Este tomo se inicia con la conclusión del enfrentamiento con Alquimia, un villano con sed de venganza que pretende matar a un mafioso de tercera protegido por la policia y puesto bajo custodia de Wally. A lo largo de la frenética carrera para salvar la vida de Moe Migliani Flash deberá cuidar de sí mismo e intentar llegar a tiempo a la estación de tren desde la cual Linda pretende marcharse para iniciar una nueva etapa en otra ciudad. El personaje de Linda ya resultaba importante en la colección y en la vida de Wally, pero Waid recalca aquí la fuerza del personaje y de los sentimientos verdaderos que laten en la relación de pareja mezclando a la perfección la épica de la pelea entre Alquimia y Flash y la lírica de los pensamientos y la declaración de amor de Wally a la periodista. Tras una aventura tan frenética como esta encontramos un número de transición navideño, repleto de buenas intenciones, Un regalo perfecto. Jay y Wally evitan el robo de unos grandes almacenes y ayudan a un pobre diablo en apuros a salir del hoyo en que se encuentra. Buenos sentimientos, una pizca de acción y uno de los continuarás más salvajes de la historia son lo mejor de una historia de transiciónque da paso al arco argumental El regreso de Barry Allen.
No hay descanso para un velocista, y así, sin casi solución de continuidad, la vida de Wally vuelve a verse sacudida por la aparición de Frankie Kane, antigua novia con poderes magnéticos que ayudó a Kid Flash y a los Titanes bajo el nombre de Magenta movida por su amor dependiente y obsesivo hacia Wally. La ruptura entre ambos resultó especialmente traumática para ella, y ha vuelto a Central City para recuperar el amor de su vida. La complicación sentimental se añade a los problemas que está generando el Consorcio en la ciudad, y que motivan la aparición en la misma de Starfire y Nightwing, que buscan echar a un cable a su amigo y antaño compañero en los Titanos. Sobre estos dos pilares argumentales basculará la saga de cuatro números Back on track (En el buen camino, Flash 80-83) que nos deja un buen puñado de momentos dramáticos dignos del mejor culebrón romántico aderezados con dinámicas peleas y una carrera contra reloj para salvar la ciudad de una detonación nuclear en la que Wally se verá obligado a tomar una decisión de importante peso para el futuro: elegir entre la salud mental de Frankie o el bienestar de todos los ciudadanos de Central City.
Los siguientes números (84-85) enfrentan a Flash contra el villano Razer, un tipo de gran tamaño, armadura resbaladiza y que lanza cuchillas a gran velocidad que se haya implicado en un asunto de extorsión a los dueños de un centro comercial. La batalla entre ambos provocará serios daños a la propiedad y la amenaza de Razer será neutralizada a un alto precio. Sin tiempo para restañar las heridas de ese enfrentamiento en el camino de Wally se vuelve a cruzar Argos, personaje creado durante la saga Bloodlines (igual que Hitman, por poner otro caso) que lleva su guerra contra el crimen organizado a las calles de Central City. Cerramos el volumen con una nueva aventura navideña, en este caso aderezada con una extraña ola de calor y una ola de robos encubiertos, y en un enfrentamiento de Wally con Chillblaine, villano armado con una pistola de rayos congelantes que ataca en el momento más inoportuno, cuando se presenta una denuncia contra Flash por negligencia y denegación de auxilio a una víctima del ataque de Razer al centro comercial. Con las espadas en todo lo alto, y los nubarrones de un nuevo "juicio contra Flash" (de infame recuerdo para los aficionados a las aventuras del velocista escarlata) asomando por el horizonte se cierra el segundo volumen antológico dedicado a recopilar el Flash de Mark Waid.
He intentado que la reseña contara bastante, pero no todo, y por tanto hay unos cuantos momentos que quedan al albur de su lectura. No quiero robarle a nadie la sorpresa que supone el misterioso regreso de Barry Allen y todo lo que rodea a dicha historia, pues fue uno de mis momentos más emocionantes como lector de tebeos pijamosos. Épico, dramático y emotivo es un tebeo que me hizo enamorarme aún más del personaje y de un guionista que me ha dado muchas otras alegrías con el paso de los años. No me resisto a reseñar una pequeña pifia de maquetación en la edición, por otro lado modélica de Planeta de Agostini (se incluyen portadas, entrevistas a los autores, artículos de la época y fichas y reseñas que ayudan al neófito a sumergirse progresivamente en un universo que no dejará de complicarse de ahora en adelante), y es que para encajar todas las dobles páginas que hay en el clímax de la saga El regreso... se ha optado por partir una página en dos (198-199 de la edición de Planeta). Entendiendo la necesidad no sé si habría sido posible hacerlo de otro modo, introduciendo alguna portada de por medio o incluso una página en negro, como se ha hecho en otras ocasiones. Por lo demás, eso es todo, amigos. En unas semanas, el tomo 3, con el desembarco de la Primera Armada Española en el título y la celebración del número 100.
2 comentarios:
Tengo todavía el primer tomo pendiente pero tu entrada me ha animado para colocarlo en la pila de "inmediatos".
Ya te contaré...
Impacientes Saludos.
PAblo, espero que lo disfrutes la tercera parte o así de lo que yo lo disfruté en su momento. Sólo con eso ya te gustaría un montón. Y en el tomo 3 la saga de Impulso y el número 100 USA, un festival de acción y emoción dibujado por el nunca demasiado bien reconocido Óscar Jiménez. ¡Un saludo!
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