Las Crueles Estaciones
El tomo abre con una historia autoconclusiva situada cronológicamente antes de los hechos narrados en La marcha de los soldados de madera. Cenicienta
La segunda historia nos lleva nada menos que a
El tomo se cierra con Las cuatro estaciones, cuatro historias cuyo tono viene marcado por la época del año en que transcurren (al modo de aquellas cuatro novelas cortas de Stephen King). Es un momento delicado para las fábulas tras el primer enfrentamiento serio con el Adversario en tierras mundanas, momento de restañar las heridas y elaborar planes en previsión de contingencias futuras, pero a pesar de todo, no se puede decir que sea una época de tranquilidad. En El Cruel y caluroso verano las elecciones de Villa Fábula alterarán el statu quo que la colección había mantenido durante sus dos primeros años de vida, al tiempo que Blanca da a luz a los siete cachorros de Feroz. En el Largo y Duro Otoño vemos cómo se produce el relevo de guardia antes apuntado y cómo prosiguen las investigaciones para descubrir la identidad del adversario. Blanca debe marchar a
Tierras Natales
Para abrir boca, nada mejor que las aventuras de Jack en Hollywood, convirtiendo los bienes sustraídos de Villa Fábula con la ayuda de Pulgarcita en dinero con el que financiar una gran saga de films fantásticos que le muestran como un osado y noble aventurero. Dibujado con el estilo limpio de David Hahn (con un uso impresionante de la línea clara) el arco consigue que Jack caiga simpático –como siempre- al tiempo que mezquino, y que
Y ya tras este paréntesis entramos de lleno en las Patrias, las Tierras Natales de las que huyeron las Fábulas tras la cruenta guerra con el Adversario. Siguiendo las andanzas del encapuchado Chico de Azul vemos cómo funciona ahora el mundo que dejaron atrás, poblado por recaudadores de impuestos torpes, gobernadores corruptos, zapateros que no son lo que parecen y formidables Adversarios con los pies de barro. Es un paseo mágico lleno de ironía y con momentos para la poesía y la épica (los dos enfrentamientos directos de Azul con el Adversario están narrados con un pulso y una energía tremenda: secos, concisos y emocionantes al mismo tiempo) finalmente Willingham coloca las cartas sobre la mesa. No sólo desvela la identidad del Adversario, que es el Flautista de Hamelin, sino que cuenta cómo nacieron en él las ansias de poder y control. Debo decir que resulta tan aterradoramente lógico y verosímil el proceso, que quizá sea uno de los villanos mejor explicados de la historia del comic. Más que megalomanía, comodidad. Antes que afán de poder, búsqueda de una vida pacífica en su entorno. Pero como de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno lo que empezó como la sustitución de los gobernantes corruptos o ineficaces acabó convirtiéndose en el camino en una dictadura suprema cuyo fin último es el control absoluto de todas las fábulas (y las orientales, árabes y africanas ya están en el punto de mira). Reencuentro final de Azul con Caperucita Roja y espadas en alto para futuros acontecimientos. Nada hay resuelto y por el contrario, queda mucho por hacer, como el Príncipe Azul dice a Mowgli, al que encomienda la búsqueda de Feroz en el interludio de la saga (con dibujos del fundacional Lan Medina), capítulo en el que además de presentarnos a las Fábulas del Libro de
Cortos se quedan todos los halagos al excepcional trabajo de Mark Buckingham que número a número se supero en cuanto a composiciones de página, fondos trabajados, creación de personajes fabulosos y expresividad de caracteres. Una gozada visual que supone el contrapunto perfecto a los muy planificados guiones de Willingham, que con esa mezcla de aventura, fantasía y socarronería ha sabido convertir esta serie en la heredera natural de Sandman o Starman como punta de lanza de la compañía en cuanto a tebeo adulto se refiere.
Que ganas tengo de saber cómo sigue la historia, pero como suele decirse, eso… eso será otro día.
4 comentarios:
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Y no te digo mas.
Cuanta razón tiene, caballero.... Cuanta razón tiene, caballero.... Cuanta razón tiene, caballero.... Cuanta razón tiene, caballero.... Cuanta razón tiene, caballero.... Cuanta razón tiene, caballero....
Y seguiría así hasta el infinito y más allá.
Joderesssss me has cagado la sorpresa del adversariooo! Mea culpa por leer jeje
fíjate que yo pensaba que el malo malo era Geppeto...
Que no hombre que no, ni uno ni otro. En realidad el Adversario es ¡Pepito Grillo!
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