viernes, mayo 28, 2010

La Liga de los Caballeros Extraordinarios. 1910: Lo que mantiene viva a la humanidad

Año 1910. Ha pasado más de una década desde la bizarra invasión marciana desbaratada por la intervención de la Liga de los Caballeros Extraordinarios. Un envejecido y enfermo Capitán Nemo agoniza en su base, pero antes de morir quiere que sea su hija, Janni Dakkar, la que se encargue de mantener viva la leyenda del Nautilus. Janni huye de allí desoyendo las súplicas de Ismael y sube a un barco cuyo destino es Londres. Una vez allí y con el nombre de Jenny Diver se aloja en un hotelucho portuario de mala muerte en el que adoptará el empleo de doncella limpiando y sirviendo las mesas de los degradados parroquianos. Junto a Janni regresaba a Londres en el mismo barco un tal Jack McHeath que huyó del país poco después de los asesinatos de Whitechapel y con el que las muertes violentas de prostitutas vuelven a sucederse.


Los aires de comienzos de siglo están enrarecidos, y Mycroft Holmes, jefe de la inteligencia británica, no es ajeno a la convulsa situación internacional ni a los peligros que acechan a Gran Bretaña desde su interior. Las visiones de Carnacki sobre un culto oscuro que intenta convocar al "hijo de la luna" y los asesinatos de prostitutas forzarán a la segunda encarnación de la Liga de los Caballeros Extraordinarios a investigar en los bajos fondos londinenses y en los círculos esotéricos y místicos de la ciudad en busca de una solución. El equipo de 1910 está compuesto por Mina Murray, Allan Quatermain (rejuvenecido y haciéndose pasar por su propio hijo), Orlando (inmortal de sexualidad ambigua), Carnacki (detective sobrenatural cazador de fantasmas) y Raffles (ladrón de guante blanco y versátiles habilidades).


Mientras que la investigación de los círculos mágicos de Londres les conduce hasta un grupo de oscuras e indeterminadas intenciones, la ayuda de un viajero temporal (Andrew Norton, el prisionero de Londres) aporta más enigmas que respuestas y los asesinatos de MacHeath prosiguen, el trágico destino de Jenny Diver desatará una matanza salvaje en los puertos de Londres que sólo supondrá el punto de partida de los muchos horrores que un siglo como el XX deparará a la humanidad y de los que nuestros Caballeros Extraordinarios tendrán que ser, por fuerza, testigos involuntarios.

La Liga de los Caballeros Extraordinarios. Century: 1910 es la primera de tres historias autoconclusivas que Alan Moore y Kevin O'neill tienen planificado desarrollar narrando las historias de la segunda encarnación del grupo a lo largo de tres momentos clave en cien años (1910, 1969 y 2009), intentando desarrollar una historia de proporciones épicas de forma contenida, autoconclusiva en cada una de sus entregas y que rehúya los consabidos finales bruscos entre entrega y entrega. En este caso asistimos a una Liga que sólo mantiene dos de los miembros de la primera encarnación, viejos conocidos para el lector, mientras que el resto aparecen entresacados de la literatura pulp y gacetillera de la época, un sustrato literario harto desconocido para un servidor de ustedes -y me temo que para el público en general- que convierte este Century: 1910 en un tebeo un tanto hermético y necesitado de, como mínimo, un inexistente apéndice que ubique a cada uno de los personajes.


Tanto la estructura de la historia, narrada en la parte de Jenny Diver por la canción tabernaria de una misteriosa mujer, como las andanzas de Janni y MacHeath en los muelles remiten de forma directa a La ópera de tres peniques y la historia de Mack The Knife y Jenny. Las escenas de la cruda vida diaria de Janni en la fonda desempeñando su ingrato trabajo, así como la de sus desgracias posteriores aparecen narradas por las estrofas de dicha canción, algo que me recordó poderosamente a aquellas escenas de V de Vendetta en las que una canción de cabaret servía de contrapunto e hilo conductor de la trama. A nivel argumental poco más de interés ofrece la historia, en la que además de la herencia de Nemo encontramos los crímenes de MacHeath -asumidos de forma antinatural y extraña por el propio stablishment británico-, la peripecia esotérica de una nueva Liga que provoca más daño del que logran evitar y la sensación de que se ha plantado las semillas para un futuro desarrollo de la historia y de los personajes que le dejan a uno la sensación de que no ha leído más que la introducción a esta nueva etapa de la Liga de los Caballeros Extraordinarios. El relato en prosa final, caleidóscopico, dividido en capítulos temporales cada uno de ellos protagonizado por uno o varios miembros diferentes de la Liga no hace sino ahondar en esa sensación.


Personalmente he disfrutado enormemente del experimento literario y narrativo de Moore y O'neill en sus dos anteriores entregas, pero en este caso la conexión ha sido nula, requiriendo que tirara de Wikipedia para conocer siquiera mínimamente el pasado y las características de cada uno de los personajes. Grosso modo, y para más detalles les invito a que buceen en la red, haré un breve repaso de cada uno de esos nuevos personajes, citando su padre literario y el medio del que procede:

* Jack MacHeath, asesino emparentado con los crímenes del Destripador y con los de Mack The Knife. Relacionado con Jenny Diver y Saki Tawdri, todos ellos personajes de La ópera de tres peniques de Bertol Brecht. La canción que Suki desgrana a lo largo de toda la historia y con la que baila con MacHeath al final de la misma está igualmente inspirada en la obra de Brecht y Weill)
* Thomas Carnacki, detective sobrenatural, fue una creación del escritor W. H. Hodgson. Protagonizó seis relatos cortos agrupados en el volumen Carnacki, El buscador de Fantasmas.
* Arthur J. Raffles, el ladrón de guante blanco, fue creado por E. W. Hornung, cuñado de Arthur Conan Doyle. Sus historias se recogen en tres volúmenes de relatos y una novela. Las historias de Carnacki y Raffles están poderosamente influidas por la obra de Arthur Conan Doyle, presentando en sus relatos una estructura similar de la exposición de los hechos y estando narradas por un testigo directo que es el mejor amigo o compañero del protagonista.
* Orlando, personaje ambiguo e inmortal que ha vivido a lo largo de los siglos la historia de Gran Bretaña en primera persona. El personaje procede de la obra de Virginia Woolf Orlando: Una biografía.


Como cualquier obra de Alan Moore este Century: 1910 resulta de lectura grata y obligada, ofreciendo un doble reto al lector al presentarle unos personajes y unas referencias que resultan un tanto más oscuras y menos populares que las entregas precedentes de la serie, así como por ofrecer una historia cuya estructura y resolución digamos que extremadamente abierta distan mucho de las habituales en el medio. Kevin O'neill es fiel a su estilo habitual y ofrece un retrato del Londres de comienzos de siglo verdaderamente espectacular, describiendo la miseria infecta de la zona portuaria o la sofisticación de los clubs exclusivos con el mismo mimo por el detalle. Realmente, si ustedes han leído y disfrutado con cualquiera de las anteriores entregas de esta peculiar serie no deberían perderse este nuevo comienzo de viaje que, a buen seguro, se beneficiará de una lectura completa y continuada una vez haya terminado de editarse. Pero a ver quién es el lector paciente que se espera un par de añitos sin dosis de Moore que llevarse a la mente...

3 comentarios:

Jaime Sirvent dijo...

Muchas gracias por este post, me has aclarado bastante sobre el nuevo tomo de la Liga. No tenía ni idea de donde situarlo,todavía ni lo tengo ni lo he leído, de hecho todavía tengo pendiente de compra(que no de lectura) el segundo volumen con ese homenaje a La guerra de los mundos, así que creo que de momento tiraré por ahí, y con esto, pues ya veremos con el tiempo, un abrazo.

Plissken dijo...

Con el segundo volumen yo tuve la santa paciencia de esperar un par de añitos hasta que salió editado en tomo, más que nada por aquello de no comprar lo mismo dos veces... algo que de cuando en cuando sigue pasando. Esto, reunido en un único tomo con las otras dos partes tiene pinta de quedar verdaderamente espectacular. ¡Un abrazo!

jmaldo05 dijo...

Maravilloso analizis de la obra. En si es una obra maravillosa prologo del tomo "Century" de la liga. Tienes razon en ciertos puntos: en que la opera se vuelve el punto de narracion basica. Se vuelve raro ver como la opera es la base de la historia y como se relaciona con los personajes principales. Tambien es curioso que menciones lo de los personajes; Moore nos hace tener que leer un poco acerca de los personajes para irlos conociendo como se deberia y no funciona como los otros personajes de la liga de 1898; me parecio un tomo interesante, aunque bastante aburrido. Al mismo estilo de Alan Moore.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...