Diario de guerra del Salón : Viernes

El viernes iba a ser sin duda un día interesante, ya que era el plato fuerte en cuanto a colas se trataba, nuestro único día completo de salón y la ocasión para conocer finalmente a Don Pablo (uno de los habituales de este su blog amigo y coleccionista de arte como un servidor). Dado que no tenía objeto madrugar -al no haber sesión de firmas por la mañana- llegamos relajados a eso de las diez y media, sin cola alguna y con la intención de ver el salón antes de ponernos a hacer maratón de espera. Como McNiven tenía una cola de tres pares de narices ya, pero Chaykin -que era mi prioridad del día- no tenía a nadie dimos un garbeo por el amplio recinto ferial hasta que frente al stand de Norma vimos el horario de firmas para la tarde. Y aquí viene una de coña guapa. DOCE de la mañana, Sparks y servidor mirando las firmas y hete aquí que tres belgas se nos quedan mirando y comienzan a llamar a sus colegas -que estaban en la cola de McNiven con su campamento mocheril- que ipso facto se plantan allí a acompañar a mi santa compañera que por el dibujo de un gatete hace lo que sea menester -mentes limpias, caballeros, mentes limpias-. En este caso SIETE horas de cola para Juanjo Guarnido rodeada de franco-belgas y en la misma cola en que finalmente pudimos saludar en persona a Pablo.

A todo esto a la una y media aún no había nadie para Chaykin, así que allí me planté yo repleto de ilusión y esperanza. Dos bocadillos y unas cuantas tertulias después comenzó la fiesta de las firmas, con un Chaykin simpático, que como ya ha indicado Milo hacía gala de un extenso conocimiento de idiomas, que en mi caso se plasmó en una lección magistral acerca de la correcta pronunciación de Guy (por Gardner). Apenas pude balbucear un "soy un gran admirador de tu obra" respondido por un socarrón y merecido "¿solo tú?" ante la cantidad de gente esperando para su correspondiente firma, pero el poder estrechar la mano de Howard y tenerle a tiro de sketch-buster ya fue suficiente como para justificar todo el salón. Decir que Chaykin decía a todo el que llevaba algo relacionado con el Cuerpo de Linternas Verde (comics, o camisetas, como fue mi caso) "Strength and honor".

(A lo largo de los años he podido estrechar la mano de algunos de mis autores predilectos, pero puedo decirles sin titubear que éste es uno de los momentos más felices de mi vida como aficionado al comic.)

Mientras, Leti Sparks seguía resistiendo cual gala indómita a los envites belgas y esperaba a que Guarnido apareciese sentada en una banqueta que los organizadores del stand de Norma tuvieron la amabilidad de prestarle. A mí aún me dio tiempo de hacer cola a Kerámidas y a Iván Sarnago, amable como él solo y del que compré su album Green Onions. Con la llegada de Guarnido se produjo uno de los momentos más divertidos del salón cuando éste reconoció a los aficionados franceses y se lo indicó a la gente del stand. Al parecer en Francia se ha generado tal nivel de tensión entre algunos aficionados -que llegan a pasar noches enteras haciendo cola y llegan atacados ante el autor-, que para aliviarla se ha implantado el sorteo entre ellos de un número concreto de puestos para firma y dibujo. Todo esto se lo comentó amablemente a Leti mientras acompañaba al Blacksad dibujado por Canales de una preciosa Natalia. Mucho me temo que como esto siga así al final no sólo vamos a importar a los aficionados franceses (que pueden ir donde les de la gana y hacer las colas que quieran respetando un orden, faltaría más, que para eso vivimos en un mundo libre), sino los modales franceses y el sistema de colas francés.

(Leticia de cháchara gatuna con Guarnido en la concurrida sesión de firmas del stand de Norma Editorial del viernes por la tarde, con un cartel de su adorada Esther como fondo de foto.)

Fin de fiesta con Paul Grist en el stand de Dolmen y se acabó una jornada maratoniana clásica del Salón del comic de Barcelona: diez horas en su interior, nueve de ellas de cola y una de paseos deambulatorios con la mirada perdida entre estatuas, retapados y novedades a cascoporro. El horror, el horror... Pero para eso habíamos planeado un día entero de turismo, así que este diario de guerra pasa directamente al domingo por la mañana.

Espero que Milo coloque en Aventuras Bizarras el par de documentos gráficos que ilustran la cena friki del viernes en buena compañía y degustando una AMPLIA selección de tapas a la vera de la catedral barcelonesa.