El de hoy es el arranque de semana más tonto de los últimos meses, un lunes para olvidar que inaugura la semana más larga del año, en tanto en cuanto que nos encontramos ya a diez días exactos del acontecimiento cinematográfico del año –diría de la década, pero me van a tildar ustedes de exagerado- y uno ya no sabe que hacer para aguantarse las ganas y capear el temporal de expectación e ilusión que en mi psique de friki desbocado sufro segundo a segundo. Afortunadamente la proximidad de la fecha de estreno ya es tal que entre la revisión una y mil veces de los diferentes trailers, y el repaso a los dividis de la trilogía original que haré a partir del lunes próximo hará que esta espera resulte más leve y que el tostón que llevo dándoles los últimos meses a cuenta de esta película cese por fin.
Para distraer la espera, tanto la propia como la de muchos de ustedes, espero que encuentren interesantes algunas de las propuestas que espero poder dar a luz virtualmente esta semana, entre las que incluyo el último repaso al trabajo de Ron Frenz como dibujante de commissions, una página ciertamente especial de mi galería de originales, y dos sentidas despedidas a una serie de televisión y a un comic que, aunque sea por diferentes motivos -el visionado del último capítulo de la serie televisiva, la publicación en España del último número de la serie de tebeos- me apetece compartir con todos ustedes.
Y para acabar los delirios habituales de esta entrada que recibe cada nueva semana de la mejor manera que un servidor sabe y puede -con humor, neuras, avances y cotilleos-, creo que es de justicia hacer un sincero homenaje a una figura que muchos veneramos como un icono contemporáneo, un modelo inalcanzable, un talento inolvidable. Esta semana se cumplirán diez años desde que La Voz nos dejaba huérfanos. Mujeriego, vividor, golfo, amigo de sus amigos, actor en sus ratos libres y cantante a tiempo completo, Frank Sinatra permanece en la memoria de millones de aficionados que siguen disfrutando con su música. Hoy me permitirán ustedes que cierre la entrada con una de sus melodías más reconocibles, empleada de forma magistral por Clint Eastwood en el cierre de Space Cowboys, en una escena en la que imagen y música ofrecían un estremecedor broche de oro a una película crepuscular y divertida y que bebía mucho del espíritu del inolvidable Rat Pack: la amistad por encima de todo, y actitud hasta el final. Sean ustedes todo lo buenos que les dejen ser y todo lo malos que sea necesario para sobrevivir en este mundo tan peculiar en el que vivimos, y por encima de todo, tengan mucho cuidado ahí fuera. Cuento con verles a todos la próxima semana.
Para distraer la espera, tanto la propia como la de muchos de ustedes, espero que encuentren interesantes algunas de las propuestas que espero poder dar a luz virtualmente esta semana, entre las que incluyo el último repaso al trabajo de Ron Frenz como dibujante de commissions, una página ciertamente especial de mi galería de originales, y dos sentidas despedidas a una serie de televisión y a un comic que, aunque sea por diferentes motivos -el visionado del último capítulo de la serie televisiva, la publicación en España del último número de la serie de tebeos- me apetece compartir con todos ustedes.
Y para acabar los delirios habituales de esta entrada que recibe cada nueva semana de la mejor manera que un servidor sabe y puede -con humor, neuras, avances y cotilleos-, creo que es de justicia hacer un sincero homenaje a una figura que muchos veneramos como un icono contemporáneo, un modelo inalcanzable, un talento inolvidable. Esta semana se cumplirán diez años desde que La Voz nos dejaba huérfanos. Mujeriego, vividor, golfo, amigo de sus amigos, actor en sus ratos libres y cantante a tiempo completo, Frank Sinatra permanece en la memoria de millones de aficionados que siguen disfrutando con su música. Hoy me permitirán ustedes que cierre la entrada con una de sus melodías más reconocibles, empleada de forma magistral por Clint Eastwood en el cierre de Space Cowboys, en una escena en la que imagen y música ofrecían un estremecedor broche de oro a una película crepuscular y divertida y que bebía mucho del espíritu del inolvidable Rat Pack: la amistad por encima de todo, y actitud hasta el final. Sean ustedes todo lo buenos que les dejen ser y todo lo malos que sea necesario para sobrevivir en este mundo tan peculiar en el que vivimos, y por encima de todo, tengan mucho cuidado ahí fuera. Cuento con verles a todos la próxima semana.
Fly me to the moon
Frank Sinatra
Fly me to the moon
Let me play among the stars
Let me see what spring is like
On a-Jupiter and Mars...
In other words, hold my hand
In other words, baby, kiss me
Fill my heart with song
And let me sing for ever more
You are all I long for
All I worship and adore...
In other words, please be true
In other words, I love you
Fill my heart with song
And let me sing for ever more
You are all I long for,
All I worship and adore...
In other words, please be true
In other words
In other words
I love... you
3 comentarios:
Caballero, viva la voz.
Y por muchos años, aunque sea en el recuerdo de los muchos que le admiramos ;D
Ya sabes que la belleza siempre perdura en el recuerdo:)
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