Desde el pasado noviembre he venido participando en un certamen literario organizado por la cadena de hoteles NH y avalado por el escritor Mario Vargas Llosa, que consistía en publicar un relato en la web El relato más votado y dejar que los internautas fueran emitiendo sus votos sobre aquellos cuentos que más les hubiesen gustado. Finalmente, y tras no pocas molestias causadas a familiares, compañeros de trabajo y del entorno universitario alicantino y amiguetes, y tras haberme quedado en puertas de conseguir un puesto entre los finalistas, este vuestro humilde servidor, amante de los gatos y polifriki dada la cantidad de filias que alimento con pasión y devoción, ha conseguido colarse de rondón en el grupo de los cinco finalistas y lograr una distinción honorífica que permite asociar la figura de Plissken a la de ese monstruo de la literatura contemporánea que es Mario Vargas Llosa aunque sólo sea tangencialmente.
Les invito a todos ustedes a leer si gustan el relato presentado a concurso y a la postre finalista del certamen, El llanto de otra, escrito hace siete años cuando la ola de violencia de género que hemos venido padeciendo históricamente asaltaba diariamente la crónica de sucesos y recibía un tratamiento por parte de los medios amarillista y morboso. Desgraciadamente la situación poco ha cambiado en algunos aspectos (esa prensa tan "sensible" y atenta a la realidad de nuestro país), mientras que en otros, como es el nivel de permisividad social hacia ciertos comportamientos , sí se han producido importantes avances en el comportamiento de la ciudadanía que avanza hacia la tolerancia cero. Eso sí, lamentablemente no hemos conseguido erradicar por completo la execrable lacra de la violencia de género ni evitar de eso modo que el llanto -y la sangre- de muchas mujeres siga derramándose. Como siempre, creo que la seriedad y la trascendencia no me sientan demasiado bien, pero sí quería compartir con todos ustedes este feliz acontecimiento que me llena de orgullo.
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