lunes, noviembre 03, 2008

Lunes terroríficamente muerto

Y no es para menos después de la tenebrosa noche de terror que padecimos el viernes en chez Sparks-Plissken, una auténtica invasión con lo más florido del terror de los setenta y ochenta, con ángeles y demonios y con la mismísima muerte oficiando como maestra de ceremonias. El pacto de confidencialidad sellado con sangre me impide mostrarles alguna de las más escabrosas y antinaturales escenas que acontecieron aquella noche en nuestro tétrico hogar, pero lo que si puedo mostrarles es alguna instantánea de cómo quedó todo tras sonar la sirena de Silent Hill que trasladó nuestra casa hasta el "otro lado".



Tan satánico evento es lo que ha motivado el silencio en el radar de los últimos días en este su espacio virtual amigo, que dejó en el tintero de la semana pasada el repaso a la segunda parte de Marvel Zombies. Esa pequeña reseña, cargada de sentimientos encontrados como sucediera con su primera parte, será cumplidamente recuperada durante los próximos días, junto con las habituales secciones dedicadas al arte original. Tengo un par de infames producciones en la recámara pero cada vez que intento escribir algo sobre ellas, las teclas del teclado se pudren inmediatamente, a pesar de lo cual no me gustaría dejar de compartir con ustedes las dos mayores gamberradas terroríficas que he visto en tiempo.

Espero que hayan disfrutado de la importada fiesta pagana y extranjera y que hayan honrado la castiza fiesta patria del día de todos los santos recordando a aquellos que nos dejaron prematuramente. Aunque como en tantas otras fiestas que nos obligan a impostar o a forzar unos sentimientos que debieramos mantener durante todo el año (y aquí pongan Enamorados, Padre, Madre, la idea es la misma) nunca está de más el dedicar unos momentos al recuerdo y al reencuentro a través de la memoria con nuestros seres queridos. Y como el fin de semana acabó resultando bastante tristón climatológicamente por estos lares, con el consiguiente plus de melancolía añadido, además de esa mezcolanza de tristeza por la pérdida y alegría por los recuerdos recuperados siquiera fugazmente, me permito sugerirles una canción de Pink Floyd que para mí ilustra a la perfección ese estado de ánimo tan particular. Sin más dilación, les dejo recordando días pasados, rogándoles como siempre que regresen cuando gusten o puedan. Y claro, cómo no, pidiéndoles por favor que tengan mucho cuidado ahí fuera.


Remember a day
Pink Floyd

Remember a day before today
A day when you were young.
Free to play alone with time
Evening never come.
Sing a song that can't be sung
Without the morning's kiss
Queen - you shall be it if you wish
Look for your king
Why can't we play today
Why can't we stay that way

Climb your favorite apple tree
Try to catch the sun
Hide from your little brother's gun
Dream yourself away
Why can't we reach the sun
Why can't we blow the years away
Blow away
Blow away
Remember
Remember

5 comentarios:

EduXavi dijo...

Uys, uys... habéis quedado terroríficamente monísimos los dos...

Pablo dijo...

¿Estás a dieta? Ten cuidado que te estás quedando en los huesos...

:-P

Plissken dijo...

Pues ya ven ustedes, y eso que en la fiesta estuvimos bien acompañados, pero los espectros, fantasmas y goblins no quisieron aparecer con nosotros ;D

Anónimo dijo...

Yo te doy permiso para usar mi imagen disfrazada ;)

Firmado: Jason "Pep" Voorhees y los Terrornautas

Plissken dijo...

A ver qué fotos encontramos por ahí, Pep Voorhes ;D

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