miércoles, noviembre 30, 2005

Será una POM, será un truño... ¡No, será Superman!



Viajarás lejos, mi pequeño Kal-El. Pero nunca te abandonaremos... ni siquiera cuando afrontemos nuestra muerte... La riqueza de nuestras vidas será tuya. Todo lo que tengo, todo lo que he aprendido, todo lo que siento... Todo esto y más... Éste es mi legado, hijo mío. Me llevarás
contigo todos los días de tu vida. Harás de mi fuerza la tuya, y verás mi vida a través de tus ojos, así como tu vida será vista por los míos. El hijo se convierte en padre, y el padre... en hijo. Esto es todo lo que puedo darte, Kal-El.

Vive como uno de ellos, para descubrir dónde tu fuerza y tu poder son más necesarios. Guarda siempre en tu corazón el orgullo de tu herencia. Pueden ser un gran pueblo, Kal-El, desean serlo. Sólo carecen de una luz que les muestre el camino. Por esta razón entre todas, por su capacidad para el bien, les he enviado a ti... mi único hijo.
JOR-EL

Hay algo que sé seguro, hijo. Y es que tú estás aquí por alguna razón. No sé cual es exactamente, pero estoy seguro de esto: que no estás aquí para marcar goles.
JONATHAN KENT
Con todo lo que puedo hacer, con todos mis poderes... Y no he sido capaz de salvarle...
CLARK KENT

Este verano, la mejor película de superhéroes de todos los tiempos para este humilde servidor (y
con permiso de X2, la primera hora de Spiderman y Batman Begins) sufrirá la dura prueba de medirse con lo que se vaticina como un clásico instantáneo. Un director cuya calidad es incuestionable, un reparto ajustado y una producción meticulosa y muy cuidada pueden regalarnos este veranito una auténtica joya (o un truño de cuidado, que de desilusiones está llena la cartelera). Visto el trailer en pantalla grande, con el sonido a toda pastilla, con esas evocadoras imágenes, esa música de Williams que nos devuelve a la infancia, y esos parlamentos paternos (que a mí personalmente tanto me gustaron en su día y me siguen emocionando cada vez que reviso el dvd de Superman) que confieren a Kal/Clark un tinte mesiánico... La piel de gallina, un nudo en la garganta, unas ganas de ver la peli que no me aguanto. Este veranito podremos disfrutarla cumplidamente (curiosamente por esas fechas se estrenará X-Men 3, franquicia levantada por Brian Singer y que éste abandonó para dirigir el proyecto de Superman Returns tras la marcha de Brett Rattner, que ha acabado firmando X3. Caprichos del destino). Hasta entonces, os dejo la imagen del trailer que me puso la carne de gallinacea griposa.

martes, noviembre 29, 2005

La edad del pavo del mago

Este fin de semana fuimos a ver Harry Potter y el Cáliz de Fuego, la cuarta peripecia fílmica de ese plagio del Tim Hunter creado por Neil Gaiman para sus Books of Magic y que está llenando de euros crujientes los bolsillos de J. K. Rowling. En el fondo lo que siento es envidia. En el fondo lo que siento es ansia de emulación.
Pero vayamos al sunto. Esta película (digo película porque aún no me he puesto con los libros, uno tiene una reserva de tiempo muy limitada y debe ser muy selectivo con lo que puede leer, aunque los tengo en la eterna recámara de los-leeré-en-cacaciones-o-cuando-me-toque-la-loteria) es más de lo mismo. A aquellos que disfrutaron con las tres previas poco hay que decirles. Los protagonistas han crecido, hay nuevos profesores y una nueva-pero-vieja oscura y ominosa amenaza se cierne sobre este Harry Potter sin espinillas pero en plena edad del pavo, que se enamora, sufre por desamor, se pelea con sus colegas, sufre de ostracismo e incomprensión por parte de compañeros y profesores... Del manual de estilo de Peter Parker/Spiderman, oigan. Hay dragones, sirenas, pulpillos monstruosos, un laberinto con doppelgangers como si del capítulo final de Twin Peaks se tratara... En fin, que pese a durar 150 minutazos, los fans de la saga disfrutarán de lo lindo. Los que no... pues sacarán punta a todo o casi todo. Que si Harry es un moñas incapaz de acercarse a la mujer que adora en silencio, que si Ron es un capullín integral, rencoroso y comido por la envidia, que si Hermione es un poco zorrupia y pierde la cabeza por el primer búlgaro cachas que se le pone a tiro. Como digo siempre, para gustos los colores, y cada cual tiene su opinión.
La mía. Que esta cuarta entrega viene a ser El imperio Contraataca de Harry Potter, por su temática algo más adulta y enfocada a una trama donde ya no prima tanto ver un partido de quidditch de 15 minutos, sino ofrecer una visión más amplia de Hogwarths y de sus habitantes. Se presta poca atención a los profesores ya conocidos para presentar a otros nuevos, se profundiza en algunos alumnos, como los hermanos de Ron o el herborista, y se nos dan a conocer detalles del background de ese mundillo de magos burocratizados (con sus ministerios, juzgados y prisiones) y mortífagos malévolos y taimados... Se nota la mano del director británico Mike Newell en esa narración que huye de la espectacularidad fácil (sin que ésta esté ausente: las tres pruebas están rodadas con ritmo y claridad, y la confrontación final resulta de una sobriedad emotiva e intensa) para contar con buen pulso la historia, cuyo máximo aliciente es sentar las bases de lo que vendrá. John Williams ofrece lo mismo de siempre en él, que es una partitura reconocible para la serie pero con los temas incidentales muy bien conseguidos e integrados con lo que estamos viendo. Los actores están bien en general, aunque Ron tenga esa cara de eterno compungido que dan ganas de darle un guantazo y Hermione suspira demasiado y pone cara de alelada (que no es lo mismo que enamorada, ojo). Harry es zarandeado de aquí para allá a lo largo de todo el metraje, así que su aspecto de empanado-decidido-cuando-hace-falta-pero-atribulado (que ni a posta queda más Peter Parker, señores, ¿seguro que Flash Thompson no es el coleguita de Malfoy?) viene que ni pintado para el papel. Me da un poco de miedo el futuro fílmico de la saga, ya que no sé cómo le sentará un cambio general en el terceto protagonista. O ruedan tres películas seguidas o éstos no pasan por quinceañeros ni con la audiencia ebria de whisky de malta. Entre las nuevas incorporaciones cabe resaltar a las srtas DelaCoeur y sus compañeras, y al siempre espléndido Brendan Gleeson, sobreactuando a placer, registro en el que se encuentra muy a gusto, y que aquí interpreta a Alistair Moody, un muy peculiar caza-mortífagos.
Mención aparte para mí merece el epílogo de la película. Resuelta momentáneamente la situación todo queda en un impass, en una situación que deberá ser resuelta en venideras entregas, y donde ya se van perfilando claramente los jugadores que militarán en cada bando a la hora del enfrentamiento final. Y con ese panorama de fondo, Dumbledore le dice a Harry algo así: "Se acercan tiempos difíciles. Pronto todos tendremos que elegir entre lo que es correcto y lo que es fácil. Pero no tengas miedo, porque no estarás sólo. Siempre podrás contar con tus amigos".
Y eso en verdad es algo maravilloso.

lunes, noviembre 28, 2005

Somos libres aunque hoy sea... lunes

Siguiendo con lo que ha sido semanita temática Rob Zombie (prolongada en mis compras comiqueras con el recopilatorio El Clavo, editado por Norma, del cual prometo reseña), por pura casualidad y sin premeditación ninguna, aquí os dejo esta perla. El mejor rock sureño para empezar una semana que laboralmente se presenta corta, ya que solo trabajaré hasta el miércoles, pero intensa, pues el fin de semana que viene estaremos frikeando de lo lindo por Madrid. Y nada mejor para empezar la semana que una canción como esta, similar en estructura a ese gran clásico que es Stairway to heaven. Empezamos despertándonos perezosa, lánguidamente, hacemos un acopio pausado de energía en forma de rápido desayunos y ¡ZAS!... Cogemos una escopeta y a reventar cabezas desde el reloj de la torre... Estooo, era broma. En serio. Lo juro por Rob Zombie.


Free bird
Lynard Skynard

If I leave here tomorrow
Would you still remember me?
For I must be travelling on, now,
'Cause there's too many places I've got to see.
But, if I stayed here with you, girl,
Things just couldn't be the same.
'Cause I'm as free as a bird now,
And this bird you can not change.
Lord knows, I can't change.


Bye, bye, its been a sweet love.
Though this feeling I can't change.
But please don't take it badly,
'Cause Lord knows I'm to blame.
But, if I stayed here with you girl,
Things just couldn't be the same.
Cause I'm as free as a bird now,
And this bird you'll never change.
And this bird you can not change.
Lord knows, I can't change.
Lord help me, I can't change.

P.D. Por cierto os dejo el enlace a una página que busca canciones en audioblogs de la peña: http://www.radioblogclub.com/. Tiene mucha variedad y encuentra auténticas joyas. Un hallazgo internetero de mi amiga Miriam, la Miri (¡Gracias!). Así podréis escuchar las cancioncillas que vaya poniendo. Por cierto, que acepto peticiones, jeje, así me ahorro calentarme mucho la cabeza. Diossss qué vago soy!

domingo, noviembre 27, 2005

Querido Steve:

Como se acerca la navidad y vas a estar por aquí la semana que viene, me gustaría que tuvieras la amabilidad de dedicarme un sketch. Me encanta tu trabajo, y atesoro esos gloriosos tomos con los 16 números de Nexus que allá a finales de los 80 se publicaron en nuestro país. Un Horatio Hellpop, un Superman, un Thor... Con que estén la décima parte de bien dibujados que estas commissions que muestras en tu página web (http://www.steverude.com/live/) ya me daría yo con un canto en los dientes.Muchas gracias, Steve, por tu atención.
Atentamente, un fan paranóico concienciándose acerca de la posibilidad de no obtener dibujo de uno de sus artistas favoritos...
























sábado, noviembre 26, 2005

Wax on... wax off. Wax on... wax off... Wax off.


Bueno, allá se va otro pedazo de infancia. El bueno del señor Miyagi nos ha dejado. La personificación de la serenidad oriental y la paciente sabiduría que nos enseñó a todos que dar cera, pulir cera podía llegar a ser la mejor defensa en un combate de karate. Pese a que desarrolló una prolífica carrera tanto en cine como en televisión, Noriyuki “Pat” Morita permanecerá en la memoria de todos nosotros como ese canoso vecino que decidió ayudar al muchacho desvalido y marginado Daniel LaRusso a valerse por sí mismo, a hacerse respetar y a enamorar a Elizabeth Sue. Siendo como es una peli ochentera, y sin haberla visto entera hace muuuuucho tiempo, siempre que emiten Karate Kid procuro remolonear por ahí y dejar los últimos 20 minutos. Sigo emocionándome con la definición que Miyagi hace de la esencia del karate, sufriendo cada vez que golpean la rodilla de LaRusso, asombrándome de la determinación y fuerza que puede irradiar un actor dando sencillamente una fuerte palmada y frotando con fuerza las manos, y emocionándome aún más con esa patada final... ese semblante impertérrito de Miyagi que aún así expresa todo el alivio y la alegría interior de haber visto triunfar a su pupilo ante toda adversidad. No te preocupes, Kesuke Miyagi, te recordaremos siempre por tu verdadero nombre, Noriyuki Pat Morita...

jueves, noviembre 24, 2005

Y el infierno les seguía...

Soy el diablo y hago las obras del diablo.
Otis
Hace un par de años a Rob Zombie le entró el gusanillo de esto del cine, más allá de participar en la elaboración de sus videoclips o de prestar sus canciones para ost's, generalmente del género terrorífico. Con un presupuesto exiguo, un reparto de secundarios veteranos y su señora (espectacular señora todo hay que decirlo) el buen hombre se embarcó en el rodaje de La casa de los 1.000 cadáveres. En este film malsano, con una estética que iba de lo pútrido a lo infernal y una historia que seguía casi paso a paso la del clásico La matanza de Texas, asistíamos a las andanzas psicóticas y asesinas del clan Firefly (Abuelo, Ma, Baby, Otis, Rufus y Tiny) y al acecha-y-mata a cuatro desgraciados que tenían la mala fortuna de salir de un museo de criminales freaks para acabar en la casa del peor de todos ellos (el Doctor Satán) y su familia. La película se convirtió casi casi en un film de culto instantáneamente. Muy ecléctica visualmente, con diferentes texturas y formatos de grabación, un montaje demencial y una personalidad estética muy definida, la de su alma mater, la peli me causó una honda impresión.

Ahora, con el mismo director y reparto principal, Bill Moseley y Sheri Moon, y la ausencia de Karen Black, reemplazada como matrona del clan por Leslie Easterbrook, nos llega la continuación directa de aquella película, Los renegados del diablo (The devil's rejects). La historia sigue directamente de la anterior peripecia fílmica: la policía llega a la casa de los mil cadáveres dirigida por el sheriff Wydell (William Forsythe), hermano de una de las víctimas que reposa en la granja-cementerio. Tras un violento tiroteo varios miembros de la familia escapan, se reúnen con su papi querido, el payaso conocido como Capitán Spaulding (Sid Haig) y emprenden una huida desesperada en busca de un lugar donde hallar refugio y algo de paz, siempre con Widdell pisándoles los talones. El hecho de que sean psicópatas peligrosos y que no dejen de humillar y matar a aquellos que se cruzan en su camino no impide que, llegado cierto momento del metraje, se les cobre cierta simpatía a los Firefly.


El tono de road-movie que impregna la cinta se ve salpicado por toques de gore en algunos momentos, como la escena desarrollada en el motel de carretera o el pre-clímax. Rob Zombie no pretendía rodar otra película de terror. Su intención, más bien, era la de plantear un estudio fílmico de la violencia y la locura, de la ambigüedad moral que subyace en el interior de todos nosotros, en la bestia interior que a veces surge incontrolable. El otro gran objetivo temático de la cinta sería reflejar esos lazos familiares, abolutamente atípicos y disfuncionales, entre los miembros de la familia, que tras cometer una serie de asesinatos macabros es capaz de disfrutar de un helado de tutti-putti-frutti mientras conducen, charlan, ríen y escuchan música... Lejos de retratarlos como animales, Rob Zombie nos ofrece unos personajes muy ambiguos, repulsivos y atractivos a partes iguales. Siguiendo el manual de estilo del mejor Peckinpah y sus retratos de personajes que mantenían una existencia peculiar al margen de todo lo establecido como "normal" por la sociedad, outsiders descastados que formaban sólidos vínculos entre ellos, el film tiene puntos en común con obras maestras como Grupo Salvaje o Pat Garrett & Billy the Kid, la búsqueda de ese lugar donde poder descansar, donde sentirse a salvo. Curiosamente un burdel; más peckinphiano imposible. Así, Zombie ralentiza la imagen, desincroniza el sonido, congela planos al ritmo de la banda sonora y realiza un montaje ejemplar, nada confuso. Si en La casa... demostraba que era capaz de manejarse con un ecléctico material visual (como el mejor Oliver Stone de Asesinos Natos, película con la que esta comparte mucho del espíritu) aquí emplea tres formatos principalmente: el televisivo de los noticiarios, el cinematográfico convencional y metraje en 16 mm para las películas "familiares" del clan.

Modélica, ejemplar y espectacular resulta la secuencia final, donde emplea todos los mencionados recursos (ralentís, planos congelados) para ofrecer un fin de fiesta grandioso apoyado por la magnífica "Free Bird" de Lynard Skynard, rock sureño para una película que destila rock'n'roll y supura aires sureños por los cuatro costados, y que reivindica al tiempo, el espíritu libre de unos personajes que sólo saben vivir de una manera (en fin, no muy edificante: secuestrando, violando y matando). Uno no puede menos que recordar esa famosa fabulilla del escorpión que cruza el río a lomo de un pato... Está en la naturaleza de cada cual ser como se es. Al igual que la canción, la secuencia empieza suave, lenta y acaba furiosa, frenética, violenta. Si la película me estaba gustando, debo decir que para mí quedó engrandecida hasta lo indecible por ESE final. EL FINAL, ya que yo no le habría dado otro (claro que para gustos, los colores...). Casi casi bailando estaba yo en la sala (la primera peli que vemos sin que haya nadie más en el cine, por cierto, con lo que pudimos disfrutarla sin moscones molestos) del frenesí y los nervios que tenía. Prácticamente desde el final de la ya citada Asesinos Natos no había visto un ambiente tan intenso, frenético y violento y que fuera a la vez tan amoral y subversivo como contagioso (siempre figuradamente hablando, ojo, ni Leti ni yo tenemos intención de iniciar una carrera como Psycho-killers).



Otro aspecto destacable del film es el homenaje al espíritu transgresor, nihilista y rebelde de los 70, plasmado no sólo en la ambientación del film (peinados, coches, programas de televisión) sino en la recuperación de actores que intervinieron en películas míticas del género. Michael Berryman (el Pluto de Las Colinas tienen ojos), P.J. Soles (Halloween, Carrie) o Ken Foree (Dawn of the dead, Resonator), cuyo personaje se apellida Altamont, como el concierto de los Stones en que un espectador fue asesinado a golpes por los ángeles del infierno en los compases iniciales de Simpathy for the devil... Sid Haig tiene una prolífica carrera como secundario en sexplotaitions (Savage Sisters, Woman hunt) y blaxplotaitions (Coffy, Foxy Brown) y Bill Moseley intervino en la secuela de La matanza de Texas dirigida por Tobe Hopper. Mucho freak y mucha vieja gloria para un tributo a ese cine de sesión golfa y pase de madrugada que es el que en mayor o menor medida hemos mamado todos un poco.

En suma, una película macarra y gamberra que recoge todo el espíritu de lo que debiera ser el mejor cine de serie B: tiros, sangre, asesinos, zorras y rock'n'roll. Ojalá hicieran más películas como esta.

miércoles, noviembre 23, 2005

Baby, Baby

Tú sí que sabes, amigo Rob Zombie. Buena actriz, sensual, perversa y capaz de poner nervioso hasta al más... muerto. Ehem. Con todos vosotros, Sheri Moon Zombie. Esto sirve de avance para el post que colgaré en breve, para ir abriendo boca como si dijésemos. Por cierto, el que pueda que busque la canción Free bird de Lynard Skynard, ya que será la banda sonora oficiosa con la que leer la reseña que estoy terminando.

domingo, noviembre 20, 2005

Sí, amigos, otro lunes más

Hay mañanitas de esas que invitan a quedarse en casa. Hace frío, las calles aún no están puestas del todo, el humor varía de borrascoso a huracanado y no hay más narices que levantarse para ir a currar. Porque como te pagan un sueldo miserable a fin de mes, los que te contratan adquieren sobre ti un extraño poder, las famosas "obligaciones contractuales". Me pregunto si Ronaldinho, o Raúl o Bono de U2 tendrán mañanitas como estas, y estoy seguro que sí, porque son personas humanas como el resto... Pero seguro que son mucho menos frecuentes que las del común de los mortales. Para empezar esta semana una canción del mejor rock'n'roll, cañera, intensa, llena de furia, melodía y una buena letra. Energética y vital, para ver si podemos aguantar la semanita como Dikk manda. Ojalá vendieran en las farmacias algo así como "spray vigorizante energético UBIK: para las necesidades de la vida moderna". A cambio tenemos eso de UBIK te da aaaaaalasss, pero sin Ubik. En fin... Toy loco, toy loco, quién ha dicho eso?, has sido tú, virrey morcillo? Resumiendo, buena semana.


Dogday Mornings
Hellacopters


Past morning and I raise my head
Won´t turn on the lights won´t get out of bed
Phone bugs me baby you´re not here
I wish I didn´t wake up

How I wish today was yesterdays news
In my head I can´t get no trus
Friends seem like foes - creeps on the street
They´re always here ti greet me

Dogday mornings
I open my eyes and they meet me
Dogday mornings always there to greet me

Been so long since the good times rolled
Police, thieves, hookers all outta control
Some get looked up some just gotta go
News days are-a-rising
But I dont wanna know

Past sunrise and the drink´s gone sour
Wanna turn time back to the midnight hour
In my dreams you´re always here with me
But they always wake me up to greet me

Sketch-Busters (IX): Mark Buckingham I

Mark Buckingham, tan británico como su apellido, es un dibujante que comenzó entintando comics para la linea Vertigo (Hellblazer, Sandman), luego siguió entintando a Chris Bachalo (Shade, The changing man, Death: High cost of living, Generation X, Ghost Rider 2099) y finalmente se ha labrado una sólida carrera en solitario dibujando ya como autor completo una larga etapa en Spiderman ilustrando los guiones de Paul Jenkins o asumiendo dicha labor en la fabulosa y faérica Fables. De trato amable, siempre sonriente y atento, es una gozada asistir a una sesión de firmas de este hombre, que tiene un dibujo para todo aquel que se lo solicita, siempre y cuando los organizadores de un evento tengan la sensibilidad suficiente de esperar sólo cinco minutos a que él último de una cola pueda recibir el dibujo por el que ha esperado paciente y educadamente un par de horitas... En fin, de todo hay en la viña de Dikk... Fue el año pasado en Unicomic, Alicante, donde le "enganchamos" por segunda vez (el segundo día, que el primero, pese a hacer cola, nos quedamos a las puertas), y la verdad es que el señor se esmeró. Mi petición fue la de un personaje icónico para mí, Jack Knight, Starman, protagonista de uno de los comics más intensos y emotivos que he tenido la suerte de disfrutar... Y que aquí en España sólo ha visto publicados los 10 primeros números de los 80 que consta la colección. Aprovecho para recordar que con motivo de Expocomic se publicará un nuevo tomo de Starman. No os lo perdáis...

jueves, noviembre 17, 2005

Las aventuras clasificadas de la Chica Poder

Todos sabemos que DC está meneando de lo lindo su universo superheróico en los últimos tiempos, y que uno de los máximes artífices de ese movimiento editorial es el amigo Geoff Johns, competente y eficaz escritor que puede llevar varias colecciones simultáneamente manteniendo la calidad de todas ellas (JSA, Titans, Flash) y a la vez tener la vista puesta en sucesos diseminados aquí y allá que acabarían desembocando en la celebración del 20 aniversario de Crisis en Tierras Infinitas... ¡con unas nuevas Crisis Infinitas! La monda.
Los movimientos de promoción en DC han sido brutales: DC Countdown, un especial de lujo por contenido y autores se lanzó por un dolar, cuatro series limitadas que marcaron la cuenta atrás mes a mes hacia el mega evento... Todos los aspectos de la editorial se verían afectados: los elementos cósmicos, mágicos, superheróicos e incluso los villanos...
No me gustaría caer en la tentación de spoilear aquellas cositas que me han spoileado a mí (y que yo, malvadamente, le voy dejando caer a mi compi-friki-amiguete Fran)... o que he sido tan tonto de averiguar por esas páginas de la red que tanto abundan últimamente (con decenas de blogs como este, pero mejor informados y más actualizados que yo, jeje). Dentro de dos añitos todos podremos disfrutar de esos comics en castellano, aunque yo no me he podido contener y los estoy siguiendo casi todos via Previews ya sea como colección regular o en paperbacks.

El caso es que tenía por casa los cuatro primeros números de la JSA Classified, una especie de colección antológica con equipos rotativos sobre personajes relacionados con la Justice Society of America. El primer arco se centra en Power Girl (el 2º estará dedicado a la Sociedad de la Injusticia) y tiene la finalidad de darnos a conocer un poco más allá de la "pechonalidad" evidente a este personaje, que a fuerza de cambios de continuidad ha ido quedando en un mero cliché de chica increíblemente sexy y poderosa con malas pulgas (tanto, que en la etapa de la JLE adoptó como mascota a un gato que habría podido serlo perfectamente de Lobo).
Originariamente prima del primer Superman, el de Tierra 2, y miembro de la JSA pre-crisis, el personaje sufrió un desafortunado intento de "revisión" a manos de Paul Kupperberg, que convirtió al personaje en nieta de Arión, supremo hechicero de Atlantis, que la mandó 45.000 años al futuro para evitar que fuera poseída por su malvado hermano (tío de la chiquilla). De culebrón. En la nueva continuidad Superman descubriría la nave de la muchacha, y la dejaría al cuidado de la JSA. A partir de ahí una errática trayectoria del personaje la llevaría a formar parte de la JLE, JLA, a quedar embarazada místicamente siguiendo un plan de Arion para derrotar la amenaza de Scarabus (??!!), de aliarse a los Siete Soberanos de Claremont... Tumbos y más tumbos.
Últimamente parece haber encontrado cierta estabilidad en la colección de la JSA, donde entró sustituyendo a Canario Negro en el número 31 (y vamos por el ochenta y pico...). Siendo uno de los miembros más poderosos de la familia en que se ha convertido esta nueva encarnación de la JSA, Johns había ido dejando caer algún detalle sobre el personaje, como la naturaleza no-mística de sus poderes o la vulnerabilidad de una Karen Starr oculta bajo la capa de agresividad y fuerza que envuelve a su personaje. Y en este arco argumental se ahonda en esa exploración del personaje. Por un lado tenemos el modo en que la ven los hombres, que siempre acaban dirigiendo la mirada hacia el mismo sitio, ejem. Esto da pie a momentos muy divertidos con un muchacho al que rescata y con Jimmy Olsen. Por otro lado conocemos algo más de su relación con otras heroínas como la Cazadora, a la que quiere confiar sus problemas o como la nueva Supergirl, de la que siente celos por su auténtico parentesco con Superman. Sin revelar NADA que pueda constituir spoiler, a lo largo de los tres primeros números, Power Girl sufre desconcertantes y repentinos ataques de su tío, el hechizero atlante Garn Daanuth, de la Legion de Super-Héroes, del Sindicato del Crimen... Todos ellos posibles orígenes, de otros tantos mundos/tiempos alternativos de los que Kara/Karen podría proceder y a los que se ha visto vinculada de una u otra forma a lo largo de los años.
No diré quién es el villano en la sombra que orquesta el asunto, ni los motivos, ni las consecuencias. Sólo diré que todo conduce al descubrimiento por parte del personaje de una realidad que resulta ajena a todos los héroes post-crisis y que todo parece formar parte de un entramado mucho mayor que conducirá a las Crisis, las nuevas.
Resulta curioso el hecho de que haya contado con una publicidad y una promoción menor que series como Rann/Thanagar, por ejemplo, que si bien es una excelente miniserie de aventuras espaciales, con un buen guión y un mejor dibujo, su relación con Infinity Crisis es por lo menos lejana, cuando no tangencial, mientras que en estos cuatro números de JSA Classified, sin ruido, sin levantar demasiada expectación, se ha dado mucha información y se han sentado prometedoras premisas para lo que vendrá (lo que está viniendo, más bien). Parece que el propio Geoff Johns haya propiciado este hecho a tenor de la portada del número 3, donde Power Girl y la Cazadora esperan en primer término con cara de aburrimiento un ataque masivo de los villanos de turno mientras la primera pregunta "¿Es esto un rollo de Proyecto Omac... o un asunto de Villanos Unidos?" Tal vez quería contar las cosas de un modo más personal y alejado de la espectacularidad que habría requerido un producto más comercial como las series antes mencionadas (y ojito, que no estoy diciendo que éstas carezcan de calidad).
Johns es muy hábil para alternar las situaciones cómicas (Jimmy Olsen, el test de Mid-Nite) con las escenas de acción desenfrenada o la introspección (cómo recuerda su relación con Superman y familia, las dos veces que habló con Martha Kent en Smallville...) y no es la primera vez que integra las diferentes versiones de un personaje, aparentemente incoherentes y sin relación, en una historia mayor y única, como en el caso de Hawkman (dentro de la colección de la JSA, tomo recopilatorio que publicará Planeta en breve y que recomiendo fervientemente). Además, consigue dotar de una profundidad inédita al personaje; nunca habría pensado el motivo auténtico por el cual Power Girl luce tan aparatoso y espectacular escote, no por frivolidad sino como recordatorio constante de una herencia perdida (la de haberse considerado un tiempo familiar de Superman) y que con el tiempo considerará -erróneamente- inmerecida. Por su parte, Amanda Conner proporciona un dibujo muy dinámico, de trazo limpio y efectivo, que contribuye al buen discurrir narrativo de la historia. Kara/Karen resulta expresiva, rotunda de formas y demoledora en la acción, mientras que el resto de secundarios aparecen muy bien caracterizados. Para muestra el botón de ayer o las ilustraciones que he incluido (intentando siempre no spoilear demasiado, aunque seguro que ya lo habréis visto todo en páginas como Zona Negativa o Heroe.com).
En resumen, si Planeta comete el error dentro de dos años de no editar este comic como previo a Infinity Crisis, haceos con el Paperback. Disfrutaréis de un gran tebeo, espectacular, emotivo, y conectado verdaderamente con el gran tápiz de la Crisis.

martes, noviembre 15, 2005

Los buenos viejos tiempos

Mi amiguete Pep, viendo lo perezoso que soy con las lecturas USA, me dio un tirón de orejas este fin de semana por tener aparcados los cuatro primeros números de la JSA Classified centrados en Power Girl. Ayer le hice caso y me los leí de un tirón. A la espera de que mañana o pasado cuelgue una pequeña reseña sobre esa lectura, muuuuuuy interesante para el mogollón cósmico-épico-superheróico de las Crisis Infinitas, aquí os dejo un dibujazo de Amanda Conner para esa colección, concretamente del número 4, y convenientemente "limpiado" de letricas por Pep. Con todos vosotros, algo que existió y ya nadie debería recordar, pero aún así...

lunes, noviembre 14, 2005

De lunes, again

Desde la ost de films nostálgicos de los ochenta, como 24 Hour Party People o The Wedding Singer, y directamente desde el mejor tecno de la época, una joya del Nuevo Orden que resurgió cual fénix de las cenizas de Joy Division. Esperemos que esta semana pase tan deprisa que ninguno de nosotros tengamos tiempo de sufrirla, pero sí de disfrutarla, porque recordad que la vida pasa muy deprisa. Si no nos paráramos a disfrutarla de cuando en cuando, podríamos perdérnosla... Si lo dijo Ferris Bueller yo no soy quien para contradecirle.

Blue Monday
New Order

How does it feel to treat me like you do?
When you've your hands upon me
And told me who you are
I thought I was mistaken
I thought I heard your words
Tell me, how do I feel
Tell me now, How do I feel

Those who came before me
Lived through their vocations
From the past until completion
They'll turn away no more
And I still find it so hard
To say what I need to say
But I'm quite sure that you'll tell me
Just how I should feel today

I see a ship in the harbor
I can and shall obey
But if it wasn't for your misfortune
I'd be a heavenly person today
And I thought I was mistaken
And I thought I heard you speak
Tell me how do I feel
Tell me now, how should I feel

Now I stand here waiting...
I thought I told you to leave me
While I walked down to the beach
Tell me how does it feel
When your heart grows cold.

sábado, noviembre 12, 2005

Sketch-busters (VIII): Ramón F. Bachs (I)

Bueno, esta entrada sigue una linea continuista respecto del último post caza-dibujo. Seguimos en el Salón de Barcelona 2000 y seguimos con un autor español. En este caso se trata de Ramón Bachs, autor conocido por obras como Manticore, Yinn o Castor & Pollux, y que por aquel entonces acababa de dar el salto a los USA para dibujar la colección Joker/Mask de Dark Horse (compañía a la que seguiría vinculado posteriormente, trabajando en la licencia de Star Wars). Posteriormente lo "engancharía" a traición en Expocomic (en otras dos ocasiones, glubs!), pero esa es otra historia. El dibujín que veis a continuación se lo pidió mi señora, fan letal de Harley Quinn. Huh, alguien podía invitar a Bruce Timm a un salón nacional, y así tendría la Harley genuina haciendo parejita. Por pedir...

viernes, noviembre 11, 2005

John Carpenter, de profesión narrador (y VII)

Vistos los pobres resultados en taquilla de sus anteriores proyectos, films que debían haber sido rompe-taquillas como Christine o Starman lograron mediocres resultados en taquilla. El contar con un mayor presupuesto y estrellas a su servicio, aún a costa de perder parte de la personalidad autoral de Carpenter como director, no redundó en un mayor acercamiento hacia el público mayoritario. Haciendo equilibrios sobre la cuerda floja del sistema de producción de los grandes estudios, el amigo John decidió echar toda la carne en el asador, y así en 1986, Carpenter se regala -nos regala- una deliciosa excentricidad, una serie B homenaje al cine Z de magia y artes marciales realizado en Hong Kong, Golpe en la Pequeña China -dirección, música-.
Para este proyecto recupera a Kurt Russell, un actor con el que sin duda consigue una buena química y una relación distendida. La película sigue las peripecias del rudo Jack Burton, camionero típicamente americano que conduce el “Pork Chop Express”, en la Pequeña China de San Francisco, para rescatar de una red de trata de blancas a la novia de su mejor amigo. Lo que en principio parece una trama de bandas mafiosas rivales se transforma pronto en un festival de magia negra china, maldiciones milenarias, avatares de las fuerzas de la naturaleza y monstruos subterráneos. Frente a todo eso, un autoparódico Kurt Russell, completamente alejado de los rudos y secos papeles de 1997... o La Cosa, patoso, bocazas e inasequible al desaliento, recurrirá a la magia blanca de Egg Shenn y sus aliados. Todo ello queda al servicio de este divertimento repleto de acción, humor, personajes duros y carismáticos, criaturas tenebrosas, bellas mujeres en apuros, peleas de kung-fu a raudales y efectos visuales coloristas que bebe tanto de las producciones orientales de artes marciales y magia como de los pulps clásicos de Sax Rohmer protagonizados por el malvado Fú Manchú.
Esta producción tenía todo para convertirse en un éxito... pero se estrelló inexplicablemente en taquilla. Apenas recaudó la mitad de lo invertido, sellando la defunción momentánea de Carpenter en cuanto a las majors se refiere. Los continuos pases televisivos y la reciente edición especial en DVD (que ha cosechado buenas ventas en los USA, y que entre otras lindezas ofrece un videoclip donde aparecen John Carpenter, Alan Howarth... y el actor que encarnara a "La Silueta" en Halloween... Espectacular) han colocado esta película en su lugar, una eficaz muestra de cine de evasión, sin más complicación que la de hacer pasar un estupendo rato al espectador sin prejuicios. El fracaso de esta gran producción llevó a Carpenter de regreso a las series B, a los bajos presupuestos... y a recuperar la mayor parte de la personalidad que como cineasta había visto diluida en la maquinaria de los grandes estudios, volviendo a asumir varias facetas de producción y reuniendo a parte de su antiguo equipo.

martes, noviembre 08, 2005

Recordando al "Cooler King"


Hoy se cumple una de esas efemérides tontas que sólo unos pocos tienen en cuenta. Hace 25 años que fallecía en una clínica de Juárez el actor Steve McQueen, el hombre de los ojos azules, el macho, en definitiva. Este hombre ha sido siempre un icono para mí, más que como persona (audaz, temerario, a veces engreído, un poco capullín con las mujeres) como mito cinematográfico. Y es que McQueen protagonizó algunas de mis películas favoritas, estando dos de ellas, La Gran Evasión y Los 7 Magníficos, en mi top 20 particular. No me olvido de Bullit, El coloso en llamas, El caso Thomas Crown, La huida, El Yang-Tsé en llamas... Tanto es así que cada noche me acuesto bajo la reconfortante imagen del tito Steve con su motocicleta Triumph. Y es que por encima de todas sus actuaciones, su papel como el capitán del ejército de los EEUU Virgil Hilts, "el rey de la nevera", y sus peripecias para escapar del campo de concentración Stalag Luft III, es uno de esos hitos cinematográficos que me marcó desde los 14 años, ocasión en que vi el film por primera vez. El valor de un hombre irreductible e inasequible al desaliento. La generosidad y capacidad de sacrificar el propio bienestar en aras de un beneficio mayor para el grupo de prisioneros. Inasequible al desaliento, Hilts/McQueen no sçolo no se rinde ante una situación desesperada sino que da el 200% de sí mismo. Cada vez que veo la peli deseo con toda mi alma que el segundo de los saltos con la moto consiga depositarle sano y salvo en el lado suizo de la frontera, y que no acabe con ese gesto desesperado, arrastrándose entre alambre de espino unos centímetros sin lograr su objetivo (imágenes por cierto de rabiosa actualidad estas últimas semanas). Y esa escena final, gloria pura del cine de evasión, cuando Hilts es conducido de nuevo a su celda por un joven soldado nazi que tras cerrar la puerta de acero y encerrar al evadido una vez más en la "nevera", escucha la pelota de béisbol de Hilts golpear la pared con fuerza y decisión. En la mirada del soldado, en su gesto, comprendemos que hay veces en que la voluntad del ser humano resulta inquebrantable, firme ante situaciones adversas que muchas veces, más de las que me gustaría reconocer, nos superan ampliamente. Puede ser en el entorno laboral, en el familiar, en el sentimental. Muchas veces he vuelto a ese momento, uno de los más homenajeados en la historia del cine por otra parte (gran homenaje parodia en el capítulo de los Simpson en el que recluían a Maggie en una guardería de la que intentaba evadirse), y he mirado hacia adelante, levantando los hombros y apretando la mandíbula me he descubierto pensando "Va por ti, Mac". Con dos pelotas.

lunes, noviembre 07, 2005

De lunes

Desde la ost de Donnie Darko (en esa ocasión versionada por Gary Jules), aquí les dejo una perla para endulzar el inicio de la semana. Eterna vista desde la perspectiva de un lunes a las 8 de la mañana, pero que seguro que se pasará volando.

Mad world
Tears for fears

All around me are familiar faces
Worn out places, worn out faces
Bright and early for their daily races
Going nowhere, going nowhere
And their tears are filling up their glasses
No expression, no expression
Hide my head I want to drown my sorrow
No tommorow, no tommorow

...

And I find it kind of funny
I find it kind of sad
The dreams in which I’m dying
Are the best I’ve ever had
I find it hard to tell you
’cos I find it hard to take
When people run in circles
It’s a very, very
Mad world

...

Children waiting for the day they feel good
Happy birthday, happy birthday
Made to feel the way that every child should
Sit and listen, sit and listen
Went to school and I was very nervous
No one knew me, no one knew me
Hello teacher tell me what’s my lesson
Look right through me, look right through me

sábado, noviembre 05, 2005

Sketch-busters VII: Óscar Jiménez (I)

Pura arqueología del saloneo para mí, nuestro primer Salón de Barcelona, sin duda el más grande y con mayor volumen de venta de los que se celebran (con permiso de Expocomic, claro está). Un viaje relámpago (dos noches en autobús y una noche alojados en un hotel que estaba a 40 kilómetros, en Santa Susana) decidido a última hora y empujados por la presencia de Jeff Smith. Pasando por allí vi una cola con poca gente y un tipo trajeado y con gafas haciendo dibujillos a la peña. Allí me quedé yo, cual buitre de dibujillos en cuanto me enteré que el dibujante en cuestión era Óscar Jiménez. Y es que el señor se los curraba. Y es que yo era fan devoto de su etapa en Flash. Y es que las dos horas de cola se pasaron volando, porque Óscar era (y es) un tío la mar de amable, y mogollón de friki (aún recuerdo la acreditación que llevaba, un carnet del Departamento de Policía de Nueva York expedido a nombre de... ¡John McClane!). Uno de los nuestros, vamos. Además, debo decir que cuando cerró el stand donde estábamos, él aún buscó un lugar donde poder seguir dibujando a la gente que se había quedado sin boceto. La primera de las tres veces que hemos hecho cola a este señor... Y espero que no sea la última. Lo malo de los otros dos dibujillos es que tienen fecha concreta. Ya lo explicaré en su momento. Por cierto, la dedicatoria viene, por un lado del cariño por el personaje y la etapa Waid, y por otro de La amenaza fantasma, estrenada seis meses antes... Joder, cómo pasa el tiempo.

viernes, noviembre 04, 2005

Serenidad, necesito Serenidad...

Para despejarnos un poco de Star Wars hoy cambiamos un poco. La tripulación femenina de Serenity al completo, arregladitas pero informales. Ehem... Con deciros que la que menos atractiva me resulta es Kaylee (que en la serie está angelicalmente preciosa), lo digo todo...


¿Aún no habéis visto la película, tunantes? Esto es sólo un 5% de lo que os estáis perdiendo.

jueves, noviembre 03, 2005

Cero


Sí señores, finalizó la cuenta atrás. Día cero, hora H (que para mí, despues de 13 horitas de curro será las once de la noche). Momento de ver las escenitas eliminadas, disfrutar con algún documental corto, algún huevo oculto (me ha dicho un sarlacc que se ve a Yoda... ¡¡haciendo algo impropio de él!!) y poco más. Este fin de semana se disfrutará debidamente la película, con el home cinema a todo pasto. Si yo no me he quejado de La gasolina que han estado escuchando mis vecinos todo el verano, que no se me quejen de unas cuantas explosiones y choques de sables láser... Cansado como estoy, y habiendo declarado esta la semana oficial Star Wars en este blog, sólo me queda poner unas imagencillas...

martes, noviembre 01, 2005

Uno...

2 y 1. Duelo de titanes, batalla de héroes

Me niego a elegir entre estos dos momentos, sería incapaz de discriminar a uno por encima del otro. Ambos tienen fuerza, tienen emoción, son visuales espectacularmente y suponen el dignísimo colofón a estos casi 30 años ya de Star Wars.
De nuevo con esa estructura tan querida a Lucas del montaje paralelo, ofreciéndonos alternativamente situaciones que están ocurriendo simultáneamente, asistimos al desesperado envite final de la Orden Jedi, o más bien de lo que queda de ella, para restaurar el orden recientemente perdido y evitar que los designios del malvado sith Palpatine sean los que rijan el gobierno del nuevo Imperio. Todo muy pulp, muy de blanco y negro. Si los propios jedi se planteaban en un momento dado, un golpe de estado de transición para frenar a un Palpatine aún no desenmascarado, la única solución que Yoda y Obi-Wan adivinan en medio de la desesperación y la derrota absolutas es la eliminación física del maestro y del aprendiz Sith, del nuevo emperador y del recién ordenado lord sith Vader.
Las constantes de la contienda serán varias: la implicación emocional de los luchadores será total, a la desesperación y determinación de Yoda y Kenobi se opondrá una rabia y un odio de magnitud absoluta; el escenario elegido para la contienda tendrá una doble importancia, por un lado simbólica, por otro estratégica; la igualdad en los combates es manifiesta, de ahí lo incierto del resultado final (incierto si nosotros no supiésemos de antemano el resultado de cada uno de ellos). Vayamos por partes, y sin un orden concreto.
Anakin y Obi-Wan se despiden antes de partir éste último a la caza del temible Grievous. En una conversación tremenda, por lo que significa para ellos y para nosotros –sabemos que es la última vez que se ven como amigos-. Sincerándose mutuamente Anakin reconoce que su impulsividad a veces le ha colocado por debajo de lo que se esperaba de él, mientras que Obi-Wan le dice –y yo llego a creerle, ojo- que pese a ello, Anakin es mejor que él mismo, que en potencia todos los jedi de la orden, que sólo es cuestión de tiempo alcanzar ese potencial... Tiempo que les es arrebatado por unos acontecimientos que absorben a ambos en un torbellino de traiciones, violencia y pérdida que culmina en su siguiente encuentro, en el planeta Mustafar. Será en ese planeta volcánico y ardiente donde el odio y el miedo de Anakin se desborden, donde ya ni siquiera el amor que siente por Amidala podrá frenar su irremisible caída en el reverso tenebroso de la fuerza, y donde su mentor y amigo hará todo lo posible por evitar precisamente que eso suceda, aun cundo la única manera de lograrlo sea acabando con la vida de su pupilo. Es una lucha violenta, apasionada, impulsiva por parte de ambos. Patadas, golpes de fuerza, puñetazos, empellones, zancadillas, todo vale con tal de derrotar al contrario. A lo largo y ancho de las instalaciones siderúrgicas llevan su destrucción sin preocuparse de nada, sin enfocar más que al “otro”... hasta que se encuentran rodeados de lava sobre una plataforma que ha perdido sus anclajes y que se hunde lentamente en el magma. Sin dejar de luchar un solo momento esquivan rocas de lava, cruzan sus sables sobre tambaleantes plataformas cada vez más cerca del abismo o agarrados a cables en el vacío. La sensación de incertidumbre y agobio que va creando ese escenario, cada vez más precario, más inestable, es total. Era imposible que de ahí saliera nada bueno.
Ni siquiera ya en su tramo final, la lucha en el río de lava, sobre una exigua plataforma y ocupando apenas medio metro cuadrado de espacio contienen la ira y la fuerza de sus golpes. Será la suerte, la anticipación de Obi-Wan la que le coloque en esa posición de superioridad, “la altura me da ventaja”, dirá. Y será la obcecación de Anakin, el odio irracional que se ha apoderado de él, el que le impida contemplar otra opción más ventajosa para él que el absurdo y expuesto –a la postre casi suicida- ataque frontal. Y al final, los reproches que Obi-Wan lanza al mutilado Anakin se ven respondidos sólo por la ira y el odio casi animal de éste. Ni siquiera es capaz del acto último de misericordia para con su antiguo amigo, dejando inconclusa por tanto su misión última.
Al otro lado de la galaxia, las cosas no le irán mucho mejor al maestro Yoda. Para frenar de raíz el golpe de estado institucional el anciano Jedi acudirá a la fuente del mal, que muy apropiadamente tiene su base en el seno mismo del sistema que ha corrompido. En el despacho de Palpatine, éste y Yoda iniciarán una contienda que primero se basará en el empleo de la Fuerza, y luego en una combinación de lucha de sables luz y ataque con objetos que adquirirá una nueva dimensión cuando, sobre el escaño del Canciller Supremo, la lucha se traslade al propio senado. Es esa imagen mejor que ninguna otra, la que refleja el Episodio III. Un amplísimo plano general de los escaños vacíos y en el centro, dos pequeñas figuras, batiéndose a cara de perro por el destino de la galaxia, continente y contenido perfectamente unidos, una simbología muy clara que subraya perfectamente los acontecimientos mostrados. Dos facciones políticas se enfrentan al margen del sistema, dirimiendo no sólo el destino político del universo sino las ancestrales diferencias de dos castas, los jedi y los sith, en lo que parece su definitivo encuentro.
Finalmente, y pese a todos los esfuerzos de un Yoda colosal en el manejo de la Fuerza y la espada, Sidious/Palpatine consigue una pírrica victoria sobre el jedi, que abandona el Senado sabiendo que ha desperdiciado la última oportunidad real de acabar con el naciente nuevo orden. Antes de eso Lucas nos regala ese plano, ese gran plano de Yoda agarrado con uñas y dientes a la última posibilidad de resistir y a un paso del abismo, de perder todo por lo que los caballeros jedi han luchado durante siglos, un orden basado en el respeto de todo lo vivo. Con el chirrido de sus uñas resbalando milímetro a milímetro y su mirada triste poco antes de caer estamos siendo testigos del fin de una era.
“Fracasado he. Al exilio obligado me veo” dirá un nuevo Yoda, cansado, derrotado, a Bail Organa. En una escena eliminada del montaje final, pero que veremos mañana, Yoda llega al pantanoso Dagobah, lugar que ya no abandonará hasta el momento de su muerte. Pero aún en medio del momento más oscuro de la Galaxia, surgirá una nueva esperanza.
Poco más puedo decir. Me hubiera gustado elaborar más estos comentarios, pero al final el tiempo me ha mordido el trasero, como siempre. Os pido perdón por los fallos de documentación en que haya podido incurrir, ya que he escrito de memoria, al igual que os ruego un cierto grado de indulgencia por mi vehemente elogio de estos momentos que se perderán como lágrimas en la lluvia. Mañana compraré religiosamente mi edición del Episodio III, la veré cuando tenga ocasión y tiempo para disfrutarla como se merece y cerraré en cierto modo una etapa muy importante de mi vida.
Caballeros, la Fuerza nos acompañará... Siempre.

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