de dibujante. Decir que los ejecutivos de DC se asustaron ante el contenido de la serie sería quedarse corto, y le pusieron poco menos que una alfombra roja al equipo creativo para que llevara sus bártulos y sus personajes a otra parte tras la publicación del primer arco argumental. Afortunadamente, la editorial Dynamite Entertainment no le hizo ascos al material repleto de mala leche, humor cafre, acción bestia y macarradas varias propuesto por Ennis y Robertson, y reemprendieron la singladura editorial de The Boys con una colección regular que ha constado de 72 números, más tres series limitadas, Herogasm, Highland laddieButcher, Baker, Candlestick Maker, con lo que se eleva el montante total de la historia a 90 números. En este caso, hay que congratularse de que la mojigatería editorial y el riesgo de un producto relativamente difícil para el público mayoritario haya logrado encontrar su hueco bajo el sol tanto en las estanterías de las librerías como en el corazoncito de un nutrido grupo de lectores que han apoyado esta historia y la han disfrutado como merecía.


Lo cierto es que a la hora de entrar en materia y reseñar algunos de los aspectos más destacados de The Boys, voy a quitarme presión de encima y avisarles de antemano que voy a pasar por encima de muchos elementos que me han gustado o llamado la atención pero en los que no voy a entrar de la manera exhaustiva que quizá merecerían. Y es que en The Boys hay muchísima más tela que cortar de lo que en principio el lector podría pensar, y al igual que en Predicador, los niveles de lectura se van superponiendo de forma fluida y uno puede quedarse con aquel que prefiera. En el caso del Predicador  el lector podía escoger a voluntad: ¿historia de amor?, sí; ¿road movie?, también; ¿historia de conspiraciones seculares y crítica a estamentos anquilosados en el pasado?, por supuesto; ¿reflexiones sobre la naturaleza de la religión, de la divinidad o de la necesidad del hombre por basar su existencia en cualquier sistema de creencias?, pues claro... Y a pesar de ello el lector podía quedarse con la simple aventura, con la historia de amor de Jesse y Tulip, con la relación de camaradería viril con Cassidy, con la búsqueda de Dios, o con todo, disfrutando de forma plena e integral de una epopeya religiosa a través del corazón del gótico americano que aún sigue cautivando a los lectores casi 20 años después de su publicación.


Pero volvamos a The Boys y centrémonos en alguno de los aspectos que la convierten en la gran serie que es. El primer aspecto a destacar, el primer gran nivel que golpea al lector, es la crítica despiadada al mundo de los super-héroes, que no son tales en este mundo de ficción, y a la subversión de muchos de los tópicos a los que los lectores pijameros estamos acostumbrados. Para empezar, no sería tan demoledoramente subversiva si los modelos deconstruidos no fueran reconocibles para el lector,y aquí Ennis se deja de zarandajas y nos presenta arquetipos claros y meridianos: Los Siete son una Liga de la Justicia desatada y salvaje (Superman, Wonder Woman, Batman, Flash, Aquaman, Linterna Verde y Detective Marciano tendrían sus contrapartidas en Patriota, Reina Maeve, Negro Oscuro, A-Tren, El Profundo, El Farero o Jack de Jupiter), y así con otros grupos como los G-Men, liderados por un John Godolkin que remeda a Charles Xavier y mantiene muchos grupos a la sombra del principal (a imagen y semejanza de la Patrulla X, los Nuevos Mutantes, Excalibur, etc, etc), Fantastico (más obvio imposible), Payback (héroes a imagen y semejanza de los Vengadores) o Teenage Kix (una suerte de Nuevos Titanes).


Con esta plantilla de elementos familiares para el lector, Ennis realiza la jugada inversa a la propuesta por Busiek en Astro City, tornando el homenaje en burla y el respeto en parodia, y ofreciendo una mirada cruel y hasta cierto punto cínica sobre convencionalismos como la inmaculada vida sexual de los héroes, las dobles identidades, la asunción de pupilos jóvenes a los que malear y emplear en la lucha contra el crimen, las escisiones de grupos, el reclutamiento de nuevos miembros... Con todo ello mezclado en la febril mente de Ennis nos encontramos con un mundo salvaje  e incierto por descubrir. En el mundo de The Boys, por ejemplo, los Nuevos Mutantes son poco menos que una panda irresponsable de alcoholizados pajilleros, Charles Xavier un pederasta con tendencia a acoger a cuantos más niños mejor bajo su techo, Iron Man/Batman un homosexual reprimido con tendencia a ver muertos a sus compañeros jóvenes... No hay títere que quede con la cabeza intacta tras pasar por la batidora Ennis, ni siquiera los grandes eventos editoriales que cruzan héroes y colecciones una vez al año, y que aquí no es más que una excusa para que los "héroes" pasen una semanita en un complejo turístico de lujo donde las prostitutas y las drogas campan a sus anchas -Herogasm-.


Esto nos llevaría a otro nivel, que sería el reflejo de la industria editorial de ese mundo ficticio, una cortina de humo que convierte los desastres organizados por Los Siete y compañía en coloridas aventuras serializadas mensualmente y comercializadas con vistas a generar ingresos adicionales mediante merchandising y adaptaciones varias, todo con vistas a sustentar una ficción dentro de la ficción que no deja de ser la gran mentira contra la que luchan los personajes de The Boys y que está personificada en otro gran personaje que no había mencionado hasta el momento, la Leyenda. Este tipejo anciano y de modales bruscos vive en el sótano de una librería de comics regentada por dos irlandeses obesos. Durante años la Leyenda fue el editor en jefe y guionista de las andanzas de Los Siete, G-Men y equipos derivados, y coordinador en general de toda la cortina de humo que Victory Comics lanzaba a la opinión pública para ensalzar y enaltecer los valores heroicos de los sujetos protagonistas del lucrativo negocio, aun cuando la realidad fuera otra completamente distinta. El personaje es una mezcla a partes iguales de dos figuras homólogas e históricas de la industria yanqui, nada menos que Stan Lee y Julius Schwartz, mostrando el aspecto anciano del segundo y la verborreica y grandilocuente convicción del primero, añadiendo un punto de desencanto y amargura a un personaje con profundas conexiones en el entramado empresarial de la historia y conocedor de algunos de los entresijos más ocultos de la misma, verdadera arma secreta en la sombra.


Y hablando de entresijos, llegamos a un tercer nivel de la historia, una gran trama de conspiración corporativa y política que hunde sus raíces en los comienzos del siglo XX, extiende sus tentáculos a grandes conflictos como la II Guerra Mundial o Vietnam y acaba estallando a lo grande en un 11 de septiembre algo particular que no acaba con el WTC sino con otra seña de identidad neoyorquina como es el puente de Brooklyn. Esta trama de fondo, personificada por la compañía Vought American y por su representante frente a los Siete, Stillwell, ofrece una visión desencantada y aterradora sobre cómo funcionan las corporaciones en relación al poder social, económico y político estadounidense, controlando diversos sectores económicos, colocando hombres de paja en la administración, actuando como lobbys sibilinos que manejan entre bambalinas las políticas de estado y al fin y a la postre, crean a voluntad cortinas de humo o estrategias directas con las que conseguir sus propios fines. Stillwell, un personaje humano sin poder alguno, dotado de modales exquisitos y de una mente maquiavélica, maneja los hilos como un gran titiritero y afronta con absoluta frialdad desde los desastres más escandalosos hasta las amenazas a su propia vida, desviando en todo momento cualquier asomo de amenaza que la compañía pueda sufrir y buscando soluciones incluso cuando todo parece perdido para él y sus superiores. Una gran trama conspiranoica que habría hecho las delicias de Mulder y Scully o más recientemente de Olivia Dunham y los Bishop, y que aquí encaja a la perfección con los elementos anteriores, ofreciendo una historia sin fisuras y con progresión implacable hacia un clímax brutal, plenamente satisfactorio para el que les habla.


Y no podían faltar, además, algunas de las obsesiones de Ennis, que ha venido mostrando a lo largo de todos sus trabajos a poco que se le ha dado ocasión y que aquí nuevamente, encontramos a placer. Por un lado, el permanente gusto por la escotología alcanza cotas inusitadas merced a la publicación en un sello menor, que no ejerce la censura de las grandes editoriales y que no se escandaliza ante contenidos que incluyen sexo explícito en todas sus variantes, comportamientos pedófilos -estos sugeridos, nunca mostrados abiertamente-, sexo con animales, orgías, y cualquier clase de parafilia que puedan ustedes pensar que se encuentra en los límites de su tolerancia. La misma alegría que se muestra con el sexo se aplica a la violencia, y así nos encontramos con escenas que son realmente una prueba para estómagos más o menos curtidos, con cimas como el trauma que convirtió al Carnicero en lo que es, las pruebas fotográficas de la locura del Patriota o el enfrentamiento final entre estos dos personajes que resulta tan explícito como salvaje y, a la postre, satisfactoriamente catártico para el lector y el personaje. La camaradería masculina, otra constante de Ennis, y más concretamente la que se plasma en el campo de batalla, encuentra aquí varios exponentes, como las historias narradas por Mallory o la Leyenda, o los sucesos que llevan a un joven Billy Butcher a las Malvinas (con una anécdota que parece casi real). Los lazos de confianza, no exento de puñetitas ni pullas, que se establecen entre Hughie, Leche Materna, Francés y Billy son profundos, forjados en el fuego del campo de batalla y en un conocimiento total de los camaradas de armas que se hacen extensibles a la Hembra de la Especie, un personaje patético en su concepción y terrible en su desarrollo pero por el que el lector no puede dejar de sentir una simpatía lastimera.



Como ven, podría estar soltando palique sobre la serie aún durante unos cuantos párrafos más, pero me contendré. La edición española está a dos tomos de alcanzar la conclusión de la serie, tremenda, redonda para el que les habla, y es tan buen momento como cualquier otro para subirse al barco y darse una vuelta por la Nueva York de The Boys -otra de las filias del guionista, que no pierde ocasión para poner en boca de sus personajes la grandiosidad de la capital urbanita del mundo-, conocer a un puñado de personajes tan excéntricos como divertidos y entrañables y embarcarse en una aventura con todas las de la ley que les llevará a lugares donde el género no se había permitido llegar antes. Sólo la sombra de Marshall Law, otra parodia del género proveniente de las islas británicas puede compararse a The Boys, y servir al mismo tiempo de preparación para lo que nos vamos a encontrar. Para finalizar, ahora sí, solo me cabe destacar el último aspecto que podría hacerles hincar el diente a esta serie, que no es otro que el excepcional trabajo desarrollado en el apartado gráfico por los dibujantes de la misma, comenzando por Darick Robertson, co-creador gráfico de la serie y de sus personajes, responsable del aspecto por ejemplo de un Simon Pegg -Spaced- convertido en personaje de tebeo, y de la mayoría de alocados diseños con que los personajes de toda la vida aparecen travestidos en sus reversos tenebrosos. Junto a él, e ilustrando ya sea números sueltos o alguna de las miniseries, encontramos a artistas de la talla de mi adorado Peter Snejbjerg, el grandísimo Carlos Ezquerra, o el siempre eficaz John McCrea. Mención especial merece el dibujante Russell Braun, que dibuja el tramo final de la colección y que realiza un trabajo tan bueno que hace que en algún momento lleguemos a desear que hubiese sido él y no otro el dibujante regular de The Boys. Señores, qué viaje... No me sean moñas y denle una oportunidad a The Boys...

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