Crisis en Tierras Infinitas: Hace mucho tiempo, en un Multiverso muy lejano...

En 1985 se publicaba la maxi serie de 12 números Crisis en Tierras Infinitas, con guiones de Marv Wolfman, dibujo de George Perez y entintando de Jerry Ordway, Dick Giordano y Mike De Carlo. Este equipo creativo fue el encargado de realizar un proyecto histórico para la compañía DC Comics. Por un lado conmemoraban con un mega-crossover los 50 años de historia de la editorial, y por otro simplificaban el descomunal universo superheroico formado por -literalmente- infinitas tierras paralelas en las que habían ido alojando las versiones obsoletas u olvidadas de los personajes y grupos punteros, así como aquellas licencias que habían ido adquiriendo con los años (Familia Marvel, Heroes Charlton). De esta forma se lograba un doble objetivo: celebrar cincuenta años de historias ofreciendo un repaso a todo un universo repleto de color, aventura y heroismo, y simplificarlo para buscar una única historia unificada que permitiera el enganche de nuevos lectores a la vez que ofrecer una continuidad menos demencial y más coherente.

Dos fuerzas gemelas y opuestas surgieron al tiempo que se originó el Multiverso: el Monitor y el Anti-Monitor, que venían librando una guerra ancestral. Para frenar a su gemelo el Monitor reclutó a los mejores héroes de diversas Tierras paralelas, mientras que una ola de antimateria iba consumiendo mundo tras mundo, universo tras universo. La señal del fin de cada mundo venía precedida por el enrojecimiento de los cielos y la presencia de demonios sombra cuyo contacto resultaba mortal. Pese a los esfuerzos individuales de los héroes de cada planeta, y a los intentos de varios equipos -tanto de héroes como de villanos- para frenar el avance del Anti-Monitor, éste consiguió exterminar a casi todo el universo existente, salvo a las últimas cinco Tierras, las cuales fueron fusionadas en una por el Espectro, ayudado por todos los seres con poderes mágicos. Será desde esa Tierra, ya única, desde la que se lanzará la ofensiva final contra el Anti-Monitor, una lucha a muerte por la supervivencia final que se llevará a cabo a dos bandas, en la Tierra defendiendo a la población de sus emisarios de energía negativa y en el universo de antimateria contra su fuente de poder y contra él mismo. Mundos vivieron, mundos murieron, y, para bien o para mal, el Universo DC ya nunca más volvió a ser el mismo.

Una historia tan gigantesca como la narrada en esos doce números no podía contar con otro equipo creativo que Wolfman y Perez, los cuales llevaban años realizando la serie Teen Titans, el estandarte tanto a nivel de público como de crítica de los tebeos DC de los primeros 80, y era lógico que fueran ellos los encargados de celebrar/unificar/simplificar la compleja historia de ese Multiverso. Marv Wolfman tenía una gran habilidad para caracterizar a sus personajes apenas con unas pinceladas, y contaba con el conocimiento enciclopédico necesario para revisar los principales personajes, momentos históricos y mundos alternativos de DC, logrando que la trama avanzara con un ritmo frenético sin que se viera resentida por la acumulación de sucesos, personajes y momentos climáticos. George Perez, bueno, era -y sigue siendo- George Perez. Detallista, preciso, buen narrador y mejor ilustrador cada plancha de las Crisis contiene a más personajes por viñeta de las que pueda haber en cualquier cross-over al uso. Y no sólo logró dibujar algunos de los momentos más inolvidables del tebeo contemporáneo, sino que releer la serie es ver algún detalle nuevo, detenerse en una página con treinta viñetas o en una splash repleta de fuerza y dinamismo. Si le sumamos las tintas de Giordano y Ordway (DeCarlo nunca fue santo de mi devoción, quizá por lo mucho que marcaba los lápices de Aparo o Laroque) podemos decir que las Crisis en Tierras Infinitas fueron un hito a nivel artístico que aún hoy merece ser revisado y leído con agrado.

(Uno de esos momentos marcados a fuego en la memoria de los aficionados al Universo DC.)

En España esta colección acumula ya cuatro ediciones, siendo la original la de Ediciones Zinco -la añorada y aún llorada por un servidor Zinco, que me abrió un universo de magia, épica y heroismo que todavía hoy me sigue subyugando- hacia el año 1988. Publicada en formato comic-book unitario cada número incluía un cuadernillo central con artículos relativos a la serie, una especie de guía de lectura necesaria, ya que en esa época muchos personajes de DC eran bastante desconocidos para el público mayoritario español. Y lo hicieron condenadamente bien, porque con aquellos mimbres crearon a toda una nueva generación de lectores. En los años noventa se distribuyó la edición de Vid, igualmente en grapa y con unos artículos mediocres. En el año 2003 ? (aquí ya hablo de memoria) Norma reeditaba la serie en formato de lujo (o lo que entonces entendíamos como lujo, claro, tapa dura y papel de calidad), aunque sin contenido adicional alguno. Comprenderán ustedes que la próxima aparición del Absolute Crisis en Tierras Infinitas, editado por Planeta en dos lujosos tomos, uno de ellos repleto de extra y que incluye Historia del Universo DC, supone un motivo de celebración para un servidor, ya que podré volver a disfrutar de la obra una vez más en un formato de auténtico lujo y a un precio más que asumible, sobre todo en relación a la cantidad y calidad del material ofrecido.

(La edición Absolute americana.)