lunes, junio 22, 2009

Lunes a cara de perrillo

La semana pasada comenzaba tranquila y sosegada, y lo cierto es que nada vaticinaba los disgustos que un servidor se iba a coger por cuenta ajena y sin pretenderlo siquiera. Les cuento someramente, y lo hago aquí por el carácter eminentemente personal de esta entrada lunera, aunque había considerado una entrada camuflada en la Escuela Jedi de Entrenamiento Felino. Al final creo que es mejor exponer el caso tal cual y quitarme de encima el mal sabor de boca. Jueves, servidor se va de viaje de trabajo a un archivo municipal de la provincia en busca de fondos documentales que digitalizar. Conforme salimos de la empresa, sita en la universidad de Alicante, una compañera nos muestra un cachorro de Pomerania que acaba de encontrar en el parking. Ocho y veinticinco de la mañana, perro presumiblemente perdido. Ya en el archivo, y a media mañana, me llega un mensaje multimedia que Miss Sparks, compresiblemente indignada, me manda, de una nota pegada con un alfiler a una bolsa que contenía los juguetes del perro. Les dejo la nota. Once de la mañana, perro abandonado.


Se da parte a seguridad y se va un par de veces al parking en busca del presunto dueño sin resultado. Al final un compañero decide hacerse cargo del perro. La historia se queda ahí. El viernes por la mañana, de pronto, llegan noticias a la empresa de que hay una persona que está llamando por teléfono a todo aquel que conoce diciendo que ha "perdido" a su perro. La historia no concuerda pero en ese momento hay tres posibilidades: que se ha arrepentido de abandonarlo, que ha oído la historia de un pomerania abandonado y decide conseguir uno gratis o que una persona o que alguien a mala fe ha pretendido gastarle una jugarreta. Sólo una de esas opciones no convertiría a la sujeta en una descastada. Seguridad y Recursos Humanos de la empresa saben del perro, pero nadie comunica nada hasta estar seguros de la verdadera identidad de la dueña y de las circunstancias de la pérdida o abandono. Nuevo giro dramático de la historia, el refinitivo. La sujeta afirma que no queremos devolverle el perro y se busca refuerzos que con malos modos e intimidación insta a devolver el animal sin hacer preguntas y aceptando una historia con agujeros del tamaño de Alabama y que hace más aguas que el Titanic. Se nos recuerda que estamos en horario laboral y que debemos mantener la compostura, con lo que se desactiva nuestra indignación por el asunto. Finalmente, el perro regresa a manos de la familia de la dueña que decide hacerse cargo de él a espera de aclarar el asunto. El perro sale de nuestras vidas después de haberse perdido, haber sido abandonado, secuestrado y retenido por nosotros y finalmente devuelto a los que provocaron el problema. Pequeño desahogo a cuenta de una historia menor pero que el viernes me dejó un mal cuerpo importante. Adiós, pequeña Tuvia,  llegaste, brillaste con intensidad y desapareciste con incertidumbre de nuestras aburridas vidas.



Por lo demás, semana la que se avecina propicia para la holganza, la molicie y el atrincheramiento casero, gracias a las Fiestas de San Juan, que nos regalan dos días de asueto impagables que aprovecharemos para hacer NADA de la forma más intensa posible. O algo sí haremos, porque es mi intención dejarles la reseña de un novelón recientemente finiquitado y no me gustaría dejar de reseñar una colección también leíada en su integridad hace poco y de la que finalmente no hablé como era mi intención. La verdad es que con el paso de los años he ido conformando una suerte de Biblioteca Multimedia de Plissken que consulto de cuando en cuando a la hora de revisar o recordar viejas sensaciones y compararlas con las me sugiere un nuevo visionado o lectura de una obra reciente. Lo que sentí en su momento y lo que me sugiere en la actualidad puede ser idéntico o ligeramente diferente, pero nunca está de más comparar la aparición de esos nuevos matices. Y todo ello vendrá acompañado, como toca, de un sketch y de la prometida entrada de commissionandos pospuesta la pasada semana.
Y para empezar la semana un tema suave, tranquilo y relajado, una balada del grupo de pop juvenil Green Day que invita a la reflexión y al adocenamiento. Procuren no quemar nada hasta el miércoles por la noche y sean ustedes buenos. No pierdan, abandonen o secuestren ningún animal, persona o cosa y como siempre, tengan mucho cuidado ahí fuera.




Know your enemy
Green Day

Do you know the enemy?
Do you know your enemy?
Well, gotta know the enemy

Do you know the enemy?
Do you know your enemy?
Well, gotta know the enemy

Do you know the enemy?
Do you know your enemy?
Well, gotta know the enemy

Violence is an energy
Against the enemy
Violence is an energy

Bringing on the fury
The choir infantry
Revolt against the honor to obey

Overthrow the effigy
The vast majority
Burning down the foreman of control

Silence is the enemy
Against your urgency
So rally up the demons of your soul

Do you know the enemy?
Do you know your enemy?
Well, gotta know the enemy

Do you know the enemy?
Do you know your enemy?
Well, gotta know the enemy

The insurgency will rise
When the bloods been sacrificed
Don't be blinded by the lies
In your eyes

Violence is an energy
From here to eternity
Violence is an energy
Silence is the enemy
So gimme gimme revolution

Do you know the enemy?
Do you know your enemy?
Well, gotta know the enemy

Do you know the enemy?
Do you know your enemy?
Well, gotta know the enemy

Overthrow the effigy
The vast majority
Burning down the foreman of control

Silence is the enemy
Against your urgency
So rally up the demons of your soul

6 comentarios:

Osukaru dijo...

Vaya "bizarre adventure" pasaste la semana pasada con el dichoso perrete. Historias de esas para amenizar cenas y copeteos varios, la verdad, y que dan muestra de tu gran componente humano y de los que te rodeaban en ese momento. Bien hecho!.

Oye, esas jornadas de asueto... Se podrían llenar de una buena matanza de majiniiiiis!!. Jajaja!.

Plissken dijo...

Bizarra, bizarra. Empezó siendo anécdota, se convirtió en esperpento y acabó en un verdadero drama. La verdad es que me siento muy orgulloso de mis compañero y especialmente del que decidió hacerse cargo del animal, que al final se comió un marrón que no merecía. Al final, de lo que te dan ganas es de mirar para otro lado... Pero en fin...

Mañana, pese a lo dicho, lo tengo algo complicado, pero el miercoles por la mañana podriamos causar una masacre entre las filas de TriCell ;D

milo dijo...

Rescatas gatos, que bueno, a falta de crios no está mal el tener algo que sea desagradecido por casa... pero ratas!!! :)

Mirims dijo...

Ai que cosa més bonicaaaa, que llàstima

Plissken dijo...

Milo, infundios malintencionados. Los gatos son tan agradecidos como las personas, eh, o tan traicioneros como ellas... o... déjalo... ¡Pero dan mucho cariño!

Parecería una rata, pero era una rata adorable. Por un rato me sentí Paris Hilton, juas juas.

Plissken dijo...

Mirims, la cosica era adorable de verdad, se volvió media empresa tarumba con el animal. Y yo por esos archivos de Dios cargando cajas llenas de documentos :C

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