Eddie Felson: Quizá no sea ahora mismo un buen partido. Pero una porción de 25% de algo grande es mejor que el 100% de nada.
Eddie Felson: ¡Chico, él es grande! Jesús con el viejo. Mira como se mueve, como un bailarín. Y esos dedos, esos dedos regordetes. Ese golpe... Es como si fuera, uh, como si tocara el violín o algo.
Sarah Packard: Te quiero, Eddie.
Eddie Felson: ¿Sabes? Algún día, Sarah, te establecerás. Te casarás con un profesor y escribirás un gran libro. Quizá sobre mí. Eddie Felson "el rápido"... buscavidas.
Sarah Packard: Te quiero.
Eddie Felson: ¿Necesitas que te lo diga?
Sarah Packard: Sí, lo necesito mucho. Y si alguna vez las dices nunca te las devolveré.
Bert Gordon: No creo que haya un jugador de billar vivo que juegue mejor al billar de lo que tú lo hiciste anoche en Ames. Tienes talento.
Eddie Felson: Así que tengo talento. ¿Y qué es lo que me pierde?
Bert Gordon: El carácter.
Eddie Felson: Estoy jugando al billar, Gordo. Cuando yo fallé, tú podrás jugar.
Eddie Felson: Sabes, tuve una corazonada, gordo. Tuve una corazonada de que de ahora en adelante es mía. Una bola, agujero de la esquina. Quiero decir, ¿te sucedió a ti alguna vez? Ya sabes, ¿sentir que de repente no podías fallar? Porque yo he soñado con esta partida, gordo. He soñado con esta partida cada noche en el camino. Bola cinco. Sabes, esta es mi mesa, colega. Yo la poseo.
Eddie Felson: ¿Cómo debería jugar esta bola, Bert? ¿Asegurarla? Esa es la manera en que siempre me dices que juegue, a asegurar... juega al porcentaje. Bien, aquí vamos, rápida y colocada. Una bola, tronera de la esquina. Sí, los jugadores de porcentaje mueren arruinados, también, ¿verdad, Bert? ¿Cómo podría fallar?
Eddie Felson: Gordo, jusgaste una gran partida de billar.
Gordo de Minnesota: Tú también, Eddie.
Dragline: Estaba sonriendo ... Así es. Ya sabes, con esa sonrisa de Luke tan suya. La tuvo en su rostro justo hasta el final. Diablos, si ellos no lo sabían antes les habría dicho justo entonces que no podrían derrotarle. Ese vieja sonrisa de Luke. Oh, Luke. Fue todo un tipo. Luke Mano Fría. Diablos, era todo un terremoto natural de nacimiento.
Dragline: Quédate en el suelo, te han derrotado.
Luke: Vas a tener que matarme.
Jefe: Lo siento, Luke. Sólo estoy haciend mi trabajo. Tienes que entenderlo.
Luke: Naaaah... Llamarlo trabajo no lo convierte en justo, Jefe.
Arletta: Porque nosotros pensabamos que eras lo suficientemente fuerte como para soportarlo. ¿Estábamos equivocados?
Luke: No lo sé. Bueno, las cosas no son nunca lo que parecen, Arletta, ya lo sabes. Un hombre sólo debe seguir su propio camino.
Dragline: ¿Porqué tuviste que decir cincuenta huevos? ¿Porqué no cuarenta y cinco? ¿O treinta y nueve?
Luke: Pensé que era un bonito número redondo.
Butch Cassidy: Muchacho, hay algo que debería haberte dicho. Nunca he disparado a nadie antes.
Sundance Kid: Vaya un momento para decírmelo.
Etta Place: ¿Sabes lo que estás haciendo?
Butch Cassidy: Teóricamente.
Butch Cassidy: ¿Qué le sucedió al viejo banco? Era precioso.
Guarda: La gente seguía atracándolo.
Butch Cassidy: Un pequeño precio a pagar por tanta belleza.
Butch Cassidy: ¿Cuántos nos están siguiendo?
Sundance Kid: Todos ellos.
Butch Cassidy: Todos. ¿¿Cual es el problema con esos tipos?
Butch Cassidy: Yo tengo visión, y el resto del mundo lleva bifocales.
Butch Cassidy: Si él me hubiese pagado lo que estaba gastando intentando evitar que le robara, habría dejado de robarle.
Butch Cassidy: Muchacho, la próxima vez que diga "Vayamos a algún lugar como Bolivia"... VAYAMOS a algún lugar como Bolivia.
Butch Cassidy: Una vez que se dividan, podremos ocuparnos de ellos sin problemas.
Sundance Kid: Quizá.
Butch Cassidy: Muchacho, para ser un pistolero, eres todo un pesimista.
Michael Sullivan: ¡Él asesinó a Mary y a Peter!
John Rooney: ¡Sólo hay asesinos en esta habitación! ¡Michael! ¡Abre los ojos! Esta es la vida que escogimos, la vida que llevamos. Y sólo hay una cosa cierta: ninguno de nosotros verá el cielo.
Michael Sullivan: Michael sí.
John Rooney: Entonces haz todo lo que puedas para ver si eso sucede.
John Rooney: Ley natural. Los hijos son puestos en la tierra para traer problemas a sus padres.
John Rooney: Un hombre de honor siempre paga sus deudas... y mantiene su palabra.
John Rooney: Que lleguéis al cielo una hora antes de que el diablo sepa que habéis muerto.
John Rooney: Me alegra que seas tú.
13 comentarios:
Al final esta secciçon que repasa algunas frases memorables de películas importantes para un servidor ha quedado también como el mejor recurso para recordar y honrar a los actores o directores que nos van, triste y necesariamente, dejando con el paso de los años. El fallecimiento de Paul Newman, no por largamente anunciado, deja un hueco de tristeza en muchos cinéfilos que han crecido y madurado viendo sus películas una y otra vez, primero en televisión y últimamente en ediciones cada vez más lujosas que nos permiten disfrutar de una parte vital de la actuación de todo actor: la voz. De este repaso quedan fuera decenas de otras películas que igualmente me marcaron durante años: Cortina rasgada, Harper, El castañazo, El golpe, El coloso en llamas, El color del dinero. Nos deja un tipo de los de antes, honesto, fiel a los suyos, excelente intérprete y amante esposo de una Joanne Woodward que siempre tuvo a su lado, cada mañana cuando despertaba, los dos ojos azules más inolvidables de la historia del cine.
Descanse en paz el más grande.
Hoy es un día negro para el séptimo arte, se va uno de los últimos clásicos, ya sólo quedan Robert Redford, Kirk Douglas y Lauren Bacall si no me equivoco.
La pena es que no pudimos volver a ver juntos a la pareja Redford, Newman después de Dos hombres y un destino y El golpe. Una pena. Descanse en paz.
Me sumo a las condolencias generalizadas... Al enterarme esta tarde vía internet, me he sorprendido a mí mismo sindiendo mucha más pena de la esperada por alguien al que nunca has conocido en persona y del que ya sabías desde hace tiempo que tenía los días contados.
Pues eso... un durísimo golpe para los que amamos el cine, el saber que no volveremos a ver a Newman en nada que no hayamos podido ver ya. Eso sí, esto último es canela en rama, y las joyas de su filmografía se cuentan a puñados, pero me quedo, en el recuerdo, con su Rocky Graziano de MARCADO POR EL ODIO, y sobre todo, por su Eddie Felson de EL BUSCAVIDAS y EL COLOR DEL DINERO.
Y CAMINO A LA PERDICIÓN, qué gran despedida de la pantalla grande...
En fin, una pena. Descanse en paz.
The best of the best ones
Dime Bert: "¿Cómo puedo perder?" "Ya no puedo perder, ya sé lo que es tener carácter", "Lo aprendí en un hotel de Louisville, con la muerte de una mujer a la que, entre tú y yo, ayudamos a destrozar".
"Jugaste como un maestro, Gordo", "Tú también, Edie".
"Hemos firamado un pacto de mutua tristeza y una inexpugnable oscuridad nos rodea". Hoy más que nunca.
Eurovalencia, ya lo puede usted decir. Pocos de su talla quedaban, por no decir ninguno.
Jaime, yo a Redford lo considero de una generación posterior. Y la verdad, mejor dejar el imborrable recuerdo de dos POMs absolutas que acabar repitiendo fórmulas como Lemmon y Matthau. Dios, que ojos, que gesto, que dominio de cualquier personaje.
Fran, caballero, me alegro de leerle, pero hubiese preferido un comment en otras circunstancias, claro. Huerfanicos nos deja Paul, la verdad, aunque siempre nos quedarán sus papeles. Tengo unas ganas locas de volver a ver su Indomable y su jefe de bomberos... ¡Un abrazo y recuerde que tengo su Excalibur firmado!
Pues tiene usted toda la razón caballero. Mejor quedarnos con el recuerdo de esas dos grandísimas películas, y por supuesto de la enorme filmografía que nos ha dado el caballero de los ojos azules.
Esplendido farsante, haremos lo posible para que brille algo de luz aun en la noche más oscura. Que para eso me gustan los Linterna Verde, coñe. ¡Mientras la luz de un proyector brille en la oscuridad, y aunque la sala de cine esté llena de mendrugos de centro comercial con bolsas del McDonald, la magia del cine vivirá para siempre! He dicho ;D
Jaime, pocos tienen tanta calidad condensada en una filmografía tan larga. Las teles han cumplido programando ya algunos de sus clásicos. Ahora queda que cada cual escoja el suyo. Personalmente: La leyenda del indomable. La rebeldía y la honestidad supremas frente a un sistema asfixiante que no tolera desviación alguna. Y como mantener la sonrisa incluso frente a la muerte. Sólo hay otra película que me inspire algo tan hermoso como esta, y es La gran evasión. Otros ojos azules, curiosamente, que no conocían el significado de la palabra rendirse...
Bruce, lo cierto es que no se me ocurren muchos mejores que él, ni dentro ni fuera de la pantalla.
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