Aquí unos amigos

Si al menos no en persona, sí en espíritu. Hoy voy a ir de presentaciones. Dejadme que os hable de La cabeza de la langosta, blog afín que sigo desde hace un tiempo y al que no había tenido la ocasión de prestarle la atención que se merecía hasta ahora con un post (como lector me dejo caer un mínimo de dos o tres veces por semana). Y no he podido elegir mejor momento, ya que los últimos cinco posts son gloria pura para estos cansados ojos de friki que han visto arder naves más allá de Orión... Y es que empezando por el recuerdo de esa gran presencia freak que era Vincent Schiavelli, pasando por el encuentro Lucas/Jackson (¿no creéis que a Peter le está empezando a asomar ya la papada?), la semblanza del grupo tecno Yello (shica shicaaaaa ouuuuuuuu yeaaaaaaaa) que puso la banda sonora a clásicos teen de mi infancia -y la sigue poniendo a mis clásicos de madurez, ejem, en los Simpson), el reconocimiento del Rocky Horror Picture Show como fenómeno cultural preservado para la posteridad o la noticia bomba televisiva de los últimos tiempos (¡vivan Fry, Lyla, Bender y el padre que los parió a todos!), La cabeza de la langosta es un sitio por el que conviene pasarse de vez en cuando. Por cierto, si os apetece revisad el post de diciembre un cuento de Navidad, puro Chuck (y no me refiero a Austen precisamente). Entre medias reivindican a ese peaso actor que es Michael Ironside, desvelan una conversación entre Orson Welles y la rana Gustavo o nos ofrecen una primicia de la película que puede ser el bombazo de los próximos meses: 300...

Añadidos como enlace los encontraréis desde hoy a la derecha de estas líneas.