Frank Frazetta: Creador de mundos

El diez de mayo fallecía a los 82 años de edad Frank Frazetta, uno de los grandes genios de la ilustración contemporánea que ha marcado a fuego la retina de generaciones de aficionados a la fantasía y a la ciencia ficción con sus paisajes imposibles, sus composiciones de guerreros salvajes, de criaturas abominables y de seres de pesadilla. Suyas son algunas de las imágenes más icónicas y reconocibles que tenemos de personajes como Conan, Death Dealer o Vampirella. La carrera de Frank le llevó desde el dibujo de comics de género (western, fantasía) en los años cincuenta hasta sus colaboraciones como ilustrador de portadas y carteles de cine a partir de los años sesenta, en los que ofrecería su personal, inolvidable e irrepetible interpretación de los personajes de E. R. Burroughs, R. E. Howard o creando sus propios mitos, como Death Dealer, amenazador personaje que protagonizó toda una serie de pinturas y acabó sirviendo como portada de discos, tuvo su propia serie de novelas e incluso dos miniseries de comic. En la red ha habido merecidísimos repasos a la carrera de este artista que trasciende las etiquetas (¿dibujante?, ¿ilustrador?, ¿pintor?), como los de los compañeros Fran Ortiz, Bruce, Etrigan o Werewolfie. Me sumo a ellos con estas escasas líneas y una serie de imágenes que recogen quizá no sus obras más famosas, sino aquellas que a mí me transportan de forma más poderosa a otros lugares que sólo existieron en su fértil imaginación y que cobraron vida gracias al enorme talento artístico de un, digámoslo, genio. También he recogido algunas de sus pinturas relacionadas con el cine, ya fuera a modo de homenaje o como ilustraciones para anunciar películas como Ruta suicida o Abierto hasta el amanecer.