Como ya avancé el otro día, en la galería de ilustraciones subastadas a beneficio de The Hero Initiative -que ha desatado una guerra fratricida entre sketch-busters a cuenta de la ilustración de los Bebés X- se encontraban dos autores que aparecerían por esta sección en breve. El primero de ellos es Chris Sprouse, dibujante con exactamente dos décadas de trabajo a sus espaldas, pues debutó en 1989 con una historia de Rey Químico. Trabajando para DC pasó a encargarse de la serie Legionarios, donde permanecería una larga etapa y donde ya captó la atención de muchos aficionados que quedamos prendados de la limpieza prístina de su trazo, de la claridad de su narrativa y de la belleza que otorgaba a sus personajes y paisajes. Más adelante realizaría la serie Supreme junto a Alan Moore ofreciendo una de las mejores visiones alternativas de lo que significa ser Superman. La sintonía entre guionista y dibujante fue lo suficientemente buena como para que ambos emprendieran otra serie juntos, Tom Strong, o las aventuras de un aventurero puro -en espíritu y en personalidad- en un mundo pulp de infinitas posibilidades. Algunos de sus últimos trabajos incluyen una colaboración en Ex Machina, Ocean junto a Warren Ellis, la serie Midnighter y El regreso de Bruce Wayne (con guión de Grant Morrison y de la que se ha anunciado que Sprouse se encargará del primer número).
Chris Sprouse era uno de los invitados a las pasadas Jornadas de Avilés, y una de mis principales prioridades. Los comics de Chris que pululan por mi casa se cuentan por decenas, y he sido un gran seguidor de su estilo desde hace muchos años. Se comprenderá la decepción que se fue apoderando de mí durante el transcurso de las Jornadas cuando se me hizo evidente que sería casi imposible conseguir un dibujo suyo, pues era uno de los autores más solicitados y casi nunca tenía un hueco factible en las improvisadas sesiones de firmas de las terrazas. Finalmente, el último día de nuestra estancia y prácticamente en el último momento, miss Sparks acudió a su sesión de firmas en la casa de la cultura y consiguió allí mismo este busto de Tesla Strong, la osada y dinámica hija del aventurero que más nos ha llegado al corazoncito friki en los últimos tiempos.
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