Ayer saldamos una deuda histórica en esto del saloneo. Y es que año tras año, ya sea en Madrid o en Barcelona, siempre pasamos de hacerle cola al ilustre pope del humor en nuestro país, el creador de ese par de ineptos espías, de ese cegato aborrecible, de esos chapuzas tan hispánicos, de esa escalera de vecinos tan “normal”... Don Francisco Ibáñez. Ríanse ustedes de las colas que Stan Lee pudiera tener en su día, este hombre las repite año a año, y como que echaba un poco para atrás. Siempre había algún otro autor más goloso. Nos enteramos que celebraba una sesión de firmas en un centro comercial y ala, expedición planificada al canto. Y una cien personas, madre mía, que tirón tiene este hombre, menos mal que puso el modo turbo de “firmas a cascoporro” y nos ventiló en un periquete, aquí os lo dejo, al maestro en plena acción.
1 comentario:
La verdad es que este tio es un encanto, yo le pille en la Feria del Libro y no perdia la sonrisa en ningun momento ¡¡¡Grande Ibañez!!!!
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