Pues lo que te de la gana, lo que tu economía te permita, y por encima de todo lo que el destinatario del regalo vaya a apreciar. Un año más la blogosfera se llena de recomendaciones, y de nuevo yo me sumo a la campaña, aunque este año sólo parcialmente. Un libro, un tebeo. Empecemos.
Crónicas Marcianas (1945)
Ray Bradbury
Se puede decir que este libro, que recopila una veintena de cuentos que narran una historia común -la colonización de Marte por los habitantes de la Tierra-, me robó el corazón desde su primera lectura. Con una variedad de temas y personajes sorprendente para la extensión del volumen y la extensión variable de cada uno de los relatos, la poesía, el horror, la desesperación y la melancolía se apoderan del lector casi desde el primer momento. Seguir la epopeya ficticia de ese descubrimiento, colonización y población del planeta rojo desde el primer momento y a través de cuentos que saltan en el tiempo, que unas pocas veces repiten protagonista dando sensación de cohesión a la historia general es una experiencia inolvidable como lector que de cuando en cuando he querido recuperar. La narración de las tres primeras expediciones resultan relatos modélicos en cuanto a contención, intensidad y sorpresa, asistiendo el lector a unos giros dramáticos inolvidables en cada uno de los casos: desde el peculiar triángulo amoroso que se insinúa en Ylla, al terror surgido de la propia mente que vivirán Los hombres de la Tierra, hasta llegar a ese bello y trágico alegato por la preservación del medio y la cultura pasadas que es La tercera expedición. Son muchos otros los relatos que mezclan a partes iguales el humor, la ensoñación, la poesía y la miseria de una humanidad que es capaz de lo mejor y, en la mayoría de los casos, lo peor. Cuentos como Encuentro nocturno, Usher II o El picnic de un millón de años son tan hermosos como inolvidables. Durante años mis pinitos como escritor estuvieron muy influidos por Ray Bradbury, hasta que Kurt Vonnegut o Chuck Palahniuck bastardearon mis influencias.
Los muertos vivientes (2003)
Robert Kirkman/Tony Moore/Charlie Adlard
Esta serie es el auténtico sleeper del año... durante los últimos cinco años, por lo menos. Cuando apareció en el mercado unos pocos nos acercamos a ella esperando leer el "típico" tebeo de zombis -lo entrecomillo porque como seguidor del género no considero que seguir una serie de tópicos o lugares comunes más o menos genéricos no es algo necesariamente malo-, y la lista de nuevos lectores que se han ido subiendo al carro desde que apareció no ha cesado de crecer. La histora tiene un comienzo bastante tópico, Rick, sheriff de pueblo, despierta de un coma para descubrir que la civilización tal y como la conocemos se ha ido al garete. Las ciudades están pobladas por personas con ansia de carne humana y un avanzado estado de putridez. La lucha de Rick por reunirse con su familia y sobrevivir en un mundo como ese, en el que cada día puede ser el último de aquellos a los que aprecias o amas y en el que la muerte más horrible puede esconderse tras cualquier puerta es una lectura gratificante y extenuante a partes iguales. Gratificante en el sentido en que da gusto leer un tebeo en el que se te permite conocer a los personajes a través de diálogos que aportan numerosa información, y con una narrativa diáfana y que maneja los tempos de la acción como pocas hoy día: los diálogos fluyen naturalmente y la acción se nos muestra aterradoramente diáfana y con el ritmo que guionista y dibujantes buscan en cada momento. Lo extenuante de la colección es que cada tomo de la serie (en España la estamos disfrutando en recopilatorios de cadencia semestral aproximadamente) es una lectura compulsiva en la que el lector -yo- siente una urgencia casi extrema para llegar al final de cada historia y comprobar que todos sus amigos y conocidos en la viñeta han llegado con éxito al final del viaje. Por desgracia, eso no siempre sucede, ya que parafraseando el lema promocional, en esta historia continuada hay mucho de horror y poco de supervivencia. Y lo peor es que como suele suceder en el género, la mayoría de las barbaridades parten del ser humano y tienen a los muertos vivientes como hambrientos convidados de piedra.
Crónicas Marcianas (1945)
Ray Bradbury
Se puede decir que este libro, que recopila una veintena de cuentos que narran una historia común -la colonización de Marte por los habitantes de la Tierra-, me robó el corazón desde su primera lectura. Con una variedad de temas y personajes sorprendente para la extensión del volumen y la extensión variable de cada uno de los relatos, la poesía, el horror, la desesperación y la melancolía se apoderan del lector casi desde el primer momento. Seguir la epopeya ficticia de ese descubrimiento, colonización y población del planeta rojo desde el primer momento y a través de cuentos que saltan en el tiempo, que unas pocas veces repiten protagonista dando sensación de cohesión a la historia general es una experiencia inolvidable como lector que de cuando en cuando he querido recuperar. La narración de las tres primeras expediciones resultan relatos modélicos en cuanto a contención, intensidad y sorpresa, asistiendo el lector a unos giros dramáticos inolvidables en cada uno de los casos: desde el peculiar triángulo amoroso que se insinúa en Ylla, al terror surgido de la propia mente que vivirán Los hombres de la Tierra, hasta llegar a ese bello y trágico alegato por la preservación del medio y la cultura pasadas que es La tercera expedición. Son muchos otros los relatos que mezclan a partes iguales el humor, la ensoñación, la poesía y la miseria de una humanidad que es capaz de lo mejor y, en la mayoría de los casos, lo peor. Cuentos como Encuentro nocturno, Usher II o El picnic de un millón de años son tan hermosos como inolvidables. Durante años mis pinitos como escritor estuvieron muy influidos por Ray Bradbury, hasta que Kurt Vonnegut o Chuck Palahniuck bastardearon mis influencias.
Los muertos vivientes (2003)
Robert Kirkman/Tony Moore/Charlie Adlard
Esta serie es el auténtico sleeper del año... durante los últimos cinco años, por lo menos. Cuando apareció en el mercado unos pocos nos acercamos a ella esperando leer el "típico" tebeo de zombis -lo entrecomillo porque como seguidor del género no considero que seguir una serie de tópicos o lugares comunes más o menos genéricos no es algo necesariamente malo-, y la lista de nuevos lectores que se han ido subiendo al carro desde que apareció no ha cesado de crecer. La histora tiene un comienzo bastante tópico, Rick, sheriff de pueblo, despierta de un coma para descubrir que la civilización tal y como la conocemos se ha ido al garete. Las ciudades están pobladas por personas con ansia de carne humana y un avanzado estado de putridez. La lucha de Rick por reunirse con su familia y sobrevivir en un mundo como ese, en el que cada día puede ser el último de aquellos a los que aprecias o amas y en el que la muerte más horrible puede esconderse tras cualquier puerta es una lectura gratificante y extenuante a partes iguales. Gratificante en el sentido en que da gusto leer un tebeo en el que se te permite conocer a los personajes a través de diálogos que aportan numerosa información, y con una narrativa diáfana y que maneja los tempos de la acción como pocas hoy día: los diálogos fluyen naturalmente y la acción se nos muestra aterradoramente diáfana y con el ritmo que guionista y dibujantes buscan en cada momento. Lo extenuante de la colección es que cada tomo de la serie (en España la estamos disfrutando en recopilatorios de cadencia semestral aproximadamente) es una lectura compulsiva en la que el lector -yo- siente una urgencia casi extrema para llegar al final de cada historia y comprobar que todos sus amigos y conocidos en la viñeta han llegado con éxito al final del viaje. Por desgracia, eso no siempre sucede, ya que parafraseando el lema promocional, en esta historia continuada hay mucho de horror y poco de supervivencia. Y lo peor es que como suele suceder en el género, la mayoría de las barbaridades parten del ser humano y tienen a los muertos vivientes como hambrientos convidados de piedra.
12 comentarios:
Menudas recomendaciones, caballero!!.
Bueno, del libro de Bradbury no puedo decir nada, por que no lo he leído, pero del cómic de "Los Muertos Vivientes"... Pues tampoco voy a decir nada que ya no sepas!!. Impresionante!!.
Me permito la licencia de, si no lo has leído aún, recomendarte el libro de Max Brooks "Guerra Mundial Z". Creo que te gustará!!.
En cuanto a lo de RE5 (madre mía que comment más zombie me está quedando), la verdad es que no tengo horario fijo. Igual no me has visto conectado por que no suelo tener conectada la consola a la red. Ya sé que no utilizas el messenger, pero sería útil para ver si estoy conectado y quedar para iniciar una partidita. De todas formas, ¿cuendo sueles jugar tú?.
Osukaru, me alegro que te cuentes entre la legión de lectores vivientes de la serie ;D El libro de Max Brooks fue leído, disfrutado y reseñado en su momento. ¡Suspenso! Y tengo pendiente Apocalipsis Z, pero vamos, Los muertos vivientes va a quedar como un clásico de la cultura zombi para los restos.
Mi disponibilidad para jugar es casi total de cuatro a doce todos los días menos fines de semana. Por correo concretamos un día e intentamos conseguir algún logro en los mercenarios? ;D Por cierto, aunque no sea el juego de mi vida ya me he obsesionado. Voy por la tercera vuelta en modo veterano y en busca de todos los emblemas. Eso, sí, para no volverme loco estoy tirando del video que pusiste en tu blog. Llamadme tramposillo ;D
Dos grandísimas lecturas, la verdad. Compré Crónicas marcianas hace unos años,justo después de haber leído Fahrenheit 451 y la verdad es que su lectura me satisfizo muchísimo, por su originalidad, su gran variedad de tonos y géneros, y sobre todo por sus críticas hacia la condición humana, todo un clásico sin duda alguna. En otro orden de cosas se agradece que el programa de Javier Sardà haya desaparecido de la parrilla televisiva, porque en la época en la que me compré el libro me tocó aclarar más de una vez que no había comprado ningún pack del susodicho programa, Jesús, que cruz fue aquéllo.
Y de Los muertos vivientes, nada más que añadir, salvo que , al igual que la enorme legión de lectores que la seguimos, estoy deseando que salga a la venta el siguiente tomo. Un abrazo.
Crónicas Marcianas es una obra maestra, y Bradbury, Dios ;)
Un saludo
Guaaaj!. Suspenso!!. Pues se me habrá pasado... sorry... Buscaré la reseña del libro. Jejeje!.
Tercera vuelta en modo veterano?. Diox... XD
De tramposillo nada, sin una guía veo imposible encontrarlos todos!!. ¿Pero como vas a encontrar un emblema dentro de una casucha cerrada por el que sólo se ve por una rendijita?. ¿Y que me dices de aquel que está en la parte más alta de la torre de control del buque?. Amosandaque...
Dos lecturas obligatorias.
Y sí, "Cronicas marcianas" es una obra maestra.
"Los Muertos Vivientes", un señor tebeo que habrá que ver como termina para ver si llega a tal consideración. De momento, de lo mejorcito de la década.
Impacientes Saludos.
Crónicas marcianas fue uno de los libros que marcó mi amor por la ciencia ficción. junto a cualquiera del genial Phillip K.Dick.
Jaime, te lo digo de corazón, Farenheit 451 debería ser lectura obligada en los institutos. Si después de leerlo no amas los libros, la cultura impresa, la libertad y te entra un picor contra cualquier sistema que quiera imponerte sus ideas y robarte la libertad de escoger las tuyas, entonces es que no eres ser humano. Hay una coña en mi perfil a cuenta del libro, por cierto. Me gusta caminar bajo la lluvia ;D
Y yo también sufrí en tiempos la confusión del programa basura con la obra de Bradbury, ¡manda narices la cosa!
FH Navarro, amén a dos axiomas de mi religión literaria. Si Bradbury es Dios tiene en mí a un ferviente difusor de su palabra ;D
Osukaru, nada hombre, que era broma, jejeje. Creo que me estoy obsesionando demasiado con el juego, anoche lo visualizaba antes de dormir y he tenido otro de mis sueños/epopeya/pesadilla zombi. Voy a tener que calmarme, pero es que ya llevo... ¡¡¡22 emblemas!!!
PAblo, terror, pánico, me da el cierre de la serie. Tengo el problema de empatizar con todo, desde animalicos de la calle a desconocidos en apuros a personajes ficticios de toda clase, ya sean cine, tv, literatura o comics. Así que se puede usted imaginar la fiesta que supuso para mí el último tomo de la serie publicado en España, la confirmación al menos para mí de que Kirkman no tiene pensado darnos muchas alegrías. ¡Un saludo!
J.A.Rubio, la verdad es que a Bradbury llegué después de haber leído la saga de la Fundacion de Asimov, algo de Clarke, de Heinlein... Ray Bradbury es un poeta que nos lleva a otros mundos y tiempos y consigue que sintamos añoranza y tristeza de lo que no ha existido jamás. Dik ha sido mi último descubrimiento y ando recuperando terreno a pasos agigantados. Ubik, El hombre del castillo, sus cuentos completos...
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