Ya con un par de éxitos a cuestas, los presupuestos de sus films, exiguos hasta el momento, se agrandan, llegan los actores estrella, las grandes producciones estilo Hollywood... y cierta despersonalización del estilo carpenteriano, provocada mayormente por la necesidad de “producir” éxitos comerciales que proporcionen pingües beneficios a los productores. Así Christine (1983) -dirección, música- entra dentro de la oleada de adaptaciones de Stephen King, el midas de la literatura de terror, rodadas en esa década. Entre ellas podríamos destacar La zona muerta (dirigida por un Cronenberg resolutivo que también se alejaría de muchas de sus constantes habituales), Cujo, Ojos de fuego, Los chicos del maíz, Cuenta conmigo... Descontento con el resultado de muchas de ellas King acabaría dirigiendo Maximum Overdrive, y la verdad, hizo bien en volver a su máquina de escribir. Christine nos cuenta la historia de un joven problemático que compra y restaura un Plymouth rojo del 58, que resulta ser la encarnación del mal y acaba influyendo -negativamente, claro- en la vida del joven y de los que le rodean. Esta sosa historia de adolescentes, aburrida por momentos, sólo se salva por aquellos instantes en que el impresionante coche se convierte en el rey de la función. Antológica es la escena en que el automóvil persigue a los miembros de la pandilla de gamberros que lo destrozaron, y no precisamente para darles un paseo. King se quejó amargamente de la adaptación, aduciendo que simplificaba en exceso el argumento de su novela, y que sólo le gustaba la selección de música rock de los años 50. Algo de razón no le faltaba al buen hombre...
En el 84 nos llega Starman, protagonizada por Jeff Bridges, Karen Allen y Charles Martin Smith. Un extraterrestre se "encarna" en el marido muerto de la Allen, y juntos emprenden una huida desesperada de las fuerzas del gobierno que intentan apoderarse del alienígena antes de que este llegue al punto de encuentro con su nave nodriza. Film amable, no exento de ciertos momentos de gran lirismo (la resurrección del ciervo, el encuentro romántico en el vagón de tren) subrayados por una emotiva banda sonora de Jack Nietzche. El espectacular despliegue de efectos visuales de la ILM, marca de la casa no logró que el film tuviera el éxito que a lo mejor merecía. Poco más decir de esta película de mensaje positivo, expresado por el protagonista en el que acaso sea el mejor momento del film: "Lo que más me sorprende de los humanos es que sacáis lo mejor de vosotros mismos cuando peor están las cosas". La labor de Carpenter se redujo a la dirección, y quizá por ello este sea su producto más impersonal. Dos años después se produjo una serie de televisión con el mismo título.Protagonizada por Robert Hays, Starman (la serie) se centraba en la vuelta del extraterrestre para conocer a su hijo y a la huida que ambos debían emprender de una malvada agencia gubernamental. El relativo fracaso económico de la cinta tal vez hiciera replantearse al director el rumbo de su carrera y decidió jugarse el todo por el todo en su siguiente película, las extravagantes aventuras del camionero Jack Burton.
3 comentarios:
Ninguna de las dos funciona como película de John Carpenter (y Christine ni siquiera como adaptación de la novela de King)... Pero ambas me parecen bastante dignas como productos correctos. Incluso creo que Starman sobresale en muchos aspectos.
Lo mejor está ahora por venir... A ver que nos cuentas de Little China y de cierto Señor de las Tinieblas.;-)
"Pero ambas me parecen bastante dignas como productos correctos"
No se ni lo que escribo... Bueno, resumiendo, que no están nada mal (jejeje)
El siguiente es el de Big trouble... Una de las pelis más frikis de la historia del cine! Abrazos.
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