jueves, noviembre 07, 2013

El Clavo/Otro Clavo: Alan Davis y el Universo DC en todo su esplendor

Por culpa de un clavo la herradura se perdió,
por culpa de una herradura el caballo se perdió,
por culpa de un caballo el caballero se perdió,
por culpa de un caballero la batalla se perdió,
Por culpa de una batalla el reino se perdió.
Y así un reino se perdió... todo por culpa de un clavo.


El Clavo: Un mundo sin Superman

Una tranquila noche en Kansas, 20 años en el pasado. El matrimonio formado por Martha y Jonathan Kent se preparan para un paseo nocturno en coche cuando contemplan con fastidio la rueda pinchada de su furgoneta. Renunciando a su salida nocturna, en el cielo, sobre ellos, brilla con fuerza un cuerpo celeste proveniente de un extinto y lejano planeta, con el que ya no tendrán un crucial encuentro.

En el presente, el mundo está en un momento de cambio y convulsión. Las actividades super-heroicas se hallan en el punto del huracán mediático por las consecuencias de acciones como las llevadas a cabo por la Liga de la Justicia, en las que algunos de sus miembros acaban gravemente heridos -Green Arrow- o muertos -Hawkman-. La imagen entre la ciudadanía se deteriora todavía más cuando el periodista Perry White dirige una campaña de descrédito contra los miembros del grupo que pueden ser considerados ajenos a lo humano, alienígenas por su procedencia o condición, como es el caso de Wonder Woman, Aquaman o el Detective Marciano. Por contra, sus compañeros Green Lantern, Flash o Atom, humanos, sufren el acoso de una opinión pública que más que como héroes los percibe como peligros para la seguridad pública. Otro miembro de la JLA, Batman, abunda en esa mala imagen cuando una de sus incursiones en el manicomio Arkham, tomado por los reclusos dirigidos por un Joker más letal que nunca, finaliza con catastróficas consecuencias, dejando la imagen de Batman dañada y su psique y su moral completamente destruidas.


Poco a poco la campaña de White, apoyada desde la alcaldía de Metropolis por Lex Luthor, hace más irrespirable el ambiente para la comunidad super-heroica, a lo que contribuye una serie de misteriosos y letales ataques contra grupos como la Patrulla Condenada o los Outsiders. Los miembros de la JLA viajan a lo largo y ancho del planeta en busca de respuestas, Batman se hunde en la auto compasión y Lex Luthor finalmente da el paso definitivo, implantando una suerte de estado de sitio en el que los héroes serán perseguidos y encarcelados, todo ello garantizado por un cuerpo de robots conocido como los liberadores. Al borde de una crisis mundial de proporciones aterradoras la comunidad heroica deberá unirse, restañar sus heridas y alzarse contra el mal que les rodea, quizá contando con la ayuda de un amigo de otro mundo al que todavía no habían podido encontrar.


Otro Clavo: El Universo al borde del abismo

El milenario enfrentamiento entre los mundos de Apokolips y Nueva Genesis ha llegado a un punto sin retorno cuando Darkseid encuentra el arma definitiva con la que llevar a cabo sus planes de conquista y destrucción universales. Solo la intervención del Cuerpo de Linternas Verdes y el sacrificio de uno de los Nuevos Dioses es capaz de frenar la amenaza de Darkseid y su Bomba de la Condenación. Esos eventos, ocurridos durante la crisis de Lex Luthor en la Tierra, son referidos  a sus compañeros por Linterna Verde a modo de aviso. Los sucesos ocurridos a eones de distancia pueden llegar a amenazar a la Tierra y a la existencia entera en cualquier momento.


Un Superman que ha adoptado el papel de campeón de la humanidad y se ha unido a la JLA busca encontrar su lugar en un mundo que es completamente ajeno y diferente a todo lo que conocía. Mientras, sus compañeros investigan la presencia de sicarios de Apokolips en la Tierra y la extraña pérdida de energía que está sufriendo la batería central de poder en Oa. Batman y Batwoman, enzarzados en una atormentada e interminable lucha contra el crimen en Gotham se ven acosados por los demonios de su pasado, unos demonios que van cobrando una tangible y aterradora realidad. Para terminar de redondear la situación, Flash y Átomo cruzan accidentalmente la barrera entre universos y llegan a Tierra 3, donde llamaran la atención de su viciosa contrapartida, el Sindicato del Crimen de América. Finalmente los héroes serán capaces de descubrir la entidad que se esconde tras todas y cada una de esas amenazas, una entidad arcana y primigenia frente a la cual, quizá, ni todos los poderes reunidos del Universo puedan hacer nada.


Los Otros Mundos DC de Alan Davis

Con El Clavo y Otro Clavo nos encontramos con dos series limitadas en formato prestigio de tres números de extensión cada una de ellas, ambas englobadas en su momento en la línea Elseworlds de DC, en la que la editorial situaba todas aquellas historias alternativas que no tenían cabida en el universo DC tradicional al jugar con conceptos o personajes alterados ubicándolos en situaciones e historias nuevas. Esto permitía una gran libertad creativa a los autores de esa línea, que aunque con los años permitió la aparición de decenas de truños editados con el único y exclusivo interés crematístico, también facilitó que un reducido grupo de artistas colocaran a los héroes DC en sitaciones alocadas y extrañas que iban desde el terror a la fantasía o la ciencia ficción, ofreciendo obras de cierta enjundia, bastante por encima de la media. Sin ánimo de ser exhaustivo, y por citar algunas de esas obras, nos encontraríamos la fundacional Batman: Luz de Gas (y su secuela Amo del futuro) de Mike Mignola, Superman: Hijo Rojo (Millar y Johnson), la obra maestra absoluta que es Kingdom Come (Waid y Ross), Superman/Batman: Generaciones de John Byrne (que consta de tres series, dos de ellas absurda e inexplicablemente inéditas en nuestro país) o JSA: Los Archivos de la Libertad (Jolley y Harris). Lo cierto es que el hecho de que haya tanta historia alimenticia y tebeo olvidable sólo contribuye a una cosa, a que historias como El Clavo y Otro Clavo brillen todavía más y destaquen por encima del resto.


El artífice absoluto de ello no es otro que el dibujante británico Alan Davis, que ejerce en estas dos series de autor completo. Davis, que cuenta con una dilatada trayectoria profesional que comenzara  en Gran Bretaña en los primeros años 80 pronto llamó la atención del mercado americano. Sus primeros pasos allí fueron en la editorial DC, donde formó un fructífero equipo artístico con el guionista Mike W. Barr, con el que trabajaría en las series Batman y los Outsiders y en Detective Comics. Aunque su trayectoria profesional le llevaría a una larga etapa trabajando para Marvel en decenas de títulos, con joyas como Excalibur (junto a Chris Claremont) o ClanDestine (como autor completo), se nota que existe un cierto aprecio por esos primeros trabajos y los personajes con los que trabajó en DC. Llegado cierto momento de su carrera, Alan Davis se desvinculó de lo que vendría a ser el trabajo en series regulares y se dedicó a etapas cortas o a series limitadas como Killraven o Cuatro Fantásticos: El Fin. En esta coyuntura surge un proyecto como El Clavo, una serie limitada que fue editada en el año 1998, en la que ejerció como autor completo y en la que contaba con libertad absoluta para trabajar con personajes icónicos conocidos por el autor.


Lo primero que llama la atención de las series es el profundo conocimiento del Universo DC del que hace gala Davis. Además, deja de lado las tradicionales presentaciones o prólogos argumentales que tanto lastran este tipo de proyectos, y con tan solo dos páginas plantea el meollo argumental de la historia: ¿qué habría sucedido si los Kent, por culpa de un inoportuno pinchazo, no hubiesen descubierto la nave espacial en la que Kal-El llegó a la Tierra? A partir de ahí construye un relato in medias res en el que la JLA atraviesa un periodo de falta de confianza interna y recelo externo, con decenas de personajes en danza a los que el conocedor del UDC ubicará al instante pero a los que el lector casual entenderá en el contexto de su historia pero no les sacará todo el partido argumental al desconocer de donde provienen o el porqué de lo chocante de su situación o de sus acciones. El respeto y cariño por los personajes se aprecia especialmente en el trato a Batman y a la línea argumental que se extiende a lo largo de las dos miniseries en su enfrentamiento con el Joker y con los remordimientos por las pérdidas sufridas en su larga e interminable lucha contra el crimen.


A nivel argumental nos encontramos con dos planteamientos diferenciados pero coherentes. En El Clavo nos presenta a unos héroes carentes de un referente moral superior, de una piedra de toque  que permita ajustar el conjunto y centre su papel en el mundo. La amenaza en la sombra que mezcla los tejemanejes de la prensa y la política y la sorprendente mano oculta que orquesta todo el conjunto nos permite asistir a una historia de caída en desgracia y redención por parte de toda la comunidad heróica, con especial cuidado en mostrar un momento tan icónico como la revelación al mundo de la presencia del Último Hijo de Krypton. Por contra, Otro Clavo hace hincapié en la vertiente cósmica del UDC, con un largo prólogo ubicado en el universo del Cuarto Mundo creado por Jack Kirby, y especial atención a los personajes de Darkseid como némesis definitiva y Big Barda y Mr. Miracle como héroes de la función. No sólo ellos tendrán especial importancia en esta historia, sino que la presencia de los Nuevos Guardias y los Linternas Verdes será determinante para el devenir de la historia, así como la intervención de algunos héroes místicos de la editorial. Davis coge los juguetes con los que ya se había acostumbrado a trabajar y multiplica los cameos, las referencias, los juegos argumentales, para no dar descanso ni al lector casual que quiera leer un buen tebeo de pijamas ni al DC fan que busca y encuentra el sentido de aventura y maravilla tan a menudo difícil de encontrar en las series regulares y un tratamiento lleno de cariño y respeto para los personajes que ama.


A nivel gráfico poco podemos decir del trabajo de Alan Davis que no se haya dicho ya... pero lo vamos a intentar. Con influencias reconocidas de autores de la talla de Neal Adams, Gil Kane o Barry Smith, Alan Davis ha llegado a ser uno de los artistas más reconocibles e imitados -o copiados, según a quien le pregunten- del panorama actual. Con gusto por el dibujo de formas suaves y redondeadas, llenas de volumen, un claro sentido de la narrativa, siempre fluida y clara pero no ceñida a ataduras formales, el dibujante británico no pierde de vista el público al que van destinados sus comics, y el amplio espectro de edad que abarca. Concretamente en estos trabajos mantiene un nivel narrativo exquisito, y adopta una estructura casi capitular adaptada a la habitual división de las historias de la JLA en momentos autoconclusivos protagonizados por parejas o miembros en solitario. Cada uno de esos momentos es rematado por una espectacular splash page de acción, sin dejar de lado para los momentos finales de acción de algunas de esas páginas dobles ante las que un lector no puede hacer otra cosa más que quitarse el sombre, ponerse en pie y aplaudir.


¿Porqué les hablo hoy, a finales del 2013, de un tebeo que fue mi primera adquisición del Previews, allá por 1999, en una librería que lleva 13 años cerrada? Pues porque recientemente hemos podido ver en las estanterías de nuestras librerías la enésima última nueva edición de una obra que ha sido publicada ya por tercera vez en nuestro país. Entiéndanme, no me quejo de que se edite de nuevo El Clavo, un tebeo impresionante de obligada lectura para todos los aficionados al comic de super-heroes. Sí me quejo de que nos encontramos ante otra edición independiente tratando como si de una novedad se tratara a un tebeo que tiene ya tres lustros a sus espaldas y cuya continuación, publicada en el 2004, cuenta ya casi con una década. ECC ha jugado a repetir la tirada sin arriesgar lo más mínimo y sin pensar en el lector hispano que, quizá, habría agradecido un recopilatorio -no integral, ni ultimate, ni leches- simple y llano de las dos series, un Clavo/Otro Clavo por 20 euritos que habría sido regalo perfecto para estas navidades. Pero por qué hacer eso, cuando en breve aparecerá la segunda parte -siempre que esta venda lo suficiente-, y en un par de añitos nos espolsarán, entonces sí, el tomo doble en tapa dura a precio ajustado para el momento... Y esta es la triste historia del lector de DC en España, comprando los MISMOS comics en ediciones no tan DIFERENTES desde 1989... Y con 75 años de tebeos e historias a sus espaldas, eso acaba picando un poco... Para terminar. Los que no lo tienen o no lo han leído, pecado perdérselo. Para los que lo hayan disfrutado, o ya tengan alguna edición previa, pues aprovechen para releerlo, que sigue mereciendo muy mucho la pena. Y a ver si le dejan hacer a Mr. Davis esa tercera historia que tenía en mente, una especie de The Final Nail que cerraría la que a buen seguro sería una trilogía redonda.

4 comentarios:

Bruce dijo...

Yo tengo la edición USA de El clavo, pero Otro clavo no lo he leído. Me pongo a ello. Y también con Batman Amo del futuro.

Plissken dijo...

La de Amo del futuro está dibujada por Eduardo Barreto, no se me asuste cuando la consiga :D

Bruce dijo...

Ya la tengo. Creo que Otro clavo ya la había leído, aunque no lo recordaba. Ayer leí Incredible Hulk Vs Superman, del gran Steve Rude.

Plissken dijo...

La inmediatez de la tableta, un escándalo! :D

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