Cuenta Atrás a Crisis Infinita

El pistoletazo de salida para todo el mogollón de la Crisis se vendió a decenas de miles de ejemplares por un solo dólar (aquí costó más, pero, hey, no nos quejemos demasiado, ¿verdad?). Con un apabullante equipo creativo formado por Geoff Johns, Greck Rucka y Judd Winick a los guiones y Rags Morales, Michael Bair, Ed Benes, Jesús Saiz, Jimmy Palmiotti, Ivan Reis, Marc Campos, Phil Jiménez y Andy Lanning encargados de la parte artística, nos llegó Cuenta Atrás a Crisis Infinita. Además de la dramática muerte de un personaje importante que se auguraba en portada, a partir de los sucesos narrados en esta historia arrancarían cuatro series limitadas que conducirían cada una de ellas a su modo y en una parcela concreta del Universo DC hacia la Crisis. ¿Cuál de todos ellos sería el momento crucial? ¿Cuál el punto de inflexión que haría temblar los cimientos de todo un universo? ¿Quién sería el desencadenante de todo ello?

Ya desde meses atrás, con la portada del Previews mostrando a Batman con un cadáver en sombras para evitar spoilers, se generó una gran expectación por leer de qué iba a ir todo aquello. Y la historia dio con creces todo lo que prometía, y en mi caso, más de lo que esperaba.

Siguiendo una estructura cinematográfica clásica, hace avanzar la acción en paralelo en dos tiempos, el presente y el pasado. Blue Beetle/Ted Kord se halla en una región montañosa europea, investigando las instalaciones de una misteriosa organización que parece conocer los secretos de todos y cada uno de los héroes de la Tierra. Los flashbacks nos van narrando los acontecimientos que condujeron a Beetle hasta allí. Unos robos de tecnología y fondos en empresas Kord obligan a Ted a investigar el asunto con su identidad superheróica. La trama criminal que va destapándose poco a poco adquiere unas dimensiones muy peligrosas para Blue Beetle, tanto que hará que solicite ayuda a otros miembros de la comunidad heroica o que recurra a sus antaño amigos de la Liga de la Justicia.

Será Beetle a lo largo de su peligroso y accidentado periplo el testigo principal de todas las crisis puntuales que se van produciendo allá por donde pasa. Así, en su visita a la Batcueva encontramos a un Batman desgastado por la tensión del enfrentamiento con Capucha Roja y totalmente paranoico al haber cobrado consciencia de que no sólo el Dr. Luz vio alterada su mente por la Liga de la Justicia. Las consecuencias de Crisis de Identidad van tomando forma en ese ominoso satélite que Batman contempla en la pantalla.

(Se vislumbra El proyecto OMAC. Con ustedes el Hermano Ojo.)

Otro lugar en el que Beetle buscará ayuda es el satélite de la JLA, donde hallará a un ausente y preocupado Detective Marciano respondiendo a la desesperada llamada de auxilio de Adam Strange desde Rann. La aparición de Rann en el sistema estelar thanagariano ha provocado la desestabilizaciçon de su sol y ha condenado al planeta de los hombres alados, lo cual desata una explosiva respuesta desde Thanagar.

(Toda la galaxia se verá afectada de un modo u otro por La Guerra Rann/Thanagar.)

Pero la investigación de Beetle lejos de pasar desapercibida llama la atención de un grupo muy especial que ha visto como una de sus operaciones -un envío ilegal de Kryptonita- se veía afectado por la intromisión fortuita de los héroes dando palos de ciego. El proceso de reclutamiento silencioso entre la comunidad de villanos ha fructificado en una nueva Sociedad cuyo núcleo duro lo forman Lex Luthor, Deathstroke, El Calculador, Thalia, el Doctor Psycho, el Doctor Luz y Black Adam.

(Villanos Unidos luchando entre ellos, o lo más parecido que podrás leer hoy día al Escuadrón Suicida.)

A la desesperada Blue Beetle intenta hallar respuestas en el plano místico, y a través del amuleto escarabajo llega hasta la cueva donde habita un circunspecto mago Shazam. Intentando contactar con el Capitán Marvel de nuevo Beetle se queda solo, ya que Marvel está afrontando una amenaza mucho mayor, la furia desatada del Espectro... Beetle es expulsado de allí, perdiendo el místico escarabajo azul que será vital para el futuro del personaje.

(El día de la Venganza asolará el plano mágico)

La narración en primera persona de Kord/Beetle es un acierto, ya que recoloca la esencia del personaje alejándolo de su cómica superficialidad ochentera y dotándolo de unos matices que el personaje sí poseía en su serie regular: un tipo normal con la voluntad de hacer el bien que se reía del peligro para no enloquecer, que perdió a muchos amigos en el camino pero que en el fondo nunca dejó de ser un héroe. Las páginas finales son una joya para cualquier aficionado al Universo DC: una resolución seca y contundente que supone, por ahora, la última aparición de un personaje al que profeso gran cariño por haberme acompañado con sus chistes y bromas durante el complicadillo trance de la adolescencia. Sigo resistiéndome a destripar el final pese a que a estas alturas todos los interesados lo habrán leído, sólo reflejaré el punto de arranque de la cuarta y última historia, la puesta en marcha del proyecto One Man Army Corps...

(Maxwell Lord activa El proyecto OMAC... ¿Pero este tío no era un playboy millonario filántropo y amiguito de los héroes?)

A partir de aquí, cuatro series limitadas independientes que cimentan el camino hacia una nueva Crisis. ¿Es necesario leerlas todas? No. ¿Es recomendable disfrutar de todas ellas? Sí. Todas y cada una tienen calidad suficiente para entretener al lector, y si bien hay diferencias entre ellas, todas reúnen méritos suficientes para ser leídas y disfrutadas al margen de su conexión directa con el mega cross-over de Infinite Crisis. En breve leeréis más sobre cada una de ellas en este vuestro blog amigo.

Como dice el último bocadillo del especial…

Y a lo grande, como no podía ser de otra forma.