miércoles, abril 21, 2010

Sketch-busters CXLIV: Scott Hampton (I)

Uno de los artistas más esperados y buscados el pasado año en Avilés fue sin duda alguna Scott Hampton. La altísima calidad de su trabajo -más relacionado con la ilustración y la pintura que con el dibujo- y su cercanía como persona -algo a lo que contribuían su simpatiquísima esposa y sus educadas maneras de caballero del sur- hacían que a su alrededor siempre hubiese una decena larga de pacientes aficionados esperando su turno para conseguir una dedicatoria del ilustrador. Y menudas dedicatorias. Todo el talento que el caballero podía poner en ilustrar cualquiera de sus obras lo desplegaba de forma generosa y magistral en cualquiera de las mesas de las terrazas avilesinas, con un arsenal de pinceles, colores y materia prima con la que trabajar -agua, cafe con leche y un par de pinchitos para mantener la máquina en marcha-, ante los ojos del espectador aparecían una tras otra verdaderas obras de arte, independientemente del sujeto plasmado o de la forma elegida para hacerlo. Fue todo un placer verle a lo largo de las más de ocho horas que estuvimos disfrutando de su trabajo y esperando nuestro turno, en una sensación muy parecida a la que tuvimos en Madrid con Barry Kitson, la de ver a un artista que disfruta con su trabajo, que se entrega a fondo con su público y que da lo mejor de sí de forma totalmente desinteresada para dejar un grato recuerdo en prácticamente todos los que pudimos cruzar unas palabras con él. Cuando llegó el turno de miss Sparks -tras seis buenas horas de espera-, esta eligió un personaje con el que el ilustrador de Carolina del Norte ya había trabajado previamente, y es que él fue el encargado de ilustrar las primeras aventuras de Lucifer en solitario ilustrando los guiones de Mike Carey. Y el espectacular resultado es el que podéis ver acompañando estas líneas. Qué digo acompañando. Dignificando, más bien.



Eso sí, el año que viene ya llevaremos específicamente hojas de alto gramaje para acuarelas -por si las moscas-, porque las nuestras resisten el agua de forma regulera, y maravillas como estas es preferible conservarlas de la mejor manera posible.

6 comentarios:

The Korinthian dijo...

Una maravilla realmente cercana y sencilla el matrimonio Hampton...
Y luego los cuadros!!

Pablo dijo...

¡Qué pasada! Una auténtica obra de arte, Don Pedro.

FHNavarro dijo...

Una verdadera chulada!! Enhorabuena!!

Un saludo

Plissken dijo...

Javi, los cuadros de la exposición, la lámina y los originales que llevó. Una verdadera gozada para los sentidos y un placer compartir un rato con ellos :D

Plissken dijo...

Pablo, muchas gracias, aunque el mío en comparación desluce un tanto -ya lo comprobarás, ya- hay que reconocer que Hampton dio lo mejor de sí ante cada hoja en blanco. ¡Un saludo, caballero!

Plissken dijo...

FHNavarro, muchas gracias, pero en fin, este es posesión y devoción de miss Sparks. Yo sólo soy el albacea ;D

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