lunes, diciembre 10, 2012

Lunes agorero

Los que me conocen personalmente, o han seguido este espacio virtual, con el paso de los años habrán podido llegar a apreciar una cierta faceta de paranoia en un servidor. Que una de mis citas preferidas, extraída del excelente film fin de siècle Días Extraños, sea esta, La cuestión no es si uno está paranoico. Es si está lo suficientemente paranoico, no ayuda precisamente a aliviar esa sensación. El caso es que después de unos días de asueto y de semireclusión en casa, que se tradujeron en la recuperación del ritmo de publicación hasta el extremo de hacerme soñar en esa remontada que igualará el número de entradas de este año al pasado y al menos moralmente no me consideraré un bloguero en recesión, así como en el repaso de un film -de nuevo el genero apocalíptico- tan fascinante como inconexo como es Southland Tales, uno llega al trabajo el lunes y se pone a trabajar como un miembro más de la ya celebérrima orquesta del Titanic, y le llega la foto que acompaña a estas líneas. Mi querido Obi-Wan, triscando por las alturas en uno de sus ejercicios de entrenamiento Jedi preferidos, ha cometido un intento de Plisskencidio, afortunadamente resuelto con ayuda de un poco de pegamento y de la atenta mirada de Leti Sparks, que ha evitado mayores estropicios o pérdida de piezas (cuatro años pasó el sable de Mace Windu detrás del mueble del salón por obra y gracia de... lo han acertado, Obi-Wan). El caso es que oteando el panorama, olfateando el ambiente y atendiendo a las señales, recibir esa foto en el trabajo de un Plissken decapitado me ha puesto poco menos que los pelos como escarpias.


Por si fuera poco, tenía pensada una tematización para esta semana, que por mis narices voy a mantener aunque uno acabe formando laboralmente parte del tema, y a lo largo de los próximos días recuperaré el hilo de los muertos vivientes de Max Brooks comentando un par de cosillas sobre su mundo Z, así como les hablaré de un tebeo que aúna -agárrense- zombis y navidades de una peculiar y divertida manera, y para rematar la faena, pues nada mejor que repasar en una nueva entrada las más recientes commissions de esa bestia parda que es el dibujante francés Paul Renaud. Y con esto, escrito a vuela pluma después de cumplir con todas las obligaciones contraídas para esta tarde de lunes -a saber, rematar cuento navideño, visitar al sobrino, hacer la hora diaria de elíptica a ritmo de John Woo, cenar-, les dejo con una cancioncilla alegre y divertida para dar la bienvenida a una semana que seguramente estará llena de alegría, luz y color, un color como...

Paint it black
U2 covering The Rolling Stones


I see a red door and I want it painted black
No colors anymore I want them to turn black
I see the girls walk by dressed in their summer clothes
I have to turn my head until my darkness goes

I see a line of cars and they're all painted black
With flowers and my love, both never to come back
I see people turn their heads and quickly look away
Like a newborn baby it just happens ev'ryday

I look inside myself and see my heart is black
I see my red door and it has been painted black
Maybe then I'll fade away and not have to face the facts
It's not easy facing up when your whole world is black

No more will my green sea go turn a deeper blue
I could not forsee this thing happening to you
If I look hard enough into the setting sun
My love will laugh with me before the morning comes

I see a red door and I want it painted black
No colors anymore I want them to turn black
I see the girls walk by dressed in their summer clothes
I have to turn my head until my darkness goes

Hmm, hmm, hmm...

I wanna see it painted black, painted black
Black as night, black as coal
I wanna see the sun, blotted out from the sky
I wanna see it painted, painted, painted, painted black
Yeah

Hmm, hmm, hmm...



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