Lo mío con Barry viene de lejos, por lo menos desde que leí la conclusión de la saga Starfinger en la edición Zinco de la Legion de Super-Héroes, el primer tebeo en el que lo detecté como autor, descubrí su estilo y me encandiló su narrativa y la forma en que dibujaba el pelo a las mujeres. Soy un fetichistas, ustedes lo saben y yo no puedo ponerle remedio. Desde entonces el idilio no hizo más que crecer con cada nueva cita en forma de lectura. Las aventuras cínicas y teñidas de humor negro de L.E.G.I.O.N. 89, la épica retro de JLA Año Uno (con uno de los mejores momentos Barry Allen creados mediante retrocontinuidad), el relato de la amistad sincera entre dos de los más grandes héroes de DC y sus mentores en The Brave and the Bold, las sangrientas y arteras andanzas del dictador galáctico Gólgota en Empire (serie que quiero volver a releer en breve para disfrutarla de nuevo) o el último reboot de la Legion junto a Mark Waid ofreciendo nuevos diseños y actitud para el mismo concepto de siempre. Con la marcha del caballero a Marvel le perdí un tanto la pista, pero desde luego lo considero uno de los dibujantes más dignos y profesionales de la industria actual. En paralelo a esa devoción lectora, hubo varios conatos de citas físicas en forma de asistencia a salones y jornadas hispanos a lo largo de los años. Lo nuestro era casi un chiste de los hermanos Marx. El primer año que estuvo invitado acudí yo, pero él no pudo viajar. El segundo año viajó él, pero no fui yo. El tercer año no fuimos ninguno de los dos. Incluso hubo un conato de invitación en Unicomic (al ladito de casa) que no terminó de cuajar. Así que cuando se confirmó su presencia en Expocomic lo tuve claro desde el primer momento. Ni Granov, ni Migliari, ni leches. Barry Kitson era mi invitado estrella de largo y procedí a hacer acopio de mi reserva de comics del autor, incluyendo el tomo americano de JLA Year One que ya tenía unos cuantos kilómetros a sus espaldas de viajes infructuosos. Lo bueno, que Barry Kitson fue el héroe de este año. Un tipo entregado que disfrutaba con su arte y que se buscaba un hueco a primera hora de la mañana para dibujar sin descanso para todo aquel que tuviese la paciencia de esperar horas y horas por una verdadera obra de arte. De la veintena de dibujos que pudo realizar a lo largo del salón no hubo ni uno solo que no fuera una maravilla. Cualquier personaje, cualquier situación. De los dibujos entintados pasó a las acuarelas el segundo día. Gente que no le conocía de nada o que lo acababa de descubrir en Spiderman se volvía loca por esperar horas y horas en espera de su dibujo -lo cual, ojo, es algo completa y absolutamente legítimo y respetable-, y yo ya había arrojado la toalla. Un año más me veía sin un sketch de Kitson y en esta ocasión teniéndolo tan cerca. Lo cierto es que en esta ocasión la suerte se puso de mi lado. Y casi in extremis Barry nos dedicó esta preciosidad de Supergirl a miss Sparks y a mí. Y el tomo de la JLA finalmente fue firmado. ¿No culminan todas las historias de amor así, con una firmita en una hipoteca, en un registro civil... o en un sketch?
9 comentarios:
Que Supergirl más bonita! De los mejores dibujos que le vi hacer (el escaneo no le hace justicia), y que majo Kitson, con autores así da gusto, eso si es cuidar a los Fans
Un abrazo Pedro!
Dientes largos... que gran dibujo y coincido en que el escaneo no le hace justicia
Si hubiese sabido con un poquito más de tiempo que Kitson iba a estar en Madrid, seguramente este año si hubiese ido... Espero tener otra ocasión, porque también he compartido contigo un par de las ausencias del autor que mencionas.
Luego está mi despiste habitual, y a pesar de que me dijiste con tiempo que te pasara algo para que lo dedicara, mi Empire firmado por Waid se quedó también esperando otra ocasión.
Un gran autor y un gran dibujo! Y, sin que sirva de precedente, también yo le he perdido un poco la pista con su traslado a Marvel (claro que a Spider-man me lo dejé en el camino incluso antes) ;)
Natán, Oneyros, me habéis picado y ya está colgado otro escaneo, y es que para trabajar habitualmente con el fotochó a veces no le dedico demasiado tiempo a los escaneos de los dibujos. Muchísimas gracias por los elogios, Barry se los merece de largo. Me quito el sombrero ante su talento y su entusiasmo, independientemente de que en este caso haya tenido tanta suerte. ¡Un cálido abrazo a los dos, que en Madrid andáis un poco helados últimamente!
Pues sí, Pep, no habría estado mal que te devolviera el favor de la firma en el número uno de Empire. La culpa de que nos bajásemos del burro -bueno de la araña- la tiene el gordo comedor de pizzas, el amigo Quesadilla y sus ganas de tocar las narices a la continuidad. En finsssss, ojalá continúen la historia de Empire, no estaría de más ver cómo le hacen morder el polvo a Gólgota... ¡o cómo se carga a todo aquel que se le ponga por delante!
O sea que ahora Nacho y un servidor nos llamamos suerte, pues que bien. No se preocupe sr. Plissken que no diré nada je je je. Felices fiestas.
¡¡¡HALAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!... ¡¡¡Qué pronto la has colgado!!!... Yo la vi in situ mientras os la hacia y una vez acabada, y os aseguro que después de ver ésta y las restantes dedicatorias a todo color que hizo esos días, tengo los diente largos que no veas... otro a lo "George Perez"... ¡¡¡BRUTAL!!!... bueno, esto, ejem, a lo mejor en la próxima ocasión aceptaré tu oferta y me pondré a hacer cola yo también ;-)
Óscar, directamente, tú fuiste la SUERTE que me permitió conseguir este pedazo de dibujo, pero me guardo algunos secretillos en la manga para que los amuletos funcionen en futuros salones ;D Un abrazo y espero que las fiestas hayan estado llenas de buenos momentos para toda la familia.
EduXavi, por una vez actualizo casi inmediatamente y no me dejo lo mejor para dentro de unos años. Lo de esperar o no, pues una lotería. No me tocó el gordo de navidad pero me tocó este, jejeje.
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