El señor Nale, Josi y Marsha son tres salmones que han decidido remontar el río juntos en busca de salmonas para fecundar y cumplir así con su ciclo natural. Unidos por esa quimera común que cada uno visualiza de forma muy distinta, los tres no pueden ser salmones más diferentes. Marsha es un jovenzuelo, inexperto y cándido que se asusta ante los peligros del camino y que no tiene claro lo de "fecundar" al cien por cien. Josi, el motor entusiasta de la empresa, es un mordaz y un tanto salidillo salmón maduro que busca una salmona atractiva con la que frotar sus aletas. Por su parte, el señor Nale es el cínico del grupo, pesimista y poco dado a mostrar sentimientos de amistad o cariño entiende el viaje casi como una obligación de su naturaleza.
El camino río arriba de esa peculiar y quimérica migración no estará exento de peligros. Saltos de agua abruptos difíciles de remontar u osos hambrientos serán algunos de los escollos que con voluntad, energía o suerte conseguirán superar antes de alcanzar su soñada meta, un manantial calmado y paradisíaco en el que cuatro salmonas esperan pacientemente a sus "hombres" para perpetuar la especie y darse una fiesta de padre y muy señor mío. Todo debería ir bien, pero los hombres nunca saben lo que quieren y cuando consiguen lo que habían anhelado durante tanto tiempo empiezan a surgir las dudas y las desazones en su ánimo. ¿Dije hombres? Perdón, obviamente me refería a nuestros salmones Josi, Marsha y Nale.
En su peculiar paraíso asalmonado los tres compañeros empezarán a sentir el azote del aburrimiento, del estancamiento o el peso que conlleva una relación, y un nuevo sueño de libertad se irá abriendo paso de forma difusa en sus mentes. Primero siguiendo las indicaciones de un traicionero sapo y luego los consejos de una suerte de barbo chamánico, los tres samones vivirán un viaje aún más largo y peligros por ríos, alcantarillas y océanos, conocerán a lucios sanguinarios, orcas asesinas, peces carcelarios de piscifactoria y pescados mutantes de ciudad y descubrirán, finalmente, que el océano era mucho más grande y hermoso de como habían imaginado y que lo que importa, como tantas veces decimos, no es tanto el destino como el trayecto y lo vivido hasta llegar a él.
Nadad libres es obra del autor canadiense -afincado en Francia- Sébastien Chrisostome, con la que consiguió ser seleccionado como obra revelación de los Esenciales 2009 del Salón de Angouleme. No se puede consolidar mejor un periplo artístico y profesional que de esta manera, con una obra personal llena de matices y de reflexiones sobre la vida contemporánea plasmada en forma de cartoon y protagonizada por animales muy humanos en el fondo. De hecho, Chrisostome parece haber encontrado en el género de los funny animals el modo perfecto para expresar historias que tienen poco de liviano, ligero o simplemente cómico, y ya prepara una nueva obra protagonizada por la última pareja de pájaros dodo.
En Nadad libres encontramos a un trío protagonista totalmente reconocible en cualquier discoteca de nuestras ciudades un sábado por la noche: el jovenzuelo inexperto e ilusionado porque todo es para él nuevo y excitante; el lanzado ligón cuyo horizonte vital se renueva semana tras semana y conquista tras conquista pero que no busca más ataduras que las coyunturales; y el cínico y amargado colega que ha vivido un par de desilusiones de más e intenta esconder tras una coraza de soledad buscada sus problemas e inseguridades. La búsqueda perpetua de unos objetivos que suelen ser inalcanzables y que van siendo sustituidos por otros todavía más lejanos y difíciles de realizar, la insatisfacción por la vida que se lleva en cada momento y que dista mucho de la imagen que nos habíamos hecho de ella, las influencias externas que nos mediatizan a seguir uno u otro camino, a conformarnos o a repudiar todo lo que hemos conseguido, y en suma, la cantidad de personas de diferente índole que influyen en nuestras vidas de forma totalmente aleatoria e impredecible y los sucesos que nos ocurren sin que tengamos el más mínimo control sobre ellos, son todos ellos temas que Chrisostome va desgranando en las páginas de este album cuya lectura amena, fresca y divertida no escatima momentos de reflexión, de amargura o de sorpresa para el lector.
Con la publicación de Nadad libres la editorial Likantro acerca al público español una obra que, sin ser una obra maestra, sí ofrece en cantidades industriales material literario para invitar a la reflexión sobre nuestra vida como salmones y el modo en que afrontamos las remontadas diarias en el trabajo, en el plano sentimental y en nuestra relación con el mundo que nos rodea. El album ha pasado en este caso una doble prueba de lectura, pues miss Sparks también quiso remontar el río y tanto ella como yo pasamos un rato de lo más ameno en compañía de Josi, Nale y Marsha, acompañándolos en su periplo de descubrimiento personal en compañía y en solitario y visitando lugares extraños y maravillosos a la vez. Este tebeo no os va a cambiar la vida, pero por un momento os aseguro que vais a pensar un poco más sobre el modo en que la afrontáis día a día. Y eso no es poco para un tebeo hoy día. Y si por el camino os echáis un par de sonrisas cómplices mejor que mejor.
3 comentarios:
Tiene muy buena pinta caballero, supe de su existencia gracias al señor Bruce, y la verdad es que pinta, muy, pero que muy bien, veremos si le podemos echar un vistazo. Un abrazo.
En una próxima quedada te lo acerco para que pase tu corte de calidad ;D ¡Un abrazo!
Muchas gracias hombre, otro.
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