domingo, diciembre 21, 2008

Superman y la Legion de Super-Héroes: Regreso al futuro

Es un día como otro cualquiera en el Daily Planet. Clark es ignorado por todos sus compañeros excepto por Jimmy Olsen y el carácter pusilánime del periodista le hace acreedor de una reprimenda de su editor en jefe Perry White. De repente gritos en la calle alertan los sentidos de Clark, que raudo y veloz desaparece para dejar paso a su alter ego superheroico, y así Superman acude al rescate de los ciudadanos de Metropolis. Este comienzo que podría perfectamente ser una escena de Superman. La película o formar parte de cualquier comic del Hombre de Acero de los últimos... setenta años, supone el prometedor, clásico, nostálgico arranque de una nueva etapa en la colección de Action Comics que se augura realmente espectacular.


La amenaza que ha provocado el pánico en la ciudad es un robot Brainiac gigante, aunque la persona oculta tras el robot no es el Brainiac del presente, sino un descendiente del futuro, del siglo XXX para ser más exactos, que ha querido llamar la atención de Superman para despertar en él recuerdos largamente escondidos en la mente del Kryptoniano. Así, de repente, Kal El recuerda cómo, siendo él joven y viviendo en Smallville, recibió la visita de tres jóvenes que provenían del lejano futuro y que querían conocer al que con los años llegaría a ser el mayor héroe de la Tierra y la inspiración para todos los que desde entonces quisieron defender la justicia y el bien a lo largo de la galaxia. Relámpago, Cósmico y Saturn Girl invitaron al joven Clark a unirse al recién formado club de héroes del futuro conocido como Legion de Super-héroes y a viajar con ellos al siglo XXX para vivir allí divertidas y excitantes aventuras.


Este descubrimiento repentino y brutal de una parte de su pasado dormida en la memoria no es el menor de los problemas de Superman, ya que siguiendo las indicaciones de Brainiac 5 viaja en una esfera temporal al futuro que ahora sabe repleto de amigos y conocidos, aunque la realidad que le espera no es ni mucho menos la esperada. La Legion está ahora proscrita, el legado de Superman corrompido y el mantenimiento del orden está a cargo de la Liga de la Justicia de la Tierra, grupo formado por antiguos héroes que intentaron formar parte de la Legion de Super-Héroes y que tras ser rechazados se dedicaron a atesorar su rencor y su vergüenza y a fraguar un plan con el que desbancar a los legionarios como defensores de los Planetas Unidos y convertirlos en parias.


Perseguido por esa particular Liga de la Justicia, sin poderes a causa de una extraña alteración del sol terrestre, que ha dejado de ser una estrella amarilla y su radiación es ahora roja, y ayudado por los mejores amigos que uno pudiera o quisiera encontrar en el siglo XXX (los ya citados Relámpago, Saturn Girl y Cósmico, Coloso, Polar, Estrella del Alba, Fuego Salvaje, Sombra, Nocturna), Superman volverá a demostrar porqué es el mayor héroe de todos los tiempos y porqué su legado ha encontrado en los legionarios a los mejores albaceas.

Tras unos primeros escarceos coguionizando a Superman junto a Richard Donner, Geoff Johns asume la tarea de escribir en solitario Action Comics, y lo hace con una saga de debut espectacular, emotiva y que devuelve al Hombre de Acero a su mejor etapa de la Edad de Plata, repleta de conceptos divertidos y llenos de imaginación, todo ello matizado con un sano sentido de la épica y momentos de acción a la altura de los personajes. Con la Saga del Relámpago vista en la JLA y JSA y esta historia (publicada en los números 858 a 863 de Action Comics y en los números 16 a 18 de la serie española de Superman), Johns devuelve a la continuidad a la Legión de Super-héroes clásica, el concepto más perjudicado en su momento por las Crisis en Tierras Infinitas, y que aquí aparecen de nuevo tal y como los lectores de la editorial Zinco los conocimos y disfrutamos a finales de los años 80. Se obvían los dos reboots de Waid que dieron origen a dos Legiones completamente diferentes y se deja todo en el aire para un futuro proyecto que aclare este follón de continuidad en una colección especial de cinco números llamada Legion of Three Worlds que cuenta con guiones de Johns y dibujos del gran George Perez y que está actualmente en curso.


Tres Legiones. Un Superman. Geoff Johns. George Pérez. ¿Hace falta decir algo más?

Pero dejando de lado esas cuestiones farragosas de continuidades, reinicios y cambios provocados más por decisiones editoriales antes que creativas, tengo que reconocer que esta serie me ha tocado la fibra sensible de friki por montones de razones. Para empezar, resulta casi increíble el modo en que Johns devuelve al personaje a lo mejor de su esencia sin que traicione la evolución que ha sufrido con el paso de los años, escribiendo una suerte de Superman atemporal que recoge lo mejor de décadas de trabajo de decenas de guionistas, y lo sintetiza en una historia a la vez clásica e innovadora, que juega a la perfección con los elementos de la mitología de la Legion de Super-Héroes y les da la vuelta como le viene en gana. Que los villanos de la historia sean algunos de los repudiados en las famosas rondas de reclutamiento de la Legion es algo que ya se ha visto con anterioridad, pero en este caso se nos permite un vistazo algo más en profundidad a unos personajes para los que supone un deshonor y una vergënza ante sus conciudadanos el ser rechazados, y el diferente modo en que los repudiados pueden reaccionar ante tal situación.


Parodia realizada por Sergio Aragonés sobre las rondas de reclutamiento. Por un lado destacan los poderes ridículos de muchos de los aspirantes, y por otro los inflexibles y mordaces juicios de valor de los legionarios en un precedente bastante ajustado de Risto Mejide o Miqui Puig.

Así, por un lado el resentimiento da paso al odio y a la venganza personificada en la Liga de la Justicia de la Tierra, mientras que el respeto por la institución y las ansias de mejorar y de formar parte de la leyenda dan lugar a la Legion de Héroes Sustitutos, concepto descacharrante y un tanto esperpéntico del que han llegado incluso a salir presidentes de la Legion como Polar, con un carismático protagonismo en esta saga, que también permite un momento de épica gloria a los Sustitutos enfrentándose de forma casi suicida y con poderes que van de lo peculiar a lo ridículo a la letal Liga de la Justicia Terrestre. Los anillos de vuelo, la camaradería, el sentimiento de pertenencia a un cuerpo que vela por la galaxia, el legado imperecedero de Superman y la necesidad de tomar decisiones que pueden costar la vida a uno mismo o a los camaradas son tópicos que en manos de Johns se leen como si fuera la primera vez, y no hacen sino acrecentar las ganas que un servidor tiene de leer sus próximas historias -que según mi buen amigo y vecino Pep no hacen sino mejorar número a número-.


Dejor para el final la parte gráfica, que en esta ocasión resulta un lujo para el lector y un deleite para los sentidos. Gary Frank regresa a DC, editorial en la que inició una carrera siempre ascendente y repleta de éxitos, y lo hace por la puerta grande, dibujando al personaje icono de la casa y al super grupo definitivo. Para empezar, Frank estiliza al personaje y le coloca el rostro de Cristopher Reeve, otorgándole al personaje un aspecto a la vez reconocible y frágil, más humanizado que de costumbre. Por si fuera poco, en su etapa debut el dibujante debe rediseñar los uniformes y aspectos de todos los legionarios (personajes que no han aparecido como tales en el Universo DC desde ) y conferir un aspecto amenazador a los villanos de la serie y al mundo del futuro, un siglo XXX devastado y sombrío que debe resurgir de sus cenizas tras esta saga. Los personajes resultan majestuosos, la acción elegante y espectacular y las escenas de lucha dinámicas y muy bien narradas, a la altura de los pasados trabajos de Gary Frank, quien mes a mes demuestra porqué es un fan favourite y por qué es uno de los dibujantes contemporáneos a los que nunca le faltará trabajo. La expresión retorno a la grandeza se emplea muchas veces en un mundillo como este en el que cada mes hay tres megaeventos, dos crossover y un reboot, pero en este caso creo que su empleo está más que justificado. De la mano de Johns y Frank a los seguidores del Hombre de Acero nos esperan muy buenas historias y toneladas del mejor entretenimiento.

6 comentarios:

Jaime Sirvent dijo...

Caballero, magnífico post, no puedo estar más de acuerdo con usted. Gran historia esta del regreso de la Legión clásica con un Johns demostrando una vez más porque es el mejor guionista de superhéroes de la actualidad, y con un Gary Frank en estado de gracia, la he disfrutado enormemente.

Plissken dijo...

Y lo que queda, porque las sagas de Brainiac y de Nuevo Krypton no sólo parecen estar a la altura sino superar a este retorno de la Legión "de toda la vida". Qué grande es este hombre. ¡Un saludo, Jaime!

Osukaru dijo...

Johns es el actual Rey de los Pijamas!!. Jajajaja!!.

Ahora ya tengo el gusanillo de esta serie... cachis!!.

Un saludo!.

Plissken dijo...

Osukaru, por lo menos en DC, que en Marvel ese título se lo disputan mes a mes Brubaker y Bendis ;D

Pep dijo...

En un combate a muerte, Brubaker le gana a Bendis por KO en medio minuto... jejeje.

Que grandes Johns y Frank en Action.... ¡palotismo asegurado! ;)

Plissken dijo...

Pep, ya sabes que prefiero a cualquiera antes que Bendis, incluso a Scott Lobdell... Bueno quizá a él NO por muy bien que me caiga el hombre. La verdad es que donde ande un buen Brubaker que se quite el Bendis guay de "dejadme a mi que os voy a cambiar la retrocontinuidad de los ultimos cienes y cienes de años".

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