lunes, septiembre 05, 2011

Cuanto más cambian los lunes más siguen igual

Permitanme que parafrasee una de las frases favoritas del alma mater de este blog para dar la bienvenida a la nueva cara del mismo. Nueva plantilla, nueva cabecera, mismo espíritu y similares contenidos que espero poder seguir facturando mientras el cuerpo aguante. Lo cierto es que al dedicarle varias entradas a Carpenter y a Plissken he recuperado un ritmillo perdido hace bastante tiempo que podía haber aumentado si no hubiese dejado para los próximos días la galería de portadas de la serie Las crónicas de Snake Plissken, con lo que daré por zanjado por el momento la presencia directa de ambos sujetos en el blog, a menos que me den una sorpresa mayúscula alguno de ellos y estrenen nueva película el primero o nuevo material sobre el segundo. Espero que el nuevo aspecto no les resulte demasiado repelente y que la nueva distribución en dos columnas o el apartado de entradas relacionadas al pie de cada post les resulten lo suficientemente atractivos como para continuar rebuscando en este particular cajón de sastre que desde hace seis años les vengo preparando con la mayor de las ilusiones. Como uno aún anda un poco de resaca tras dedicarle al asunto unas cuantas horillas, varias pruebas y un par de fracasos, esta semana ya les aviso que servidor bajará un poco el ritmo, teniendo en cuenta además que hay unos cuantos asuntos que me traen de cabeza últimamente y de los cuales les hablaré en breve.

No hay mucha más novedad en el frente virtual que compartir, así que dejaré que sea un clásico personal -repetido, porque ya ha aparecido en otra ocasión por aquí- el que de la bienvenida a la semana con buenas vibraciones y mejor onda. Desde la banda sonora de Paul, entretenida película que ha sufrido el típico efecto de padecer una campaña de publicidad horrible y engañosa hasta el punto de que parece haber espantado más audiencia de la que ha atraído a los cines -efecto Zoolander podríamos decir, aunque sin llegar a los excelsos delirios de aquella-, nos llega esta versión acelerada de la canción Another girl, another planet, del grupo The Only Ones. Digo versión acelerada porque en un primer momento, dada la velocidad de la misma pensé que se trataba de la versión de Blink 182. Comenzar una película con esta canción y con el par de desopilantes escenas rodadas en la San Diego Comic Con son para mí dos elementos que ya me tienen completamente ganado. Si a eso le sumamos un par de chistes efectivos sobre La guerra de las galaxias, y una docena de referencias a la cultura popular contemporánea y a las películas sobre extraterrestres, pues uno ya tiene aseguradas casi dos horitas de buen rollo y diversión. Y con esto les ahorro la critiquilla de la película al mismo tiempo que se la recomiendo encarecidamente. Sean ustedes buenos, malos o regulares provengan del planeta que provengan, vuelvan cuando gusten, y recuerden tener mucho cuidado ahí fuera.



Comic cons, cosplay, Kaley Cuoco, nerds... No hace falta ser muy listo para saber por dónde van los tiros... ¡Me pido a Chewia!

Another girl, another planet
The Only Ones

I always flirt with death
I could kill, but I don't care about it
I can face your threats
Stand up tall and scream and shout about it

I think I'm on another world with you
I'm on another planet with you

You always get under my skin
I don't find it irritating
You always play to win
I don't need rehabilitating

Another girl, another planet
Another girl, another planet

Space travels in my blood
And there ain't nothing I can do about it
Long journeys wear me out
Oh God we won't live without it

Another girl is loving you now
Another planet, forever holding you down
Another planet

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