miércoles, octubre 10, 2012

Community: Aquellos locos chalados y sus grupos de estudio

Jeff Winger (Joel McHale) es un joven abogado que lo tiene en la vida: un trabajo acomodado, un físico que le convierte en el centro de atención de cualquier fémina y un tren de vida como el que cree merecer. Desgraciadamente toda su vida se basa en una mentira que aparece a la luz de forma anónima en su bufete: Winger mintió y su título es falso. Para recuperar su identidad Jeff decide matricularse en una universidad comunitaria, y más concretamente la de Greendale, una auténtica casa de locos con limitaciones presupuestarias y la más estrafalaria comunidad de alumnos que uno pueda echarse a la cara. El lugar perfecto para que Jeff Winger encuentre a otros que, como él, buscan una nueva oportunidad en su vida.



Britta Perry (Gillian Jacobs) es una antigua anarquista que intenta esconder bajo una pose de modernidad y fortaleza todas sus carencias personales, lo que la llevará a estudiar psicología, quizá para tratarse ella misma en primer lugar. Abed Nadir (Danny Pudi) es un personaje obsesionado con el cine y la televisión como formas de afrontar la vida diaria y soslayar así síntomas que podrían acercarse a los del autismo. Capaz de convertirse en Batman, Alien o el Doctor Who, Abed encuentra más real su imaginación que la vida misma. Troy Barnes (Donald Glover) viene directamente del instituto, donde era el tipo más popular. Deportista de éxito, atractivo para las chicas, sabedor de ser un tío molón, Troy ha desarrollado una personalidad narcisista que le dificulta el acercamiento a otras personas como Annie Edison (Alison Brie), compañera de estudios con la que no cruzó una palabra durante años, obsesiva compulsiva, adicta al éxito académico y a las pastillas y obsesionada por sentirse bien consigo misma.



Destacando del resto en edad está Shirley Bennett (Yvette Nicole Brown), mujer divorciada, madre soltera, que busca encontrar en los estudios un nuevo sentido a su vida. Pierce Hawthorne (Chevy Chase), gerente y heredero de la empresa y fortuna de Toallitas Hawthorne es un insufrible ejemplo de prejuicios raciales, machistas, clasistas y sexuales que busca desesperadamente encajar en un grupo humano que le admire y acepte. Todos ellos coincidirán en la clase de castellano del señor Chang (Ken Jeong), un profesor irascible y extraño que hará la vida imposible a sus alumnos con sus invectivas e impertinencias. Para superar la asignatura con éxito se formará un peculiar grupo de estudio que se reunirá a diario en la biblioteca para estudiar y practicar la asignatura. Formado por Jeff, Brita, Abed, Troy, Annie, Shirley y Pierce, dicho grupo pronto establecerá unos lazos más allá del mero compañerismo y encontrarán en el resto la auténtica fortaleza para afrontar todos los problemas y superar todas las situaciones que se les presenten, desde apocalípticas partidas de paintball hasta bancarrotas momentáneas, brotes de epidemia zombi, secuestros en el interior de simuladores espaciales o pérdidas personales.


Pero hay muchos otros miembros de la comunidad universitaria de Greendale que merecerían ser destacados. Sin duda por encima de ellos estaría el Decano Craig Pelton (Jim Rash), un ser ambiguo y melancólico con tendencia a disfrazarse de forma extravagante y a tocar los pectorales de Jeff Winger, por el que siente una particular devoción. Entre el alumnado encontraríamos seres de la más diversa y estrafalaria calaña, como el malhumorado anciano Leonard (Richard Erdman), un eterno malhumorado con un blog dedicado a reseñar productos alimenticios; Patillas de estrella (Dino Stamatopoulos), camello y afable compañero al que nadie conoce por su nombre o Rich (Greg Cromer), un médico odiosamente atractivo y bueno en lo que hace que se convierte en el anti-Winger.


Community ha sido, hasta el momento, mi descubrimiento televisivo del verano, y la serie que me ha permitido tapar el hueco en mi parrilla de telecomedias particular hasta que BBT o CCAVM acumulen una nueva temporada para visionar del tirón. Hasta el momento, esta serie creada por Dan Harmon ha contado con tres temporadas, y ya se ha anunciado la grabación de una cuarta, con la mitad de capítulos, aunque al parecer se han ido posponiendo las fechas de grabación de la misma. No pinta demasiado bien para una serie que ofrece todos y cada uno de los ingredientes por los que convierto un show de televisión en parte de mi bagaje sentimental y cultural, al nivel de otros hitos ya suficientemente ponderados por aquí como fueron Spaced y The Office, componiendo con las anteriores una particular trilogía que vendría a establecer que la familia del siglo XXI estaría formada no sólo por familiares directos, sino por amigos, compañeros de trabajo y compañeros de estudio. Y dos cosas. a) Si no reconocen la cita, directamente están suspendidos. Y b) A partir de ahora trataré de explicar de manera más extensa qué quiero decir.


Al tratarse de una serie coral, resulta sumamente importante equilibrar el peso de sus protagonistas, repartiendo la carga cómica e interpretativa de cada capítulo entre todos y cada uno de ellos y procurando que cada cierto tiempo el argumento de un capítulo en concreto se centre en alguno de ellos. Partiendo de los clichés que describen a cada uno de los personajes la serie juega con los mismos y los hace evolucionar, los altera, o directamente los dinamita, como es el caso de la inicial atracción de Jeff por Britta que podría haber derivado en la típica fórmula romántica de una telecomedia pero que aquí además de proporcionar unos cuantos capítulos cómicos de altura permite que ambos personajes prosigan su andadura vital en la serie. Quizá sea Abed el protagonista fundamental en la sombra, no sólo por el peso que adquiere en la serie sino porque a través de él se transmiten una serie de referencias metalingüísticas en las que el personaje reflexiona sobre los eventos de la propia serie, comparándolas con otras series o películas o definiendo la fórmula empleada en el capítulo en cuestión.


A nivel formal nos encontramos con una serie ciertamente revolucionaria, ya que en pocas ocasiones, tratándose de una serie de imagen real, he visto algo como lo que ofrece Community. A lo largo de sus más de sesenta capítulos ha ofrecido temáticas de cine postapocalíptico, western, parodias cinematográficas (zombies, cine de animación navideño, cine de gángsters), documentales recreando acontecimientos significativos de Greendale, e incluso la mímesis de un videojuego de 8 bits con personajes modelados a imagen y bit de los protagonistass -olvido imperdonable que edito añadiendo el enlace al video que muestra la pantalla de inicio- y en todo momento logrando que cada uno de esos capítulos resultara no sólo convincente dentro del género elegido para narrar la historia sino coherente con el tono cómico y surrealista de la serie y con el modo de incrustar a los personajes en un documental, en un capítulo de muñecos de plastilina animados o en una parodia del cine de terror o de Uno de los nuestros.


Al final, vista en conjunto, y con un capítulo final de tercera temporada que bien podría suponer el final de la serie dando su particular momento de gloria y cierre a cada uno de los personajes principales de la misma, lo que logra Community es un triple objetivo. Por un lado establecer una comunicación cómplice con el espectador en base a las decenas de referencias que pueblan cada capítulo dedicadas a iconos del cine y la televisión, con especial cariño y fidelidad al mundillo friki y a los géneros de derribo -series b, z y subproductos incluso inferiores que acaban adquiriendo status de culto entre los aficionados-. Por otro divertir genuinamente, con unas situaciones cómicas que provocan desde la sonrisa incipiente a la carcajada sonora -y no me resisto a cerrar este post con mi gag favorito, que casi me hizo caerme del sofá mientras lo veía-. Y finalmente, establecer unos lazos de profunda empatía con unos personajes difíciles, cada uno de ellos con su tara emocional adquirida pero siempre buscando una solución, una salida o una atenuación de la misma, y encontrando en sus compañeros el bálsamo necesario para apaciguarla en muchas ocasiones.


Empezamos casi sin querer con la primera temporada y hemos ido descargando de manera agónica los seis últimos capítulos, emitidos de manera semanal, hasta disfrutar de una conclusión que, como debe ser, nos deja con ganas de más, a la espera de esa hipotética cuarta temporada o de una futura revisión. Yo, por si acaso, atesoro en mi disco duro los cuatro o cinco capítulos que espero revisar un par de veces más en breve. Y es que créanme que esta serie lo merece. Y ahora sí, les dejo con el gag acerca de lo más peligroso que uno se puede encontrar en medio de un brote zombi...


3 comentarios:

Rogue Leader dijo...

Excelente entrada, yo apenas descubri community hace unos meses, la termine de ver y la ame, es el tipo de serie que puedes ver una y mil veces y encontrarle detalles y chistes que a la primera no los habias captado. Yo senti que la serie era algo especial pasando de la primera temporada, me alegra que alguien mas la haya comparado con Spaced (otra genial serie) yo lo pense tambien.

P.D. Excelente blog, ojala podamos compartir enlaces.

Saludos!

Plissken dijo...

Muchas gracias por sus amables palabras, Rogue Leader, fan de Star Trek eh? ;D Me alegro que la comparación con esa enorme serie friki que es Spaced no sea sólo una loca idea mía... Tengo una curiosidad, Spaced se llegó a doblar al otro lado del charco? Aquí no llegó ni a emitirse. Un saludo y seguimos leyéndonos!

Rogue Leader dijo...

Por aca tengo entendido que tampoco transmitieron Spaced, ni siquiera sse edito en DVD, yo supe de la serie por Shaun Of The Dead y cuando la vi no me arrepentí.

Saludos!

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