Adios al Macho

Sí, adiós a la masculina virilidad de Obi Wan, nuestro buenazo y torpón amigo gatuno, que ayer fue de visita a la clínica veterinaria para que le hicieran un trabajito. Sus "bolsas de arenque" como diría Jayne en Firefly ya no destilarán más testosterona, así que espero que deje tranquila a la pobre Amidala, a la que ha llevado martirizada las últimas semanas (hemos ido encontrando mechones de pelo negro por toda la casa). No suelo estar de acuerdo con estas operaciones, pero tanto nuestros vetes como amigos más expertos en el mundo felino nos aconsejaron esa opción por motivos de salud (evita la aparición de tumores y el malestar del celo), de higiene (evita que tenga necesidad de marcar su territorio) y de convivencia con las otras gatas. A pesar de todo, no puedo evitar sentir esa especie de ancestral repelús que los hombres padecemos cuando vemos la imagen de alguien que se lleva un golpe en sus partes. Es un ufffff instintivo y atávico el que acompaña al movimiento de apretar los muslos protegiendo las joyas de la corona de cada uno. En fin, esperemos que no engorde y Obi Wan se nos transforme en Jabba el Hutt. Aquí os dejo con una instantánea del machote bien rodeado por las bellezas de la casa (falta una... pero esa me la reservo para mí, jeje).