En 1957 se publicó la novela Los cucos de Midwich (o los cuclillos, según gustos), obra del escritor de ciencia ficción John Wyndham, popular además de por esta novela por haber escrito El día de los Trífidos o Chocky (ambas con adaptaciones televisivas a cargo de la BBC en los años 70). Los cucos de Midwich, ya desde el sugerente título -el cuco es un ave que pone sus huevos en nidos ajenos- nos presenta una historia que sigue el patrón clásico de fantasía paranoica tan en boga en los años 50, aunque con unas cuantas notables aportaciones. Si en otras fantasías de similar índole (Los ladrones de cuerpos, Amos de títeres) el ente invasor suplanta por igual a adultos, niños o ancianos, en este caso asistimos a una implantación de la "semilla exterior" dentro del seno de la propia comunidad, convirtiendo en sangre y carne de sus padres humanos a estos peculiares "invasores". Narrada además en primera persona de forma directa, sólo conocemos aquello que el protagonista ha vivido o lo que le refieren los testigos de los diferentes sucesos que sacuden la pacífica y rural Midwich. Incluso el final es una mera suposición que plantea el narrador, todo muy sugerido y con escasas dosis de acción.
Esta novela en seguida llamó la atención del realizador alemán Wolf Rilla que la llevó al cine bajo el título apropiado de The village of the damned. La película, protagonizada por George Sanders y Barbara Shelley partía de la premisa de la novela para ofrecer un desarrollo más cinematográfico y convirtiendo al protagonista menos en testigo y más en actor de los hechos. Este clásico menor contó con una secuela unos años más tarde, The Children of the damned (ambas por cierto editadas en dvd recientemente, al igual que la novela original, una recuperación necesaria de un material años ha descatalogado). Y pasaron 32 añitos...
El pueblo de los malditos (1995) -dirección, guión-, es un nuevo remake en la carrera carpenteriana. Al igual que la versión del 57, trata con notable respeto el original literario, The Midwich cuckoos, por lo que las diferencias entre ambas son pocas (marcadas sobre todo por la censura reinante en los años 60 y por la actualización de algunos aspectos del relato), y las similitudes muchas. El pueblo de Midwich cae en un sueño inexplicable de varias horas de duración. Cuando despiertan sus habitantes, todas las mujeres están embarazadas (recuerden, huevos en nido ajeno...). Algunas tienen la sensación de que algo va mal pero aun así dan a luz en el granero del pueblo, alumbrando a cinco niños y cinco niñas, una de las cuales morirá en el parto.
A partir de ahí la acción del film se desarrolla por oposición entre el médico del pueblo, un buenazo con cara de Superman (Cristopher Reeve, claro, en su çultima apariciçon fílmica antes de su lamentable accidente) y la científica que investiga el caso (una Kirstie Alley totalmente alejada de sus habituales papeles cómicos), y por las reacciones de ambos ante las "criaturitas" albinas, superinteligentes y carentes de paciencia o sentido del humor que deambulan siempre en grupo por el pueblo y que resisten cualquier intento de erradicación por violento que este sea. El clímax del film, idéntico casi plano a plano al original, rompe la habitual amargura Carpenteriana con un apunte de esperanza... Tal vez el nihilista se nos estuviera volviendo humanista.
Para el recuerdo, esos niños albinos (liderados aquí por una niña, mientras que en la cita de Rilla era un niño el que manejaba el cotarro), fríos y maquinales, que parecen sacados directamente del film del 60 con su pelo demodé, el escalofriante efecto de virado a negativo cuando aquellos hacen uso de sus poderes telepáticos, o las tres secuencias que se desarrollan en el granero: el fantasmagórico parto nocturno de todas las mujeres encintas, el violento asalto de la policía que finaliza con un baño de sangre y la resolución del film, con un Superm..., perdón, Cristopher Reeve inmenso tomando la iniciativa que la humanidad parecía haber perdido hasta ese momento. Una magnífica película que no llegó ni a estrenarse en muchas salas de cine en defecto de horrores mil que seguro recaudarían cien veces más y que hubo que recuperar a través de su edición en video.
7 comentarios:
Me gusta bastante esta película, que curiosamente reune a dos muy buenos actores (Mark Hammil y Chris Reeve) con una carrera cinematográfica bastante tristona al verse atrapados para siempre en los papeles de su vida (Luke Skywalker y Clark Kent/Superman respectivamente).
Psss... la peli no está del todo mal, pero el reparto es bastante flojo. Ya no solo es que a los protagonistas masculinos no te los creas mucho, es sobre todo ella, que es bastante lamentable, la verdad.
La peli, en general, es irregular, faltita de ritmo, con trozos muy buenos y con otros... no tanto.
Pero como el cine de terror o de ciencia-micción (si, lo he puesto a posta, porque si eliminamos los planos de efectos especiales, las tres cuartas partes de las pelis del género en los últimos 15 años no tienen metraje ni para un corto, pero esto da para que Perico se marque un post, así que otro día seguimos...) es tan flojito últimamente, pues no deja de ser una peli de un nivel superior a su presupuesto, que ya es algo.
PD. Como siempre, me gustan más las pelis cuando me las cuenta Pedro que cuando las veo... se ve que su imaginación pone esa chispa que les suele faltar a más de una.
Ah, y debo añadir que si por casualidad en un futuro mi señora se decide por traer al mundo un niño albino... me cago en los pantalones!!!
mal rollito, mal rollito
Si nos invita ud al bautizo-albino alegaremos dolor de cabeza para no asistir!!
Y a lo mejor sí que pongo de mi parte para que me gusten según qué pelis. Carpenter tiene dispensa para hacer o que quiera, que a mí me parecerá de bueno a inmejorable, seguro. Mira que soy lerdo echando piedras sobre mi propio tejado de crítico aficionado. Glubs!
Si disfruté como un enano con "Fantasmas de Marte"...
Ah, sr. Langosta, ya verá como mi opinión -coincidente con la suya, por cierto- nos hace merecedores de los airados comentarios del Sr. Pamplonauta...
Airados... si queréis empiezo ya, porque vaya pedazo de bodrio de película. Le doy un 1 sobre 10, y no un cero porque... bueno Pepe sabe por qué, así que que os lo cuente él.
Un abrasooooo
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